
Especial: Love Again (2/2)
Tal y como esperaba, Lan QiRen se hallaba en el Salón escribiendo sobre un pergamino con serenidad; Lan Wangji todavía no se acostumbra al hecho de que su tío se ha permitido más libertad de expresión, como por ejemplo en ese instante, que escribía mientras tarareaba una canción de Yunmeng que los hermanos Wei suelen cantar de vez en cuando gracias al incentivo de Wei WuXian.
Él entró al sitio, inclinándose en dirección al mayo. —Shufu.
—Wangji, ya estás de vuelta —respondió Lan QiRen alzando la mirada con un asentimiento en reconocimiento— ven y cuéntame cómo te fue en la conferencia.
Lan Wangji sintió sus labios curvándose ligeramente. —Mhm.
Y así lo hizo, tratando de detallar lo que más pudo con respecto a la conferencia y la situación con el Líder de Secta Feng y cómo tuvo que prestar ayuda a los Jóvenes herederos.
—Negligencia con su pueblo. —el anciano tarareó pensativo acariciando su perilla— por lo visto están tomando los mismos paso de la Secta Yao —pronunció con desagrado— no tardarán en caer en la completa ruina cuando su gente se vaya en su contra.
—Una vez JingYi mencionó una situación similar con ellos. No es la primera vez que ignoran las solicitudes de ayuda.
—Inhumanos e insólito. ¡Qué vergüenza hacerse llamar cultivadores cuando ni siquiera son capaz de proteger a los suyos! —Lan QiRen estaba indignado— será mejor enviarle una carta al Cultivador Jefe para que esté al tanto de la situación. Estoy seguro de que Nie Jinghui no dejará pasar tales injusticias. —asintió para sí mismo, confiando en el juicio que Wei Qing posee. Hasta el momento, ha sido el mejor Xiandu que ha tenido el mundo del cultivo desde que Wen RuoHan tomó ese puesto.
Obviamente la mujer en un inicio no quería tomar ese lugar por la hipocresía del mundo. Sin embargo, tenerlo significaba tener la autoridad de poder cambiar para bien el comportamiento de las demás Sectas y el manejo de estas mismas. Claro que inicialmente fue el convencimiento de Nie HuaiSang quien movió todos los peones para que sucediera.
—Redactaré yo mismo la carta —Lan Wangji estuvo de acuerdo— no podemos permitir que siga repitiéndose una y otra vez el mismo patrón.
Antes de que Lan QiRen diera otra respuesta, una voz interrumpió las palabras del Anciano. Una dulce y suave voz femenina. —Maestro Lan, ¿cree que podrá prestarme este libro de matrices? Me gustaría consultar ciertos conjuros con A-die.
Lan Wangji quedó rígido en su sitio cuando reconoció a la persona recién llegada quien, tan pronto alzó la mirada del libro que traía en manos, notó su presencia dándole una amplia sonrisa antes de saludarlo. —Bienvenido, HanGuang-Jun; espero que haya tenido un agradable viaje de vuelta a casa.
El hombre reunió toda la fuerza de voluntad para responderle, tratando de sonar lo más impasible posible; él se volvió en dirección a la joven. —Gracias, MingXia. —tragó en seco— asumo que has sido bien recibida.
Wei MingXia carcajeó suave, acomodándose a un lado de la mesa que estaban compartiendo ambos Lan. —Por supuesto, al igual que siempre.
Mientras ellos hablaban, Lan QiRen en silencio miraba de uno al otro sintiendo que algo sucedía. Cuando sus sospechas estaban tomando un rumbo bastante comprometedor, decidió arriesgarse a algo indebido. —Ruego me disculpes, Señorita Wei. Acabo de recordar que dejé un par de libros en mis aposentos que podrían ser de su interés. —anunció levantándose sin perder la elegancia, bajo la atenta mirada de los otros dos.
—¿Shufu?
—Wangji, por favor cuida de nuestra invitada mientras me ausento. —te estoy dando la oportunidad de que aclares tus intenciones, no lo arruines. No se dijo obviamente. Y Lan QiRen estaba tan emocionado, ya que, si sus sospechas se hacen realidad ganarán una gran e inigualable contribución para GusuLan.
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Lan Wangji quería morir ahí mismo.
Una cosa era proponerse mentalmente hacer algo, otra muy distinta era cumplirla sin correr el riesgo de un fallo total. Y en ese mismo instante, su sistema no estaba funcionando como debía puesto a que estaba cien por ciento seguro de que, si no era su corazón el que se le escapa por la boca sería su estómago. Además, ¡fue cruelmente abandonado por su tío!
—Supe que la conferencia fue en Changsha. —Wei MingXia fue la valiente que decidió decir la primera palabra para romper el silencio que se estaba tragando a Lan Wangji— Da-ge y Er-ge estaban precisamente en ese lugar; ellos fueron a ayudar al Joven Maestro Jin y Ouyang junto a mis primos.
Lan Wangji asintió. —Mhm. Los encontré durante su cacería. Ellos estaban bien cuando los dejé.
—Me alegra escucharlo —ella sonaba sincera, sonriendo aliviada— ¿y qué me dice de usted, HanGuang-Jun? He de suponer que la conferencia no dejó lugar a relajación ¿verdad?
Él resopló con diversión bien oculta. —Precisamente —Lan Wangji decidió que ese sería el mejor momento de sacar a colación la duda que no le ha permitido dormir durante tantas noches. Así que, armándose de mucho, mucho valor, habló— MingXia.
La susodicha lo miró con curiosidad. —¿Sí?
Es ahora o nunca. Se dijo.
—Yo...tú... —sus cejas se fruncieron, sintiendo su corazón latiendo a gran velocidad— las bol... las bolsitas...
¿Por qué ahora, después de tanto tiempo de practicar el habla ninguna palabra salía de su boca? Lan Wangji quería golpear su frente contra las baldosas del Yashi, si el resultado sería dejarlo ligeramente aturdido para poder hablar sin inconvenientes, lo haría sin duda alguna.
Wei MingXia fácilmente vio su dificultad para decir lo que quería, por lo tanto, siendo la Joven tan gentil de siempre se compadeció de él. —¿Se refiere a las bolsitas perfumadas¹ además del té?
Incapaz de decir algo, Lan Wangji únicamente asintió.
Ella sonrió. Una cosa pequeña, suave y cálida. —Pensé que sería algo bastante obvio. Pero, debía suponer que no todos captarían tal insinuación con facilidad.
El Jade sintió que se quedaba sin respiración. —¿A qué te refieres?
—Ah, esto es algo vergonzoso —Wei MingXia se removió con timidez, mas no apartó la mirada de él; su corazón se hinchó ante la imagen— pero, ya que hemos llegado hasta aquí no veo el porqué seguir en el anonimato. —ella inhaló profundamente, antes de dejar salir todo el aire— sí, he dado a conocer a través de esas bolsitas mis intensiones hacia usted HanGuang-Jun; sí, he tenido este sentimiento por usted durante años. Sí, estoy enamorada de usted.
Y Lan Wangji juró por todos los cielos, que en ese mismo instante su entorno quedó en absoluto silencio, siendo únicamente capaz de percibir su pulso y las palabras de la Joven delante suyo.
Wei MingXia continuó. —No estoy pidiendo que corresponda a mis sentimientos, tampoco busco incomodarlo al confesárselo. Pero sentí que necesitaba sacarme este peso de encima, prefiriendo arrepentirme por decirlo que por no haberlo hecho. —ella suspiró— además, lo que menos deseaba era que pensara que se trataba de admiración o enamoramiento pasajero de niña; quería que viera en mi la mujer madura que me he convertido. Para mí es un honor amar a alguien como HanGuang-Jun; lo respeto en todos los sentidos, y por ello mismo jamás demostré abiertamente mis sentimientos por usted. Porque lo que menos deseo es provocar incomodidad a nuestro alrededor, así que, no se preocupe que nada cambiará a excepción de que está al tanto de lo que siento.
El Líder de Secta Lan estaba tan estupefacto ante la sutil sinceridad de la Joven, que prácticamente quedó boqueando como un pez fuera del agua. —MingXia...yo...
Ella agitó su cabeza, sabiendo lo difícil que era para él. —Está bien, no se fuerce por darme una respuesta. Mientras me permita estar en su vida incluso cuando no piensa así de mí, es más que suficiente.
El corazón de Lan Wangji se oprimió, sintiéndose impotente por su inutilidad para hablar. ¿Para qué tenía la boca después de todo si ni siquiera podía usarla como corresponde?
Lamentablemente el destino estaba totalmente furioso con él por su incapacidad, por lo que el momento fue interrumpido con la llegada de Lan QiRen quien, al notar la nada del avance de su sobrino estaba hirviendo en ira internamente.
•✦•
"Sí, estoy enamorada de usted"
"Para mí es un honor amar a alguien como HanGuang-Jun"
Lan Wangji cerró los ojos con un suspiro mientras hundía su cabeza en la almohada. Fraude, ¡fracaso total! ¡Ni siquiera dignificó a MingXia con una respuesta!
Él quería llorar, realmente iba a hacerlo sintiendo la decepción de sí mismo. ¡Y tanto se mentalizó lo que haría si una oportunidad de ese calibre se le presentaba, pero ni siquiera dijo una palabra!
¡Idiota! ¡Idiota! Se reprendía mentalmente con impotencia. ¡A estas alturas iba a quedar soltero de por vida! ¡Incluso Jiang Wanyin se casó antes que él! ¿Qué le pasa al mundo?
Esa noche y las siguientes, apenas pudo pegar un ojo.
•✦•
Comenzó de la manera menos pensada y lentamente.
Lan Wangji visitaba con frecuencia Medialuna para pasar sus tardes con Wei WuXian y Wang YuLan, y también darle lecciones a sus hijos; entonces, era natural ver al honorable HanGuang-Jun pasear por las calles de Mengxiang siendo bien recibido por los habitantes de dicha ciudad.
—¡Buenas tardes, HanGuang-Jun!
—¡Qué alegría verlo por Mengxiang!
—¿HanGuang-Jun, ya ha venido a darle sus lecciones a los Jóvenes Maestros?
El Jade se detuvo frente a Rui Ling, el vendedor de bollos de la aldea. Lo saludó con una ligera reverencia antes de responder. —Así es, Maestro Rui.
—¡Ah! en ese caso, por favor. ¿Podría llevar estas encomiendas para ellos? —preguntó amablemente el anciano.
—Por supuesto.
—¡Perfecto! Verá, estos ochos son bollos con picante añadido. Seis son ultra picantes, y dos más suaves —le explicó entregándole una canasta que traía las bolas de masa envueltas en mantas. Luego, para curiosidad del Jade, le entregó una más pequeña que contenía dos bollos— y estos dos bollos están sin picante. Son para la Señorita MingXia.
Lan Wangji se detuvo unos momentos procesando esas palabras. —¿Sin picante?
El Maestro Rui Ling lo miró. —¿No lo sabía? La Señorita MingXia no soporta el picante. Desde pequeña no puede, incluso cuando intentó consumirlo para igualar a sus hermanos y al Maestro Wei. —él sonrió con afecto— tenía que haberla visto, HanGuang-Jun; tan pequeña y determinada porque quería saber que se sentía tener aliento de fuego ¡Como un dragón! Dijo ella. —agitó su cabeza divertido— es increíble cómo pasa el tiempo.
Lan Wangji se encontró devolviéndole inconscientemente la sonrisa. Aunque una más pequeña. —Usted les tiene cariño.
—¡Por supuesto! ¿Cómo no con niños tan buenos y amables como ellos? —Rui Ling sonaba orgulloso— nuestros Jóvenes Maestros son el orgullo de Mengxiang.
El Jade asintió de acuerdo, antes de saludar nuevamente. —Llevaré esto en su nombre, gracias por su amabilidad.
—¡Ah! no es necesario. Es un placer para mí.
Con es información en mente, Lan Wangji ya estaba preparado para eventos futuros. Había convivido durante unos años con las familia de Wei WuXian, y jamás se dio cuenta de ese importante detalle. Por supuesto, había visto a Wei MingXia ordenar la comida durante visitas a posadas en cacerías, sin embargo, nunca se fijó si ella las consumía.
Ahora que recuerda, siempre son los platos preferidos de sus hermanos. Los únicos diferentes y no picosos, eran casi similares a los gustos de Lan Wangji.
Wang YuLan una vez le comentó que MingXia, es la única de todos sus hijos que tiene aversión a la carne. "—Cuando tenía seis años vio cómo el Señor Zhu le quitaba la piel a un conejo, y A-Xia ama los animales. Para ella fue un trauma ver cómo trataban cruelmente a una criatura tan tierna y luego ser consumida como alimento."
Y Lan Wangji no halló una razón para encontrar ese trauma ilógico. Después de todo, sería hipócrita de su parte cuando posee una ligera fobia a los insectos solo porque una vez una libélula se acomodó en su cama asustándolo en el proceso. Wangji tenía ocho años, y era aterrador sentir cómo diminutas patas caminaban por su brazo en medio de la oscuridad mientras dormía.
No durmió en esa cama por una semana, eligiendo compartir la de XiChen; su hermano siempre fue comprensivo, por lo que únicamente lo recibió sin preguntas, pero encargándose de cambiar sus sabanas para darle más seguridad.
Entonces, comprende más o menos adquirir un miedo a algo que no puedes controlar.
Así que, a medida que pasaba el tiempo iba adquiriendo cosas nuevas sobre MingXia que nunca había notado. Como por ejemplo que, de todos sus hermanos solo ella y SiZhui saben cocinar gracias a YuLan. O que prefiere las prendas de discípulos varones que las femeninas. Por lo tanto, Wang ZhongYi se había encargado de que fabricaran las túnicas de su nieta a su gusto, lo que se traspasó a MeiXiu que también prefiere libre movilidad durante sus entrenamientos.
Otra cosa que aprendió de la Joven, fue su amor a la música, poesía y literatura. Junto a Nie HuaiSang se permitió abrirse al mundo de la autoría, en donde compartiría sus historias siendo apoyada por su familia; de hecho, Lan Wangji se vio sorprendido cuando se enteró que uno de sus libros de poesía favoritos, fue escrito por la misma Wei MingXia cuando tenía once años. Después de todo lo hizo bajo el seudónimo de: Yìng Shān Hóng².
El sentimiento que le transmitió cada verso, fueron un apoyo emocional para sus momentos difíciles cuando aún lloraba la "muerte" de Wei WuXian. ¿Quién iba a imaginar que fueron las palabras de una niña su sostén en aquellos instantes?
—Me encantaba la idea de transmitirle a las personas mi alegría, lo afortunada que me siento de estar en esta vida. Pensé, hay quienes necesitan aunque sea una palabra de aliento que haga la diferencia, y si por medio de la escritura de mis pensamiento podía hacerlo. ¿Por qué no compartirlo? —fue la sabia respuesta de MingXia cuando él le hizo la pregunta de qué fue lo que la inspiró a escribir poesías o historias.
Las admiración hacia la menor había comenzado con más intensidad sin que se diera cuenta; a medida que transcurría el tiempo, Lan Wangji iba viendo claramente en la mujer que MingXia se iba convirtiendo.
Lo vio en su forma de tratar situaciones de estrés para cualquiera; lo vio en cómo presentaba argumentos estando presente en una reunión, donde su opinión era bien recibida. Ella no era una niña, a los catorce años MingXia podía asistir a conferencias solo porque quería aprender más sobre las políticas de las Sectas; es por eso que a los quince cuando los herederos fueron a Gusu por su año de estudios, se le dio la oportunidad a ella para ser participe de este evento; a los dieciséis ya estaba comenzando a hacerse su propia reputación tal y como su padre. A los diecinueve estaba recibiendo el título por el que se le reconoce hoy en día.
Entonces, mirando de ahí hacia atrás. Todos esos años fue el tiempo que le tomó a Lan Wangji darse cuenta de que ese sentimiento de admiración se había transformado en algo más.
Entonces, viendo que todo estaba sucediendo de esta manera. ¿Cómo se atrevía a dejar pasar esta gran y única oportunidad?
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Una semana después en Mengxiang...
El día iniciaba con los discípulos preparándose para una cacería en XiuLu. Recibieron una petición de ayuda de la aldea, y como son territorios bajo la protección de la Secta Wang obviamente sus miembros asistirían felizmente incluso si no lo fueran.
Sin embargo, nadie esperaba que el reconocido Gran Maestro Lan QiRen llegara a Medialuna, siendo acompañado por un grupo de discípulos que transportaban una gran cantidad de objetos para desconcierto de todos.
Wei SiZhui fue quien lo recibió tan sorprendido como el resto. —Es un placer recibirlo aquí en Medialuna, Gran Maestro Lan. ¿En qué podemos ayudarle?
Lan QiRen que intentaba suprimir su emoción respondió civilizadamente con una reverencia. —El placer es nuestro, Joven Maestro Wei. —aclaró su voz— he venido en nombre de nuestro Líder de Secta para hacerle una petición a RiLiang-Zun.
El heredero Wang parpadeó. —¿Petición?
