Tenía la esperanza de que las cosas saldrían bien. Que, aquellos a quienes intentaba proteger comprendieran sus razones.

Pero en el fondo, Wei WuXian siempre supo que, incluso en los peores momentos esperaría lo mejor de cada persona.

Ahora ve los resultados de su ingenuidad.

Renunció a su núcleo por Jiang Cheng, su hermano del alma a quien protegió a todo costo. Se marchó con los Wen a Túmulos, gente inocente, y dejó la Secta para que sus acciones no le afectaran. ¿Y qué recibió a cambio?

Ser declarado enemigo del mundo por su propio Shidi. ¿Dónde quedó el trato que él y Jiang Cheng hicieron?

Rechazó una y otra vez a Lan Wangji con la finalidad de proteger también su reputación. El portador de la luz no merecía ser manchado con alguien como él. Quizás Lan Zhan lo entendería. De todos, el Jade siempre vio lo mejor de Wei WuXian; más que nadie comprendería lo que hay en su corazón y que en realidad estaba haciendo lo correcto. Pero, el hombre prefirió sus reglas por sobre la inocencia y necesidad de estas personas. Si bien era obvio que Wei WuXian no se dejaría guiar por su propio egoísmo en querer al hombre a su lado. ¿Cómo fue posible que hiciera oídos sordos a todo lo que estaba pasando? ¿Qué culpa tenía A-Yuan de haber nacido con ese apellido? ¿A dónde se fueron las palabras de aquella promesa de favorecer el bien por el mal? ¿Todo fueron solo promesas vacías?

Luego estaba su Shijie. Oh, su adorada y bella Shijie.

Tan ingenua e hipócrita. ¿Cómo no se dio cuenta antes de qué había detrás de toda esa fachada de amabilidad y paciencia? Wei WuXian había olvidado por completo quien era su madre. Jiang YanLi, al igual que una sigilosa araña esperó el mejor momento para dar su golpe final. Ya que, ¿por qué de todos modos estaría una mujer recién enviudada, con un hijo de apenas cien días de haber nacido esperándola en casa, dentro de un campo de batalla sin protección buscándolo a toda costa, a él, el culpable de la muerte de su esposo?

Jaja, y pensar que realmente creyó que su Shijie estaba haciéndolo para decirle las palabras que tanto había esperado. La última gota de esperanza de bien en este mundo, se fue, con aquella daga envenenada que apuñaló su abdomen.

Fue ahí que comprendió que, al momento de la verdad, se verán las caras de todos; se sabrá quienes son o no tus verdaderos amigos, se verán quienes estarán para ti incondicionalmente.

Sí, había sido el golpe más duro que recibió. Mucho más doloroso que cuando fue arrojado a Túmulos Funerarios, o cuando Qing-Jie le arrancó su núcleo para dárselo a Jiang Cheng; sin embargo, pese a todo ese dolor, había una pequeña luz que jamás le falló alumbrando su camino para no perderse.

—Quédate conmigo, no cierres los ojos, por favor. —brazos delgados y familiares lo sostenían con firmeza— lo siento, perdón por llegar tarde, Wei-xiong.

—Está bien, Nie-xiong —murmuró ido— al menos, estás aquí antes de que me vaya...

—¡¿De qué hablas?! ¡Nada de eso, Wei-xiong! —Nie HuaiSang sonaba convencido— ¡encontré el libro que necesitabas, podemos hacer el conjuro en el que tanto has trabajado!

Libro. Oh, aquel libro del que tanto han hablado y han buscado durante tanto tiempo. Desde su asentamiento en los Túmulos Funerarios, el único que había ido con frecuencia a espaldas de su hermano para visitarlo era Nie HuaiSang. Él fue quien lo puso al tanto de todo lo que ocurría en el mundo, así como quienes estaban maquinando planes en su contra.

Wen Qing le había hablado sobre una matriz que leyó en un libro prohibido en Qishan, que hablaba sobre un conjuro para revertir cosas. Ya sea daños, muertes e incluso el tiempo. Sin embargo, aquellos fueron llevados junto a los demás escritos por la Secta de LanlingJin.

Nie HuaiSang, quien se había enterado por todo lo que su amigo pasó se ofreció para conseguir lo que necesitaban con la finalidad de reparar todo el daño que han sufrido.

Fue lamentable que hayan jugado con los sentimientos del Yiling Laozu para hacerle creer que sería bienvenido en la celebración de cien días de su shizi. ¿Cómo pudo creerlo tan fácilmente?

Pero, al menos, tenía la única oportunidad de cumplir con aquel deseo. Y así, volver a reunirse con su Qing-Jie y Ning-di, quienes fueron reclamados por el bastardo de Jin GuangShan. Su muerte celebrada por todos en sin noche, lanzando sus cenizas para denigrar sus muertes. ¡Cómo se atreven!

Así que, sin pensarlo por más tiempo, él y Nie HuaiSang hicieron el conjuro.

Ninguno de los dos esperaba que funcionara tan bien.

Cuando Wei WuXian se despertó en la cueva doma demonios, con una Wen Qing mirándolo con incredulidad supo que todo era real. —¡Jiejie! —exclamó, volando de su cama en dirección a su hermana.

—¡A-Ying!

Ambos se abrazaron hasta las lágrimas, dándose palabras de consuelo y promesas que esta vez serían cumplidas. Después, se movieron hacia afuera de la cueva para saludar a la familia. Inmediatamente se dieron cuenta que, habían vuelto hacia el día en que llegaron a Túmulos. Lo que significa, que tenían suficiente tiempo para hacer ciertos planes. Y también quiere decir, que en unos tres días más Jiang Wanyin y Wei WuXian tendrían el duelo.

Ambos decidieron que dejarían que todo se desarrolle con la vez anterior, claro, hasta después de la visita de Lan Wangji. Así, tienen el tiempo suficiente para prepararse y marcharse de ese lugar sin que nadie sospeche. ¡Lejos del mundo de la cultivación!

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Mientras tanto en Qinghe, Nie HuaiSang estaba haciendo ciertos arreglos para que su amigo pudiera marcharse sin inconvenientes con su familia; había encontrado con la ayuda de uno de sus espías en la línea de tiempo anterior, sobre los territorios de Mèngxiāng que se encuentran bajo la protección de la Secta Wang. ¡Y esta ni siquiera tenía que ver con el Clan de la perra de Wen Chao!

Por la información que obtuvo, es una de las Sectas más ricas por sobre LanlingJin. ¡Algo impresionante! Y que, la razón por la cual no se encuentra involucrada con las demás es por la codicia de las personas. O cómo han olvidado los principios de la cultivación: Ayudar a los necesitados sin pedir nada a cambio. No sucumbir a la codicia de las riquezas, porque la riqueza más grande es la gratitud de sus protegidos. Dejar de lado la arrogancia y no declararse superior a los demás.

Nie HuaiSang estaba tan sorprendido por todo esto, ya que jamás había escuchado sobre esos principios. Y se supone que la Secta más correcta de todas, con tantas reglas de mierda, debería ser la que más tendría que inculcarle estos mismos contando con un maestro tan respetado. Aun así, tampoco les instruyó sobre estos mismos.

—Hipocresía. —escupió entre dientes.

Ahora, sin embargo, lo que más importaba era poner a salvo a su amigo y familia; quizás, hasta consiga que Wei WuXian obtenga un puesto muy importante dentro de aquella Secta; está cien por ciento seguro que no tardará en ganarse el corazón del Líder de Secta Wang. Ha escuchado buenas referencias del hombre. Wang ZhongYi, es un hombre justo y leal, además de alguien de mente abierta a todo. Nie HuaiSang sabe que él no juzgara a su amigo por sus acciones, mas en cambio, lo recibirá con los brazos abiertos.

Sin olvidar que, incluso, tiene una hija que aún está soltera. Quién sabe lo que podría ocurrir entre ellos. Según sus fuentes, Wang YuLan, la heredera de MengxiangWang. Es una Joven bastante sencilla y noble, no mira estatus o apariencias. Ella ve el corazón de las personas, por eso, solo quienes poseen un corazón sincero permanecen en su círculo de amistad.

No cualquiera pasa esa prueba.

Así que, sí. Es muy probable que salga todo como lo planea, y pronto los Wang querrán hacer algo al respecto por toda la injusticia que ha vivido su amigo. Ah, cómo le encantaría ver la cara de todos los Líderes de Secta cuando se enteren de todo lo que ha sucedido frente a sus narices, y nadie hizo nada para reparar el daño.

Obviamente lo disfrutará en primera fila.

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Una semana antes de la visita estimada de Lan Wangji, Nie HuaiSang llegó a Túmulos Funerarios con una procesión de carruajes para trasladar a los remanentes Wen hacia los territorios de Mengxiang.

El Heredero de QingheNie le había enviado una carta a Wang ZhongYi, contándole absolutamente toda la situación de su amigo. Quien iba a imaginar que el hombre no dudaría ni un solo día en responder, y hacerle invitación para que ellos vivieran en Mengxiang. Wei WuXian y Wen Qing quedaron boquiabiertos, después de todo, su amigo no les había contado nada sobre su plan.

—El Líder de Secta Wang estaba indignado al enterarse de que un niño fue puesto en un campo de trabajo obras civiles —les relataba Nie HuaiSang— está dispuesto a recibirlos a absolutamente todo, y darles un nuevo hogar.

—P-Pero...¿así como así? ¿no nos pedirá nada a cambio? —Wei WuXian todavía no podía creerlo.

El Nie sonrió con suficiencia. —Absolutamente nada; solo su amistad, e intercambiar conocimientos. Él quedó impresionado con tus banderas de atracción fantasmal, Wei-xiong. Además, debes saber que aún existen personas que darán su mano en ayuda sin intenciones de por medio.

Wen Qing y Wei WuXian intercambiaron miradas. Por supuesto, no había nada que pensar. ¡Ellos aceptaron de inmediato!

Dos días después Túmulos Funerarios estaba deshabitado.

Habían subido al aún inconsciente Wen Ning, antes de terminar ciertos preparativos. En medio del gran panteón, se levantó un altar en conmemoración a todos quienes una vez vivieron en aquel lugar; en cada tabla conmemorativa, yacía escrito el nombre de alguien junto a su edad.

El nigromante no esperaba que, tan pronto como salieran de ese lugar, Wen-popo anunciara que estaba dispuesta a tomar el apellido Wei. —Eres nuestra familia, A-Ying; y si es un nuevo comienzo, no está mal un nuevo cambio.

Wei WuXian sospechaba que todos estaban conspirando en su contra para hacerlo llorar. Más aún cuando Wen Yuan, quien decidió también cambiarse el apellido lo llamó "baba".

—Eres su padre de todo en menos sangre, A-Ying —dijo una conmovida Wei Qing, sonriéndole ampliamente.

Y sí. En ese instante supo que había sido la mejor de las decisiones. ¿Por qué no habían hecho esto antes? Se preguntó. Quizás, estarían ya disfrutando de una nueva vida desde hace mucho tiempo.

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Como era de esperarse, Wei WuXian no tardó en ganarse el corazón de los Wang, y ya era tratado como un miembro más de la familia junto a la que ya venía con él; a ellos no les importaba que fuera un cultivador demoníaco. Es más, ¡Estaban encantados por conocer algo absolutamente nuevo nunca antes visto!

De hecho, Wang Yawen, la Matriarca de Medialuna (la residencia de la Secta Wang). Lo animó a sacar todo su potencial en inventos, viendo que poseía una mente increíble. Ella le preparó una habitación solo para él, en donde podría pasar su tiempo trabajando en teorías y nuevos proyectos. ¡La mujer estaba más que encantada!

—Todavía no entiendo cómo fue posible que esos idiotas desperdiciaran tu potencial, A-Ying —comentó con indignación cuando logró perfeccionar su brújula del mal, y resultó en el éxito durante la cacería nocturna de prueba— ¡Son unos completos imbéciles!

—¡Tía Wang! —chilló entre divertido y apenado por el alago. Todavía no se acostumbraba a los elogios.

—Estoy de acuerdo con A-Niang, A-Ying —Wang YuLan habló, con una sonrisa orgullosa— nadie fue capaz de apreciar tu trabajo.

El rostro del Joven adquirió un ligero sonrojo en sus mejillas. —Uhm, si tú lo dices.

Wei Qing y Wang ZhongYi intercambiaron miradas, llegando a la misma conclusión. Desde que llegaron a Mengxiang, tanto Wei WuXian como Wang YuLan se hicieron muy cercanos, a tal grado que el nigromante le había confiado sus más profundos secretos. Y es que la Joven le demostró que podía contar ciegamente en ella, y jamás lo juzgaría por nada fuese bueno o malo.

No le extrañaría que esa amistad se convirtiera en algo más.

Además, el afecto y admiración de Wei WuXian hacia la heredera crecía aún más, cuando Wang YuLan les aseguró a él y Wei Qing que, debido a la forma en que él "perdió" su núcleo dorado, le sería posible volver a formar otro. —Tus meridianos fueron bien cortados y curados a pesar de haber recibido un mal trato por la energía resentida. E incluso si Qing-Jie lo retiró de raíz, olvidan que los núcleos poseen dos de ellas para poder adherirse con firmeza a uno. Esta a su vez, permite que filtre la energía Yin que absorbemos del entorno y pueda transformarla en energía Yang.

—¿Eso quiere decir que podré formar un nuevo núcleo? —preguntó esperanzado.

Wang YuLan sonrió ampliamente. —Así es, YingYing.

Tal y como YuLan dijo. Con la ayuda del entrenamiento y técnicas médicas de los Wang, le tomó medio año formar un segundo núcleo dorado. Sin mencionar que a su vez, gracias a la investigación en la biblioteca secreta hallaron unos escritos prohibidos que les ayudó para devolver a la vida a Wei Ning. Esta vez, en su totalidad. Ya que también, hicieron que un núcleo creciera en él para poder restaurar su organismo desde adentro hacia afuera.

Oh, y sin olvidar que era el Wei Ning de la línea de tiempo anterior; tan sorprendido estaba el pobre de respirar, que por unos momentos había olvidado cómo hacerlo.

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Para los cien días del heredero de LanlingJin, se tenía esperado que asistiera el Patriarca de Yiling. Mas él no asistió.

Algunos estaban decepcionados por ello, en especial cierto cultivador de Lan quien en un futuro se arrepentiría de sus malas decisiones, al igual que los de apellido Jiang.

El único que sabía la razón de su ausencia, tampoco se presentó en aquel evento ya que para él era más importante el matrimonio de su amigo. Así es. Después de un año y medio de vivir en Mengxiang, y conocerse cada día más, Wei WuXian y Wang YuLan confesaron sus sentimientos comprometiéndose enseguida.

Los dos estaban revoloteando alrededor del otro como colibrís, coqueteándose con timidez pero de una manera adorable a la vista.

No esperaban que el Líder de Secta Wang y la Señora Wang tan pronto se enteraron, planearan la boda la cual sería llevada a cabo en una semana.

—¡Larga vida a los futuros Líderes de MengxiangWang! —vitorearon los habitantes de la Tierra de los Sueños, al igual que los miembros de la Secta dándoles sus mejores deseos a la pareja recién casada.

Wei Qing, Wei Ning y Nie HuaiSang estaban llorando de la alegría. Después de todo el sacrificio y sufrimiento, al fin su persona más querida tenía su final feliz. Un futuro brillante por delante, con una familia que lo ama y está dispuesta a hacer todo lo que sea por él.

Cuando la pareja se acercó al Nie, este no esperaba que Wei WuXian con una sonrisa amplia le dijera. —Da un nombre de cortesía, HuaiSang.

Los ojos de Nie HuaiSang se abrieron grandes, antes de chillar. —¡Xian-xiong! ¡Oh por los dioses, Xian-xiong! —él estaba maravillado, secando inútilmente sus lágrimas ya que estas seguían saliendo. Sin embargo, se recompuso lo suficiente para responder— si es un niño, MíngHuá. Pero si es una niña, MíngXiá.

Wang YuLan sonaba encantada. —Son perfectos, A-Sang.

Fue el turno del esposo de hablar. Con una mano en el hombro de su amigo, Wei WuXian dijo con toda la sinceridad del mundo. —Muchas gracias por todo, HuaiSang. De no ser por ti, ni siquiera estaríamos celebrando esto.

Nie HuaiSang se sintió conmovido. Él le devolvió el agarre, poniendo su mano por sobre la de su amigo. —No hay necesidad, Xian-ge. Es lo que te mereces.

Dicho esto, los recién casados se despidieron para marchar rumbo a la cámara nupcial. Con gritos, bromas y risas por parte de todos, WuXian y YuLan desaparecieron por los pasillos.

Días después las Sectas marcharon a Túmulos Funerarios para asediar al Patriarca de Yiling y su ejército de cultivadores demoníacos. Todo por la supuesta maldición en el sobrino del Cultivador jefe. Grande fue su sorpresa, hallar el sitio deshabitado. La energía resentida sofocante rodeando el cementerio, a tal grado que era imposible visualizar tu entorno.

Cuando llegaron al centro, en donde yace la entrada a la cueva. Hubo muchas reacciones al encontrarse con aquel altar abandonado. Los nombres de los residentes, junto al de Wei WuXian y un niño de dos años, hicieron que muchos se cuestionaran la veracidad de lo que los Jin afirmaron sobre el cultivador demoníaco.

Nie HuaiSang obviamente se encargó de esparcir los rumores, de un mártir de guerra a quien se le dio la espalda porque temían a su poder. Siendo únicamente un joven de corazón noble e incomprendido.

Pronto los civiles estaban maldiciendo a las grandes Sectas, puesto a que, por culpa de ellos perdieron a su Patriarca. El único que se preocupó de quienes no tenían recursos para protegerse de las criaturas que provienen de los Túmulos. Ahora, deben velar el doble por su seguridad y orar por un día más de vida.

Otros se lamentaron, por haber sido cegado al igual que el resto.

Pero ya era demasiado tarde para remediar sus errores.  

Nota: Jeje, oli. 🤭

Debido a que me pasé de tres partes, decidí convertir este 'corto' en un Fic independiente. Aproveché de editar pequeños detalles, pero en realidad es todo tal y como estaba en los cortos. Así que, no hay nada diferente. 

Claro que lo eliminaré de los cortos para que no ocupe espacio en la lista y confundirlos xd