02 || Cuentos
«Hubo una vez un caballero de armadura brillante, dejando todo y obedeciendo a sus sueños; fue a una guerra muy dolorosa»
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Bianca
—¿Le dirás Bian? —me pregunta Max al llegar a casa
Suspiro.
—¿Qué tienes que contarnos? —salta a la conversación Diana, por un momento había olvidado que estaba con nosotros.
—Isabel quiere venir... con Brendan —respondo esperando su reacción
La escucho reir y no la entiendo. Espera que reaccione de una manera mas exaltada.
—Ella es parte de la familia, no tiene que pedir permiso para venir y lo sabe —dice— además conozco al chico, estuvo siempre a su lado en el hospital ¿no te lo dijo?
—No se como se conocieron exactamente, cuando me contó solo dijo lo necesario... o eso creo
—Dile a tus padres Bian, luego habla con él capaz no te contó porque esa parte le corresponde a otro —me dice Max agrrando mi mano— no lo evalues, solo acéptalo.
Se a lo que se refiere, lastimosamente tengo esa tendencia a evaluar a las personas por sus respuestas y actitudes. Se que debo dejarde hacerlo porque es lo mismo que me decía Fabian, mi hermano.
Le sonrío bajando del auto.
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—Mamá, necesitamos hablar —le digo apenas llegamos a casa.
Le comento lo que hablé con Isabel, como ha estado y que la invité a comer.
—Me alegra saber de ella, siempre será bienvenida y al parecer eso era lo que el destino tenía preparado —me responde aunque no comprendo.
—Entonces... —digo dudosa
—Cariño —llama a papá y el aparece enseguida— añade otros 2 platos a la mesa —dice y regresa a verlo— Isabel tiene a alguien que presentarnos.
Él solo sonríe y obedece, amo a mis padres sin importar sus decisiones sobre nuestras vidas, siento que solo hacen lo correcto.
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Hace mas de una hora que llegaron ambos y ya se sienten como en casa, me alegra saber lo sencillo y amable que es Brendan, de alguna manera veo a mi hermano reflejado en él y eso me tranquiliza, de alguna siempre estará con nosotros.
—Bianca —alguien me llama y volteo a ver— es un gusto conocerte soy Brendan, Isa me ha hablado mucho de todos ustedes.
Le sonrío— Pues me alegra escuchar eso.
Hablamos un poco mas de cosas varias y es cuando dice:—Se que no es mi incumbencia, pero realmente me gustaría saber que sucedió con él.
—Sígueme —le digo mientras me dirijo al patio trasero— no soy de relatar historias, así que solo diré lo justo.
Ambos nos sentamos y comienzo.
—Fue la persona más dramática después de mi madre, le gustaba vivir y ayudar. Se volvió bombero porque lo apasionaba rescatar y encaminar a otros, conoció a Isabel en uno de sus rescates cuando su carro se volcó en un barranco y desde ahí no se separaron. Siempre era optimista, pero ese día de su muerte lo estaba más.
—Isabel nunca me lo dijo —me dice— tuvo mucha suerte.
—Solo fue cuestión de minutos. Un edificio estaba colapsando debido al terremoto, el helicóptero estaba fallando ya que había sido golpeado y no tenía suficiente fuerza para poder subirlos. Juanpe que estuvo ahí, me dijo que decidió enganchar al chico y soltarse, le rogó que no lo haga que si podían sacarlos a ambos, pero en su interior sabía que no.
»Lo último que le dijo fue: "Ame y disfrute esta vida, con cada uno de ustedes". Se soltó y el helicóptero salió, aunque chocaron todos sobrevivieron, si no hubiera sido por el ninguno estaría aquí. Dias después encontraron su cuerpo que de alguna manera estaba entero.
—Lo lamento —me dice consolandome— gracias por recibirme y confiar en mi
—Siento que fuiste enviado por él y de alguna manera transmites paz a cada uno de nosotros —le respondo dándole un corto abrazo— ¿cómo se conocieron?
Se ríe— Estaba de pasante trabajando en el hospital que ella estaba internada, estaba recibiendo ayuda psicológica y me asignaron estudiar su caso. Nunca pensé en involucrarme, pero mientras mas preguntas le hacía sentía de alguna manera no dejarla sola.
