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𓈈 ʾ˖ 𝗖𝗮𝗽𝗻𝗼𝗹𝗮𝗴𝗻𝗶𝗮 🥜♡̷

Yang Jeongin

𓍯 23 años
𓍯 Castaño oscuro

Kim Seungmin
𓍯 20 años
𓍯 Azabache

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Capnolagnia o capnogalia: Excitación producida por ver la manera en que la otra persona fuma.

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Papi Kink

Dirty Talk

Otro día de trabajo.

Pensó Seungmin llegando al estudio de fotografía en el que ya llevaba trabajando un año, como modelo, esperando ver a su jefe.

Yang Obra de Arte Jeongin.

Kim no entendía como un hombre tan atractivo seguía soltero y se ocultaba detrás de la cámara, en lugar de estar frente a ella.

Se puede decir que estaba más que interesado en el lindo chico que lo retrataba y su atracción empeoró el día que el fotógrafo fumó a su lado mientras le mostraba las fotos que había sacado.

Supo que estaba jodido.

Con el tiempo se hicieron más cercanos, no solo tenían una relación de trabajo, sino que amigos y, tal vez, demasiado íntimos.

Pero al menor le gustaba fantasear con la idea de que fueran más.

Una verdadera estupidez.

—Hola Seung— saludó el castaño ya al interior del estudio.

—Hola In— dijo el azabache con una gran sonrisa aspirando el aroma a tabaco y menta.

Clásico de Yang.

—Hoy iremos a Incheon— Kim frunció el ceño.—Es el lugar perfecto para las fotos que tengo en mente— aclaró el mayor.

El menor alzó los hombros quitándole importancia al asunto, ya era una costumbre que viajaran por el día para capturar las imágenes que Jeongin tenía en mente.

Sin decir más comenzaron a cargar el auto del fotógrafo con los elementos necesarios para la sesión, al terminar éste tomó las llaves del vehículo, su móvil, la cajetilla de cigarros y su encendedor, para finalmente sentarse en el asiento del conductor y iniciar el viaje.

¡Mierda si!

Gritó internamente el modelo a su lado al saber que vería a su crush en elemento, es decir, tomando fotos y fumando, amaba esa imagen mental.

Seungmin no sabía porqué le excitaba ver a Yang haciendo eso, pero le volvía loco y cada vez era peor.

En un principio simplemente lo observaba tratando de capturar cada movimiento del castaño, sin embargo, estos últimos meses su obsesión había escalado, ya que usaba esas memorias que había guardado inocentemente para complacerse en la soledad de su departamento.

Incluso había comenzado a comprar cajetillas para fumar y disfrutar del aroma a humo de tabaco cuando se masturbaba, dándose el lujo de imaginar una fantasía que solo el mayor podría satisfacer.

—Seung— salió de sus pensamientos gracias a la dulce voz contrario.

—¿Qué pasa Jeong?— respondió girando la cabeza para admirar el lindo perfil del fotógrafo.

—Te noto muy distraído— habló mirando hacia el frente con la vista fija en la carretera.–¿Qué pasa por esa cabecita que te tiene así?— Kim observó la gran sonrisa que invadió el rostro de Yang.

—Nada que te incumba— también sonrió bajándole el perfil a sus sucios pensamientos de hace pocos instantes.

—Está bien, mientras no interfiera con nuestro trabajo— negó juguetón.

Continuaron el camino en un silencio bastante cómodo con la música proveniente de la radio de fondo, era un viaje como cualquier otro.

Después de varios minutos llegaron a la primera locación en Incheon para iniciar con la jornada laboral, el día era soleado y cálido, por lo que ambos supusieron que todo sería como las otras sesiones.

Debido a que el tiempo de viaje entre Seúl y su ubicación actual era corto el castaño decidió que estarían hasta que comenzara a anochecer.

El problema se dio cuando el cielo se oscureció no tan solo porque era de noche, sino que una enorme nube negra apareció en su compañía. A los pocos minutos que ambos notaron esto sintieron las imparables gotas de lluvia sobre ellos y la tiniebla se vio iluminada por relámpagos.

Por suerte ya habían guardado los objetos de trabajo en el auto del mayor, se adentraron al auto rápidamente para no mojarse ni enfermar.

—Jeong, no podemos volver con este clima— habló algo preocupado el menor al ver la luz entre las nubes grises.

—Tienes razón— miró a Min pensando en que hacer.—Busquemos un lugar para quedarnos por la noche— habló como si no hubiera otra solución.

De hecho, no la había.

El menor buscó en su teléfono lugares donde pasar la noche con una sonrisa que trataba de ocultar.

Pasaría la noche con su Jeong.

Aunque claramente no era de la manera que él deseaba, pero peor es nada, además podría alimentar de mejor manera a su imaginación después de esto.

—Encontré algo— dijo metiéndose en la página web que acababa de encontrar.—Y está a solo 3 cuadras— se despegó del móvil para sonreír con los labios cerrados hacia su mayor.

—Bien, tu serás el gps— sentenció el mayor.

Seungmin comenzó a guiar a Jeongin en dirección al lugar que había encontrado para quedarse.

El sitio web no especificaba que tipo de locación era, sin embargo, se veía bastante seguro y tenía buenos precios, por lo que resultó la mejor opción de la corta búsqueda realizada.

Al llegar les cobraron según la cantidad de horas que estarían y si deseaban desayuno a la mañana siguiente, a esto último se negaron. La primera parte les llamó la atención, pero pensaron que quizás así lo hacían para no enaltecer los precios.

Pero que equivocados estaban.

Aparcaron afuera de la habitación que les designaron, ya que el lugar era como una casona con varias puertas y cada una tenía su respectivo estacionamiento.

Al entrar en la habitación se llevaron una total sorpresa y ninguno sabía si estaba sorprendido para bien o para mal. Las paredes estaban cubiertas de una tela felpudo color carmín, las sabanas de la cama tamaño king eran del mismo color, la luz era cálida y en la mesa de noche a un lado de ésta se encontraban cajas de condones y botes de lubricantes.

—¿Pero qué?— Jeong se preguntó al observar detenidamente todo el espacio.

—Cre-creo que es un motel— Seung miró sonrojado a un Yang de expresión confusa.—Y-ya sabes, donde la gente viene a tener sex-

—Si sé que es un motel Kim— el castaño rió al ver tan tímido al azabache.—Bien, ya pagamos, no nos podemos ir dijo sentándose en la cama con total tranquilidad.—¿Puedo fumar aquí? Afuera hace mucho frío— preguntó sin dejar de mirar al chico aún parado en la puerta.

–Si-si— asintió el menor casi jadeando apenas se hizo la imagen mental.

Tendría a su crush junto a él fumando en un motel.

Ni es sus sueños más locos creyó que esto podría pasar, por lo que decidió ponerse en primera fila para admirar el espectáculo, es decir, sentarse a su lado mientras encendía el cigarro.

Realmente era toda una obra observarlo, el mayor llevaba con elegancia el objeto a sus labios, aspiraba de él con calma y exhalaba el aire mirando hacia otro lado para no ahogar a Seungmin. Lo que él no sabía es que éste último deseaba con todo su ser respirar todo el humo que salía de su organismo.

Entonces una loca idea salió de su cabecita.

Necesitaba satisfacer a su cuerpo de alguna manera, su respiración se había acelerado, su miembro comenzaba a crecer en sus pantalones y pasaban imágenes sucias por su mente cuando pestañeaba.

—In — llamó al fotógrafo, éste volvió a mirarlo con el cigarrillo entre sus largos dedos.—¿Pu-puedo probar?—dijo mirando el objeto.

Se dio la oportunidad y la aprovechó.

—¿Quieres aprender Min?— el castaño había visto al azabache comprar cajetillas, pero aún no tenía el aroma de un fumador habitual.

—Y-yo si, enséñame— las palabras que salieron de sus labios tenían doble connotación, pero Yang quería saber que tan lejos llegaba.

El mayor sabía lo que le causaba al chico frente a él y no podía negar que se sentía de la misma forma, Kim tenía todo lo que encontraba lindo.

Piel canela, piernas estilizadas que le daban una gracia innata, rostro masculino de facciones marcadas, labios rojizos totalmente apetecibles, un cuerpo delicado pero al mismo tiempo varonil.

Era una jodida maravilla.

—¿Qué estarías dispuesto a hacer?— preguntó Yang con la mirada perdida en los ojos contrarios.

Ambos sabían perfectamente que estaba pasando y ninguno quería parar.

—Lo que quieras— mordió su labio observando como el humo era exhalado por el mayor.

—¿Lo que quiera Sueng? ¿Estás seguro? — preguntó agravando su voz al notar la creciente erección del menor.

—Si Jeong, muy seguro— pasó la lengua por sus labios en un intento de provocación.

Jodido Seungmin.

Pensó Jeongin al verlo en una faceta más atrevida, ya que suele ser una ternura con él.

—Bien, toma— se acercaron dejando un par de centímetros entre sus cuerpos y rostros, en tanto le entregaba el pitillo. —Ponlo entre tus labios ordenó cuando el azabache ya tuvo el objeto en su poder, éste siguió la instrucción.—Aspira pequeño— lo último salió involuntariamente al ver como los labios rellenos tocaban el papel.

