Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✰•.Dear Boss.•✰

[19:53] Apenas unos minutos antes de que sea el horario de salida, pude terminar todo lo que me tocaba hacer, toda la cocina se veía impecable, mi gran esfuerzo se notaba en cómo cada utensilio y mueble resplandecía, me sentí orgulloso luego de tan buen resultado. La cafetería estaba cerrando, mis demás compañeros ya se estaban preparando para retirarse, así que fui de camino a la pequeña oficina del jefe para avisarle que acabé mis tareas. Toqué la puerta antes de entrar, oí un suave "Adelante" y la abrí. Ahí estaba él, sentado sobre el escritorio chequeando algunos papeles con una gran expresión de aburrimiento. Umi es un hombre realmente apuesto, un poco bajo de estatura, tal vez algo rellenito pero de igual forma delgado, facciones delicadas, un largo cabello negro y, una de las características que más llamaba la atención, unos intensos ojos rosados. Al verme dejó los papeles a un lado, con una sonrisa dulce en los labios.

─ Lo siento, ¿Está todo bien? ¿Qué necesitabas, querido?

─ Todo bien jefe, solo vine a decirle que ya terminé todo el trabajo. ¿Hay algo más que pueda hacer por usted?

La pregunta solo fue cortesía, una costumbre que todos tenemos pues normalmente solo niega con la cabeza, nos agradece e indica que si gustamos ya nos podemos retirar. Nunca esperamos que pida que hagamos algo más cuando ya hicimos nuestro trabajo.

─ Ya que lo menciona...De hecho necesito que organicen las cosas en la parte de la pastelería, y deshacerse de lo que ya no sirva. ¿Podría hacerme ese favor antes de irse? Sé que lo hará rápido, usted es un gran trabajador. Voy a compensárselo, es una promesa.

Dijo juntando sus manos en forma de súplica, esta vez con una sonrisa más tímida y cautivadora a la vez, nadie sabría cómo negarse a algo tan adorable. Asentí con la cabeza, y con una sonrisa forzada me retiré cerrando la puerta detrás mío. Suspiré un poco molesto, en realidad estaba demasiado cansado, quería ir a mi casa a dormir y mirar series, pero tampoco podía quejarme, no es como si nos sobreexplotaran o algo así, de hecho las condiciones de trabajo eran las mejores, y nuestro jefe es realmente amable, solo que a veces un poco exigente. Además tendría una recompensa por estas tareas extras, al carajo, no más quejas.

[20:27] Por fin ya estaba terminando, solo me faltaba sacar la basura y cambiar la bolsa del cesto. Yendo hacia la parte trasera de la cafetería, donde están los contenedores, pude escuchar unos sonidos extraños provenientes de la oficina del jefe, además de oírlo hablando sólo. Mis pies se movieron por su cuenta hasta la puerta, donde me agaché un poco para evitar ser visto, no es nada lindo que te descubran espiando a alguien. Asomé un poco la cabeza por la mini ventana, para descubrir qué sucedía. Lo primero que vi fue al jefe Umi, sentado sobre su escritorio mirando hacia abajo un poco agitado, con las mejillas rosas y su rostro sudado, aún con aquella sonrisita característica. Algunas preguntas rodaron por mi mente, hasta que al subir un poco más la cabeza y bajar la mirada la situación se hizo más clara. Jerk, mi compañero, que hace unos días fue anunciado como empleado del mes, estaba de rodillas frente al jefe con sus pantalones y bóxer abajo, ambas manos atadas detrás de su espalda, claramente chupándole el pene mientras su cabeza era sujetada desde sus cabellos por la mano del recién mencionado. Cuando mi cerebro analizó todo volví a agacharme. Aquella extraña aunque sensual escena me dejó en shock, y la cosa se hizo más grave cuando comencé a prestar atención a lo que decían.

─ A pesar de que sería algo de una vez viniste arrastrándote a mí porque querías repetirlo, ¿No es eso muy gracioso?~ Sabes que no puedo ascenderte ni darte un aumento, y aún así aquí estás, chupando mi pene como si tu vida estuviera en juego. ¿Tanto te gusta sentirte como un pervertido inútil que no sirve para nada además de darme placer?~

Con la mano con la que sujetaba el cabello rubio de mi compañero mantenía el ritmo a su antojo, adelante y atrás, una vez por segundo. El hecho de que oía a Jerk ahogarse me sorprendió bastante por alguna extraña razón. Nunca creí que mi vida llegaría al punto de ponerme a pensar en cuánto mediría el pene de mi jefe, y que eso me provocara una erección. Antes de volverme a asomar por la ventana, miré hacia ambos lados por si aún quedaba alguien en la cafetería. Después de unos segundos, los movimientos se hicieron más constantes, algo bruscos. Podía ver cómo las manos de Jerk se tensaban al igual que sus piernas.

─ Hunh~ Tienes una cara tan bonita~ Te ves tan hermoso ahí abajo, al parecer lo estás gozando como nunca...No me digas que podrías acabar solo por usar un poco tu garganta, ¡Que vergonzoso! ¿Imaginas lo que dirían tus compañeros si te vieran así? ¡Oh, sólo es el empleado del mes porque ama ser usado por el jefe! Adora que su garganta sea follada sin piedad~ Hah~

De pronto, Umi dejó caer sus zapatos al piso, y aunque yo no tenía visión alguna de lo que estaba pasando delante del cuerpo de Jerk podía adivinarlo al comenzar a escuchar unos fuertes gemidos ahogados provenir de él. Estoy seguro de que el jefe estaba usando sus delicados pies para jugar con su pene, tal vez con cuidado, quizás descuidadamente, pero al fin y al cabo haciéndolo estremecer de placer. La facilidad con la que podía hacer estas dos cosas a la vez era asombroso, al menos para mí. Sentía mis pantalones cada vez más ajustados.

─ ¿Uh? ¿Qué fue...? ¿Acaso acabaste? ¿Sólo por presionar un poquito la punta? ¡Woahaha! ¡Es tan patético! ¿No podías aguantar un poco más? Sabía que eras un asqueroso pervertido~

Inconscientemente una de mis manos comenzó a acariciar mi entrepierna, con la idea de calmar un poco el dolor. Los movimientos de su cadera y el de su mano aceleraron, la expresión de Umi indicaba que estaba a punto de llegar al clímax; el sudor en su rostro, con algunos cabellos pegados a él, y una clara sonrisa a pesar de estar mordiendo su labio inferior. Tardé unos segundos en notar que de forma repentina nuestras miradas se cruzaron. A pesar de esto no se detuvo ni un segundo, al igual que yo no dejé de observarlo, mi corazón se aceleró al verlo acercar su mano libre a sus labios, e indicarme, con el dedo índice delante de su sonrisa, que guardara silencio. Regresó la mano a su posición inicial, y bajó la cabeza para hablarle a Jerk.

─ Mnh~ Uno de tus compañeritos nos estuvo observando todo este tiempo, creo que tengo ganas de divertirme con él también, tal vez se convierta en tu reemplazo~

Al parecer la idea no le agradó mucho, pues me mostró el dedo de en medio con ambas manos detrás de su espalda, sabiendo que la ventana era el único lugar por el que alguien podría verlos. Con una cara de confusión dirigí mi mirada al jefe, ¿Acaso estaba hablando en serio? ¿Él haría eso conmigo y luego me convertiría en el empleado del mes?

─ Hmngh~ Aunque conociéndote bien no te interesa una mierda ser el empleado del mes, tú estás aquí para ser usado por mí, porque amas que te trate como basura~ ¿Verdad?...Humh~ Me divierto mucho contigo~ Así que haremos esto...Si puedes hacerme venir, prometo que volveremos a tener estos encuentros. ¿No te parece un buen trat- ¡Ohh!~ ¡Mngh! ¡Ni siquiera estoy moviendo mi mano, pero lo haces muy bien!~ ¡Ahh!~

Las manos de Umi se apoyaron sobre el escritorio para mantener el equilibrio, pero continuó moviendo sus caderas de adelante hacia atrás, sin perder el ritmo. Por momentos la cabeza de mi compañero se detenía, supongo que para estimular solamente la punta con la lengua, y luego seguir con el resto. Como respuesta al placer que estaba sintiendo, Umi hecho su cabeza hacia atrás con la boca completamente abierta, mientras sus brazos comenzaban a temblar al igual que sus piernas. La oficina fue repleta con los hipnotizantes gemidos del jefe y los sonidos húmedos de la garganta de Jerk mezclados con sus gemidos ahogados. Entonces, aproximadamente cuarenta segundos después, las piernas del jefe se entrelazaron detrás de la nuca de mi compañero, para ser apretado por esos suaves muslos y a la vez apegarlo aún más a él. Con un movimiento brusco, soltando un fuerte grito y arqueando su espalda, volvió a sentarse recto tomando por los cabellos a Jerk, dejándome ver por fin aquél hermoso rostro otra vez, haciendo contacto visual conmigo. Ahora se encontraba babeando, ojos llorosos, con el entrecejo fruncido y la boca abierta como si estuviera sorprendido, quizás se dio cuenta que subestimó a quien minutos antes estaba pisoteando. Para este punto mis pantalones ya estaban en el suelo, mi pene afuera del bóxer y una de mis manos a su alrededor. Al parecer se sintió avergonzado por ser visto así, pues sus mejillas se tornaron más rojas al mismo tiempo que desviaba la mirada, dejando caer algunas lagrimas y tratando de contener su voz formando un adorable puchero. Cuidadosamente dejó ir la cabeza de Jerk para permitirle respirar después de tener la garganta llena y la nariz aplastada contra su pelvis, se notaba que estuvo a punto de desmayarse por la falta de aire. Cayó al suelo respirando con dificultad y dejando su saliva derramarse en la alfombra.

─ Bwah~...Haah~...Hi-hiciste un gran trabajo, querido, estoy orgulloso. Mhmh~ Promesas son promesas, así que...pu-puedes buscarme cuando desees pasar el rato, heh~

Dicho esto, con las piernas temblorosas se arrodilló junto a Jerk para poder desatar sus muñecas y ayudarlo a ponerse de pie, le ofreció un vaso de agua mientras se vestía. Al estar listo, ambos se acercaron a la puerta. Yo por instinto me subí rápidamente los pantalones y el bóxer segundos antes de que el jefe abriera la puerta. Antes de que mi compañero se retirara Umi le dio un dulce beso en los labios, siendo correspondido al instante. Los ojos de Jerk no se cerraron durante ese momento, me miró con evidente desprecio, el cual quedó más claro cuando pasó a mi lado, chocándome a propósito para que me quitara de su camino. Sentí un fuerte escalofrío pero no uno de los lindos, si fuera un niño ya habría mojado mis pantalones. Negué con la cabeza restándole importancia a lo que acababa de pasar y bajé un poco la mirada para poder ver a Umi, todavía se encontraba agitado, y sonrojado.

─ Es de mala educación espiar a las personas, ¿Sabía eso? Estoy seguro de que ni siquiera ha terminado lo que le encargué por estar husmeando~

─ Umi...¡Di-digo jefe! ¡En verdad lo siento, no era mi intención ser un maleducado! ¡Prometo hacer trabajo extra, no me despida por favor! ¡Yo no quería hacer es-!

─ Pero lo hizo, ¿No es así? Ya no hay vuelta atrás, ahora...¿Qué debería hacer con usted?~

Suspiró y se quedó un momento en silencio, antes de seguir hablando me miró con una sonrisa, que de pronto se convirtió en un puchero.

─ Si se le ocurre decirle a alguien que me vio haciendo algo como eso podría esparcirse el rumor de que no respeto a mis empleados y me aprovecho de ellos para beneficio propio, seguramente tendría que cerrar mi amada cafetería, y muchas personas me odiarán por ser un mal jefe...¿Qué debería hacer? Buhu...

Mi cara de confusión volvió, yo solamente lo veía a los ojos sin entender una palabra de lo que decía. De pronto se acercó a mí, colocando sus manos sobre mi pecho y deslizándolas suavemente hacia abajo. Todavía más confuso para mí, pero tal repentina acción me hizo sentir un cosquilleo desde mis pies hasta la punta de mi pene. De nuevo mi corazón se aceleró e igual mi respiración, al tener a Umi completamente pegado a mí, podía sentir su abdomen apretando mi creciente erección. Recé para que no lo notara, pero era inútil ya, era demasiado obvio.

─ Je-jefe...Yo jamás diré algo sob-

─ Esto es realmente malo, ahora me tiene en la palma de su mano...Oww~ Digame, ¿Qué puedo hacer por usted para mantener esto entre nosotros dos? Por mi querido trabajo, podría hacer lo que sea para no perderlo, haré lo que desee, por favor~

Mágicamente sus manos llegaron al borde de mis pantalones, donde comenzaron a desabotonarlo. Fue entonces que me di cuenta de sus intenciones y de que me había olvidado de subir el cierre por lo nervioso que estaba. Sonreí con superioridad, y tomé su mentón entre mis dedos mientras me agachaba un poco para acercarlo más a mí. Ni siquiera intentó ocultar la sonrisa de satisfacción que tenía al ver que comprendí lo que trataba de hacer. Manteniendo nuestras frentes juntas, sin apartar nuestras miradas, le dije con mis labios rozando los suyos;

─ Te quiero de rodillas, perra.

「FIN」


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro