~•Mikaela•~

Su mirada conectó con la mía apenas se mostró por la puerta, la dureza en sus ojos era inexistente en ese momento, por lo que no me intimidaba ni me perjudicaba su presencia en esa habitación blanca.

–El doctor está afuera hablando con el chico de cabello morado, yo... pasé a verte– Krul estaba parada en la puerta mirándome, su expresión era tímida y su aspecto era completamente diferente a como lo recordaba, justo hoy había venido a buscarme, y aún no estaba totalmente tranquilo por todo–.

–Hola...no es necesario que me buscaras, estoy bien– le di una sonrisa apagada, mí aspecto no era el mejor y debía entender que no podía darle más, estaba lo suficientemente cansado como para prolongar charlas innecesarias–.

–Aun así me preocupé...yo pagaré lo que sea necesario, no tienes que angustiarte por nada– se acercó un poco a mí y me regaló una mirada cálida, como de madre, desvié la mirada un segundo viendo a Yuu-chan, que se veía muy tierno con el ceño fruncido al no entender lo que pasaba, tal cual como un niño–.

Al verlo, sonreí y volví a mirar a Krul, estaba seguro que si insistía tanto en que yo fuera parte de su vida, era porque en mí había visto a un hijo, me hacia sentir bien, además, creo que solo necesito hablar con ella un poco más.

–Espero que pronto pueda ir a mí casa, así que, creo yo que sería conveniente que habláramos, porque hemos... empezado en un mal paso – hablé algo serio, Krul sonrió levemente y se acercó completamente a mí tomando una de mis manos, al ver su acto ella se alejó un poco apenada, pero yo le di a entender que estaba bien.

Luego de un rato el doctor pasó a revisarme.

-Hola, ¿Cómo te sientes?- su rostro sombrío por la edad me dio la impresión del cansancio que invadía su mente, le sonreí un poco y me devolvió el acto-.

–Me siento bien, pero siento el cuerpo algo cansado- le comenté con sinceridad, Yuu-chan al escucharme entrelazó nuestras manos y me miró un poco apenado, le sonreí para darle a entender que no debía preocuparse–.

El doctor me indicó que debía descansar, mí repentino fallecimiento en la cafetería fue causando por el estrés y por la falta de sueño, que supuse ya en mí cabeza que era por el instituto y el trabajo, no quería sonar grosero, por lo que me dediqué solo a escuchar lo que decía el médico.
Luego de un rato me quedé con Yuu-chan en la habitación, se notaba que seguía preocupando, no podía culparlo, en una situación similar y con los papeles contrarios yo estaría igual que preocupado que él.

Luego de unos días, me hallaba en mi casa descansando, la escuela había entendido mí estado de salud presenta en una hoja firmada por el médico que me atendió, por lo que ahora estaba en mí casa disfrutando del pequeño stop que le había dado a mí rutina, pero con frío, mucho frío.

–Estaba asustado...

Su voz triste y preocupada invadió mí mente recordando los momentos que pase en el hospital, su mirada era diferente, supe en ese instante que definitivamente me quería.
No sabía porque estaba tan seguro, pero nuestra conexión, fue diferente...más fuerte.

Lo extrañaba, ese sentimiento que se tiene, que te presiona en la boca del estómago, que te hace concentrarte en todo, cuando el tiempo te tortura pasando cada vez más lento, cuando te metes así entre tu memoria y pensamientos.
No quería molestarlo, era conciente que estaba en clase,y me enojaba que fuera tan inmaduro.

Te quiero Mika

De nuevo esa voz del pasado, sonreí al recordar lo que me dijo, pegando mi cabeza a la ventada que daba afuera, el frío del vidrio hizo que se me erizara la piel, un autoreflejo por la baja temperatura que me hizo estremecer.

Luego de un rato Lacus llegó con algo de comer, estaba un poco raro ultimamente, se veía como si estuviera en las nubes y no me respondía al instante cuando le preguntaba algo, lo que se me hacía muy raro, por la obvia razón de que él no era así.

–Oye Mikaela...quisiera..un consejo– me interrumpió Lacus mientras comía la sopa que había hecho él para mí, desvié la mirada de mí celular y lo miré un poco extrañado–.

–Dime – le respondí atento, estaba muy curioso del que repentinamente me haya pedido un consejo–.

–Bueno...René y yo llevamos ya un tiempo juntos y... bueno..nosotros tenemos ya..– se trababa mucho y no entendía muy bien que me estaba diciendo–.

–¡Lacus solo dilo!– me desesperé cuando seguía así y no me decía nada, su timidez me daba ganas de golpearlo–.

–Es que... René y yo tenemos una tensión sexual muy fuerte..y yo..– empezó a hablar con la cara avergonzada– yo...no me siento listo para eso...–.

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~•Yūichirō•~

Estaba en mí habitación realizando algunos trabajos que tenía pendiente para esta semana, sinceramente algunas materias se me hacían muy fáciles,pero habían otras que me complicaban mucho la vida.

Miré mí celular un momento y marcó las 6 en punto, el cielo estaba casi oscuro, por hacer frío el cielo se oscurecía más rápido, por lo que prendí la lámpara en el escritorio.

