Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. Secretos recíprocos

Derrick

Me siento culpable y ni sé la razón ¿Qué dije para que Sandy se alterara así? Es la primera vez en mucho tiempo que estoy confundido y no tengo el control de la situación. Camino tranquilo hasta la casa, pero por dentro estoy inquieto. Visualizo al señor Miller buscando unos papeles en el living, se ve concentrado, pero por las dudas giro en el otro pasillo para evitarlo y así dirigirme a la habitación de Sandy. Una vez ahí, no tardo mucho en tocar a su puerta. Ella me abre teniendo una gran sonrisa, como si no hubiera ocurrido nada.

—¿Qué pasa? —consulta.

—¿Estás bien? —pregunto sinceramente preocupado.

—Sí ¿Por?

—Saliste corriendo, te vi alterada, parecía que ibas a llorar.

—Ah, eso, sí, estoy bien —responde de mala gana y me cierra la puerta en la cara, así que golpeo de nuevo—. ¿Sí? —Abre tan solo un poco.

—Eso no fue muy educado de tu parte.

—Si papá se entera que estás husmeando en mi cuarto, te va a echar y todavía no tienes una casa —aclara.

—Gracias por preocuparte ¿Podemos hablar?

—Estoy en mi zona segura, así que no. —Va a cerrar por completo, pero lo evito, poniendo el pie—. No quiero hablar —expresa angustiada.

—Está bien —declaro apartando el pie—. Ahora regreso.

En su gesto se nota disconformidad y confusión, sin embargo no pregunta, solo cierra la puerta.

Me dirijo a volver al living, el señor Miller sigue buscando y ahora también ordenando algunos papeles. Se ve muy concentrado. No me importa y decido interrumpirlo.

—¿Puedo preguntarle de Sandy? —consulto de manera educada.

El hombre mayor continúa con lo suyo, pero asiente a mi interrogante, sin abandonar sus papeles.

—Dime.

—Hoy la vi realmente alterada y me cuestionaba si tiene algún problema.

—¿Problema? No. —Sigue concentrado en sus cosas—. Sandy a veces tiene alguna crisis de nervios, para nada grave, cosas de mujeres.

Este anciano es tan chapado a la antigua que ni sabe que las personas pueden tener complicaciones psicológicas.

—¿Dice que está nerviosa porque es una chica? —Enarco una ceja.

—Sí ¿Por qué otra cosa iba a ser?

—La cicatriz, por ejemplo.

—¡Ah, sí! —Reacciona, luego vuelve a mirar sus papeles—. Empezó con esas crisis en aquella época, pero insisto, debió ser la pubertad, una cicatriz tonta no debería ser algo que afecte tanto.

¿Este hombre realmente vio la cicatriz? Es enorme para llamarla "tonta".

—¿Cómo se la hizo? —Ignoro lo mal padre que se nota que es y continúo con el tema que me interesa—. ¿Recuerda?

—La verdad ni idea, Sandy tenía doce cuando se perdió cerca del faro. Volvió manchada de sangre, pero nunca me dijo qué le ocurrió, supuse que se cayó y ya, no me lo negó tampoco.

—¿Y a su madre si se lo contaría?

—Oh, no. —Deja de mirar los papeles para observarme—. Su madre murió en el parto, imposible saber eso.

Quedo desconcertado, teniendo en cuenta que Sandy me contó que su madre estaba lejos, así que decido preguntar.

—¿Y qué hay de la caja de música?

—¿Qué caja? —Me mira confundido.

—Sandy tiene una en su armario, ella me dijo que es de su mamá.

El hombre se ríe.

—Esa chica debe estar delirando, no hay nada de su madre en esta casa. Me hacía mal, así que decidí tirar todo cuando murió.

—Lo lamento mucho.

—No importa, fue hace tiempo.

—Ya veo. —Hago una pausa—. Gracias, señor Miller, por responder mis inquietudes.

—No hay de qué. —Agarra los documentos para dirigirse a la puerta—. Aunque no sé por qué preguntas tanto, ¿debo preocuparme? —Toma la manija.

—Para nada, no me estoy insinuando a su hija —respondo entendiendo su indirecta, aunque obvio le miento.

—Me alegra que comprendas, porque si quieres tener algo con mi Sandy, primero me tienes que pedir permiso y no estoy seguro de dártelo —dictamina antes de retirarse, hasta se escucha el portazo.

Viejo tonto, no necesito su aprobación para acostarme con su hija, ella es la única que puede darme ese consentimiento.

Qué anciano más chapado a la antigua.

Me dirijo a la puerta del cuarto de Sandy otra vez y golpeo de nuevo para que me abra, pero no lo hace, así que bufo antes de declarar.

—Sé sobre tu cicatriz, si no me abres se lo contaré a todos —amenazo con una mentira, una buena mentira para manipular la situación.

Abre la puerta de manera abrupta y me observa asustada.

—¿Qué sabes? Nadie lo sabe, es imposible —expresa alterada, luego se queda pensativa—. A menos que...

—¿A menos qué? —Enarco una ceja.

Alza la vista.

—¡Nada, no hay nada, nada en absoluto que saber! —grita alterada.

—Escúchame, Sandy. —Doy un paso adelante, entrando en su cuarto, entonces ella retrocede—. Hagamos un trato.

—¿Qué? ¿Qué trato?

—Yo no indago más sobre tu cicatriz y tú dejas de investigarme.

—Eh... yo... está bien —aclara preocupada.

Vaya, ni lo dudó, debe ser muy importante la historia de la cicatriz.

—Excelente. —Tomo su barbilla—. Ahora tú guardarás tus secretos y yo los míos, esto será recíproco.

—¿Lo prometes?

Me aproximo a su boca.

—Lo juro.

Qué mentiroso. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro