~•Yūichirō•~

-¡Yūichirō-sama!- aquella voz termino por despertarme de mi sueño, sin reprochar me descubrí de las sabanas que tapaban parte de mi cuerpo -.

-¿Mmh...? ¿que pasa?- dije con voz ronca por despertarme recientemente -.

-E-es hora de despertar Yūichirō-sama o llegará tarde a su escuela- talle ambos ojos tratando de sacarme el sueño de encima-.

Bufé cuando vi la hora en el reloj de la pared.

-Si, si, puedes retirarte- respondí frío sin importarme ser educado -.

Segundos después escuche la puerta cerrarse dándome a entender que la mucama se había ido, suspire con pesadez y me levante de la cama rumbo al baño a darme una ducha.

Salí de la ducha con una toalla enrollada en la cintura, me coloque el uniforme y baje al comedor a desayunar.

No había nadie en el comedor, solo una nota de Shinya que decía que los dos lamentaban no poder desayunar conmigo porque tenían una importante reunión con una empresa.

-¡Maldita sea!- arrugue el papel y lo diré al piso molesto-.

No era la primera vez que hacían algo así.

-¡Vayanse a la mierda ustedes y su maldita empresa!- me aleje de ahí, tomé mi mochila y salí de ahí sin comer nada-.

Aunque tampoco tenia apetito

Cerré la puerta de un empujón que produjo un sonoro eco, me acerque al chofer que me llevaría a mi escuela.

Bueno, eso es lo que creen - pensé irónicamente.

-B-buenos días, seño...-

-Hoy no me llevaras- proclamé interrumpiendolo bruscamente -.

-¡Pero s-señor!- la sorpresa era notable en la cara del hombre, pues solo cumplía ordenes-.

-¡Silencio!- lo interrumpí de nuevo- si tienes alguna queja de BakaGuren dímelo, yo le explicaré la razón por la que usted no me llevó a mi escuela -.

Camine hacia la salida sin mirar atrás, no me arrepentía de lo que había hecho porque lo que ellos hacían ya me tenia harto.

Corrí por la acera para evitar que algún periodista me viera y me empezará hacer preguntas.

Mas adelante pare la velocidad con la que comencé a correr sin preocuparme si alguien me viera ya que estaba suficientemente lejos de la mansión como para que se dieran cuenta de quien soy.

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Llegué a la escuela agotado por correr durante casi media hora, había venido a pie desde mi casa y esta quedaba algo lejos de aquí. Fue mala idea no tomar un autobús, me hubiera ahorrado energías.

Camine por el patio adentrandome en uno de los pabellones correspondiente a mi primera clase que comenzaría en unos minutos.

Choque con varias personas en mi camino, me disculpe sin detener mi caminar porque de verdad tenia que llegar a mi clase.

Cuando llegaba a mi aula el profesor de matemática esta por cerrar la puerta en mi jodida cara.

–¡Espere!–grite llamando la atención del profesor que volteó a verme–.

–Si no me equivoco usted debe ser el transferido– dijo con un acento muy extraño cuando yo ya me encontraba a su lado–.

–Así es–le respondí sin emoción –.

Sin decirme nada mas me dejó pasar al aula, al entrar me llegue unas cuantas miradas de algunos compañeros, ya que la mayoría estaban distraídos con celulares que parecían carísimos.

Pero lo peor fue que tuve unas cuatro largas y aburridas horas de matemáticas con un profesor que no se le entendía ni un huevo.

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Tras un largo tiempo de querer tirarme por la ventana, la hermosa (noten sarcasmo) campaña se designó a sonar avisando que el receso había comenzado.

Salí mas rápido que Flash con diarrea al salón de Shinoa y los chicos para que comiéramos juntos.

Pero antes de llegar a su aula me acorde de que no había traído dinero y que ni siquiera había traído mi tarjeta.

definitivamente el odioso del karma me quiere joder el día.

Comencé a caminar de nuevo para llegar a la puerta en donde los chicos salían con caras peores que la mía.

–Hola Zombies –salude burlandome de sus expresiones cansadas y sin ánimos– les atropelló un camión ¿o qué?

–Definitivamente cuatro horas de Comercio industrial son aburridas– Shinoa suspiró cansada después de decir su oración, los demás asintieron concordando con sus palabras–.

Nos alejamos del pasillo para llegar al comedor, una vez ahí nos sentamos en una de las mesas, me quede ahí esperando a que los demás terminaran de comprar.

–¿Y tu no vas a comer nada?–Yoichi me preguntó cuando se encontraba ya a mi lado dejando en la mesa lo que debía ser un batido de fresa–.

–Me olvide mi dinero en casa...–dije con un poco de  molestia por recordar mi estupidez–.

–Que mal para ti, cabeza de carbón –oí a Mitsuba burlarse con ironía en su voz –.

–Toma– Yoichi me entregó un paquete de galletas que podría llenarme un rato el estomago, bueno eso creo–.

–Gracias–.

Me sonrió y volteeo a ver un Kimitsuki muy irritado que miraba a otro punto impaciente.

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Ya era hora de irnos y yo me estaba muriendo de hambre, no había comido casi nada en todo el día y para colmo tenia que irme a pie a mi casa ¡de verdad este día no podía ser mejor!

–Calma, Yuu-san ¡tampoco es tan malo!

Si supieras

–No espero el momento para que te suceda lo mismo, Shinoa– vamos respira, uno...

–De acuerdo, calma– saco algo de su bolsillo y me lo entregó –toma–.

¿Me acaba de dar dinero?

–Tomalo prestado– me guiñó un ojo y sonrió ladeado –.

–¡Per-!

–Callate y ve a la cafetería que está a cinco cuadras de aquí–.

–De acuerdo – suspire rendido – gracias.

–Si, si, yo también me quiero, si no vas ahora juro que te va a dar algo por no comer–.

–Si...bueno adiós.

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Cual como dijo Shinoa, había una cafetería cinco cuadra después del instituto y tenía como nombre "Seraph", un nombre muy peculiar.

Creo que había escuchado sobre este lugar, habían muchas personas sentadas disfrutando de los postres que les servían.

El lugar era espacioso y bonito,  como esas cafeterías extranjeras que ves en Instagram.

Me senté en una de las mesas al lado de una enorme ventana que daba vista a los autos pasar en la avenida.

–¿Desea pedir algo? –me sobresalté al escuchar esa voz tan familiar –.

Voltee y me encontré con dos zafiros que miraban una libreta sin prestar atención de mi persona.

–¿¡Mika!?– dije casi gritando provocando que varias miradas de reproche se pusieran en mi nuca–.

El chico de cabellos dorados levantó la mirada del papel y me miró sorprendido.

–¿¡Y-yūichirō!?

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Estoy hecha polvo 😥

Jamás pensé que me pasaría de nuevo pero...mi imaginación era una kk estos días. Perdón por demorar tanto :'v

Disculpen las faltas de ortografía !!!