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Wei WuXian y Wang YuLan se sentaron frente al Maestro de todas las generaciones, procesando bien su asombrosa petición. —¿HanGuang-Jun pidió la mano de mi hija en matrimonio?
—Precisamente —asintió el Lan.
—¿Estamos hablando del mismo remilgado Lan Wangji?
La ceja de Lan QiRen tembló. —Solo tengo un sobrino con ese título, Líder de Secta.
Wang YuLan contuvo la sonrisa que amenazaba con dibujarse en su rostro mientras su marido se recuperaba del impacto. —A-Ah perdone, Gran Maestro. Es solo que me sorprende que Lan Zhan se haya atrevido al fin en dar el siguiente paso con A-Xia después de tanto tiempo desde que se dio cuenta de sus sentimientos —él cerró su mano en un puño llevándolo a la altura de su boca, y tosió— uhm, bueno. Supongo que eso significa que A-Xia se confesó también, por lo tanto, no veo porqué no.
Lan QiRen parpadeó. —¿Enserio? ¿Así de fácil?
Wang YuLan se mordió el labio para no reír. —Como ha dicho Mi Señor, Gran Maestro. Los sentimientos entre ambos vienen desde hace mucho, solo faltaba que ambos dieran el gran paso; así que, no hay inconvenientes en firmar el compromiso.
Wei WuXian le dio una suave sonrisa a su esposa. Añadió. —Entonces, ¿cuánto durará el periodo de cortejo? Aunque, en vista de que ambos han estado intercambiando obsequios inconscientemente ¿podría tomarse en cuenta?
Lan QiRen parpadeó. —Wangji insistió en querer cortejar a la Señorita Wei como es debido. Él desea esperar al cumpleaños número veintidós de su prometida.
—Oh, eso será en tres lunas más —Wang YuLan estuvo de acuerdo— entonces, tres meses de cortejo y la boda se llevará a cabo en la próxima primavera.
Por primera vez en años, Wei WuXian vio una sonrisa de verdad en el rostro de Lan QiRen. Tuvo que restregarse los ojos para cerciorarse de que no se trataba de una pesadilla. Además, tomando en cuenta la situación. ¿Eso significa que él y Lan QiRen son consuegros o algo parecido?
La idea lo hizo estremecerse. Pero ya no había vuelta atrás. Todo por la felicidad de su preciosa XiaoXia.
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Cuando Lan Wangji recibió la respuesta positiva de Lan QiRen y el contrato de matrimonio firmado por los Líderes de MengxiangWang, casi se desmaya de la impresión. Después de días de ocultarse como un cobarde sin saber cómo proceder, al fin se atrevió a dar el siguiente paso.
Para ese momento, el Jade se hallaba de pie a la entrada de Ciudad Yi sabiendo que Wei MingXia estaba aún en aquel lugar; fue recibido sorpresivamente, por un sonriente Xiao XingChen quien lo guio en dirección a su hogar. Porque tal parece que el hombre sabía algo, ya que lo llevó donde precisamente estaba la Joven.
Cuando la vio, todo el aire de sus pulmones lo abandonó.
Wei MingXia estaba agachada en medio del patio, hablando dulcemente con Song Jiang, el segundo hijo de Xiao XingChen y Song ZiChen de cinco años. El niño parecía haber estado llorando, pero mientras la Joven secaba sus lágrimas, una sonrisa poco a poco se iba ampliando en el rostro del infante. —Así que, no te desanimes cariño. Esto es solo un comienzo, ya verás que pronto podrás dominar el arte de los talismanes.
—Está bien, Xia-Jie. ¡Trataré de avanzar a mi ritmo como dijiste!
Wei MingXia le dio una sonrisa brillante. —¡Ese es el espíritu!
Xiao XingChen decidió hablar en ese momento. —A-Xia, alguien ha venido a verte.
La cabeza de la Joven se giró en su dirección, y Lan Wangji temía desmayarse ahí mismo; más aún cuando MingXia le dio una de sus sonrisas cálidas. —HanGuang-Jun.
—Ustedes hablen, no te preocupes, A-Xia. Me encargaré de A-Jiang —dijo Xiao XingChen, intercambiando asentimientos con la menor.
—Está bien, Xiao-shishu.
Dicho esto, el cultivador de SanRen se llevó al alegre niño dentro de la residencia dejándolos a los dos completamente solos.
