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7

-Lo sé. -Admitió Dahyun con una sonrisa radiante.

-Eres una descarada. -Rio Jeongyeon.

-También lo sé, principalmente porque estoy engañando a mi novio.

La risa de Jeongyeon cesó y su cuerpo se tensó.

-Termina con él.

-¿Por qué?, dame una sola razón para hacerlo. -Dejó de abrazar el torso de la mayor y se sentó en sus caderas.

Jeongyeon levantó su torso y se apoyó en los codos para mirar con el ceño fruncido a la mujer encima suyo.

-¿No es suficiente que lo hayas engañado? -Dahyun negó. -Eres más sinvergüenza de lo que imaginé.

-Solo dame un motivo y terminaré con él, Jeongyeon. -Insistió aún con su sonrisa que provocaba enojo en Jeongyeon.

-Porque estamos enamoradas de ti.

-Eso ya lo sé.

-¿Qué más quieres?

-No quiero ser una solterona cuando acabe mi relación con él. -Clavó sus uñas en el abdomen descubierto de Jeongyeon. -Sería una desgracia porque yo también estoy enamorada de ustedes.

La confesión deshizo el enojo de la mayor y se convirtió en felicidad pura. Sus ojos se maravillaron por la hermosa vista de Dahyun encima suyo. Iba a tomarla para iniciar otra sesión caliente de sexo, pero Dahyun se apartó y se levantó de la cama.

-Ya tuviste lo tuyo, cariño. -Dijo, moviendo sus caderas sensualmente al dirigirse al baño.

-Quiero más.

-No seas egoísta, unnie, sino no tendré fuerza para las otras unnies.

-Ya tenías planeado esto, ¿no?

-Si te soy sincera, no. Cuando llegué tenía pensado no tener ningún contacto físico con ustedes, pero todo se fue al carajo al leer la carta que dejó Somi.

-Estaré en deuda eternamente con esa rubia sin cerebro. -Ambas rieron.

El resto de la tarde transcurrió pacíficamente; todas estaban ocupadas en observar el maravilloso paisaje o conocer los alrededores, por lo que no hubo ningún momento íntimo. Dahyun intercambió una que otra palabra con las miembros y luego quedaba totalmente absorta en las películas, mayormente románticas, que se dispuso a ver para pasar el día. Tampoco quería tener más sexo, ya que estaba totalmente agotada.

Suspiró al terminar su última película: Ascenso. Apagó la pantalla y miró aburridamente al techo; no tenía ganas de mirar más películas ni tampoco quería moverse porque estaba en una posición bastante cómoda en el sofá.

Tenía muchas ganas de comer unas Oreos...

El universo quería conspirar en su contra.

Pensó en la posibilidad de revisar sus redes sociales, pero desechó totalmente esa idea, ya que no quería amargar su noche por cometarios malintencionados.

Hizo un mohín y lloriqueó en su lugar.

-Nada me moverá de aquí. -Cruzó sus brazos.

Justamente luego de terminar su frase, la puerta fue abierta y reveló a una de las miembros.

-¡Jihyo! -Gritó alegre y corrió a abrazarla.

Bueno... fue muy fácil moverla de ahí...

La coreana la recibió en sus brazos, sorprendida. Por lo general Dahyun no era cariñosa ni corría a abrazarla.

-Wao, ¿a qué se dá tanta felicidad? -Le preguntó luego de unos segundos, alejándola un poco.

-No lo sé... sólo quiero tu calor.

Dahyun relajó su cuerpo al sentir el calor corporal y la rica fragancia de Jihyo. Le encantaba. Los brazos de Jihyo eran los más fortalecidos entre las miembros, bueno, su cuerpo en general era el más trabajado entre las miembros. Le brindaba a la coreana refugio y seguridad, mucho más de lo que necesitaba.

[ Canción recomendada: Renegade - Aaryan Shah.]

Todas las miembros eran muy altas, a excepción de Dahyun. La coreana pálida siempre tenía que alzar un poco el rostro para verlas a los ojos. Jihyo hacía parte del grupito de más altas, por lo que Dahyun tenía que ponerse de puntillas para abrazar su cuello.

Todo en Jihyo indicaba dominio, firmeza y brusquedad. Y así era, Jihyo es una mujer firme, dominante y en muchos movimientos es brusca. Pero la faceta suave y tierna de la líder sólo la podía tener Dahyun, que la enamoró con sus encantos.

