Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

xxxiv

Sólo se escuchan los aplausos de parte de Jungkook mientras los créditos de la película se muestran en la pantalla gigante al mismo tiempo que las luces se encienden.

—Fue hermoso.

Jimin no puede evitar reír antes esas palabras, y su risa se hace más fuerte en cuanto observa a Jungkook fingiendo apartar una lágrima de su rostro.

—Tengo que admitir que no tenía fé, pero estuvo entretenida.

Admite Jimin parándose de su lugar para juntar todos los papeles vacíos de las golosinas que habían comido.

—Viste, todo lo que viene de mi es genial, Jims.

Asegura Jungkook haciendo que el mencionado niegue con la cabeza mientras sonríe, finalmente ambos juntan todos los papeles y los tiran en el tacho de basura, tomán sus gigantes vasos de plástico que siguen por la mitad, y salen de ahí entre risas y conversaciones sin ningún tipo de sentido.

Jungkook empezaba a emocionarse, desde que habían llegado al cine no hubo un sólo momento en el que silencío se adueñara de ellos y eso significaba que todo iba bien ¿Verdad?

Finalmente salen del cine y caminan hacía su auto, sin preguntar absolutamente nada Jungkook maneja por unos cortos minutos hasta un McDonald's cercano.

Jimin empieza a reír en cuanto nota que realmente el castaño pretende seguir comiendo.

—¿Dónde te entra toda esa comida, Guks?

Pregunta Jimin causando que el mencionado ría a carcajadas.

—Solo soy un chico que aún no términa de crecer, Jims.

Ambos ríen al unísono ante esas palabras.

Finalmente entran el lugar de cómida rápida por la parte en la que te dan el pedido sin necesidad de bajar del auto.

En menos de diez minutos se encontraban saliendo de allí, para aparcar en el gran estacionamiento del lugar.

Sin decir nada ambos chicos se bajan del vehículo colocando la comida sobre el baúl del mismo.

—Creo que nunca en mi vida comí tanto.

Asegura Jimin mientras se sienta sobre la cajuela del auto, causando que Jungkook se pare justo enfrente suyo para darle su hamburguesa.

—Bueno, mejor acostumbrate porque vas a pasar mucho tiempo conmigo y yo amo comer.

El castaño no puede evitar morderse el labio, al tratar de ocultar la sonrisa de enamorado que amenaza con dibujarse en su rostro, en cuanto ve y escucha esa hermosa risa de parte de Jimin.

Están ahí, en medio de la noche en un estacionamiento de un restaurante de comida rápida, comiendo a las tres de la madrugada con las estrellas sobre ellos avisando que aún falta demasiado para el amanecer.

—Estuve averiguando, y hoy el sol sale a las 6:13 de la mañana.

Jungkook dice esas palabras mientras observa como Jimin sostiene la hamburguesa entre sus manos con dificultad, y mastica con su boca completamente llena.

Sonríe en cuanto advierte que empieza a masticar con rapidez para finalmente ser capaz de tragar y responderle.

—Me costo tragar eso.

Asiente mientras ríe dando a entender que fue completamente capaz de notarlo.

—¿A dónde vamos a ir?

Pregunta el rubio con curiosidad para volver a morder su hamburguesa, esforzándose por abrir la boca, realmente se encontraba insultando al castaño que parecía haber elegido el menú más grande posible.

—Te dije que es una sorpresa.

Insiste Jungkook causando que Jimin lo mire con sospecha.

Pasan los minutos, el castaño termina su comida y observa atentamente como Jimin deja la mitad de su hamburguesa y varias de sus papas fritas.

—Lo intente pero ya no puedo más, voy a explotar, me va a salir comida por los poros.

Jungkook asiente satisfecho, realmente Jimin había comido más de lo que creyo que iba a comer, nachos, chocolate, caramelos, gomitas, media hamburguesa y algunas papas fritas. Quizá otras personas lo llamarían idiota justo ahora, pero él realmente estaba orgulloso de que, a su lado, Park Jimin sea capaz de comer con normalidad.

—Entonces me lo como yo.

Jimin observa completamente impactado el como Jungkook toma lo que dejo de su hamburguesa y se lo come en tan solo tres bocados, para luego ir detrás de las papas fritas.

—Apuesto a que los padres de Taehyung, Hoseok, Yongsun y Seokjin te aman porque sos el único que come la comida que preparan con tantas ganas.

Asegura Jimin causando que Jungkook asienta mientras toma todos los papeles y recipientes vacíos.

—¡Me adoran! ¡No puedo evitarlo, Jims, soy un chico encantador!

