¡Malditos! Los cuervos de muerte fueron atraídos por la perla y estaban acechando a Aome, dio un salto y con sus garras destruye a un par de esos cuervos sin embargo el resto logró huir alejándose del sitio.

-Han sido atraídos por la perla- frunce el ceño para después sentarse en una de las ramas del árbol que estaba a lado de la casa de Kaede y desde ahí se puso a vigilar que ningún youkai trate de dañar a Aome o robarse la shikon no tama.

<<Aome>>

~o~

Ya con éste son dos días desde que llegó a ésta época, extrañaba a su familia, se preguntó si volvería a verlos o si podría regresar a su mundo. Poco a poco se comenzó a quedar dormida pidiendo que cuando regresara todo esto fuera un sueño.

Al día siguiente se levantó y para su decepción aún no estaba en su hogar, la anciana Kaede no estaba así que decidió aprovechar para salir y buscar por su propia cuenta la forma de volver a casa.

Se internó en el bosque y comenzó a caminar por un cendero en medio de los árboles, por alguna razón sintió como si alguien la estuviera vigilando o algo parecido. De pronto escuchó un sonido atrás suyo pero antes de que siquiera pudiera regresar a ver, varios hombres le tomaron de los brazos y se la llevaron a quién sabe donde.

~o~

-Inu... yasha...- dice Aome soltando un gemido de dolor- ayu... da... me.

-¡Aome!- dice Inuyasha y corre hacia ella abrazandola contra su pecho- ¡¿Quién te hizo ésto?!

-Él... está... por lle... gar...- habla débilmente.

-¿¿Quién??

Ella no le contesta y todo se comienza a volver negro.

-¡Aome!- se levanta con rapidez mirando a todos lados dándose cuenta de que solo había sido un sueño y entonces recordó que hace poco el pozo lo envió un año atrás para poder evitar que Naraku mate a Aome y se salga con la suya. Ahora tenía una nueva oportunidad para demostrarle a Aome lo mucho que la amaba y que jamás la volvería a dejar sola.

Se bajó de la rama y fue de camino a la cabaña de Kaede cuando, con su oído super desarrollado, escucho una conversación en la anciana y unos aldeanos.

-¿En dónde se habrá metido esa niña?- dice Kaede con preocupación.

-La buscamos por toda la aldea pero no la encontramos- dice uno de los aldeanos.

-Creo que debí hablarle más sobre los peligros que hay- da suspiro y comienza a caminar con los demás lugareños.

Inuyasha al oír este se maldijo a si mismo por no haber estado más pendiente de ella y haber permitido que quién sabe quienes se llevarán para hacer con ella quien sabe qué. Mucha preocupación invadió su cuerpo ya que quizás Naraku pueda estar detrás de ésto y sin pensarlo dos veces corrió hacia el bosque siguiendo el aroma de la azabache.

-No permitiré que te hagan daño nuevamente... Aome...- dice el oji-dorado corriendo a toda velocidad hacia el lugar donde se encuentra su Aome.

~o~

-Oigan ¡déjenme ir!- dice la azabache tumbada en el piso de madera de aquella vivienda a la que la habían traído.

-Esta mujer trae un kimono muy extraño- dice uno de los hombres el cual tenía varias vendas en su cabeza calva para después alzar su corta falda. La joven del futuro pega un grito y se levanta con rapidez.

-¡Que les pasa, atrevidos!- coloca sus manos hacia atrás cubriéndose de esos hombres.

-Tú tienes la culpa por usar un traje que lo muestra todo- dice uno de los bandidos.

-Jovencita no quieres ser mi esposa- dice otro de ellos con una sonrisa pervertida.

-Entregame la perla de shikon- pronuncia un hombre de piel pálida quién se encontraba sentado en una esquina de la choza, inmediatamente el sujeto se pone de pie y se acerca peligrosamente a ellos desenvainando su espada.

Sus secuaces al notar ésto le toman de los brazos con fuerza para evitar que huyera. Aome sintió un gran temor al ver a aquel corpulento hombre con la katana en sus manos ¿Qué pensaba hacer?

-Adelante general- dicen los sujetos que le tenían sujeta.

-No... Esperen- dice la azabache temiendo por su vida al ver que el hombre pálido se preparaba para atacar, pensó que sería el fin, que moriría en ese lugar y sin haber visto a su familia por última vez pero entonces, tomándole por sorpresa, el ataque fue directo al hombre que sostenía su brazo izquierdo.

-Oh fallé...- toma su katana y los vuelve a atacar pero con suerte todos se agachan y logran esquivarlo. Rápidamente los hombres le vuelven a tomar de los brazos para que su jefe lo vuelva a intentar pero éste falla torpemente, a decir verdad era muy extraño que alguien fuera tan torpe y desalineado, obviamente algo andaba mal con ese sujeto.

Aome se zafa del agarre de los dos hombres y les dice:

-¡Que no entienden que él está intentando matarnos!- el sujeto los vuelve a atacar y ellos se agachan nuevamente, lo mejor será salir del sitio pero ¿Cómo?

<<¿Por qué? ¡¿No entiendo por qué tiene que pasarme ésto?!>> grita en su mente la azabache.

~o~

Corre a toda velocidad por el bosque siguiendo el rastro de Aome, mientras más se acercaba más podía percibir como su dulce aroma se mezclaba con el de varios hombres. Gruñó al pensar en los sucios fines por los que secuestraron a la joven y se maldijo a su mismo por no haber estado más pendiente.

-¡Maldición!- de un salto brincó a un árbol y miro a todas direcciones tratando de encontrar con la mirada alguna pista que le sea útil pero nada, bajo de la rama y continuó buscándola, cuando encuentre a esos malditos desearan no haber nacido, pensó.

