Sus cuerpos tiemblan; el beso era tan dulce como cruel.

Los labios del otro compartían su firmeza y gentileza. Los vellos dorados de su cuello se erizaron al sentir los electrizantes dedos del peli burdeo sujetando esa área con suavidad para mantener tanto como sus labios y rostros cerca. Sus respiraciones se mezclaban como las tantas veces que lo hicieron antes, entregando su cuerpo al contrario con una confianza aplastante. Un deseo carnal por parte de ambos, la ensoñación de unir tanto sus cuerpos como almas como un solo ser.

Cosa que no deberían; pero lo hacen.

Los dos jóvenes deseaban desde el fondo de sus corazones que el momento fuera sempiterno para poder apreciarse más; tocarse más, amarse más.

Sus pupilas se dilatan por la satisfacción. El Agatsuma deja escapar un suspiro entre sus labios, sin miedo a dejar salir su entrecortada voz, porque no había nadie más que los dos; encerrados entre las cuatro paredes de su habitación en la que tanto tiempo han compartido su amor inmarchitable. El Kamado le regala una sonrisa pura, cierra sus párpados al sentir las cálidas manos del otro en sus mejillas sonrojadas, llenas de sudor.

Una imperceptible sonrisa se hizo presente en sus rasgos al sentir los labios de Tanjirou en su respingada nariz. Su corazón dio un vuelco de felicidad. Abrió sus párpados para apreciar el rostro del poseedor de iris granates. Su amable rostro no desaparecía. Lo miraba con tanto amor y pureza que no pudo evitar juntar sus torsos desnudos y esconder su rostro en su cuello; el abrazo duró más de lo planeado.

Sus respiraciones se calmaron y apreciaron el sonido del silencio; mas Zenitsu podía oír el corazón de Tanjirou, tanto como Tanjirou podía oler los sentimientos de Zenitsu. El Agatsuma tenía olor a duraznos dulces, un olor que lo hacía sentir cómodo. El Kamado tiene un sonido suave y amable, es como si pudiera escapar de la infinita oscuridad. Ambos tenían lo que el otro necesitaba, ambos necesitaban del contrario para poder ser felices.

Cosa que no podrían; aunque quisieran.

Porque esa felicidad podría afectar a los demás, los dos sabían lo que implicaba llevar esa inédita relación, demonios, lo hacían. Ambos tuvieron noches de insomnio; donde se replanteaban la idea de seguir con esto, se llenaban con pensamientos de terminar su relación y que todo volviera a ser como antes. Pero todos sus esfuerzos de darle fin a su oculta relación se iba a la basura con tan solo verse.

Porque se aman, y eso les aterra; porque estaban amando a la persona equivocada.

Su solo amor era un dulce pecado.

Zenitsu alejó su rostro de su cuello para poder apreciarlo nuevamente. Se contemplaron por unos segundos que parecían minutos, pero lo disfrutaron. Tanjirou acunó la mejilla izquierda del contrario con delicadeza, acercó sus labios con los de él para poder volver a probarlos y deleitarse con su toque. Cerraron sus párpados mientras se preparaban para su beso. Sus labios recibían las tranquilas respiraciones del otro. Ambos podían sentir el leve roce de su amor.

Pero una vibración junto con una melodía los sacó a ambos de su burbuja. Tanjirou y Zenitsu fijaron su mirada al celular de este último. El mayor de los dos agarró el aparato para poder leer el nombre de la llamada. Su corazón se contrajo y su respiración se volvió errática.

"Nezuko-chan"

No sería nada malo; si no fuera que esa chica era su novia.

Se quedó pasmado al menos unos cuatro segundos, hasta que sus manos inevitablemente empezaron a sudar y temblar. Miró a Tanjirou con miedo y culpa reflejado en sus ojos. El de la cicatriz mantuvo su mirada para darle confianza, pero no ayudaba en lo absoluto. El Agatsuma no sabía qué hacer en esta situación; ¿contestar? ¿colgar la llamada?. Su celular aún mantenía la pantalla prendida con el nombre de la Kamado.

— Zenitsu...

Dejó de observar la pantalla para centrar su mirada con los de su amante. Tanjirou le sonrió débilmente mientras negaba con la cabeza. Su visión empezó a nublarse por culpa de sus lágrimas, empezaba a sentirse mal, sentía repugnancia hacia su persona, y estaba seguro que Tanjirou debía sentirse igual que él. Quiso protestar o decir su nombre, pero sentía su garganta cerrada por aguantar sus sollozos. El Kamado tomó su mano junto con su celular con suavidad, dejó que él tomara el mando de sus acciones. Tanjirou dejó el celular con la pantalla hacia abajo en la mesita de noche que se encontraba al lado de la cama, en la que ambos estaban.

Zenitsu sintió el brazo del menor alrededor de su espalda, mientras que su otra mano estaba situado en la parte posterior de su cabeza, acercándolo hacia su pecho para poder calmar su intranquilo corazón. Sentía cómo el Kamado le daba frotes en su espalda, y sus labios dando pequeños besos en su hombro. Está mal, él está mal, porque lo disfruta. Pero podía escuchar el temor de Tanjirou.

Si tan sólo no hubiera entrado a la casa de su novia. Si tan sólo no lo hubiera presentado a su familia y conocer al mayor de sus hermanos; quizá todo hubiera sido mejor. No estaría en una situación como esa y no se hubiera enamorado de él. Porque Tanjirou fue tan amable, tan sincero con sus sentimientos y su sonido era tan agradable que le daban ganas de llorar. Pero lo peor de todo es que ambos tenían sentimientos mutuos. Porque Tanjirou también se había enamorado de él.

Pero los dos sabían que ese amor no debería ser aceptado por el otro, porque Zenitsu ya estaba con su hermana y la amaba; pero no lo suficiente.

Vamos, Tanjirou sabía desde el principio que Zenitsu se estaba esforzando de poder ignorarlo para seguir estando con la Kamado y respetarla. Y eso estaba bien, porque él también quería que su pequeña hermana fuera feliz. Pero todo empezó a cambiar cuando sus sentimientos por el Agatsuma empezaba a florecer dentro de su ser hasta el punto de poder robarle un beso; escondidos de la multitud y de Nezuko.

Pensó que Zenitsu lo iba a empujar, a gritarle, cualquier cosa para poder negar sus sentimientos; pero fue todo lo contrario, abrazó su cuello y aceptó el beso con un amor incontrolable.

Quizá si lo hubiera rechazado todo tendría un rumbo mejor para ambos, pero lo niegan. Aunque los dos sabían qué era lo mejor. Zenitsu debe seguir amando con todo su ser a Nezuko; y entretanto, Tanjirou debe conocer más a Kanao.

— Tanjirou, tenemos que parar...

El recién mencionado se separó del abrazo, tomando los hombros del mayor y fijando su mirada a los de él, sus manos lentamente iban hacia el cuello de Zenitsu, frotando su pulgar a lo largo de su mandíbula. El Agatsuma lo amaba tanto como él lo hacía, pero estaba cansado. Y sabía que su novia no se merecía esto. Tanjirou suspiró mientras pensaba una solución.

Amaba demasiado a su hermana, y sabía que si ella se enterara de la situación iba a estar decepcionada y traicionada por ambos. Haría cualquier cosa por ella, para que Nezuko mantenga su dulce sonrisa y que siguiera amando sin miedo.

— Zenitsu, sólo esta vez por favor.— Se tomó un tiempo para seguir hablando, un sudor frío se colaba por su frente. No obstante, sigue mirando al chico delante de él con una sonrisa amable.— La conozco, he convivido con Nezuko desde que nació y la he cuidado como debería. Sé que me perdonará, nos perdonará a ambos. Así que por favor, este será nuestra la última noche, lo prometo. Solo ámame esta última vez...

Zenitsu dudó por unos segundos, pero finalmente asintió con la cabeza, aceptando la vil petición del menor; aún sabiendo que esa promesa no se iba a mantener, porque no tienen el valor de parar.

La sonrisa del Kamado fue débil, pero se mantuvo. Ambos empezaron a llorar al saber que no podrían detener lo que empezaron. Entrelazaron sus dedos con una pasión suprimida entre los jadeos de ambos al rozar sus cuerpos. Tocando nuevamente sus labios; saboreando las lágrimas de culpa del otro. El vaivén del beso era tan dulce como doloroso. Sus corazones bombardeaban con una sincronización que parecían una melodía meliflua ante los sensibles oídos del Agatsuma. Aquello inevitablemente lo hizo sentir aún peor; porque con Nezuko jamás llegó a tener ese sonido de un amor tan puro. Pero con su propio hermano sí.

Tanjirou siempre fue sincero consigo mismo. Nunca puso sus necesidades antes que de los demás, y menos con los de su hermana. Pero por primera vez en su vida, quiso ser el primero y permitirse en ser egoísta.

Solo por esta vez.

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Holiu.

Espero que me haya salido bien ah. Aunque no estoy tan satisfecha con este one shot como me hubiera gustado. </3

Diganme si hubo faltas ortográficas para corregirlas o algo. Espero que les haya gustado, es mi shipp ahkkkk.  💕

Cuidense y love yourself. 💜