Exclama esas palabras mientras camina hacía el tacho de basura donde se deshace de todos los residuos,  y vuelve hacía él con un hermosa sonrisa dibujada en sus labios.

Jimin se sorprende en cuanto Jungkook detiene sus pasos a pocos centímetros de su cuerpo, y se agacha a su altura, logrando que sus rotros queden tan cerca que sus narices son capaces de rozarse entre sí.

—¿Listo para irnos?

Pregunta con tránquilidad logrando que el rubio simplemente se límite a asentir en silencío.

Se sorprende nuevamente cuando el castaño lo toma de la cintura para bajarlo de la cajuela del auto donde estaba sentado.

—Vamos, la noche es joven aún.

🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾

La música resuena en todo el auto, el sonido logra escapar por las ventanillas del auto que ambos chicos habían decidido bajar.

Eran apenas los primeros días de julio, donde el calor era abrasador durante el día, pero a la noche la brisa se volvía fresca.

Es esa misma brisa la que impacta contra sus rostros y envuelve sus cuerpos con fuerza, mientras se adentran aún más en esa montaña, se ven rodeados por varios árboles.

Jimin entiende que Jungkook lo esta llevando a ver el amanecer desde el mejor lugar posible, por ese motivo observa el cielo nocturno con tanta tránquilidad.

No había sido capaz de darse cuenta, pero su mente había estado despejada desde que llegaron al cine.

Esos pensamientos en los que se culpa y se aborrece a sí mismo, esos recuerdos que lo traumatizaron tanto, nada de eso existe en su cabeza. Esta ahí, por primera vez en meses sintiendo paz, sin tener miedo a aferrarse, sin estar asustado a exponerse, porque entre las cientos de conversaciones que tuvo con Jungkook, se sintío como sí poco a poco una capa de su espeso escudo desapareciera.

Porque sin darse cuenta, justo ahora, Park Jimin esta más expuesto de lo que estuvo en toda su vida.

Advierte que Jungkook gira el volante para salir de la carretera, y estaciona el auto entre unos árboles dejando la ciudad ante sus ojos.

—¿Qué te parece?

Pregunta el castaño al observar como los ojos de Jimin parecen brillar al admirar el paisaje frente a ellos.

—Me encanta.

Se siente orgulloso de sí mismo en cuanto escucha esas palabras, acaricía ese pelo rubio que tantas ganas había tenido de acariciar pero reprimía ese impulso, pero justo ahora, le sale tan natural que ni siquiera piensa en detenerse.

Se quedan hablando y jugando en el auto, hablan de la película, de la escuela, de sus amigos, de todo y nada a la vez, y Jimin sigue siendo incapaz de darse cuenta de que Jungkook se esta metiendo en su piel con una facilidad aterradora.

—¿Podemos bajar?

Pregunta Jimin luego de un tiempo causando que Jungkook lo mire con una sonrisa brillante en los labios.

—Podemos hacer todo lo que quieras hacer, Jims.

Asegura con una sonrisa, observa como Jimin saca un paquete de cigarrillos de su mochila junto a un encendedor y finalmente baja del auto causando que él tambíen lo haga.

Ni siquiera necesitan ponerse de acuerdo, de forma inmediata caminan hacía la trompa del auto y se quedan ambos con sus cuerpos recostados sobre el mismo.

—¿Queres uno?

Esa es la pregunta que escucha Jungkook mientras observa atentamente la forma en la que Jimin sostiene un cigarro entre sus hermosos labios y lo enciende con facilidad.

Y él solo le esta preguntando sí quiere un maldito cigarrillo, pero tiene esa sensación de que jamás podría decirle que no a Park Jimin, y que a partir de ese momento le va a dar la misma respuesta...

—Jamás te diría que no.

Así es como ambos fijan su mirada al frente, con sonrisas en los labios mientras fuman, sintiendo esa brisa tan relajante acariciándolos.

—Jims, se que no te gusta hablar sobre vos, pero aún sí quiero hacerte sólo una pregunta.

El mencionado observa a su acompañante con curiosidad, asiente en silencío indicando que pregunte, luego él se va a encargar de decidir sí responder o no.

—Hay momentos en los que tu sonrisa es diferente, no se como explicarlo, pero es una sonrisa que no se parece en nada a la que tenes ahora ¿En qué pensas en esos momentos que te obligas a sonreír de esa forma, Jims?

Jungkook se confunde cuando Jimin, quíen al principio se sorprende por un instante, empieza a reír, casí como sí se estuviese burlando de sí mismo.

—Primero dejame admitir que te juzgue muy mal, Jeon Jungkook.