El castaño rió cuando el contrario se ahogó al inhalar con demasiadas ganas, sin embargo, cómo no hacerlo, la excitación del azabache iba aumentando gracias a la cercanía entre ambos y el ambiente en el que se encontraban.

—M-me gusta— habló el modelo repitiendo las acciones de manera correcta esta vez.

—¿Si bebé?— el fotógrafo se encontraba perdido en el cuerpo contrario, mientras éste asentía cohibido por los sobrenombres utilizados.—Ahora que aprendiste— le quitó el cigarro.—Debes ser obediente hablaba a una casi nula distancia entre ellos, caló y exhaló el humo en el lindo rostro acanelado, el cual se encontraba hipnotizado.

—Lo seré— habló con su miembro ya erecto en su pantalón.

—Eres muy lindo Seungmin— se levantó de la cama llevando el pitillo a su boca cada tanto.

—¿Lo soy?— preguntó haciéndose el inocente.

—Si pequeño, muy lindo y provocador— tomó el mentón del menor para que sus ojos se encontraran.—Me pone tanto tu carita, tu trasero tentador y esa boquita que se vería tan bien rodeando mi polla— dijo sin vergüenza alguna, como si estuviera hablando del clima.

—Y-yo Je-Jeong— el azabache no sabía que estaba pasando pero estaba sumamente caliente.

—¿Te di permiso para hablar?— preguntó el castaño frunciendo el ceño, el chico sentado en la cama negó.—Eso creí— le dio la última calada al cigarro para después aplastarlo en el cenicero que se encontraba en la misma mesa de noche que el lubricante y los y condones.—A partir de hoy me llamarás papi ¿Entiendes bebé?— volvió a posarse frente a Kim, la erección oculta en su ropa quedaba a la altura del sonrojado rostro.

—S-si papi— susurró con la vista pegada al rostro de Yang.

—Muy bien— acarició el rostro del azabache con suavidad.—¿Serás un buen chico, pequeño?— preguntó tomando con fuerza la mandíbula contraria.

— Si papi— su confianza aumentó cuando vi que el mayor sacó la cajetilla y el encendedor de su bolsillo.

Esto era mejor que sus jodidas fantasías.

—Entonces se la chuparas a papi hasta que se corra— los ojos de ambos estaban completamente oscuros gracias a la expectación.

El castaño sacó la hebilla de su cinturón, desabotonó, bajó el cierre de su pantalón y se sacó la prenda dejando a la vista su bóxer lleno de su miembro.

—E-es muy grande papi— habló llevando su mano a la erección.

—No toques bebé— agarró su muñeca con algo de fuerza.

La hizo a un lado y bajó la ropa interior dejando que su polla se pegara a su abdomen terminando a la altura del ombligo.

—N-no va entrar papi— susurró con la voz temblorosa apreciando el miembro frente a él.

—Tranquilo pequeño, si lo hará— con su derecha acarició al cabello de Seung y con su izquierda comenzó a masturbarse.

El menor abrió la boca instintivamente al sentir el glande del mayor en sus labios, lo tragó bruscamente rogando en su mente para entrara en la mayoría. Jeong no pudo evitar empujar sus caderas hacia adelante tomando las hebras oscuras hasta llegar a su garganta.

El modelo no quitaba las ojos del dueño de sus fantasías, el último sacó otro cigarro, lo encendió y caló tratando de у llenar sus pulmones. Ahogó su gemido con la polla en su boca sintiéndose en otro nivel de placer.

—¿Te gus-ta bebé?— preguntó dejando salir el humo en dirección al azabache.

Éste solo asintió en tanto se atragantaba con el gran miembro que follaba su boca y salían lágrimas de sus ojos. Llevó su mano a su pantalón para tocar su entrepierna por sobre la ropa, cuando el castaño notó esto tomó el cabello del chico para alejarlo de su miembro.

—Pa-papi— llamó la atención del mayor sabiendo que era mejor no intentar tocarse.

—Acuéstate pequeño— ordenó dejando un beso en sus labios.

Seungmin siguió la instrucción rápidamente quedando con su cabeza entre los cojines color carmín observando a Jeongin posicionarse entre sus piernas con el cigarro en su mano derecho.

—Por fa-vor papi— gimió al sentir la erección del fotógrafo rozar con la suya.

—Fuma bebé— le entregó el pitillo para después sacar su pantalón junto con la molesta ropa interior.

El modelo sintió la lengua de Yang en su entrada, se estremeció cuando ésta se adentró humedeciendo sus paredes mientras inhalaba del cigarro finamente exhalando el humo tratando de absorber el aroma y las sensaciones.