-No se diga más. -Habló la mayor y pasó su brazo por las piernas de Dahyun para alzarla como recién casadas.

La pálida abrazó el cuello de la morena y escondió su rostro allí. Se dejó llevar a la habitación donde Park la recostó cuidadosamente.

Cuando se trataba de cuidados y protección, Jihyo siempre aparecía. La líder siempre buscaba niñarla con todo lo que quisiera porque decía que "una mujer bella como tú necesita que la protejan". Kim no encontraba nada de similitud entre proteger y niñar, pero aún así nunca objetó.

-¿Qué quieres?, te lo traeré. -Le preguntó la mayor al dejarla cómoda en la cama.

-Quiero que me abraces y te quedes aquí.

—Lo que digas, cariño. —Park en un movimiento rápido colocó a la menor encima suyo.

Dahyun se sorprendió un poco por la rapidez de la coreana, ya que puso su oreja en el pecho de ella y escuchó su corazón latir. Le abrazó el torso y respiró profundamente el aroma tan placentero de Jihyo, dejándose llevar al recibir delicada caricias en su cabeza y espalda por las grandes y venosas manos con anillos caros.

Jihyo enterró su nariz entre los cabellera de la menor, deleitándose con el olor al shampoo que suele usar. Las caricias en su espalda cesaron y ahora fueron a las caderas talladas por los mismos dioses. Las apretó y hundió su pulgar en la tersa piel blanquecina.

Maldita sea, su perdición es la maravillosa cadera de Kim Dahyun, su piel tan suave como porcelana y su blanquecina piel como la leche.

Tensó su mandíbula y la atrajo más a su cuerpo.

Dahyun abrió sus ojos y subió un poco su cabeza para mirarla fijamente.

—Está bien, Dahyun. No te voy a hacer nada. Dejaré que descanses. —Se limitó a responder. —Duerme, preciosa. —Besó su frente.

Kim mordió su labio inferior y asintió obedientemente. Volvió a recostar su rostro en el pecho de Jihyo y poco a poco cedió al sueño hasta quedar profundamente dormida.

Jihyo la observó durante unos minutos hasta que ella también cayó dormida con una sonrisa radiante y sus brazos alrededor de la pequeña y delgada coreana.

Al amanecer, Jihyo abrió un poco sus ojos. Eran las tres de la mañana y había despertado sin razón. Ambas estaban en la misma posición inicial, así que Jihyo se sintió realmente mal cuando movió el cuerpo de Dahyun y la bajó de su cuerpo con sumo cuidado de no despertarla, ya que se veía magníficamente hermosa con su pijama corta y respirando suave, y sus ojos cerrados.

Pero Jihyo necesitaba tomar urgentemente un vaso de agua helada.

Al cerciorarse que la menor todavía dormía, se levantó de la cama y salió de la alcoba en bóxers y una camiseta blanca, grande, que le llegaba a tapar su entrepierna. Bajó las escaleras y caminó hasta la cocina en silencio total para no molestar a sus amigas. Encendió la luz del lugar y sirvió agua fría.
En menos de treinta segundos el vaso ya estaba vacío y su sed cesó.

El silencio y la oscuridad de toda la cabaña le hacían tener un gran dilema. Tenía mucho estrés y cansancio acumulado y temía que pronto llegara al límite.

Suspiró profundamente y se dirigió a la alcoba que estaba compartiendo con la hermosa coreana que la hacía suspirar enamorada. Apenas entró notó que Dahyun se había despertado y la esperaba pacientemente recostada contra el cabecero de la cama.

—Llegaste. —Susurró Dahyun cuando cerró la puerta.

Jihyo asintió y se sentó en la esquina de la cama. —Pensé que estabas dormida.

—Imposible. Tú calor me hizo falta.

—No quería despertarte. Perdóname.

—No te disculpes, Jih.

Kim no tardó en llegar hasta Jihyo y acomodarse en su regazo y abrazarla del cuello. Park reaccionó y la tomó de la cintura sin ejercer fuerza.

—Estás algo traviesa, ¿no? —Bromeó la mayor.

—¿Tú crees? —Preguntó usando su voz sensual.

La líder elevó un ceja y sonrío pícara. —Oh, ya entiendo.