El castaño no puede ocultar su expresión de confusión ante esas palabras, pero se encuentra con esos ojos almendrados mirándolo con la misma intensidad que una tormenta de verano, pero al mismo tiempo con esa amabilidad tan característisca, no sabe sí sentirse intimidado o relajarse, no sabe sí huír despavorido o llamarlo hogar. No sabe si llamarlo casualidad o destino.

—Cuando te ví por primera vez, me dije a mi mismo "Otro rostro más que voy a acabar olvidando", podía jurar que al terminar la preparatoria ibas a ir a parar al cajón de recuerdos pérdidos.

Esas palabras logran herirlo, porque mientras él aseguraba jamás ser capaz de olvidar esa mirada, el contrario lo veía como algo destinado al olvido.

—Ahora entiendo lo equivocado que estaba, aunque lo vengo entendiendo hace días. Van a pasar los años y no voy a ser capaz de olvidar la facilidad con la que me acabas de hacer esa pregunta ¿Sonrisa diferente? Si, lo es, y me molesta el hecho de que lo hayas notado con tanta facilidad, me molesta el hecho de que me preguntes sobre eso con tanta sencillez, pero lo que más me molesta es saber que te voy a responder.

Jungkook, que se considera un charlatan, por primera vez es dejado sin palabras, y lo más irónico es que se quedo sin palabras con quíen podría jurar que jamás le iban a faltar.

—Esa sonrisa aparece cuando estoy demasiado ocupado insultándome en mi cabeza, culpándome, odiándome. Me digo a mi mismo las peores cosas que te puedas llegar a imaginar, y sonrío mientras lo hago porque de alguna forma extraña eso me calma. Cuando siento que estoy a punto de tener un ataque de pánico, simplemente me dedico a odiarme y esa sensación de no poder respirar me abandona.

Esas palabras son dichas por Jimin, mientras se dedica a mirar a Jungkook fijamente sin siquiera titubear, quíen no logra soportarlo y acaba por apartar la mirada y fijar sus ojos en el paisaje frente a él, el rubio imita esa acción y observa la ciudad repleta de luces.

—No estoy deprimido, no tengo pensamientos sobre morirme, tampoco sobre lastimarme. Simplemente intento salvar lo que queda de mi mismo, odiándome, porque cuando siento que me asfixio...es lo único que me devuelve el aliento.

Lleva el cigarro a sus labios, absorbe el humo que llena sus pulmones y exhala sintiendo que respira, y eso es lo único que quiere sentir.

—¿Por qué te molesta tanto el haberme dicho todo esto?

Jungkook se maldice en cuanto esa pregunta se resbala de sus labios con tanta facilidad, sabía que no debía hacerla, y lo confirma en cuánto escucha la risa amarga de Jimin llegando a sus oídos.

—Porque conocer es aferrarse, y no quiero que te aferres a mi.

—¿Y qué te hace creer que no voy a aferrarme de todas formas?

Pregunta en respuesta a esa afirmación tan gélida de parte de Jimin.

¿Cómo no iba a aferrarse? Sí desde el primer momento en que lo vío a los ojos sintío como la tierra paraba de girar.

¿Cómo no iba a aferrarse? Sí su corazón se detuvo por un instante la primera vez que lo escucho hablar sin siquiera haber sido capaz de verle la cara.

Insisto ¿Cómo no iba a aferrarse? Sí cada vez que lo ve se reafirma a sí mismo que él va a marcar un antes y un después en su vida.

—¿Cómo te aferras a algo que no conoces?

Pregunta Jimin con incredulidad, creyendo que de esa forma da el tema por terminado, pero no podría estar mas equivocado.

Dicen que no hay peor ciego que aquel que puede ver pero se niega a hacerlo.

Jimin trata de convencerse a sí mismo de que lo único que siente Jungkook por él es un simple flechazo que tarde o temprano va a terminar, pero una parte de él sabe muy bien que eso no es así.

—Me aferro por la esperanza de llegar a conocerlo.

Y como sí se tratara de una cruel broma del destino, es justo en ese momento que el sol aparece en el horizonte.

El amanecer había empezado pero ellos estaban demasiado ocupados mirando al contrario.

—¿Y qué pasa sí lo que llegas a conocer no es lo que esperabas?

Insiste Jimin, tratando de que Jungkook entienda su punto, pero cuando ve esos ojos que de pronto parecen mirarlo con tanta seguridad, entiende muy bien que no va a lograr su cometido.

