En una habitación ya cerca del atardecer se encontraban dos hombres severamente hablando, uno de ellos se encontraba sentado en un sillón exclusivo, de gran tamaño y cubierto de cuero negro, apoyando sus brazos sobre un escritorio lleno de papeles y fotografías.

-No es lo que te pedí y bien que lo sabes, Sottocapo. Has bien tu trabajo -comento al tomar una de las imágenes y dejarla caer nuevamente mientras el joven frente a el escritorio se mantenía de pie, empuñando sus puños.

-No habrá problemas Osomatsu, no fui capaz de detener a mi compañero antes que lo matara.. Yo..-

-Cállate, sabes bien que era un informarte bastante valioso. Pudimos obtener más dinero para las armas ya pedidas, hazte responsable de todo y consigue lo necesario. Además ya sabes tú lugar, tenemos diferencia de estatus así que ten más respeto a pesar de ser mi reemplazo. -El joven tomo un respiro y sin reclamar nada asintió.

-Si, Don -observo las imágenes en el escritorio, recogiendo unas cuantas hojas de información en su ayuda. Oso observaba la acción notando la temblorosas pero decididas manos de Kara, dio una leve sonrisa y ladeo su cabeza levantándose con modestia.

-Hey hey~ tranquilo Karamatsu -dijo con una sonrisa tranquila, al rodear la mesa y apoyarse en el hombro del joven quien lo miraba con irritación. -Se que podrás hacerlo, por algo siempre confió en ti.

-Realmente no me molesta -comento con la mirada baja para luego erguirse nuevamente, respondiendo con una gran sonrisa de valoración al mismo tiempo que levantaba su mano diestra en forma de aceptación. -Everything is fine.

El joven de camisa roja y vest negro lo observo por un momento sorprendido, notando que algo no iba a bien. Supuso que había puesto mucho trabajo encima del chico pero no iba a cambiar nada, puede que sea un aprovechado dejando su trabajo en manos de otros pero era la única opción que tenia para que su remplazo aprendiera el trabajo que debía de seguir o simplemente era un aprovechado como ya había dicho, sin querer tomar su responsabilidad a pesar de ser ya el jefe de la familia. Dio unas cuantas palmadas en la espalda del segundo al mando animándolo para luego soltarlo, Kara parecía bastante satisfecho con lo tenía en mente, tomando las cosas necesarias del mesón, se dirigió a la puerta, abriéndola y salir sin devolver mirada alguna, dejando atrás a Oso quien apoyado sobre el escritorio se despedía con una mano y una sonrisa singular.

Choromatsu el Consigliere iba caminando por el pasillo al ver en sentido contrario venir a Kara quien parecía andar con un caminar decaído todo opuesto a su personalidad innovadora.

-Ah Karamatsu -dijo al acercarse notando como la actitud del joven cambiaba.

-Hey~ Choromatsu~ How are you? -pregunto con una amplia sonrisa mientras el chico de camisa verde lo observaba preocupado.

-¿Sucedió algo? -respondió sin rodeos, notando los papeles que Kara llevaba en mano.

-No problem, my brother!! -Continuo caminando por el pasillo- Tengo trabajo que hacer, Ah! Brother~ podrías hacerme un favor -dijo deteniéndose a mitad de camino devolviendo su mirada al joven quien se mantenía quieto observándolo. -¿Podrías hacer la cena de esta noche? Dudo que pueda hacerla yo -comento con una sonrisa en su rostro, poniendo su mano bajo su barbilla- De seguro te quedara delicioso, ya espero por probarla.

El joven de camisa azul continúo su camino, dejando Choro con una cara de irritación por el pedido.

-Como si yo no tuviera cosas que hacer -suspiro siguiendo su travesía en dirección a la oficina del Don. Al tocar la puerta una amable respuesta de Oso lo hizo entrar, el joven estaba sentando sobre la mesa con una de sus pierna sobre la otra, parecía bien vestido con su camisa roja y un vest negro que combinaba a la perfección con su pantalones de tela negros. Choro no pudo evitar un sonrojo en sus mejillas, cerrando detrás de sí la puerta.

-Consigliere o mejor dicho.. Mi querido Choromatsu -sonrió el joven bajándose de la mesa -Has llegado justo a tiempo -comento con una sonrisa amplia y cariñosa.

-Don -susurro el joven desviando su mirada mientras disimulaba desinterés, arreglando su corbata- No hay respuesta de nuestro encargo a pesar de todo debería llevar la mercancía a las 5 am. El montón exigido debería ya de tenerl... -el anuncio del joven había sido interrumpido por el mismo Don quien sujetaba su cara obligándolo a mirarlo, su rostro estaba bastante cerca a la del joven quien ya mantenía por completo su cara roja.

-No te preocupes, todo está bajo control. No te he visto en todo el día y ¿solo vienes a decirme eso? te has vuelto un mal educado, Choromatsu -dijo el chico de ojos penetrantes quien sin tardar un segundo acercaba sus labios al nervioso joven que no oponía resistencia alguna.

-Sabes que tengo trabajo que hacer -exclamo el chico de camisa verde, quien respondió con un agarre a la corbata del mayor. -Si no estuviera ocupado con lo que tu deberías hacer, no tendría que estar tan lejos de ti, idiota.

Osomatsu se mantuvo al margen, pocos centímetros separaban sus labios mientras miraba a su chico sonrojado y casi enojado frente suyo.

-Oye, tranquilo. Solo te pedía un buen saludo al entrar... Como un "Buenas noches mi amor" o "Hey galán, vamos a jugar un rato".

La mirada de Choromatsu parecía irritada de la estupidez que tenía en frente pero sin reclamar término de acortar los centímetros que separaban sus labios con los del chico, cerrando el beso destinado.