Punto de vista de Artemisa

Desperté bastante cansada para ser sincera, aunque contenta y con una sensación de cosquilleo en mi cuerpo –se tapa la cara con las manos y suelta una risita- pero ¿qué paso ayer? Me acosté con Camus aun no me lo puedo creer, en qué momento, espero que para él significara lo mismo que para mí, la tranquilidad que sentí a su lado fue lo que realmente hizo que albergara esperanza de poder estar juntos. Estar en paz no era una emoción que me resultara familiar, desde que perdí a mi familia lo que vivía día con día era inseguridad de querer a alguien por miedo a perderlo, pero con Camus fue diferente con él estaba más que en paz y ahora no sabía cómo había podido renunciar a vivir sin aquello.

Recordé que Camus se iba a ir temprano, me hubiera gustado que estuviera conmigo, pero ya tendremos más oportunidades, lo que paso fue suficiente para sentirme plena, había pasado un tiempo de la última vez que dormí tanto y en paz, generalmente tenía mala noche y me despertaba en la madrugada asustada, pero esta vez una sensación de alegría desbordaba de mi. Vi el reloj, ya era tarde me levante de la cama, me estire y me dispuse a tomar una ducha, al salir, tome prestada alguna ropa de Camus, ya que la mía estaba hecha un desastre, me mire al espejo, me dio risa verme, se notaba que la ropa no era mía, me quedaba algo grande, pero en fin, cumpliría su cometido de cubrirme de aquí a mi casa, tendí la cama cuando me percate de que se había caído un papel, lo tome era de Camus – Te veo después-  me dio risa, aunque el mensaje no era lo que se puede decir romántico para mi significaba mucho, la intención es lo que cuenta, estaba distraída con la nota hasta que escuche un ruido, salí de la habitación con dirección a la entrada, se escuchaban voces -no sabía que Camus esperaría a alguien-  así que decidí ver quiénes eran antes de llegar grite –Hola-  vi a tres personas que no conocía, el primero supe que era un caballero por su armadura, con él venía un niño y la última persona, al verla... sentí que se me bajo la sangre, palidecí, el cuerpo me temblaba, el aire me faltaba, perdí el equilibrio que me tuve que agarrarme de la pared, la cabeza me daba vueltas...

- ¡Tú! – con la voz entrecortada- no... no puede ser, ¿de verdad eres tú?

Artemisa y Rodric estaban en estado de shock aun no creían lo que veían, después de tanto tiempo que se habían separado, para ambos le resultaba irreal, Rodric no podía moverse lo intento quiso acercase a su hermana para ver si era real, un espejismo, si su mente jugaba conél o una mala broma, pero el cuerpo no le respondió, simplemente se quedo quieto, ambos se quedaron viendo en un silencio ensordecedor que fue interrumpido por Kiki...

- ¿Cómo? Rodic tiene una hermana.

- Así es, tienen una hermana gemela –dijo Mu.

- Eso no me lo esperaba –estaba bastante confundido, pero aun así animo a Rodric a que se acercara a su hermana dándole un pequeño empujón.

Ese pequeño empujón saco de sus pensamientos a Rodric, logro recobrar la razón y se dirigió a su hermana que se encontraba agarrada a la pared, con paso temeroso y lento poco a poco se acerco, la tomo del hombro, ambos se quedaron viendo, habían soñado con ese momento desde el primer instante que se separaron, imaginando que se dirían el día que se vieran, ahora que había pasado fue como si las palabra se les borraran y un abismo emocional se cruzara entre ellos.  Artemisa saco su collar con el fin de confirmar que era él aunque en el fondo sabía que si, lo hizo porque fue lo único que se le ocurrió y por inercia Rodric hizo lo mismo, al ver los collares, una ola de sentimientos cruzo por todo su cuerpo ,la alegría fue la que más se noto, los gemelos se abrazaron y las lagrimas no tardaron en salir, fue uno de los momentos más conmovedores que se habían presenciado, todos sus años de interrogantes, angustia y preocupación de que había sido de ellos se había desaparecido, por fin el universo les había regalado lo que más habían anhelado que era el estar juntos.

Por su parte Mu pudo notar el poder de sus cosmos al unirse, el poder que se generaba era algo inimaginable, se podía perservir un aire de divinidad, cosa que desconcertó bastante al caballero, por su parte no quería interrumpir el momento, pero sabía que Rodric y Artemisa necesitaban un espacio tranquilo para que pudieran hablar sin interrupción. Con toda la pena les comento lo que pensaba a lo que los gemelos aceptaron, Artemisa tenia las emociones en todo su ser, respiro profundo y le dijo a Rodric que fueran a su casa que ahí estarían tranquilos.

En algún lugar lejano

- Señor, encontramos a los gemelos

- ¿Dónde?

- En el Santuario de Atena

- Perfecto, vamos a dar una visita a ese lugar y terminar lo que empezamos, preparen todo

- Si señor

En el Santuario

Llegaron a casa de Artemisa, ha Rodric se le hizo un lugar bastante acogedor y dio gracias de que su hermana tuvierqa un espacio lindo para vivir, ambos estaban nervioso, era una sensación extraña estar en presencia mutuamente y aunque tenían muchas cosas que platicar, parecía que ambos evitaban pronunciar palabras, era como estar con un extraño en cierta manera habían pasado más tiempo separados que juntos, prácticamente no se conocían, no sabían que les gustaba o disgustaba, no querían decir algo inapropiado, los nervios y la incomodidad era cada vez más fuertes en la casa el ambiente se cubría de u silencio incomodo, Rodric no podía seguir así, le había pedido a los Dioses infinidad de veces por ese momento como para quedarse parado sin decir nada respiro lo más profundo que pudo intento tranquilizarse, miro a su hermana que estaba sentada en el sillón con la cabeza agachada, se sentó junto a ella...

- Me gusta tu casa.

- Gracias es pequeña, pero se vive bien.

- Sé que ha pasado mucho tiempo y no sabes lo mucho que te extrañe, había días en lo que no dormía – lo dice llorando- lo lamento tanto jamás debí dejarte ir.

- Tranquilo –lo abraza- está bien, se que era difícil estábamos en una situación complicada y ambos decidimos, no tienes porque culparte.

- De verdad lo siento.

- Yo también lo siento, este tiempo sin ti fue difícil y complicado en muchos sentidos, ya no miremos al pasado que esa no es la dirección a la que vamos.

- Tienes razón enfoquémonos en el presente, cuéntame que ha sido de ti en todo este tiempo.

Los hermanos se pusieron al tanto de todo lo que había acontecido en sus vida, las aventuras y desventuras que tuvieron en sus caminos, supieron que sus caminos fueron complicados, pero gracias a la ayuda de todas esas personas que se habían encontrado pudieron sobrellevar las adversidades que el universo les puso, la plática se fue desarrollando ambos se sentían en confianza y esos años de estar separado parecía que nunca habían existido y sus lazos se fortalecieron aun más, entre la plática y las emociones que se habían vivido, el hambre despertó así que decidieron dirigirse a Rodorio para comprar algo de comer. Regresando a la casa de Artemisa se dispusieron a comer entre la plática se resalto un tema que los gemelos les llamo la atención.

- Oye Rodric él caballero que iba contigo ¿Quién es?

- Es Mu de Aries, creí que lo conocías, entreno aquí desde niño creo

- Con que él es el caballero de Aries...

- Si, de verdad no lo conocías, a veces viene al Santuario

- Lo conocía de vista, pero siempre lo veía con ropa de civil jamás me imagine que fuera caballero, además el templo de Aries que recuerde ha estado vacío desde hace mucho.

- (Rodic se queda pensativo)

- ¿Qué pasa?

- Si tu y Mu se conocieron, no formalmente, pero sí de vista.

- ¿ A qué quieres llegar?

- ¿No crees que él supiera de nosotros?

- ¿Cómo dices? -lo mira con duda-

- Yo a Mu le conté que tenía una hermana gemela, la similitud entre nosotros es más que obvia.

- Estas queriendo decir que él sabía todo y no dijo nada.

- Si precisamente eso, aunque no estoy seguro puede que me equivoque.

- Pero si estuvieras en lo correcto ¿Por qué ocultaría algo así?

- Eso no lo sé, pero hay que averiguarlo.

- Todo esto está bastante raro.