~o~

Aquel hombre pálido y corpulento tenía unas fuerzas sobrenaturales y con ayuda de su katana cortó parte del techo bloqueando así la salida dejándolos atrapados y sin forma de huir. Uno de ellos se lastimó y la ella decidió ayudarle a ponerse de pie, en otro ataque fallido por ese sujeto Aome recordó lo que le había dicho la anciana Kaede en la mañana.

-No sólo puede haber youkais que deseen la perla... También habrán hombres de mal corazón que deseen obtenerla.

Si éste hombre estaba tras la perla podría arrojará lejos para que él ya no los atacara y así todos se salvarían, ahora lo importante es que nadie salga herido. Colocó su mano en el collar donde yacía la perla y en un movimiento rápido lanzó hacia afuera la joya despistado al sujeto pálido.

-La... perla... La perla de shikon...- dice el individuo mirando hacia afuera por donde arrojó la shikon no tama.

-Rápido intenten romper el muro- les ordena a los hombres y ellos asienten acatando su orden sin embargo el muro era demasiado duro y era imposible romperlo.

-Jefecita no se puede- dice uno de ellos.

-¿A quién le llaman jefecita?- y de nuevo el hombre pálido se acerca a ella para atacar tomándole desprevenida y al saber que esta vez no podría huir cerró los ojos esperando el golpe final hasta que para su sorpresa Inuyasha había llegado justo a tiempo protegiéndola del ataque y partiendo el filo de la katana. Aome sonrió sintiéndose feliz de que él haya venido a salvarla.

-¡Ni se te ocurra tocarla!- dice el peliplateado dándole un golpe al sujeto mandándolo directo al suelo y la azabache se sonroja por sus palabras.

-Jefecita nos vamos... Se lo agradecemos mucho- dicen los hombres y saliendo por un hueco que hicieron en la pared.

Inuyasha le regresa a ver con una mirada de preocupación en sus ojos que le hizo sonrojarse más y entonces le dijo:

-¿Te encuentras bien Aome?- le pregunta y ella asiente sintiendo que su corazón latía a mil por hora.

De repente el hombre corpulento se comienza a poner de pie, sus ropas se habían movido y entonces pudieron ver un hueco en su pecho y en el se encontraba un cuervo.

-Justo anoche empezó a comérselo por dentro hasta crear un nido en su pecho- dice Inuyasha para después correr hacia el y atravesarlo justo en el sitio donde se encontraba el cuervo de la muerte y en segundos el cuerpo de ese hombre se convirtió en huesos pero el ave logró escapar.

-¡Mira se escapa!- dice Aome señalando con el dedo.

Inuyasha al oír ésto recordó que lo que acaba de pasar ya lo había vivido, recordó que ese cuervo se trago la perla y Aome con una sus flechas espirituales lo destruyó pero también rompió la shikon no tama en mil fragmentos y eso era justo lo que tenía que evitar.

Ambos se asoman a la entrada del lugar y vieron como el cuervo se tragaba la joya <<Maldición>> pensó Inuyasha al ver como el ave se iba volando. Tenían que recuperar la perla pero pase lo que pase no romperla.

-Inuyasha yo...- dice la azabache sabiendo que el se molestaría con ella por haber arrojado la perla pero se llevó una gran sorpresa cuando él le tomó de la mano y la sacó del lugar corriendo a toda velocidad- Inuyasha espera...-

Inuyasha se detuvo sabiendo que ella no era tan veloz como él y se inclinó.

-Rápido, sube- dice el peliplateado y ella asiente y se sube en su espalda, corrió con rapidez y alzó la vista buscando al ave, cuando la vio notó que ésta ya se había transformado por el poder la perla.

-¿Qué haremos?- pregunta Aome angustiada.

El cuervo los guía hasta un río donde se ubicaba un puente, ahí una mujer y su hijo pasaban sin embargo el ave tomando desprevenido al pequeño, le toma de los hombros llevándoselo por el aire.

Inuyasha al ver ésto deja a Aome en un lugar seguro frente al río y rápidamente va por los árboles para tratar  de alcanzar al youkai, sabía que tenía que tomar una decisión y rápido, salvar al niño o a la perla.

-Inuyasha ¡Por favor salva a ese niño!- le grita Aome desde el otro extremo del río, ella se veía angustiada por el pequeño, sabía que esta decisión los afectaría pero lo hizo.

El peliplateado saltó del árbol tomando impulso y con sus garras destruyó al youkai tomando al niño de sus ropas dejandolo en la orilla y Aome le sonrió, pensó que podría alcanzar al ave antes de que se vuelva a formar sin embargo no fue así ya que el youkai se reconstruyó velozmente y se fue volando con la perla en su interior. Esto no era bueno ¿Ahora como recuperarán la perla?

Entonces recordó que podría destruirlo fácilmente usando el viento cortante, llevó su mano hacia su katana pero entonces se llevó una gran sorpresa al notar que colmillo de acero no estaba y recordó que en esta época aún no tenía su espada <<Maldita sea>>

-¡Hay que alcanzarlo Inuyasha!- dice Aome sacándolo de sus pensamientos y el asintió inclinándose para que ella pueda subirse en su espalda.

-Puedo persivir su olor... No está muy lejos de aquí- dice el hanyou para después comenzar a correr hacia el sitio donde huyó el youkai.

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Un cambio en la línea temporal se suscitó ¿Qué ocurrirá ahora?

¿Inuyasha logrará evitar que la perla se rompa en mil fragmentos?

¿Qué está comenzando a sentir Aome por Inuyasha?

¿Naraku aparecerá pronto?

No se pierdan del próximo capítulo de "Caos en el tiempo" también les invito a leer mis otras historias "El deseo correcto" y "Mi única salvación eres tú"😃😃