—No te tomes a mal mis palabras, pero no espero nada de vos, Jims. Estoy acá parado sabiendo que me voy a enamorar de vos, pero no espero ser correspondido en ningún momento. Te miro sabiendo que los más probable es que me acabes rompiendo el corazón y aún así no espero que te disculpes por ello. No espero nada porque entiendo que lo sos todo.

El rubio asiente ante esas palabras, le resulta increíble que Jeon Jungkook pueda decirle eso con tanta seguridad, sin titubear, sin dudar, pero lo que más increíble le parece es que se lo diga con una sonrisa tan dulce en los labios.

—¿Esto fue una cita, Guks?

Ante esa pregunta, el castaño se acerca a él, acaricia su cabello rubio, lo mira con esos ojos tan transparentes y amables que son capaces de sacarlo de su eje.

—No, fue una salida de amigos. El día que tengamos una cita voy a encargarme de que sepas que lo es, y te lo voy a confirmar porque no voy a dudar ni siquiera un segundo a la hora de besarte.

Esas palabras logran que Jimin, que se encontraba al borde del abismo completamente inmovil, empiece a caer sin siquiera ser capaz de darse cuenta.

—Vayamos a mi casa, Jims. Me muero de ganas porque dejes el olor a coco y vainilla en mis almohadas de nuevo.

El mencionado sólo es capaz de reír, ambos se suben al auto, y emprenden ese largo viaje en silencío.

Un silencío que no es incómodo para ninguno, porque de alguna forma se lo están diciendo todo.

Así es como llegan a la casa de Jungkook, y entran en ella en completo silencío para no despertar a los padres del chico.

—¿Trajiste pijama?

Pregunta el dueño de la casa dispuesto a prestarle su ropa al chico, sintiendo decepción en cuanto ve el pijama que saca de la mochila.

Sus ojos se clavan en la piel de Jimin en cuanto este se saca la camiseta sin pudor alguno ¿Por qué lo tendría? Ya lo había visto en traje de baño, no era algo nuevo para ver.

Pero Jungkook siente como todo su cuerpo reacciona a esa simple acción.

—Voy a buscar algo para tomar.

Avisa para salir de su habitación a toda velocidad, baja las escaleras con rapidez y camina hacía la cocina a pasos apresurados, donde se encarga de mojar su rostro con agua fría del grifo.

—Que tortura.

Se dice a sí mismo para finalmente tomar un par de servilletas y secarse la cara.

Toma dos vasos y los llena de agua mineral, para volver a subir a su habitación con la esperanza de que Jimin ya se haya puesto el bendito pijama.

Es capaz de respirar cuando entra en su cuarto y se encuentra con el chico completamente vestido, muy entretenido brindándole caricias a Chocolina.

Deja los vasos sobre su mesa de luz, y finalmente se deshace de su ropa para ponerse su pijama rápidamente.

—Jeon Chocolina Demonio Traga Almas, Jims vino a dormir conmigo no a hacerte mimos a vos.

Jimin ríe en un volumen bajo ante esas palabras, se para del suelo para caminar hacía la cama con tránquilidad.

Y Jungkook que siempre duerme contra la pared a pesar de tener la enorme cama de dos plazas toda para él, le deja ese preciado lugar a Jimin, quíen se acuesta allí, debajo de las cobijas.

Siente el olor al perfume de Jungkook invadiendo sus fosas nasales, y simplemente se deja envolver, no sabe que perfume usa, pero de alguna forma ese aroma lograba relajarlo.

El castaño se acuesta justo a su lado, con todo su cuerpo mirando hacía él.

—¿No dormiste anoche verdad?

Pregunta Jungkook con una sonrisa, mientras se acerca aún más a él, pasando uno de sus brazos por debajo de su cuello, causando que Jimin se aproxime a él por inercia, y lo toma como una invitación, con su otro brazo se dedica a abrazarlo estrechamente, sintiendo como sus piernas se enrriedan con las del contrario.

—Mmmno.

Esa es la respuesta que Jimin es capaz de dar, mientras siente sus parpados cerrándose pesadamente.

Apenas era capaz de pensar ¿Cómo era posible que al acostarse en su cama parecía ponerse alerta y pensar en todo, pero con tan solo acostarse en la cama de Jungkook podía dormirse tan fácilmente?

Siente los brazos del castaño envolvíendolo por completo, y lejos de molestarlo se siente a gusto, como sí supiera que ahí, en ese lugar, puede dormir tránquilo porque las pesadillas son incapaces de alcanzarlo.

—Dulces sueños, Jims.

___________
BUENOOOOOO HASTA ACÁ X HOY TKM 💛💛💛💛

Solo esta historia actualizo x hoy, mañana le toca a Love Again


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro