~•Mikaela•~

Habia empezado a tener um tic en la ceja, cerraba los ojos respirando hondo, pensando en lo bonito que es la vida, y que lo debe de seguir siendo hasta ese momento.

–Y pues eso...el es mí pareja...–.

Oh vaya, que gran noticia me acabas de dar pequeño grano de uva podrida.

Lo mire con furia, dándole a entender que había escuchado bien la primera vez que me lo dijo, y que no era necesario que me lo repitiera

–Sabes que ese tipo no me agrada Lacus, y me inquieta que estés con él– hablé con un tono de voz bastante serio, frunciendo el ceño y mirándolo un poco preocupado–.

–Si...lo sé, pero aún asi, desde que lo conocí supe que quería estar con el, puede aparentar ser un chico serio y frío...pero en verdad es muy dulce conmigo, y se que me quiere como yo lo quiero, hasta más...– una sonrisa fugaz se dejó ver en sus labios, me miró y sus mejillas se ruborizaron un poco– se que puedes pensar que estoy perdiendo mí tiempo, por la larga lista que tengo de relaciones fallidas, pero en verdad él me hace feliz–.

Suspiré cruzandome de brazos, me rendí tratando de convencerlo de que ese tipo no era de confianza, aún así no podía meterme más en eso, era su decisión y debía de respetarlo.

–Esta bien, está bien...–lo cogí de las manos y lo miré a los ojos, el huyó de mí mirada algo tímido, sabía que esta conversación había sacado lo más sensible de el, un lado que casi nadie conoce, es muy diferente al Lacus bromista y pesado que es todo el tiempo, me agradaba eso pero aún no me convencía del todo lo que acababa de decirme– solo te digo una cosa más...Si ese cara muerte te hace algo, puede que sea más grande que yo...pero le romperé la cara–.

Rió ante mí comentario, me abrazó y me dio las gracias por escucharlo. Poco después se despidió y se fue a su habitación diciendo que ya había cenado, cerró la puerta antes de irse y me rodeé del silencio a los pocos minutos.

Me tumbé en la cama y a los segundos Yuu-chan apareció en mis pensamientos, cogí las sábanas y las aplaste contra mí pecho encogiéndome hasta quedar en posición fetal, cerré los ojos y divague entre mis recuerdos.
Desde la tarde que me siento de esta manera, después de hablar con él y declararme siento un vacío muy grande que empieza desde la boca del estómago y no me deja en paz.
Desde que se lo dije no respondió nada, solo dijo...
"Hablaremos con claridad de este tema mañana"
Y se despidió de mí sin decir nada más...

–¡Ahh!– grité con impotencia, rodee en la cama y me tapé con las sábanas lloviendome ideas y suposiciones que me negaba a creer, tenía la sensación de que no podría dormir bien, suspiré agotado de sentirme así, quería saber de una vez que me diría, no me esperaba en lo absoluto que evadiera el tema hasta mañana, todo eso me inquietaba–.

Me levanté de la cama y fui hacia mí armario, agarré una toalla dirigiéndome en dirección al baño. Necesitaba despejar mí mente, y una ducha aliviaría la tensión que tenían mis hombros, estaba realmente agotado, así que ansiaba sentir el agua correr por mí piel.

Me adentré en el pequeño cuarto , abrí la llave de la ducha cerrando la puerta poco después, a los minutos el lugar se encontraba cubierto de vapor, estando ya sin ropa me metí en la ducha con rapidez, el agua mojó mí cabello y espalda a los segundos, suspiré concentradome en sentir la calidez que anmenaba el lugar.

Estuve así por unos minutos, después comencé con el labor de limpiar mí cuerpo, el día fue agotador y mí mente  me exigía a gritos descansar, cosa que cumpliría en breve.

Salí del cuarto de baño cubierto en la toalla, me sequé y vestí mí desnudez con el pijama que se encontraba doblada debajo de mí almohada, apagué la luz y me acosté cubriendome con las sábanas, suspiré cansado, tenía algo de sueño y sin pensarlo me quedé dormido, no sin antes volver a sentir ese nudo en la boca del estómago al recordar que mañana volvería a ver a Yuu-chan después de haberle dicho que me gustaba.

Dios...que vergüenza...

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–¡E-espera!– grité tropezando a cada paso que daba, la chica no le importaba lo rápido que me jalaba, ni con cuánta presión estuviera presionando mí muñeca, solo tenía un objetivo, llevarme a la salida lo más pronto posible–.

Está mañana todo había sido muy extraño, no me había encontrado con Yuu-chan ni tampoco con los chicos de su grupo, los busqué en el receso pero no los encontré, tampoco lo vi entre las clases de intercambio, no sabía con seguridad si estaba huyendo de mí, o es que no tuve la suerte de verlo en todas esas oportunidades.

Aquella chica, Shinoa, me sorprendió cuando salía de mí última clase diciendome que debía llevarme a un lugar, le pregunté por Yuu-chan pero evadió mí pregunta arrastrándome hasta donde quería, estaba muy confundido por todo, solo quería saber dónde estaba él y que habláramos de... esta extraña relación que tenemos.

Llegamos a la puerta, no había casi nadie y empezaba a preocuparme.

–¿¡Donde se supone que está ese id-!?

Una cabellera azabache se asomó por las rejas entre abiertas de la salida, fui al primero que vio y sonrió apenas verme, sentí mis mejillas sonrojarse, se veía muy guapo.

–Disculpa por la demora, me retrasé en el camino– se acerco hacia mí y plantó un suave beso en mí mejilla, solté un pequeño gemido de sorpresa, no me esperaba que hiciera eso, agaché la mirada algo tímido, aunque una sonrisa de apoderaba de mis labios y sentía como si el lugar donde había besado se calentaba a los segundos–.

–Si, si– la voz de la chica se escuchó entre nosotros, interrumpiendo un poco el ambiente– ahora váyanse, que deben de aclarar muchas cosas–.

Nos alejamos de la oji granate, caminamos por las calles sin decir una palabra, estaba un poco nervioso, en cualquier momento sacaríamos el tema que dejamos inconcluso ayer y me asustaba pensar en lo que me diría, pero trataba de ser positivo.

–Hoy...¿faltaste?– me atreví a preguntar para interrumpir el silencioso ambiente que se había formado entre ambos, me miró y sonrió un poco sin mostrar sus blanquecinos dientes–.

–Si, tuve cosas que hacer y me di en la obligación de no asistir a clases– otro silencio se hizo presente, está situación era muy inquietante, una bola se alojaba en mí garganta sin dejarme articular palabra, algo presionaba mí pecho dolorosamente quitándome el aire, y sentía mí corazón latir como loco –.

–Mika...–mi nombre fue pronunciado por el, me detuve y lo miré, caí en cuenta en donde estábamos, solo a unos metros se encontraba la cafetería en donde el trabajaba junto a mi, desvíe la mirada hacia la construcción viendo a las personas salir y entrar, hoy no me tocaba trabajar, por lo que Yuu-chan había aprovechado el momento para hablar conmigo– supongo que debes saber por qué te he llevado hasta aquí–.

–Lo sé– me atreví a mirar sus iris verdes, la profundidad de ellos impide que pueda desviar la vista, el cariño que ellos desprenden al mirarme debilita mi cuerpo, tragó saliva ansioso deseando que nunca deje de mirarme así, muerdo mí labio inferior y después de un rato soy capaz de desviar la mirada de ese profundo bosque lleno de misterio–.

–Te quiero Mika, ¿lo sabes verdad?– apreté mis manos en puños, mí corazón enloquecía al escuchar sus palabras, mis mejillas ardían ante su penetrante mirada, y controlar mis emociones era algo imposible en el momento–.

–Se que me quieres...– cogió una de mis manos y la entrelazó junto a la suya, sentí como corrientes eléctricas pasaban por mis dedos sin dolor alguno, el continuaba atento a mis reacciones, su mirada impedía que lo viera a los ojos, sentía mucha vergüenza y el color de mis mejillas me delataba notablemente– lo sé...yo también lo hago...–.

Otro silencio reinó entre ambos, el masajeaba mis nudillos con su dedo pulgar, desviando su mirada a nuestras manos juntas, ninguno decía palabra, mirarnos a los ojos y sentir nuestros dedos juntos fue lo único que hacíamos por un tiempo corto, hasta que lo escuché.

–Entonces, ¿Quisieras ser mí pareja?– abrí levemente los ojos al oír sus palabras, se acercó a mí y juntó su frente con la mía tocando mí mejilla con una de sus manos, miraba mis labios dispuesto a besarlos, relajé mis ojos y sonreí repitiendo en mí cabeza lo que acababa de decirme–.

–Obviamente que si...– susurré son una amplia sonrisa cerrando los ojos cuando lo sentí acercarse aún más a mí–.

Y me besó, de una manera que mis piernas temblaban y mí corazón danzaba emocionado en mí pecho al sentir sus labios rozando con los mios, una reacción desconocida para mí.

Me siento tan feliz...

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Quiero agradecerles a todos ustedes quienes leen y dejan su estrellita en cada capítulo, estoy realmente feliz ya que hemos llegado a 3 K de votos :') ✨
Hace días atrás fue mi cumpleaños y realmente fue un regalo bastante bonito de parte de ustedes, muchas gracias queridas personitas lectoras. (No sé cómo llamarlos :'v)
De todas formas no quiero alargar mucho el mensaje, no quiero aburrirlos xd
Espero que les haya gustado el capitulo, cuídense y nos vemos pronto~

Adiós 💙