Lan Wangji decidió hablar primero antes de perder la valentía. —Sé que insiste en que no había una obligación de mi parte en corresponder tus sentimientos. —sus puños estaban apretados— quiero decirte que no es así. Yo...realmente. —exhaló brusco— Te amo.
Wei MingXia quedó sin aliento. Sus hermosos ojos esmeralda brillaron lleno de asombro e inocencia. —¿Ah?
—Te amo, MingXia —Lan Wangji repitió, dándose cuenta de que el pánico se había ido— y deseo cortejarte. Quiero que seas mi esposa.
La heredera Wang, únicamente pudo quedarse quieta y en silencio parpadeando en repetidas ocasiones como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. Cuando de pronto, pareció darse cuenta de que en efecto estaba pasado.
—Quieres...yo... —Wei MingXia llevó ambas manos a su rostro; el Jade notó el temblor en ellas para su gran preocupación— perdón, es solo que jamás esperé esta propuesta.
Lan Wangji estaba angustiado. —Lamento si te hice sentir incomoda y no deseabas esto...yo..
—¡No! —MingXia lo interrumpió, dejando a la vista su ruborizado rostro para encanto del hombre— nada de eso, por supuesto que quiero esto. Dioses, lo deseo tanto. Simplemente...me tomó desprevenida, es todo. —ella tragó— estaba resignada a que sería un amor imposible.
Solo recién el peso de sus hombros se fue. Lan Wangji no pudo soportarlo más, y atrajo a la doncella hacia sus brazos estrechándola contra su cuerpo. Sus orejas estaban hirviendo, y él no era el único que estaba temblando como si se fuera a desmoronar. Wei MingXia se aferró a él, cerrando los ojos para inhalar su aroma.
—También te amo —murmuró ella— siempre lo he hecho, HanGuang-Jun.
—Lan Zhan.
Wei MingXia alzó la vista para mirarlo a los ojos. Ella sonrió. —A-Zhan.
La respiración del hombre se vio obstruida por unos momentos, antes de inclinarse y reclamar los labios de la menor. Wei MingXia hizo un ruido de impacto, dejándose guiar por su amado en aquel tierno beso.
Todo era perfecto. ¿Qué más debería pedir?
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Se casaron una linda y cálida tarde de primavera. Claro que después de muchas pruebas superadas, Lan Wangji obtuvo la aprobación de los hermanos de su amada y familiares.
Como se trataba de la boda de un Líder de Secta, por insistencia de sus familias la ceremonia se celebró en grande. Claro que esto se debió a que Nie HuaiSang fue muy mezquino al insistir en que, si Lan Wangji no aceptaba que él fuera el organizador jamás lo perdonaría por llevarse a su pequeña flor. Y eso se extendía a la familia de MingXia (dejando fuera a sus padres, hermanas y abuela), por lo que el hombre se vio incapaz de negarse.
Incluso cuando Wei MingXia insistió en que una pequeña ceremonia del té era más que suficiente. —¿Por qué tanto escandalo? Si esto se complica demasiado, A-Zhan y yo estamos pensando seriamente en fugarnos incluso si es el Líder de Secta.
—Yo apoyo eso —estuvo de acuerdo el Jade, rodeando a la menor de la cintura.
Tanto su Nie-shushu como Lan QiRen hicieron ruidos de indignación. Wei WuXian y Wang YuLan por su parte, lucían orgullosos. —¡Esa es mi hija!
Al final terminaron ganando, y se armó una gran fiesta. Una incluso más ostentosa que las de los Jin a pesar de estar prohibida la extravagancia para los Lan; pero se trataba del tan querido HanGuang-Jun y la nueva Madam Lan. ¿Cómo no permitirían tal liberación?
Cuando llegó el momento en que los recién casados debían irse a las cámara nupciales, Lan Wangji no pudo evitar pensar con el corazón hinchado de alegría que, después de todo el dolor del desamor, la vida le permitió tener otra oportunidad de volver a amar de verdad. Algo que sucedió cuando menos lo esperaba, resignado a una vida de soledad. No esperaba tener la oportunidad de permitirse amar de esta manera y ser tan feliz.
Un año después, nuevamente se repetía lo afortunado que era por vivir esta segunda oportunidad. Cuando cargaba en sus brazos, a su primer hijo recién nacido. Su amada mirándolo desde la cama, con una sonrisa suave y amorosa que cada día lo enamora más.
Habían sido las horas más largas de toda su vida llenas de angustia. Tan pronto Wei MingXia entró en labor de parto, Lan Wangji envió el aviso a Wei WuXian y Wei Qing. Ellos por supuesto llegaron en menos de una varita de incienso.
—¿Qué dices? Definitivamente tiene tu nariz —dijo ella, dándole espacio a su marido para que se sentara a su lado— ¿qué nombre quieres ponerle?
Lan Wangji miró a su hijo con detenimiento, y respondió. —Lan Yun.
MingXia ladeó su cabeza. —¿Como Luz del sol?
—Como Luz del Sol —él asintió, luego, preguntó— ¿nombre de cortesía?
Ella sonrió. —Me gusta XiGuang.
—Luz de esperanza —Lan Wangji pronunció por lo bajo, probando el nombre entre sus labios. Él le dio una pequeña sonrisa— es perfecto.
—¡Por supuesto! Es el primogénito de HanGuang-Jun después de todo. —Wei MingXia le guiñó un ojo descaradamente— ¿Cómo no sería perfecto si ya eres perfecto?
—A-Xia —el Jade sonaba tímido. Sin importar el tiempo de casados que llevan, su amada siempre sabe cómo provocarlo.
Ella se echó a reír. —Está bien, está bien amor mío. Dejaré de alabar la perfección de mi marido. No diré más en voz alta lo increíblemente maravilloso o perfecto que es. Tampoco lo bueno que eres en la ca...
Fue silenciada por los labios del mayor, quien no pudo soportar más las burlas para deleite de la Joven. Lan Wangji pensaba con afectuosa exasperación, por qué de todos, Wei MingXia tuvo que sacar ese lado de sus padres; nunca sabe cuándo detenerse. Tanto Wang YuLan como Wei WuXian saben cómo sacarlo de sus casillas con simples burlas. Sin embargo, las de MingXia siempre van a otro nivel.
Nivel que significa terminar los dos envueltos en un lio de sabanas, con la respiración entrecortada, marcas en la piel de su esposa y él mismo.
Ese tipo de nivel.
Claro que no podía negar que ama todo de MingXia. Independiente de cómo le encanta avergonzarlo o pincharlo hasta tener reacciones de él; pero también ama sus lados suaves, tales como cuando llega de un día agotado y ella lo está esperando con la cena lista y preparada por sus manos. Un baño de agua caliente para relajarlo y liberarlo de la tensión, el té mágico antiestrés que es su pan de cada día.
Incluso cuando cumple sus funciones como esposa del Líder de Secta, ella se toma el tiempo de atenderlo y del mismo modo, él le devuelve la misma atención que se merece. Son un matrimonio, los dos dan lo mismo que reciben.
Y es esa dualidad que hace del matrimonio algo maravilloso.
Lo que el futuro les tenga preparado, lo esperará felizmente con los brazos abiertos. Teniendo a MingXia a su lado, nada es aburrido e inalcanzable. Siempre hay nuevas aventuras y cada día se conocen en profundidad.
Por eso, su más grande deseo es que esta magia nunca se acabe.
Aleta~
★★★★★
¹Las bolsitas, hechas de seda con polvo de hierbas olorosas dentro, eran considerados como un símbolo de estatus de la nobleza en la antigua China. Los amantes se intercambiaban estas bolsitas como promesa de amor. Para los budistas, llevar una bolsita entre la ropa aleja el mal.
²(映山红) "YìngShānHóng" = Azalea.
La Flor Azalea simboliza la alegría y la esperanza, pero también la feminidad.
En la antigua China se originó una leyenda que hablaba de esta flor. La cual afirmaba que hubo un emperador que fue famoso por sus muchas victorias en batallas y guerras. Sin embargo, a pesar de su gloria, sentía una terrible soledad en su corazón. Un día, él recibió un ramo de azaleas. Estaba muy feliz y encantado por la belleza de estas plantas, que decidió sembrarlas en su jardín. Después de eso, el emperador encontró a la mujer de sus sueños. De ahí que en ese país relacionan las azaleas con el amor.
Wei MingXia:
Nota: ¡Y entonces! Llegamos al final definitivo de este fic. ¡Todos tuvieron su final feliz!
Ya que era un especial para Lan Wangji y su pareja, obviamente me centre únicamente en ellos. Lo que sucede con los demás, lo dejo a su imaginación 🤭
¡Espero les haya gustado!
¡Adiosito! ✌🏻😘🏳️🌈
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