Wei WuXian tenía todas las razones posibles para sospechar que su esposa estaba planeando algo; sin embargo, confía lo suficientemente en ella para caer en sus trampas sabiendo que jamás le harían daño.

Agitando su cabeza con una sonrisa, accedió. —Está bien —Wei WuXian se levantó, dándole un beso en la frente a su esposa— volveré en un rato, Xingan.

Wang YuLan agitó su mano, más emocionada que de costumbre. —¡No te preocupes, tómense el tiempo que necesiten!

Dicho esto, ella les guiñó un ojo y por alguna razón, Lan Wangji sintió que sus orejas se calentaban. Una reacción biológica suya que no había tenido en años. Algo que olvidó cómo se sentía, cada vez que su hermano se burlaba de él o el mismo hombre que tiene a su lado cuando este intentaba de todas las maneras conseguir una reacción suya.

A diferencia de él, Wei Ying lucía totalmente calmo a pesar de la evidente insinuación sorprendente de su esposa. Lo que hizo que nuevamente esa punzada hiciera doler su pecho. Aquel dolor que le recordaba día a día lo total idiota que fue por haber dejado ir a la luz de su vida.

—Ah, no le hagas caso, HanGuang-Jun —la voz de Wei WuXian lo sacó de sus pensamientos. No se había dado cuenta de que ya se encontraban fuera del Salón Encanto— A-Yu suele bromear con cualquier hombre que vea juntos.

Lan Wangji tragó el nudo en su garganta, obligándose a responder. —No hay necesidad.

Se detuvieron, una vez que estuvieron lo suficientemente lejos de la entrada y los oídos de todos. Wei WuXian, se paró cara a cara con el Jade; él pareció buscar algo con su mirada en el rostro del otro, antes de decir. —¿Y bien? ¿Hay algo de lo que quieres hablar?

¿Algo que hablar? Oh, Wei Ying; si tan solo supiera todo lo que Lan Wangji quería decirle. Tanto que deseaba contarle y preguntarle. Mas, como siempre, ninguna palabra podía salir de sus labios sin arruinarlo. Sin avergonzarse en el proceso, por todas las ganas que tenía de suplicar por su perdón, por pedirle patéticamente una oportunidad. Quizás, tener la suerte de recibir unas migajas de su amor.

Sin embargo, por cómo estaban las cosas Lan Wangji jamás se atrevería a ser egoísta y pedirle algo imposible. Era obvio que Wei Ying no sentiría lo mismo que él; es evidente en sus ojos, por cómo mira a su esposa, que la ama. Algo que pudo haber sido suyo, si tan solo no hubiese sido un cobarde. Por ser un devoto de sus reglas, por su fidelidad para con su Secta; al final, terminó arruinando su propia vida y todos en GusuLan se arrepienten de sus acciones pasadas y los errores que cometieron.

En cambio, lo único que pudo articular fue. —¿Có...Cómo has estado?

La sonrisa de Wei Ying fue amplia y sincera. —Mejor que nunca. ¿Qué me dices de ti? ¿Cómo están tu hermano y tío? Supe que GusuLan tuvo una reforma en sus reglas. ¿Es verdad?

—Mhm, es cierto. Los ancianos estaban avergonzados de su mal actuar.—respondió con detenimiento— Xiongzhang y Shufu están bien ellos...ellos se sienten culpables por lo que sucedió.

Por alguna razón, esto sorprendió a Wei WuXian. —¿En verdad? ¿Y eso por qué?

Lan Wangji frunció ligeramente el ceño. —Los Wen no eran peligrosos. Las investigaciones revelaron que solo eran civiles —una expresión de culpa cruzó por los ojos del mayor—...todos sintieron culpa por no haber creído en Wei Ying; sobre todo, cuando se supo que había un niño entre ellos.

Wei WuXian se contuvo de resoplar con ironía. La típica hipocresía del mundo, cuando el daño ya estaba hecho. Tuvo que desaparecer el Patriarca de Yiling para que recién movieran sus traseros a hacer una debida investigación sobre los verdaderos hechos.

Obviamente él ya estaba al tanto de todo; sin embargo, nunca dejó de molestarlo el hecho de que ahora que no estaba para defenderse, sintieran compasión y creyeran en su palabra. Teniendo que recurrir a desaparecer del mapa para recién lograr algo. ¿Es que la gente perdió su empatía hacia el resto? ¿Por qué nunca se preguntaron la razón por la cual Wei WuXian hizo todo esto? ¿Realmente son todos unos ciegos o se hacían?

Lo que sea; esto ya no es asunto suyo.

Optó por desviar su enojo. —Creo que oí algo así. Pero ya qué —su sonrisa no declinó— por cierto, ¿qué ha sido de ti? ¿estás casado? Espero que lo seas, HanGuang-Jun; alguien debe haber logrado que tu persona se halla suavizado ¿verdad?

Lan Wangji presionó el puño que yacía en su espalda. Se obligó a mantener la calma en sus palabras. —No.

—¿No? —Wei WuXian estaba genuinamente sorprendido. Sin embargo, algo debió reflejarse en la expresión de Lan Wangji para no seguir insistiendo en ese tema. Así que, Wei WuXian decidió hablarle de su vida y todos estos años lejos.

Cómo los Wen cambiaron sus apellidos, en especial su familia más cercana a Wei. Adoptando a su Qing-Jie y Ning-di como hermanos, y al pequeño A-Yuan como su hijo.

Le habló de lo cálidos y amables que fueron los Wang cuando los recibieron, prácticamente haciéndolos sin problemas parte de su familia. de cómo le ayudaron a regresar al camino de la espada, sin juzgarlo por su nuevo método de cultivo. Al contrario, le dieron un gran apoyo haciéndolo sentir en casa.

Mientras más detalles escuchaba Lan Wangji del relato de Wei WuXian, más profundo se incrustaba la daga en su pecho. Pero no podía seguir siendo egoísta, cuando jamás tuvo el corazón de Wei Ying o arruinar con su molestia y celos la alegría de su amado.

Siendo razonable, se sintió feliz por él; alivio también, al enterarse de que nunca estuvo solo y tuvo la ayuda que necesitaba para restaurarse en cuerpo y alma. El Wei Ying que se encuentra delante suyo, si bien se ve más maduro, recuperó ese brillo que alguna vez poseyó en su adolescencia.

Y todo gracias a Wang YuLan. La mujer que se convirtió no solo en su esposa. Sino que en su confidente, mejor amiga, refugio y hogar. La madre de sus hijos, la persona con quien pasará el resto de su vida amándose, cuidándose y apoyándose en las buenas y en las malas.

Todo lo que él no pudo darle a Wei Ying.

Mientras su corazón lloraba herido, Lan Wangji se obligó a permanecer impasible como si no le hubiese afectado. —Me...alegro por Wei Ying.

Wei WuXian suspiró. —Lan Zhan, ¿qué es lo que quieres en realidad?

Lan Wangji inhaló brusco. Tanto por oír nuevamente su nombre de los labios de Wei WuXian, como por la pregunta repentina. —¿Perdón?

—Sabes de lo que estoy hablando —Wei WuXian se volvió por completo hacia él, luciendo calmo a pesar del calor de la conversación— ¿por qué de pronto quieres hablar conmigo o acercarte a mí? ¿por qué de pronto te interesas en saber qué ha sido de mi vida? ¿por qué de pronto te importo?

El Jade entró en pánico. —No yo...

Pero Wei WuXian lo interrumpió. —¿Es acaso tu manera de mostrar tu lástima hacia mí por lo que pasó hace quince años? Porque te puedo asegurar que no necesito de la compasión de nadie; tampoco debes sentirte responsable de no haber logrado que volviera al camino correcto. Sabías que jamás aceptaría ir a tu Secta para ser castigado, después de todo ¿quién querría tratar con alguien a quien odia tanto? —él se rio con tanta naturalidad, como si sus palabras no hubiese causado conmoción en Lan Wangji— deberías estar feliz de no tener que lidiar con el cultivador demoníaco, la causa de tus dolores de-...

—¿Qué-? ¡No-! —Lan Wangji se veía horrorizado, fue como si algo lo impulsara a defenderse porque no habría otra oportunidad— Wei Ying. ¿Cómo puedes pensar tan humildemente de mí? ¿Realmente creíste que deseaba castigarte por algo que te trajo de vuelta y nos salvó a todos la vida? Sí, estaba preocupado por tu salud; te estabas haciendo daño, no sonreías como antes...quería protegerte, ayudarte. Jamás te odie. Nunca podría hacerlo.

Esta vez fue el turno de Wei WuXian de sorprenderse. —¿Cómo? ¡Pero si nunca me toleraste!

El Jade habló con frenesí. —No era eso. Wei Ying, tú eras todo lo que difería a lo que estaba habituado. Sin embargo, eso fue lo que me atrajo de ti. Rompías las reglas, eras ruidoso, lindo, amigable, siempre sonreías y estaba tan confundido que no sabía cómo sentirme al respecto o cómo hablar yo...

El rostro de Wei WuXian estaba ruborizado. Y Lan Wangji solo se dio cuenta de lo que había dicho, cuando se detuvo para mirarlo. —Lan Zhan...tú...¿estabas enamorado de mí?

Tomando aire, a pesar de su vergonzosa confesión, Lan Wangji decidió que no sería nunca más un cobarde. Así que, con toda determinación respondió. —Aún lo estoy...

Tan sumidos en la mirada del otro estaban, que ninguno fue capaz de escuchar el chillido agudo que vino de algún lugar en específico. Ni siquiera el silencio que acaparó el momento se los permitió.

La mente de Wei WuXian era un caos total.

Después de años, y prácticamente dos vidas al fin tenía respuestas da aquellas dudas que no le permitieron dormir en noches. Muchas veces fue la causa de su baja autoestima. Pensar que la persona a quien tanto admiraba lo odiaba o no toleraba, que su sola presencia le desagradara recibiendo comentarios hirientes siempre. Hicieron que se sintiera inseguro de sí mismo, algo con lo que tuvo que batallar pero que, con el apoyo de Wang YuLan logró superar.

Ahora, él viene y le confiesa así sin más, en un arranque de desesperación trece años después que en realidad se comportó como un idiota por su incapacidad de comunicarse. ¿Qué clase de juego de mierda era este?

De pronto, no pudo tolerarlo más. Wei WuXian explotó en una risa histérica. Algo que no le había sucedido en años. Cosa que preocupó a Lan Wangji. —¿Wei Ying?

—Esto....¡Esto! ¡Tiene que ser una jodida broma! —exclamó, frotándose el rostro con una mano— Solo...¡¿Qué carajos, Lan Wangji?!

El aludido, abrió y cerró la boca sin saber qué decir. —Yo...no quise...

—Oh, por favor, por favor no digas nada —lo detuvo, hablando con ironía. Wei WuXian tomó un par de respiraciones, antes de encararlo—...una vez te consideré mi Zhiji.

Lan Wangji soltó un sonido estrangulado.

El menor continuó. —Te amaba, joder. ¡Te amaba tanto que hice todo lo que estuvo a mi alcance para protegerte y no arruinar tu reputación al estar cerca de mí! Incluso si tú me odiabas, o eso parecía ser; por eso te alejé, sin embargo, lo hiciste más fácil al alejarme cada vez más con tus reproches y rechazos —sonrió amargamente— Y ahora, me estás diciendo que me amas, cuando yo ya seguí adelante. Cuando me alejé de todo y jamás me buscaste.

Wei WuXian abrió los brazos. —Ahora, cuando soy otro hombre y me abrí a amar a alguien de nuevo. Con quien hice una hermosa y maravillosa familia. ¿Qué querías que hiciera, Lan Zhan? ¿Sentarme a esperarte eternamente? Muchas noches lo hice. Esperé a que me miraras, a que vieras a través de mi corazón. Pensé que de todos, tú me conocías más que nadie. ¡Porque confié en ti como mi alma gemela, y sabrías cuales eran mis intenciones! Claro, fue algo estúpido en vista de que siempre me rechazabas.

—Lo siento...realmente lo siento, Wei Ying —la voz del Jade era temblorosa— perdóname por todo el daño que te he hecho.

El menor, soltó una risa seca. —Hace mucho tiempo que lo hice, Lan Zhan; si quería seguir adelante, tenía qué. Dolió, por supuesto que dolió. Sin embargo, logré superarlo. —Wei WuXian alzó el mentón con orgullos— dejé en el pasado todo ese dolor, caminé hacia un nuevo amor y no me arrepiento de nada; ahora, dime, ¿qué harás tú?

Ninguno de los dos notó en qué momento las lágrimas se les escaparon. Mirándose cara a cara con dolor y resignación, sólo podían expresar todo a través de los ojos.

Para el Lan, era más que obvio. Todo esto fue su karma, por negar su propia humanidad. Por dejar que tres mil reglas vivieran por él; por dejarse controlar a base de estas mismas por personas que se olvidaron de lo que define a un ser humano.

Él mismo envió a su amado a los brazos de alguien más, al no ser capaz de tomar una decisión por sí mismo.

Lan Wangji agitó su cabeza, viéndose desolado. —Incluso si no merezco tu perdón, soy egoísta por pedírtelo y desearlo. —tragó con dificultad, pero no podía detenerse ahora— y soy egoísta, al desear por lo menos...tu amistad.

Sus pechos subían y bajan por la agitación, como si hubiesen corrido una maratón o algo parecido; las lágrimas aún se derramaban, el temblor en sus cuerpos se atenuaba pero el agarre firme que tenían de sus puños no. Tenían los nudillos blanquecinos a causa de la fuerza ejercida, y podrían jurar que, al clavar tan profundo sus uñas causaría que la sangre brotara. Mas no dejaron de hacerlo.

Wei WuXian le dio la espalda. —Lo pensaré. Sin embargo, tendrás que trabajar duro si quieres conseguir algo.

Y sin más se marchó de regreso al salón. Necesitaba un buen trago de vino y las risas de su esposa. Oh, no estaba ni lejos de ella y ya extrañaba a Wang YuLan.

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Cuando Wei WuXian regresó con su familia, todos continuaban hablando felizmente entre ellos ignorando a todo el mundo que los rodeaba.

Pudo ver el momento en que Nie HuaiSang le susurró algo a Wei Ning, provocando que este se riera con regocijo. O cómo Wei Qing y Nie Mingjue intercambiaban una mirada llena de afecto, a lo que sea que su sobrino A-Qiang había dicho. También cómo su suegro y suegra se sostenían de las manos, feliz de tener esta alegría.

Y por sobre todo, pudo ver cuando Wang YuLan notó su presencia. Enamorándolo nuevamente, tan pronto vio cómo sus ojos se iluminaban dándole una amplia y bella sonrisa. —Zhàngfu¹

¿Cómo no iba a apreciar todo lo que ha formado con esta maravillosa mujer? Todo, absolutamente todo para él era más que perfecto.

Wei WuXian le sonrió de vuelta, inclinándose para besarla en los labios. Él contestó por lo bajo un. —Qīzǐ²

Obteniendo un adorable sonrojo en las mejillas de su esposa, como cada vez que él le expresa su afecto. Ya sea descaradamente o bromeando con ella.

Wang YuLan puchereó. —¿Cómo te fue con HanGuang-Jun? ¿Ya se pusieron al día? —ella agitó sus cejas sugestivamente— o, el prístino Segundo Jade de GusuLan se dio cuenta del partidazo que es mi XianXian y decidió seducirlo. ¿Sabes? No me molestaría en absoluto que tuvieses un amorío con Lan Wangji. De hecho, yo misma organizaría sus encuentros casuales. Joder, está que arde. ¡No mentías!

Wei WuXian agitó su cabeza con una carcajada ante las ocurrencias de su amada. —Eso quedó en el pasado, A-Yu. —suspiró— Lan Zhan pidió mi perdón, y quiere que le de una oportunidad para ser amigos o algo así.

RiLiang-Zun no supo cómo reaccionar cuando todos, desde sus hermanos hasta sus suegros le entregaron bolsas de dinero a Wang YuLan.

Nie HuaiSang, de hecho, se quejó. —¡No es justo! Yu-Jie conoce a su esposo más que nadie; además, tiene más experiencia en la interacción de personas.

—No es mi culpa tener siempre la razón, A-Sang —dijo con orgullo, tanteando las bolsas de sus premios. Solo recién, Wei WuXian comprendió lo que estaba sucediendo.

—Un momento. ¿Todos ustedes apostaron sobre qué trataba mi charla con Lan Wangji? —él no sabía si reír o llorar.

Wang Yawen, sonrió con disculpa. —Lo sentimos, A-Ying; la emoción de A-Yu se nos fue compartida, y todos pensamos en que no le haría daño a nadie crear historias entre HanGuang-Jun y RiLiang-Zun gracias a su repentina charla misteriosa.

Wei WuXian farfulló. —¡Muqin!

Sin embargo, antes de que alguien añadiera algo más; el Líder de Secta Yao pensó que ese sería un buen momento para opinar. —Ya que contamos con la grata presencia de Yiling Laozu. ¿Por qué no nos cuenta, qué lo llevó a tomar nuevamente el camino de la espada?

Otro estuvo de acuerdo. —Es verdad; también, sería bueno saber qué sucedió con el Amuleto Tigre de Estigio.

Inmediatamente la atmosfera de alegría que rodeaba a la familia Wang-Nie, se esfumó en medio de un segundo. Pero Wang ZhongYi no iba a dejar que su hijo político fuera intimidado por estos inútiles. Además, este sería su hora de brillar para restregarle en la cara a todos sus remordimientos. —¿No es obvio? A-Qing y A-Yu trabajaron en conjunto para ayudar a que A-Ying formara un nuevo núcleo dorado. Le tomó unas cuantas lunas, pero mi Nǚxù³ siempre fue persistente y tan brillante. ¡Es de esperar que lo lograra! ¡Un prodigio en su esplendor! Y, nosotros los de MengxiangWang y QingheNie, estamos orgullosos de tener a alguien como A-Ying en nuestra familia; ah, y el Amuleto fue destruido.

La bomba cayó, y el jadeo colectivo deleitó a los familiares del Loto Rojo. A pesar de ser una revelación de mucha importancia la cual bajo un juramento se mantendría en secreto, Wei WuXian no lucía alterado. Pero su esposa lo conocía perfectamente, por lo que, dándole su apoyo le dio un apretón de mano obteniendo una suave sonrisa de él.

Lan XiChen sonaba inestable. —¿Nuevo núcleo? ¿El Maestro Wei no tenía núcleo dorado?

Wang ZhongYi fingió desconcierto. —¿No lo sabían? ¿Por qué pensaron que recurrió al cultivo demoníaco? Que por cierto, es algo definitivamente sorprendente. Este muchacho siempre ha sido una caja de sorpresas —él agitó su mano— de todos modos. Como decía. Ah, sí. A-Ying no tenía un núcleo dorado cuando ese Wen Chao lo arrojó a Túmulos Funerarios. Obviamente no tuvo opción alguna, por lo que recurrió a los últimos recursos.

—N-No...¡Por supuesto que no lo sabíamos! —dijo un pálido Jiang Wanyin— ¿Cómo lo perdió? —sus ojos se abrieron más grandes— ¿Fue Wen Zhuliu?

Wei Qing volteó los ojos. —Yo se lo saqué y te lo di a ti. ¿Qué no lo recuerdas, Jiang Wanyin? suponía que, en vista de que tú a diferencia del resto lo conocía desde años, sabría más que nadie el hecho de que A-Ying no recuerda a sus padre. ¿Cómo recordaría de repente la supuesta montaña de BaoShan SanRen? Que por cierto. Es la mentira más estúpida que he escuchado en mi vida. Por favor, ¿realmente creen que una Inmortal que le prohibió a sus discípulos volver una vez que se marcharan, ayudaría a un simple cultivador sin núcleo? —se volvió hacia su hermano— deberías constituir algo mucho más creíble la próxima, Ying-di.

El aludido, se encogió de hombros con timidez. —Tomaré tu consejo, Jiejie.

—¿Cómo que me dio su núcleo? ¡¿Si quiera es eso posible?!

Wei Ning resopló. —Estás hablando de la mejor médico de todos los tiempos, Líder de Secta Jiang.

—Sin mencionar que había la mitad de probabilidades de que fuera un éxito, y el paciente donante estuvo consciente durante ¿tres días? —apoyó Nie HuaiSang con sinceridad.

—Tres días.

—Así es, tres días.

Decir que todos estaban aterrados sería quedarse corto. Muchos lucían como si estuviesen a punto de vomitar. Lo que causó en Wei WuXian tanto incomodidad como compasión, al ver sus expresiones descompuestas. En especial en los niños de las demás Sectas; a diferencia de sus hijos y sobrinos, quienes ya sabían la verdad puesto a que no existe secretos en familia; no obstante, para ellos no dejaba de ser doloroso recordar por todo el dolor que su A-die y Da-Jiu tuvo que pasar por personas que no valían la pena.

Wang YuLan, no sintiendo absolutamente nada de compasión con quienes menospreciaron a su zhiji. Echó más leña al fuego. —Por sus caras es más que obvia la respuesta. E incluso si no sabían el trasfondo de aquella perdida, sólo se necesitaba estar en la misma habitación que mi marido para saber que ese núcleo no estaba. Tks, y tanto que se enorgullecían por sus capacidades. Ni siquiera algo tan simple como el reconocimiento del Jīndān⁴ no pudieron lograr. Ah, lamentable.

Ese fue el golpe más bajo que pudieron darle a todos, en especial a los Lan. uno por todas las palabras que alguna vez dijo en contra de aquel muchacho, otro por pensar mal de alguien a base de la opinión de los demás, y el último por no haber estado a lado de su amado cuando más lo necesitó.

Jiang Wanyin, ni siquiera tuvo la fuerza de refutar o pelear. Su hermana, estaba igual o peor que él sostenida con fuerza por su marido. Secretos y dolor ocultos por años, saliendo por fin a la luz y ya nada se puede hacer para remediarlos.

—¿P-Por qué...? —habló el Jiang entre lágrimas— ¡Nunca te pedí que lo hicieras! ¡Jamás habría aceptado algo como eso!

Wei SiZhui, con su siempre serenidad; fue quien tomó la palabra por su padre, conociendo perfectamente el sentimiento. —Porque eras su hermano pequeño, y él te amaba. Todo hermano mayor haría lo que fuera por sus hermanos menores.

No saben qué dolió más; si, ver el alcance del amor que Wei WuXian tenía hacia quienes estima o, ser dejado en un pasado al cual jamás se podrá volver. Porque esa oportunidad ya se fue. A veces observamos tanto tiempo una puerta que se cierra que vemos demasiado tarde la que está abierta⁵.

—A pesar de todo, su corazón siempre se mantuvo recto y no dejó que nada ni nadie le impidiera seguir sonriendo —pronunció Nie Mingjue, y el dolor se intensificó al igual que el arrepentimiento que volvió a florecer.

Por último, Wei WuXian quiso ser quien terminara esa charla. —Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio que resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz⁶.

Una solitaria lágrima se deslizó por la mejilla del Segundo Jade, quien apenas había logrado recomponerse de la charla que tuvo con Wei WuXian; y no fue el único, muchos se sintieron conmovidos por las palabras del muchacho.

Al final, en vez de ser una alegre celebración. Terminó siendo la más desconsolada que alguna vez se conmemoró. Sin embargo, Wei WuXian y su gran familia no permitieron que esa amargura los desanimara y disfrutaron a su manera; ni siquiera cuando recordaron el Amuleto y pidieron las pruebas de su destrucción, cosa que no dudaron en facilitar.

★★★★★★

¹Zhàngfu = Esposo

²Qīzǐ = Esposa

³Nǚxù = Yerno.

⁴Jīndān = Núcleo Dorado.

⁵ Frase de Alexander Graham Bell.

⁶ Es una frase de Walt Disney que decidí utilizar, puesto a que quedaba como anillo al dedo. ( ˘ ³˘)♥︎

Nota: ¡Yey! ¡Aquí tenemos lo esperado!
(•̀ᴗ•́)و

Lsknfldsfk... men, estaba llorando a moco tendido en mi mente mientras escribía la escena del WangXian. ¿Qué les pareció?ฅ^•ﻌ•^ฅ

¿Podría ser este el capítulo final? ᕕ( ᐛ )ᕗ

¡Adiosito!♡´･ᴗ･'♡