Yang Jeongin
𓍯 20 años
𓍯 Castaño

Kim Seungmin
𓍯 25 años
𓍯 Castaño Claro

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Coitolalia: La excitación sexual se produce al hablar durante el acto sexual.

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Realmente amo hacer clases.

Soy profesor de último año en la preparatoria pública de Busan, soy feliz haciéndolo.

Solo tengo un pequeño gran problema de 20 años llamado Yang Jeongin, el cual se lleva colando en mis sueños húmedos por más de 8 meses y lo sabe, el chico me provoca descaradamente frente a todos.

Se pegaba a mi cuerpo, susurraba cosas, hacia gestos obscenos y no prestaba atención alguna a la jodida materia.

¿Tan difícil es sacar buenas notas?

Para mi mala suerte estoy en medio de esta clase explicando la materia de matemáticas y mi llamativo alumno se ve perdido en el espacio.

—Yang— alcé la voz desde la pizarra para sacarlo de su ensoñación.

—¿Qué profesor?— me dio su maldita sonrisa engreída.

—Te espero en mi oficina al final de la jornada— mi voz era firme.

Asintió calmadamente como siempre, de hecho, Jeongin era conocido por todo la escuela como el representante de la tranquilidad, nunca se metía en problemas, suele ser obediente y tiene buenas notas.

Claro, en todos los ramos excepto el mío, lo cual afecta mi orgullo como profesor.

Jodido Yang.

Sonó el timbre dando termino a la clase, me despedí educadamente de todos y me dirigí a mi despacho para aprovechar las horas restantes en revisar pruebas.

El rato pasó conmigo sumergido entre la suma de puntajes y anotaciones en los papeles, algunos llenos de números y otros todo lo contrario.

Eso hasta que escuché un leve toque en la puerta.

—Pase— apenas alcé la voz ya estaba el joven castaño frente a mi.

—Seungmin—  asintió en forma de saludo.

—Siéntate— ordené levantándome de mi asiento, hizo lo que dije manteniendo su actitud engreída.— ¿Qué pasa con tus notas?— pregunte apoyándome en el escritorio quedando frente a él.— En el resto de las materias sobresales, el año pasado en matemáticas eras el mejor de la clase— mi tono era de indignación.

—Es su culpa— me miraba risueño.—Tuya y de tu lindo trasero— se paro frente a mi.

Esto esta mal, muy mal.

—Jeong-Jeongin siéntate— mi voz tembló cuando tomó mis caderas.

—¿Por qué?— llevó su derecha a mi rostro para acariciar mis labios.

—Porque soy profesor y tu un alumno— gruñí cuando acercó nuestras entrepiernas.— Y soy mayor que tu— lo último era una estupidez, lo admito, sin embargo, es una razón válida.

—Que gracioso eres— rió suavemente.—Olvidate de esa mierda Seungmin— nuestros labios rozaban.—Quiero follarte y quieres que te folle, no veo el problema— lamió mis labios.

—Y-yo está mal— aún así mi entrepierna comenzó a crecer.

—Relájate bebé— susurró en mi oído y mordió mi lóbulo.— Déjame complacerte Seungmin— volvió a rozar nuestros labios.

No puedo creer que vaya a hacer esto.

—El seguro— apenas murmure, él frunció el ceño sin entender.— Cierra con llave Jeong.

Entendió rápidamente, se alejó de mi para pasar el cerrojo en la puerta de mi despacho, volvió a plantarse delante de mi paso sus manos por mis caderas para correr los papeles sobre el escritorio.

—Di que si bebé— tomó mis muslos, pasé mis brazos por su cuello y me alzó para sentarme en la madera.—Di cuánto me deseas— pasó sus labios por todo mi rostro.

—Hazlo Yang— asentí con una pequeña sonrisa.

Ambos estamos consintiendo y es mayor de edad.

Pasó sus manos al botón de mi pantalón, lo abrió y bajó el cierre, tiró de él para sacarlo de mi cuerpo dejándome solo con bóxer y camisa.

—Estuve esperando esto tanto tiempo— habló sobre mi cuello mientras desabotonaba mi prenda superior.

Bajó con besos por mi pecho ya desnudo, sacó mi camisa por completo, llegó hasta la orilla de mi ropa interior, también la sacó con calma.

—In— llamé su atención al verme sin ropa.— Es injusto que solo yo esté así

—Adelante bebé— soltó mi cuerpo para que pudiera desvestirlo.

Seguí el mismo orden que él, me ayudó a sacar su pantalón por completo, al igual que su bóxer negro que contrastaba maravillosamente con sus muslos blanquecinos.

—Es mejor de lo que creía— toque su abdomen marcado a medida que sacaba su camisa, a continuación hice lo mismo con sus brazos.

Finalmemte quedó desnudo por completo, tiró de mis muslos para que nuestras pollas ya totalmente erectas rozaran, mi trasero quedó a la orilla del mueble mientras el se metía entre mis piernas.

—Chupa bebé—puso tres dedos entre mis labios.

Los tomé para lamerlos de arriba a abajo como si fuera su miembro, los metí completamente en mi boca lubricandolos correctamente.

Los sacó cuando cayó saliva por la comisura de mis labios, me besó con lujuria al bajar sus dedos y rozarlos con mi у entrada.

—Mgh...- jadee al sentir como metía dos de sus falanges en mi interior.

—Tan apretado— sonrió socarronamente al meter el tercer dedo.

Los abría en mi interior con suavidad, controle mis gemidos mordiendo mis propios labios, su frente se apoyaba en la mía, nuestras pollas goteaban pre-semen y con su mano libre se masturbaba el mismo ritmo.

Estaba totalmente sumergido en el placer hasta que escuché un golpe en la puerta.

—¡Seung!—

No por favor.

