"Caos" era la palabra perfecta que describía a Changbin, un chico con una vida que nunca se puede mantener en un punto medio, siempre estaba en la cima o de repente por el suelo.

El alcohol, su única compañía, adoraba sentarse en un bar y beber por horas, pensaba en los problemas que le rodeaban, siempre imaginando un "hubiera..." que pudo haber detenido tantas penas y sufrimiento.

Una noche llegó al bar, se sentó frente a la barra, decidió no voltear a ver al mesero, pensando que era el mismo de siempre, solo abrió su libreta color negro, donde trataba de escribir canciones, esperando que algún día pudiera hacer algo con ella.

—Lo de siempre... —pidió—

—No sé que es "Lo de siempre"— escuchó una voz diferente a la de su mesero habitual—

Al levantar la mirada pudo ver al chico nuevo, su cabello era rubio, con un mullet algo largo, vestía con una camisa blanca, corbata y pantalones negros, su uniforme de trabajo.

Changbin se quedó anonadado con su belleza, entre tanta oscuridad que le rodeaba por un momento pudo ver luz, su corazón latía con rapidez, pero supo disimular, sus expresiones faciales se mantuvieron frías mientras le admiraba, y cuando pudo decidió hablar:

—Whisky—logró articular—

—¡Claro!—respondió el nuevo empleado con una gran sonrisa, mientras agarraba una botella con el alcohol y un pequeño vaso, para después ponerlo frente a Seo—

—Gracias, puedes dejar la botella —decidió ya no mirarle y perderse en su libreta—

—Por cierto, soy Felix —se presentó, haciendo que su cliente volviera a mirarlo— a tus órdenes.

Changbin no supo como interpretar lo último, pensándolo fríamente, era el primer día de Felix, y quizá trató de ser amable.

—Gracias —dijo mientras daba el primer trago al amargo alcohol—

A partir de ese día, su escrito daría un gran giro, de tanta tristeza y desilusión a los sentimientos del primer amor, el cual debía ocultar.

Coming soon.........

Idea: ButterEditorial   y  OngNickook