Dio un ligero apretón y su sonrisa se expandió más al escuchar el pequeño jadeo.

—¿Estás caliente a las tres de la mañana, cariño? —Jugó con ella otra vez apretando la cintura y recibir el dulce sonido emitido.

La menor no respondió a su líder, en cambio, escondió su rostro en el cuello. Respiró profundamente el aroma de ella y rozó la punta de su nariz en el punto débil de Jihyo. Allí lamió, y al sentir que Jihyo apretó más su agarre, rozó sus dientes y sintió la respuesta inmediata de su contraria. Decidida a ser más atrevida, clavó sus dientes.

Jihyo era un poco diferente a las demás, ya que su miembro estaba entre los más grandes en el grupo. Además de eso, era demasiado ruda y dominante... y algunas veces castigaba con azotes.

Era la única entre las miembros que le gustaba azotar y amarrar. Su pene medía al rededor de 8 pulgadas, compitiendo contra Nayeon y Mina.

Dahyun cuando escuchó el número detrás de la puerta mientras husmeba se sorprendió bastante.

Así que sí, Dahyun estaba emocionada pero también miedosa de lo que le podía llegar a hacer Jihyo.

Park gruñó y la recostó en la cama, estando encima de ella con la mirada oscura y llena de lujuria. Dahyun gimió y unió sus dedos más fuerte en la nuca de Jihyo.

—No te recomiendo hacerte la traviesa conmigo, Dahyun. Sé muy que tú eres consciente de lo que soy capaz. —La pálida tembló al escuchar la voz ronca y profunda de su líder.

—¿Y crees que eso me va a detener? —Le respondió tratado de sonar segura. Falló al gemir cuando Jihyo acarició el muslo.

Park rio y acercó sus labios al oído de la menor. Dahyun cerró sus ojos y reprimió otro gemido al sentir el aliento caliente. —Incluso te estás haciendo la fuerte cuando tiemblas de miedo, preciosa.

—J-Jihyo... —Gimió su nombre.

—Habla.

—Follame como quieras, Park.

Solo bastó eso para que Jihyo la tomara con fuerza y seguridad. La besó fugosamente, para luego introducir su lengua. Sus manos viajaron hasta las blanquecinas piernas y agarrarlas fuertemente.

En una mirada rápida, Dahyun notó el gran bulto entre el bóxer. Jihyo ya estaba dura y eso la hacía sentirse bien porque la líder realmente la necesitaba.

Jihyo se separó del beso y bajó hasta su cuello para besarlo, chuparlo y morderlo hasta hacerla chillar por el dolor de sus mordeduras.

Sin duda, Park Jihyo no tiene ni una pizca de suavidad ahora mismo.

Ni la tendrá en unos minutos.

La líder desabrochó su pijama hasta botarla lejos de la cama. Sus pechos redondos, blanquecinos, y pezones rosados la cautivó hasta hacerla parar un momento para observalos y sonrojar a Dahyun. Siguió un camino de besos desde el cuello, clavícula hasta parar en sus pechos. Lamió el pezón y Dahyun soltó un gemido bastante alto.

—Es mejor que te calles si no quieres despertar a las demás, cariño. —Advirtió.

La menor tapó su boca con la mano y gimió de nuevo cuando Jihyo tomó su pezón entre los dientes y lo tiró un poco.

Jihyo gruñó ante el dolor de su miembro entre la ropa interior, pero prefirió dejarlo así. Por lo que pegó su cuerpo con el de la mujer debajo suyo y unió sus intimidades. Metió el pezón en su boca y con la otra mano empezó a tocar el restante. De repente, movió sus caderas contra la intimidad mojada de Dahyun, que todavía estaba cubierta por su short. Simuló penetraciones mientras se satisfacía con los pechos.

Mientras tanto, Dahyun se tapaba la boca fuertemente. Sólo esta cercanía entre sus intimidades le demostraba lo grande que era el pene de la líder.

Jihyo retiró su mano y la bajó hasta la cinturilla del short y los retiró. Miró la intimidad mojada de la menor y sonrío, subiendo su mirada para mirarla a los ojos.

—¿Estás emocionada, princesa?

Dahyun soltó otro gemido por la voz de Jihyo porque estaba demasiado sensible.

—Contesta, hermosa. —Insistió moviendo sus dedos muy cerca del lugar.