Teeht de 5 Seconds Of Summer sonaba bastante fuerte en mis audífonos, por lo que no llegué a escuchar la puerta de la entrada de la mansión.

Me sorprendió escuchar el crujido de la puerta de mí habitación, le había dicho a los empleados que no me molestaran porque tenía deber pendiente, pero me sorprendió ver a Shinya parado ahí viendo lo que hacía con una sonrisa muy amable en su rostro.

Me levanté de mí asiento y lo saludé.

–Llegaron pronto..– lo abracé y me correspondió, me miró y de nuevo sonrió, estaba seguro que estaba feliz de verme, como yo a él–.

–Fue un viaje de veinte horas, pero por suerte ya estamos aquí– se separó de mí y me agarró de las manos, me miraba con ternura –Te he extrañado mucho hijo, me alegro que estés bien–.

Me sentía feliz de que estuvieran aquí, quería contarles muchas cosas que había pasado últimamente, cosas que no era capaz de comentar cuando solo hablábamos por el teléfono, quería decirles que estaba con Mika, que era mí novio, y que realmente me sentía feliz.

–¿Y Guren?– pregunté viendo por detrás de él sin verlo parado con su característica cara seria y amargada de siempre–.

En ese momento su rostro se tornó serio y me asusté un poco.

–¿Todo está bien con Guren?– pregunté con un nudo en la garganta, imaginando que algo le había pasado, o qué hubiera pasado algo realmente inusual entre ellos, como el de pelearse–.

–Todo está bien con Guren, solo que el está afuera Yuu– dijo sin mirarme, desviando su mirada al reloj en su muñeca–.

–¿Afuera?– hablé confundido, no comprendía a dónde iba la conversación–.

– Nosotros tenemos que volver a irnos, solo vinimos a avisarte y a recoger algunas cosas...– dijo con la mirada triste, me tomó del brazo para que lo mirara, me había dado cuenta que las palabras se me atoraron en la garganta y dejé escapar un suspiro que al albino delante de mí, le hizo apagar más su mirada–.

–¿Y Guren ni siquiera se iba a despedir de mí?– mí voz se escuchó apagada, sin expresión y me hizo preguntarme si era yo quien hablaba–.

–No es así Yuu... El te iba a despedir cuando bajaras..– susurró tratando de mejorar la situación, yo salí de la habitación evadiendo al albino y baje las escaleras corriendo, Shinya gritaba mí nombre detrás de mí para que me detuviera, lo ignoré y salí al gran patio de delante, Guren hablaba por teléfono vestido con un terno oscuro, realmente nunca lo había visto vestir otra cosa, ya que siempre su trabajo había sido más importante que yo, y eso me hizo enfurecer.

–Asi que ni siquiera pudiste subir a verme...– hablé despacio para que no viera mí verdadero pesar, colgó la llamada a penas me vió, giro completamente en mí dirección y se veía irritado, y le fue peor cuando observó a Shinya triste detrás de mí–.

–Yuu, Shinya ya te lo dijo, volveremos de todas maneras, no es aceptable que te estés comportado como un niño mimado, tienes 19 ya, comprende que tenemos que trabajar– le hizo señas a una mucama que pusiera las maletas en la camioneta donde volverían al aeropuerto, con sus compromisos y sus socios en ese maldito avión privado–.

–¡Y una mierda!– grité y todos los presentes me voltearon a ver sorprendidos por mí vocabulario, Guren se enojó, y lo pude ver por su aspecto, esa mirada llena de ira–.

–¿Quien te crees tu para gritarme? ¡Soy tu padre, respetame! – gritó y sentía como mí enojo crecía más–.

–Tu solo eres mí padre por el apellido que llevo– me acerque a él y lo miré directamente a sus ojos violáceos, continué hablando sin dudarlo – porque ni siquiera pudiste ser un verdadero padre para mí–.

Sentí un golpe en la cara que me hizo voltear al instante, bote unas pequeñas lágrimas por el dolor, veía arrepentimiento en su mirada, de reojo vi a Shinya a punto de llorar.
Baje la mirada y solo me adentré en la mansión sin decir otra cosa mas, cuando estuve en mí habitación y escuché el auto de ellos irse, por una vez en mí vida, me sentí realmente solo.

—❇—

Hola 😅
Me he ido por un tiempo otra vez, lo reconozco, Wattpad me asustó muchísimo cuando de un momento a otro no me dejaba entrar a mí cuenta, y por un momento pensé que no los volvería a leer jamás 😖👊

Pero ya estoy aquí de nuevo, espero que les vaya bien en sus vidas ❤
Me di cuenta que estamos creciendo por aquí y me da gusto leerlos, sus votos y comentarios me sacan sonrisas y me hacen olvidar por un momento mi pesada vida xd

Pero bueno, gracias por su apoyo ❤

(Estaba pensando en hacer un especial por los 50k, ustedes díganme qué quisieran ver otra vez ✨, y muchas gracias otra vez ;-; 🌌❤)

Nos vemos pronto!.

Psdt: me dio algo de penita escribir este capítulo :(