—¡¡Entonces solo dilo!! ¿¡Me amas o no, Thamara!?

—¿¡Qué tengo que decir!? ¡Ya te dije lo que siento!

—¡Pero si no me has dicho nada! — Caballo dio un gran suspiro para volver a sí mismo y empezó a tranquilizarse— Sabes que esto no solo te involucra a tí, ¿verdad? Ambos somos parte de esto...

Thamara cerró los ojos, dio un suspiro y se sentó en el desolado sillón del departamento de Caballo— Eso yo lo sé, pero...

—Pero ya no me amas.

—¡Yo nunca dije eso! Es solo que nada se siente igual que antes, es solo eso.

—Eso es exactamente lo mismo.

Caballo se hundió en el otro sofá, invadido de amargos pensamientos, invadido de melancólicos recuerdos, invadido por la idea de que lo único que lo había dado una razón para seguir viviendo todos los días estuviera a punto de desvanecerse.

—Thamara— Dijo Caballo triste — ¿Sabes que eres lo más especial para mí, verdad?

Thamara guardó silencio. No porque quisiera torturar a Caballo más de lo que ya lo estaba haciendo, ni porque ella quisiera estar viviendo ese incómodo momento, si no porque simplemente, no sabía que decir. Nada parecía estar claro, nada parecía tener sentido. Se estaba preguntando cómo es que había llegado a vivir ese instante, todo lo que había pasado hasta ese preciso momento no parecía tener sentido.

—¿Yo soy lo más especial para tí, o lo que amas en realidad es lo que puedo hacer por tí?— Dijo Thamara, mirando al suelo.

—No respondiste mi pregunta.

—¡Pues yo necesito saber eso para poder responderte! —Gritó Thamara mientras se levantaba eufórica del sillón de Caballo.

Caballo se levantó de golpe, trataba de entender a Thamara, pero a veces le parecía imposible— ¿¡De qué carajos hablas!? ¡Yo me enamoré de tí, de todo de tí*! Así que te lo suplico, si quieres preguntarme algo ¡Solo dilo claro, yo te responderé!

—Muy bien, te lo diré tal cual como quieres oírlo— Dio un profundo suspiro, todo parecía dar vueltas, veía borroso y su corazón latía sin parar, pero algo la impulsaba a seguir esa discusión, tal vez era la necesidad de acabar con algo que sentía que, a la larga la dañaría demasiado—¿Te enamoraste de mí, como Thamara... o te enamoraste de la chica dañada? la persona que podías ayudar para sentirte mejor contigo mismo.

—Thamara- —Lo interrumpió.

—¿De verdad me amas por lo que soy, o sólo te enamoraste de la persona que te dio ayuda primero? ¿Me valoras tanto como dices en realidad, o piensas dejarme cuendo lo creas necesario? Solo soy un salvavidas para tí ¿Verdad?

—Por favor, Tha-

—¡¡DÉJAME TERMINAR!!

Después de segundos que parecieron una eternidad ellos suspiraron al unísono.

Thamara se dio cuenta de lo que había hecho. Se dió cuenta que lo arruinó todo. Todo había acabado, nada podría arreglar lo que había hecho, ni nada en ese momento la habría hecho volver a ella. No sentía que pudiera controlarse. Sus piernas temblaban, su cabeza le dolía, sentía el sudor frío bajando por su frente, su corazón perder el control y los ojos de Caballo clavados sobre ella. No podía seguir en pie, así que se dejó caer al sillón de nuevo.

—Creo que ya no hay nada que decir... todo está claro.

—Y-yo no quería decir eso...

—¿Entonces qué es lo que querías decir? Dime, porque lo único que pude percibir fue que te estabas reflejando en mí, yo no siento nada de eso, Thamara. Mis sentimientos hacia tí siempre han sido los más puros y fieles, no te he mentido, no pensé hacerlo ni nunca lo haría, pero al parecer tú lo has hecho todo este tiempo. Así que dime ahora tú a mí ¿De verdad me amas por lo que soy, o sólo por lo que te puedo dar?

—Caballo, yo te amo, pero... Ya te lo dije, no siento lo mismo que antes.

—¿Eso es porque ahora eres más feliz y ya no hay nada en lo que pueda ayudarte?

El silencio invadía el lugar. Eran las 7:42, y la sútil luz del ocaso traspasaba las transparentes cortinas del departamento, el viento movía las cabelleras de ambos, dejando una tenue silueta blanca en su pelo, las hojas de las múltiples plantas en la habitación danzaban al ritmo del viento y ahí, dos personas que en algún momento compartieron todo, estaban a punto de partir a lugares diferentes.

—Soy muy feliz gracias a tí, pero bien tú lo dijiste ese día de invierno, todo acaba en algún momento, "puede que nos vayamos algún día"— Dijo Thamara mientras veía a Caballo a los ojos para demostrarle que sus palabras eran muy sinceras.

—Ja...jaja... ja...— Caballo no daba crédito a lo que acababa de escuchar y se tumbó en el sofá— Así que... Es oficial ¿cierto?

—No quiero que creas que todo fue una mentira, Caballo, yo te amé, viví lo más hermoso de mi vida contigo, me hiciste sentir viva de nuevo, me ayudaste a darme cuenta que no había tiempo que desperdiciar. Gracias. Muchas gracias, Caballo.

Thamara se levantó y tomó sus cosas. Una lágrima empezó a caer por su mejilla, y mientras el atardecer terminaba y tornaba el ambiente azul, melancólico y lejano, una hermosa historia de amor estaba acabando.

Estaba acabando, con todo lo que eso implicaba.

—Gracias por descongelar el tiempo en mi vida— Dijo Caballo, mientras miraba al suelo, se había dado cuenta que habían cumplido su propósito, juntos.

Thamara solo asintió, porque si hablaba ella sería un mar de lágrimas, así que solo abrió la puerta y se marchó, dejándolo todo atrás. Todas las risas, los recuerdos, las lágrimas, los abrazos, los besos, las caricias, las noches, las bromas, las locuras... el amor.

Y sin darse cuenta el tiempo volvió a congelarse, y ahora no estaban ahí para ayudarse.

Nota: ¡Esto no es el final, amigos míos! Pero aún así, muchas gracias por leer <3, por favor sigan haciendo comentarios random, amo esos comentarios. Pero pasemos a lo que tengo que decir.

El Cabamara tendrá aproximadamente 20 caps. y pueden decidir que pasa, mis estimados lectores del Cabamara, y para el próximo pueden escoger entre:

-Antes del momento perfecto.

-Después del momento perfecto.

Gracias por leer <3 Próximo capítulo el fin de semana. (Pero por favor voten, no tengo ideas y no me decido, help)