Dahyun volvió a gemir y asintió, clavando sus uñas largas en los bíceps de la contraria. Jihyo gruñó por el dolor y estampó su intimidad contra la de ella.

—M-Mierda, J-Jihyo... —Musitó al ver las venas marcadas en el cuello de la líder por soportar mucho tiempo.

Estaba siendo demasiado paciente con ella.

—Mételo, maldita sea. —Exclamó al borde de la locura.

Jihyo metió dos de sus dedos de repente, robandole un grito. Los metió completamente solo una vez. Ni siquiera le dio tiempo de pensar cuando ya estaba moviendo los dedos.

A Dahyun se le olvidó completamente cubrir su boca, así que Jihyo lo hizo con su mano grande y venosa.

Luego de varios minutos así, y justo cuando Dahyun ya estaba a punto se llegar, Jihyo saca sus dedos. Kim muerde su mano furiosa y Jihyo ríe.

—Es mejor tener mi pene adentro.

Jihyo baja su bóxer y Dahyun se estremece al verlo. Venoso, grande y erecto.

La coreana mayor guía el miembro hasta rozar en la entrada, donde jadea complacida al sentir los fluidos en su punta. Dahyun se aferra a sus omóplatos cuando empieza a entrar, notando el gran esfuerzo de la mayor por ser cuidadosa. Clava sus uñas al sentirlo entrar cada vez más y muerde el hombro de Jihyo para evitar los sonidos grotescos que quiere soltar.

Cuando ya está adentro completamente, Jihyo respira pesadamente en su oído y espera impacientemente. Al recibir asentimiento de la menor, mueve sus caderas. Dahyun entierra más sus dientes y uñas, cierra los ojos y abraza el cuerpo de Jihyo con sus piernas.

Sí era grande.

—Maldita sea, Dahyun. Aprietas muy bien.

El ritmo lento y suave empezó a intensificarse hasta ser certero y brusco. El calor de sus cuerpos y de la habitación ya había hecho efecto hasta tenerlas sudando. Dahyun recibía llena de placer las penetraciones en su interior. El sonido sucio de sus pieles chocando les hacía saber perfectamente lo que estaban haciendo esa madrugada mientras las demás dormían.

Incluso Dahyun se atrevía a decir que Jihyo tenía mucha más experiencia que las demás. Lo estaba demostrando mientras la follaba rudamente y daba en su punto dulce y favorito.

Bueno, Park sabía cómo utilizar sus centímetros.

Arqueó la espalda al estar apunto de tener su orgasmo, pero Jihyo se salió de ella, sonriendo lascivamente. Dahyun la miró furiosa, dispuesta a reclamarle, pero antes de hacerlo fue volteada boca abajo.

—Me gusta probar todo, ¿sabes? —Avisó, pasando su dedo por la otra entrada. —Y también me gusta aprovechar el momento.

No le dio tiempo a responder cuando ya la tenía mordiendo la almohada y metió todo. Se recostó en la espalda pálida y delgada, y ahora ella tenía el turno de morder. Los brazos tonificados a cada lado de Dahyun mientras la penetraba y la hacía ahogar sus gemidos en la almohada. Clavó sus dientes en el hombro de la menor cuando se sintió al límite. La dulce melodía de escuchar su nombre salir de la hermosa modelo y cantante le recordaba que lo hacía perfectamente dentro de ella.

Gruñó, aumentado la fuerza y rapidez de los movimientos cuando estuvo cerca. Luego de no parar, derramó su semilla dentro de la coreana, quien lo recibió gustosa también viniendose en grandes cantidades.

Estuvieron así por dos o tres minutos hasta que decidió que era el momento adecuado para salir de ella.

Respiraron al compás y miraron al techo. Dahyun sonrío y se movió para besar en los labios a su líder.

—¡Jih, eres increíble!

Jihyo rió enternecida y la abrazó. —¿Tú crees?

Acarició las mejillas sonrojadas de la menor y besó su mano. Dahyun se escondió en su pecho y la abrazó.

—Hay que limpiarte. —Avisó Jihyo para sujetarla entre sus brazos y llevarla al baño.

—¡Jihyo, cuidado!


LO DI TODO, LO DI TODO 😭
Hice este cap más largo por hacerlo esperar mucho. Les juro q si no les gustó este cap me mato pq sí me esforcé

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