—Responde bebé— susurró Jeongin en mi cuello mientras sus dedos penetraron con fuerza mis paredes.

—¿Qu-qué pasa Lix?— sacó sus falanges y acomodó su polla en mi entrada.— No Jeongin— susurré al notar sus intenciones.

—¿Estás bien?— escuché del otro lado de la puerta.

—Si-si— gruñí rápidamente.

—Bueno— su tono seguía igual de amable.— Venía porque ya me voy a casa, digo,  por si necesitas que te lleve—

¡Jodida mierda!

Jeongin me penetró bruscamente, mordí mi labio hasta hacerlo sangrar para evitar los gemidos que querían salir atropelladamente desde mi garganta.

—Responde bebé— susurró en mi cuello con todo su falo en mi interior.

—N-no gracias Li-Lix— jadee cuando salió de mi lentamente. —A-aún ten-go ¡Trabajo!— chillé al momento en que comenzó sus movimientos frenéticos.

—Hm...bien, adiós Seung— al fin sentimos los pasos alejándose.

Los ojos oscuros de Jeongin me miraban amenazantes, aún me penetraba duramente, dejando salir sonidos sumamente obscenos gracias al choque de nuestras pieles.

—¿Por qué— salió de mi y se enterró con fuerza.—Sabe— repitió la acción.—Donde vives?— tomó mis caderas presionandome contra la base de su gran polla.

Me va a romper.

—¡Aah!— no pude contener más el gemido.

—Responde Seungmin— alzó mi cuerpo dejando todo mi peso en él.

Me aferre a su cuello, mantenía mis muslos tomados con fuerza, las estocadas se hicieron más fuertes, el sudor caía por nuestros cuerpos, mi polla era estimulada por los choques de su duro abdomen y me dio una nalgada.

—Bebé...— grunó en mis labios.—Dime por—qué dijo eso volvió a chocar con mi trasero su palma.

—A-a ve-ces me lle-lleva— sollozaba sintiendo como succionaba mi piel.

—¿Eres el zorrito de Lee?— su tono era burlón, después mordió mi cuello.

—¡N-no no!— salió de mi interior pero aún tenía en cuerpo en brazos.

Solo me corro pensando en ti.

—¿Seguro, bebé?— puso su rostro frente al mío mientras yo asentí.— Ve al escritorio y apoya tu pecho en él— susurró después lamiendo mis labios.

Soltó mis muslos dejando mis pies en el piso con delicadeza, hice inmediatamente lo que dijo. Mi trasero quedó alzado y a su total merced.

—Mgh...¡Jeongin!― volvió a penetrarme, tomó mi cabello con fuerza y guió mi cuerpo para apegar mi espalda a su pecho.

Joder.

—Des-desde hoy se-rás solo mío Seungmin...— susurró en mi oído mientras movía sus caderas tocando mi punto dulce.— Solo yo te lle-varé, tocaré y follaré— mordió mi lóbulo separando mis nalgas con su mano logrando que lo sintiera en lo más profundo. —Amas que te llene— su aliento chocaba con mi cuello dándome escalofríos.—Eres mi zorrito, bebé— gruñó apretando con fuerza mi trasero.

—¡Si-si más Jeong!—grité sintiendo como mi orgasmo se formaba en mi interior.

—Mierda...me to-mas tan bi-bien— soltó mi trasero y lo llevó a mi erección.

—Es-estoy tan cer-ca...- — jadee girando un poco mi rostro para besarlo con fuerza, en tanto me masturbaba al ritmo de la penetración.

Nuestras lenguas chocaban, sus caderas se movían frenéticamente buscando la liberación de ambos.

—Córrete bebé— ordenó.

El escuchar su voz más grave, su tacto sobre mi polla, su sudor mezclándose con el mío y su trato dominante fue como un interruptor en mi interior, nuevamente lo bese en un débil intento de ahogar el grito cuando llegué a mi orgasmo manchando mi vientre y parte de su mano.

Salió de mi interior soltando mi falo, escuché los sucios ruidos que hacia al masturbarse.

A los minutos sentí su semen en mi trasero y su respiración acelerada.

—Hm...- gruñí cuando me dio vuelta para tomar mi cuerpo de manera nupcial.

Se sentó en la silla de mi escritorio y me puse sobre su regazo, escondí mi rostro en su cuello, aproveché de succionar su piel blanquecina.

—¿Me estás marcando bebé?— su voz era suave.

—Tu lo hiciste primero—no salí de mi escondite.

—Calma tigresito—rió acariciando mi cabello.— Debemos irnos— habló mientras alzaba mi rostro para posicionarlo frente al suyo.

Asentí somnoliento, apenas lo hice me sentó en el escritorio y comenzó a vestirme con cariño, al terminar comenzó a ponerse sus prendas rápidamente.

No hablamos al salir de mi oficina con todas nuestras pertenencias, pero no era un silencio incomodo, más bien era uno cómplice. Nos dirigimos al estacionamiento burlando al guarda de la escuela, nuestros ojos era risueños y no podía sacar la sonrisa de mi rostro.

Llegamos a su auto, porque si, el chico tiene vehículo propio, nos subimos rápidamente y comenzó el camino a mi departamento conmigo guiandolo.

Al llegar a mi edificio realmente tenía la sensación de una grave tensión a su lado, no quería bajarme.

Ahora o nunca Kim.

—¿Quieres cenar conmigo?— pregunté casi en un susurró cuando abrí la puerta de su auto.

—¿En serio bebé?— sus ojos brillaban ilusionados, asentí sonriendo.—Si quiero— salió del vehículo rápidamente y llegó a mi lado para tomar mi mano caminando hacia mi vivienda.

Tal vez esto no esté tan mal, tal vez, solo tal vez, este cayendo por Yang Jeongin.

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