Mis manos temblaban, tratando de mantener la pistola en alto. Quería protegernos, pero mi cuerpo no reaccionaba, estaba de alguna forma congelado, solo mirándolo. Anteriormente había disparado a quienes intentaron dañarnos, incluso había matado gente por eso. No entiendo por qué esta vez sería diferente, pero por más que yo quisiera, mi cerebro no mandaba señales para apretar el gatillo.

Sentí un golpe y la pistola ya no estaba en mis manos, sino que en las de aquel chico. ¿Esto era todo? ¿Íbamos a morir así después de tanto esfuerzo por mantenernos con vida?

Por mi mente pasaron miles de escenarios posibles, pero cada uno más desagradable que el anterior. Sinceramente, la poca esperanza que me quedaba se estaba desvaneciendo, como la arena entre las manos. Cerré los ojos, esperando un disparo, mas este nunca llegó. Los volví a abrir, con algo de sorpresa.

-¿Por qué tan asustados? - Nos habló el chico, haciéndose el inocente y jugando con la pistola, dándole vueltas entre sus dedos. Nosotros nos mantuvimos en silencio, aún sin reaccionar.

-¿Qué pasó? ¿Porqué no contestan? ¿Les comió la lengua el gato o qué? - Se fue acercando hacia nosotros con pasos lentos pero firmes.

Sentí que aire me comenzaba a faltar, mi respiración era errática, y no parecía querer calmarse por mucho que insistiera.

-¿Q-qué es lo que q-quieres de n-nosostros? - No sé de dónde saqué el valor para preguntarle, aún cuando sentí que mi voz no salía, y cuando pude hacerlo sonó entrecortada, haciéndome sentir mucho más cobarde que antes.

Él tan solo sonrió sin decir una palabra.

Mierda, cada segundo que pasaba se sentía eterno. Si lo que este tipo quería era asustarnos ya lo había hecho, pero por favor, que pare ya, porque mi cuerpo y mente no lo está soportando.

-¡Ya basta de tanto suspense! - Ese grito proveniente de Lucy me sorprendió, pero supe mantener la compostura. Lucy en ese momento se levantó y se acercó hacia el chico con un aura extraña.

-¿Quién mierda eres, y qué quieres? - La vi sacar una de sus armas y amenazarle con ella, haciéndole retroceder unos cuantos pasos.

El chico levantó sus brazos poniendo las manos a la altura de su cabeza, supongo que a modo de rendición. Pero había una sonrisa en su rostro que no me gustaba nada.

-Wow, wow, tranquila chica - Casi no lo vi, pero en un movimiento rápido también la desarmó.

Lucy retrocedió un poco, mas no pareció ceder ni mostrarse débil.

-Y yo que solo quería jugar un poco - Hizo un extraño puchero.

Realmente ya no sabía que creer, ¿nos iba a matar, o no?

-Creo que ya me he divertido lo suficiente, ya me cansé de molestarles, sus reacciones ya no son divertidas - Levantó sus hombros restándole importancia.

Luego de repente se sentó en el suelo junto nosotros. Y yo no sabía cómo reaccionar ante lo que estaba sucediendo.

Lucy le miraba entre sorprendida y enfadada, y realmente no me gustaría saber los pensamientos que está teniendo ahora, porque seguramente habría más de uno con el deseo de torturar al castaño frente a nosotros.

-¿Quién eres? - Dice Kenji de la nada, parece que su mente ya procesó todo lo que había ocurrido, cosa que la mía aún no ha hecho. No entiendo como es que este chico puede sonreír tan abiertamente en una situación como esta.

Miro al chico, esperando que responda, pero lo único que hace es reírse. No sé si se está burlando, pero algo que sí sé es que esa risa no me agrada. Se siente muy fría y vacía, a pesar de que sus labios se curvan en una sonrisa cuando ríe y se escucha muy fuerte, me transmite una terrible sensación, que no me siento capaz de describir.

Tras unos largos segundos su risa empieza a cesar, y lo veo limpiar algunas lágrimas de sus lagrimales, seguramente por la fuerza de la risa. Finalmente suspira y nos sonríe.

-Mmm... Dazai - Dice, pero lo noto algo incómodo diciéndolo y una casi inperceptible mueca aparece en su rostro.

-¿Dazai? - Pregunto confundido.

-Mi nombre... Dazai - Hace una breve pausa - ...Dazai Osamu - Nos mira con una sonrisa escalofriante y en sus ojos se refleja un brillo rojizo.

Pasaron unos 10 minutos, que se sintieron como si hubiera pasado el doble o incluso el triple de tiempo. Nadie más había dicho nada desde que el chico se presentó.

Quizás por la forma en la que lo dijo, o porque de verdad no teníamos nada que decir.

En cuanto a los demás, Kenji parecía perdido en sus pensamientos, con la mirada fija en un punto aleatorio de la pared. Llegué a preocuparme un poco, pero veía que su pecho se hinchaba con cada respiración, por lo que simplemente lo dejé a lo suyo.

Por otro, Lucy se relajo con el tiempo y se terminó sentando de nuevo en el suelo, y cogiendo unos papeles para mantenerse ocupada.

El chico, 'Dazai Osamu', nos observaba como si fuéramos ratas de laboratorio, analizando cada movimiento y reacción en silencio. Podía sentir su mirada atravesar mi cráneo y rebuscar en mi cerebro, era una sensación repugnante, pero traté de ignorarla.

Volví a mirar el plano que había encontrado anteriormente. Observando cada detalle, incluso traté de descifrar lo que allí decía, pero me resultaba imposible entender las palabras.

Algo que si pude hacer fue intentar entender de qué se trataba, sí, tenía forma de laberinto y realmente no creo que sea otra cosa. Pero no teníamos ni una vaga idea de para qué servía o por qué estaba en aquella habitación, escondida en la parte trasera de una tienda que parecía ser de lo más normal.

También me llamó la atención unas especies de secciones a las esquinas del lugar que estaba dibujado en el papel. Tampoco tenía ni idea del posible tamaño real que ocupaba, pero a juzgar por los caminos y formas extrañas debía de ser enorme.

Cerré los ojos, e incliné mi cabeza hacia atrás, un suspiro cansado salió de mis labios, tratar de entender algo que ni siquiera estaba en mi idioma era complicado y agotador mentalmente.

Volví a mirar el papel, pero este ya no estaba entre mis manos, el pánico me envolvió y empecé a mirar a mis alrededores, buscándolo con desespero.

-¿De dónde sacaron esto? - Mi mirada rápidamente se posó en Dazai. Quién ahora tenía el mapa en su manos y tenía una expresión seria.

Intenté arrebatárselo, pero no tenía la capacidad suficiente como para luchar contra alguien que anteriormente nos había desarmado con tanta facilidad.

-Estaba en unos de los montones - Me rendí y señalé a los papeles de la mesa.

-Interesante... - Pude escuchar ese pequeño susurro - Me lo quedaré - Dijo con una sonrisa y lo metío en su bolsillo.

-¡O-oye! - Me ignoró.

Quise reclamarle más, pero sabía que con eso no lograría nada más que una respuesta negativa de su parte.

-Por cierto, ustedes ya saben quién soy, pero yo aún sigo sin saber quienes son ustedes - Dijo.

Bueno, en parte era cierto, lo "obligamos" a presentarse porque había sido él el había interrumpido nuestra "paz". Aún no tengo claro si deberíamos confiar en esta persona, pero no creo que pueda hacernos mucho solo sabiendo nuestro nombre.

Miré a Lucy y Kenji, buscando algo de apoyo, y se encogieron de hombros, parecía no importarles mucho qué hiciera.

Suspiré antes de empezar a hablar.

-Yo soy Atsushi Nakajima - Me presenté lo mejor que pude, porque a decir verdad lo había hecho pocas veces y no estaba muy acostumbrado a hacerlo.

-Yo soy Lucy Montgomery - Me siguió.

-Y yo Kenji Miyazawa - Dijo por último con una sonrisa.

-Encantado.

Volvió a sonreír de esa forma que me causaba escalofríos, en realidad su aura y personalidad no me transmitían una verdadera seguridad. Pero era una de las únicas personas con las que había tenido contacto (humano y no violento) a parte de Lucy y Kenji. Así que me tendría que aguantar hasta que decida irse.

¿Cómo están?

Espero que bien.

También espero que les haya gustado el capítulo.

Dazai es un caso completamente perdido jakajsks.

09/09/2023

1312 palabras.