- Déjame. -

- ¡oh!, por favor. No te pongas así. - Lo detengo de su hombro, Yugi se detiene en seguida, se que está molesto por la desicion que acabo de tomar, pero era una buena oportunidad para mi. - Es una misión a la que estoy dispuesto ir. -

- Te van a herir. Te pueden matar incluso. - Se voltea y me ve con esos preciosos ojos que tiene. Brillan, tintinean con miedo, lo que hace que sienta unas enormes ganas de poder calmarlo a besos. - No lo hagas, no vayas. -

- Yugi ya esta decidido. - Dije firmemente.

- Entonces déjame ir contigo. -

"No.

- Eso no. Me niego y lo sabes. -

- Entonces prefieres ir tu solo hacia Irak. - Asentí, Yugi vuelve a enojarse, su rostro se vuelve casi por completo roja, está frustrado, se cruza de brazos y camina en círculos, se que está planeando como convencerme de que lo lleve conmigo, cosa que no hare; la misión era peligrosa, y si pueda que salga herido y muerto, pero estaba tan seguro de esto, era una misión suicida, pero lo valdría.

En plena guerra se deben aceptar misiones de alto riesgo para poder tener paz un poco más.

- No quiero. Se que es importante la misión y la elegiste por propia voluntad, pero es qué... - Me toma de los brazos, sus ojos están acuosos y sus mejillas sonrojada, las lágrimas van callendo sin permiso alguno. - No quiero perderte. Yami, por favor sólo... Solo regresa vivo. - Me abraza fuerte, siento como sus lágrimas mojan mi ropa como militar y no dude en corresponder aquel abrazo, acaricio su cabeza con suavidad para calmarlo.

"Quisiera despedirme de él de una manera apropiada con él, deseaba con todas mis fuerzas darle una de las mejores noches para mi aibou, pero no puedo.

- Bien, ya basta. - Lo alejo de mi, Yugi sigue con su cara llorosa y su rostro rojo. - Oye. - Le digo con cariño y limpio sus lágrimas.

" Sí supieras lo tierno que te ves así, pequeño. Créeme que con una palabra tuya harías que me arrodillara frente de ti y harías que te besara los pies e incluso podría hacerte otra cosa.

- Solo quiero que te cuides mucho, ¿sí?. - Me dice y se aleja otro poco más, se acomoda su ropa. - Y cualquier cosa, por favor. Si tienes una emergencia o algo, no dudes en comunicarte con la basé o conmigo. - Asentí. - Cuídate mucho y espero que la misión salga bien. - Toma mis manos y las aprieta un poco, cierra sus ojos y murmura algo que no alcance a escuchar, luego suelta mis manos, llevas sus manos hacia su cuello y se quita aquel collar de plata en forma de cruz que le di hace tiempo, se para de puntitas y me lo pone.

- Pero Yugi esto... -

- Va a protegerte. - Me dice, sosteniendo la cruz en sus manos, luego me la oculta bajo mi camisa. - Tal vez no podré estar contigo en carne propia, pero al menos, se que estaré contigo de esta forma. -

- Esta bien. - Contestó.

Yugi suspira y luego pone su mano en mi pecho.

- Sí llegas herido o moribundo, Dios no lo quiera, te estaré esperando para curarte, para salvarte la vida, ¿me escuchaste?. - Me vio con decisión en los ojos. - Voy a cuidarte. - Me dijo.

Tome su mano entre las mías he hice lo impensable, bese sus nudillos, sacandole un sonrojo, luego le sonreí.

- Y yo voy a protegerte. - Con aquella palabras me marche hacia mi misión dejando solo a Yugi.

"¿Cuantas veces debo enseñarte que lo más importante en mi vida, eres tú?."

*Continuará...