Se sintió en el séptimo cielo cuando fue llenado por el sinhueso del mayor, tomaba las sábanas con su mano libre y apegaba su trasero al rostro contrario para sentir aún más placer.

—¡Pa-papi quie-ro tu polla!— gimió cuando tres dedos penetraron su entrada sin previo aviso.

Se posó sobre el azabache alineando su miembro en la húmeda entrada y apoyó uno de su antebrazos al lado del rostro del chico bajo él.

—Te ves tan caliente pequeño— susurró sobre los labios rojizos.

—¡Aah papi!— gimió cuando recibió la dura estocada de parte del castaño.

Ya con su mano libre le quitó el cigarro para llevarlo a su boca y calar de él mientras movía bruscamente sus caderas dando certezamente en el punto dulce de Min, provocando gritos y sollozos de su parte.

Lo besó con dureza pasando el humo entre sus bocas, el modelo pasó sus brazos por el cuello del fotógrafo, en tanto sus piernas se entrelazaban en las caderas pegando sus cuerpos totalmente.

—Mierda bebé...— gruñó al sentir las estrechas paredes internas abrazando su polla.—Es-tas tan apretadito— las penetraciones eran frenéticas.

El jodido Edén.

—¡M-más papi!— suplicó Kim recibiendo el humo en su cuello mientras Yang besaba y succionaba su piel canela.

El castaño se arrodillo tomando el cuerpo bajo él consigo, logrando que quedará a horcajadas sobre él.

—Salta cariño— susurró en su oído para después morder su cuello con la suficiente fuerza para marcar los dientes.

—Pa-papi quiero...¡Aah!— al sentir cuan profundo llegaba la polla del mayor su mente quedó en blanco.

—¿Qué qui-eres bebé?— preguntó sensualmente en sus labios.

Ambos se encontraban en otro nivel de placer. Seungmin admiraba como el dueño de sus fantasías lo follaba bruscamente mientras fumaba con su usual elegancia, al mismo tiempo, Jeongin por fin era llamado papi por el responsable de sus constantes erecciones.

—¡Es-toy cerca papi!— sollozó echando su cabeza hacia atrás llenando sus pulmones con el aroma a tabaco y menta que у llenaba la habitación.

—Mgh...pequeño—gruñó sintiendo como el interior del menor comenzaba a estrecharse.

Siguió con las embestidas, mientras el azabache alzaba su cuerpo logrando penetraciones sumamente profundas sin apartar la mirada del castaño, éste le ofreció el cigarro y lo aceptó para calar bajo su seductora mirada.

Yang es tan grande.

—¡Papi!— gritó corriéndose después del constante roce de su polla con el duro abdomen del mayor.

—¡Joder si!— jadeó en voz alta eyaculando en el interior del menor gracias a los espasmos de su interior.

Se quedaron en esa posición varios minutos, sus frentes sudorosas se unían, ambos respiraban aceleradamente y sus cuerpos se encontraban entrelazados, aplastó el pitillo en el cenicero.

—Seungmin— llamó el castaño ganándose una mirada somnoliento del azabache.—Seamos algo— sentenció con una cálida mirada.

—Jeong, e-es muy pronto— susurró sin bajar la mirada.

—Creo que es muy tarde para decir que es pronto bebé acarició el cuerpo de Kim suavemente.—Quiero cuidarte, mimarte y follarte como mereces, mi bello príncipe— su mirada volvió a oscurecerse y su polla a endurecerse.

—Y-yo— habló tímido escondiéndose en el cuello contrario al sentir la erección en su interior.—Si-si quiero papi— susurró besando la piel blanquecina.

Yang sonrió mostrando todos sus dientes.

—¿Puedes con una segunda ronda bebé?— preguntó suavemente en su oído.

El menor simplemente asintió tomando los hombros del mayor para alzar sus caderas.

—Papi— se alejó del cuello contrario para quedar frente a frente.—¿Pu-puedes prender otro cigarro?— se sonrojó haciendo al preguntar.

El fotógrafo sin dudar sacó otro cigarrillo, lo encendió calando de él inmediatamente para después besar al modelo y pasar el humo entre ambos.

Sabía que Seungmin se traía algo con lo de fumar, pero lo dejaría pasar por ahora, tendría mucho tiempo para investigar sobre el tema y descubrir esta nueva fase.

Porque al volver a Seúl se haría cargo totalmente de su príncipe y lo complacería de todas las maneras posibles.


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Aquí el primer capito de esta serie de os, espero que la hayan disfrutando, nos leemos en el próximo capítulo, cuídense mucho <3

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