»Cuando salió de ahí la invité a salir, para celebrar su recuperación y desde ahí creo que las cosas se dieron poco a poco. Yo siempre supe todo lo que vivió con Fabian y apesar de no saber como murió decidí hacerla feliz y creo que eso funcionó, ya que me trajo hasta aquí.
Río maginando todo, ya que fue difícil para mi hermano conquistarla me imagino que lo fue aún mas después de todo lo que pasó.
—Te rechazó las diez primeras veces, ¿supongo? —pregunto comenzando a caminar de vuelta
—Supones bien, aunque fueron como unas veinte —responde— pero cada una de ellas valió la pena.
Entramos a la casa y se siente un peso liberado, siento que comenzamos a vivir de nuevo.
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Al día siguiente.
—Max, por favor sube estas maletas que están listas —le digo— iré por Diana y la pequeña.
—Bien, no olvides los pasaportes linda los dejé en la cómoda.
Me acerco a la habitación de Diana y le digo que se apure, ella me dice algo de estar nerviosa porque a Fernando se le ocurrió darle un caño de juguetes a la niña.
—¿Es idiota o se hace? —comienza a gritar— no, definitivamente lo es sabe que apenas me entró el muladar de ropa que le compramos y ahora viene con esto... acaso no se da cuenta que ella va a crecer —la interrumpo en medio de su pelea sola
—Es su padre, entiendelo. Además ya es hora de irnos, el avión no espera mucho
Regreso a mi cuarto para tomar los pasaportes y la dejo que continúe con su pelea. Mientras nos alistamos para salir a casa de mis suegros me siento nerviosa, cada vez está mas cerca el viaje de Max.
Me invade la ansiedad.
—No pienses mucho Bian, eso no ayudará a que las cosas cambien —me dice Juanpe y regreso a verla emocionada
—Te extrañé un montón —digo abrazándolo— me gustaría quedarme para siempre con ustedes.
—Te tengo un regalo —me dice sacando una pequeña caja— Fabian me dijo que el momento en que algo le pasara te la diera, pero cuando estuvieras lista. Nunca pensé que realmente lo haría —suspira— pero aquí estamos y siento que ahora es el momento. Pero debes abrirla cuando vuelvas a casa, ese fue su deseo.
Recibo la cajita muy emocionada y digo:— Lo prometo.
Mientras salimos, veo a mamá llorar abrazada a Diana y alcanzo a ver a Fernando, quien está abrazando a Suly mientras habla con mi padre. Me acerco a ellos.
—Hola Bianca —me saluda, apenas ve que me acerco— que bueno verte por acá
—Lo mismo digo —le respondo y le hago señas a mi padre de que nos deje solos— ¿qué piensas hacer?
Suspira— Desde que me lo contó pensé en ir con ella, aunque se que no lo aceptaría y menos mis padres si no nos casamos.
—Tu eres mayor a ella, por ende debes decidir. No quiero que desobedezcas a tus padres pero tampoco quiero que las tengas de menos y sabes a que me refiero —le digo directo y claro— para Diana quien ha dependido mas de mies padres rehacer su vida no es sencillo, pero si quieres formar parte de ella te recomiendo que actúes o no podrás estar, aunque seas el padre de su hija.
Solo asienta con la cabeza y responde.
—Se lo que debo hacer no te preocupes, en un par de meses nos veremos mas seguido —regresa a verla— solo si ella lo acepta.
Sonrío.
Me despido de toda mi familia, incluso de aquellos que se añadieron con el tiempo. Prometo volver pronto y mientras vamos camino al aeropuerto pasamos por el lugar favorito de Fabian.
La playa, siempre que necesitaba tomar alguna decisión solo venía y respiraba profundo, sentía conectarse con el mar y siempre hallar la respuesta.
Cuando a muchos les llega la hora de irse solo la aceptan y otros luchan. Nadie entiende la decisión que tomó, ya que es un misterio para muchos y un honor para otros.
Pero se que ese fue su propósito y lo cumplió.
Como siempre debió ser.
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