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lxvi

—¿Por qué cortaron ese árbol?

Pregunta Jungkook mientras camina justo a un lado de Jimin, abrazando a su novio por los hombros.

No sabe cuánto tiempo estuvieron en el medio del bosque hablando, solo sabe que fueron varias horas porque justo ahora la luna se encuentra brillando sobre sus cabezas.

—El abuelo me dijo que estaba a punto de caerse, podría haber causado problemas así que lo cortaron de a poco, querían sacar el tronco que quedó pero yo le pedí que no lo hiciera...

Responde Jimin con la más absoluta honestidad, le parece curioso saber que no hay absolutamente nada que le esté ocultando a Jeon Jungkook, nada.

Le parece irónico que él que es un mentiroso haya decidido darle por lo menos su honestidad.

—...hablando del abuelo, seguro nos va a regañar.

Jungkook ríe débilmente ante esas palabras, mientras acerca aún más el cuerpo de su novio a él, lo obliga a detener sus pasos y se miran sabiendo perfectamente quien es el contrario.

Sabiendo que dentro de ese bosque se prometieron de forma tácita el estar juntos por la cantidad de tiempo que tengan de vida.

Puede resultar estúpido, apenas tienen 18 años y no en realidad lo que saben de la vida es muy poco, pero por algún motivo ambos tienen el mismo presentimiento...en los ojos del contrario se encuentra el destino que les falta.

Sus labios se prueban con la brisa nocturna y la luna de testigos.

Jimin había pasado tantos años asqueado de lo destrozado que se encontraba, que no puede creer que incluso después de saberlo todo sobre él Jungkook sea capaz de observarlo de esa forma, de besarlo con tanto cariño.

—¿Puedo preguntar algo?

—Claro.

Se limita a responder el castaño mientras retoman sus pasos a la casa que de a poco empieza a aparecer en su campo de visión a la distancia.

—¿Cómo empezaste con Bystander?

Otra cosa, Jungkook sabía que él era el dueño de esa cuenta y jamás se enojo por ello, se preguntó cientos de veces el motivo por el cual no le recriminaba nada, hasta que finalmente lo entendió.

Tal vez eso significa ser amado, enojarse pero no ser cruel al respecto, no echarlo en cara y simplemente hablarlo.

—El primer día de clases de primero de preparatoria fuí testigo de cómo un compañero se enamoraba a primera vista de una chica de tercero. Siempre me había gustado escribir, de hecho tengo muchísimos relatos cortos que jamás publique en ninguna parte...te juro que cuando vi como la miro no pude evitar tratar de relatar la escena. Parecía algo digno de una película, una nueva escuela, un primer día de clases, primavera, los pétalos de cerezo y él parado en el medio del patio delantero mirándola completamente paralizado.

Jimin recuerda con un poco de amargura ese día, no solía prestar atención a lo que lo rodeaba, pero no pudo evitar ver esa escena y sentirse miserable.

Cada vez que veía los ojos de alguien brillar con tanta intensidad se sentía miserable, cada vez que veía a una persona con tantos sentimientos, cargado de tanta honestidad...se sentía un hipócrita.

—No terminó bien, la historia se hizo super viral pero ella nunca supo que era la protagonista, y él jamás tuvo el valor para decírselo. Imaginate, yo había creado esa cuenta solo para tratar de animar al chico ese a qué se declare, jamás creí que iba a terminar siendo tan famosa, seguí porque me gustó hacerlo, era liberador poder hablar tan abiertamente y que nadie supiera que quien hablaba era yo.

Jungkook asiente con una sonrisa asumiendo que eso es todo, pero se sorprende en cuanto Jimin vuelve a hablar.

—Recuerdo el día que llegaste y te vi hablando a la distancia con Taehyung, te juro que estuve a punto de hacer una historia sobre ustedes, pero sabía que Tae estaba atrás de Yoon así que me decidí por Yerim.

—Podrías haber elegido a otra persona igual, te la agarraste conmigo.

Se burla Jungkook causando que una fuerte carcajada se escape de Jimin mientras asiente completamente de acuerdo con esas palabras.

—Eras el chico nuevo con fama de mujeriego, Guks, fue una oportunidad de oro. Realmente no estaba en mis planes que te obsesiones con el fantasma de la clase, nunca nadie le había prestado atención ¿Por qué lo haría el chico nuevo? A veces pienso que es un sueño que realmente me cantaron el Ave María, y cuando recuerdo que es real me empiezo a reír solo.

El pelinegro ríe a carcajadas al recordar ese día, la cara de sus compañeros en cuanto el profesor dijo que Jimin estaba vivo...increíble.

—¿Recordas ese día más temprano?

—¿Más temprano? Solo recuerdo que me quedé dormido, mi auto estaba en reparación así que tuve que tomar el bus y correr porque debía ayudar a entregar los folletos e invitar a las personas al homenaje, imaginate lo apurado que iba que hasta me choque con alguien.

Jimin asiente ante esas palabras recordando como fue que su, ahora, novio lo empujó y lo hizo caer al piso, recuerda haberlo insultado en varios idiomas.

—Si, me empujaste a mí.

Jungkook detiene sus pasos al escuchar esas palabras.

—¿Qué?

—Era yo, me quedo doliendo el hombro todo el día, no entendía cómo podías estar tan tranquilo mientras yo te puteaba cada vez que te veía.

Ahí está de nuevo, esa risa que para ser sincero Jimin desearía no dejar de oír jamás.

—Entonces, bystander eras vos, el fantasma eras vos, el chico que me choque y había logrado llamarme la atención porque olía bien...eras vos. Siempre fuiste vos y yo como idiota creyendo que el destino no existe.

Ambos se miran con sonrisas en el rostro, no les importa si fueron casualidades porque a veces ellas son las encargadas de que los engranajes funcionen.

Después de todo eso es el destino, miles de casualidades que se dan con el único propósito de llevarte justo a donde estas ahora, así sea para bien o mal.

Siguen sus pasos y tan solo unos minutos después llegan a la casa de la que se ausentaron por horas.

—¡Abu ya llegamos!

Avisa Jimin logrando que Oreo corra en su dirección de forma inmediata.

—¿A donde fueron, hijo? Estaba a punto de salir a buscarlos con la camioneta.

—Le mostre el bosque a Guks, nos quedamos hablando por eso tardamos, no fuimos lejos.

El anciano asiente ante esas palabras, la verdad es que se había preocupado, había visto a los adolescentes adentrándose en el bosque, la sola idea de que podían llegar a perderse lo ponía nervioso.

—Les dejé la cena adentro del horno. Yo me voy a dormir, ustedes también duerman temprano, estuvieron trabajando todo el día, por más jóvenes que sean necesitan descansar.

Eso es lo último que dice para acariciar el cabello de su nieto con cariño, y finalmente palmear el hombro de Jungkook.

Empieza a sospechar que la relación entre ellos no es solo de amigos, los vio caminando hacia la casa muy abrazados, pero decide no decir nada y esperar pacientemente a que su nieto tenga la confianza suficiente en el para contárselo.

Oreo decide seguir al abuelo Song, dejando a Jungkook y Jimin completamente a solas.

El pelinegro se queda abrazando la cintura de su novio todo el tiempo que el chico se tarda en servir la comida, y finalmente cenan hablando de las cosas que les gustaría hacer en cuanto lleguen sus compañeros y amigos, donde deberían acampar.

—Sun quiere hacer una prueba de valentía en el bosque.

Recuerda Jungkook de la última vez que entró a twitter, con Jimin habían parecido ponerse de acuerdo para no usar sus redes sociales, y la verdad no sentían la necesidad de usarlas.

Se pasaban todo el día hablando y riendo lo cual se lo termino de confirmar, ellos simplemente son perfectos juntos.

En cuanto terminan de cenar se encargan de lavar los utensilios juntos sintiendo el calor de esos días de verano consumiéndolos.

Jungkook estaba realmente agradecido de haber tenido sexo con Jimin antes de ir a ese lugar, porque podía dormir en ropa interior a su lado sabiendo que no lo estaba incomodando ni nada por el estilo. Aunque no entiende como es que el chico puede dormir con ropa puesta, le parece increíble.

Luego de secar y guardar todo se encargan de apagar las luces para finalmente encerrarse en la habitación de Jimin colocando el seguro de la puerta.

No estaba en los planes de Jungkook que el abuelo Song entre por casualidad y se lo encuentre en ropa interior abrazado a su amado nieto.

—¿Tenés mucho calor? ¿Abro las ventanas?

Pregunta Jimin en cuanto nota como su novio sigue sudando incluso en ropa interior, él estaba acostumbrado a vivir sin aire acondicionado, lo hizo la mayor parte de su vida, pero Jungkook en cambio había crecido rodeado de todo tipo de comodidades, para él estar sin aire era, no sé, estar sin oxígeno.

—Porfavor, siento que me voy a derretir.

Ante esas palabras, el castaño se limita a reír mientras abre las ventanas permitiendo que la suave brisa ingresé en su habitación, logrando que Jungkook se acerque sintiendose como si estuviera volviendo a nacer.

—¿Vos decís que si me tiro a dormir afuera me mata algún bicho?

—Tendrias que tener mucha mala suerte, eso sí, los mosquitos se van a hacer el festín de sus vidas.

Asegura Jimin mientras Jungkook se limita a reír abanicándose con una de sus manos, observando atentamente y con una gran sonrisa la forma en la que su novio se desviste para colocarse el pijama enfrente suyo.

Le cantaría tirarse encima suyo pero esos pensamientos son detenidos en seco en cuanto recuerda al abuelo Song durmiendo a algunas habitaciones de distancia.

La última vez Jimin gimió demasiado, no sé queja, pero eso significa que serían descubiertos muy fácilmente.

Con eso en mente simplemente se dedica a observarlo en silencio, sin entender muy bien como es que el chico incluso podía acostarse debajo de las sábanas para dormir, mientras que el se quiere morir más o menos.

—¿Querés que prenda el ventilador?

Jungkook al escuchar esas palabras:

—¿Tenés?

Pregunta sin poder creerse que durante los últimos días su novio tenía un ventilador para prender y nunca lo hizo mientras lo veía sudar la gota gorda por la frente.

—Esta en el techo, Guks ¿No lo viste?

Jimin, que se había acostado listo para dormir, se sienta sobre la cama señalando hacia el techo de la habitación al igual que Jungkook.

Si, justo ahora ambos se encuentran observando lo mismo, el ventilador de techo según Jimin, y la lámpara innecesariamente grande y antigua según Jungkook.

—¿Eso es un ventilador?

Pregunta el pelinegro completamente aturdido.

—Tengo ganas de dejarte, ahora imaginate si llegas a decir algo así frente a Yoongi, te mata.

Jungkook ríe a carcajadas al escuchar esas palabras, mientras se tira en la cama y se posiciona justo encima de su novio para empezar a hacerle cosquillas, causando que Jimin retenga con fuerzas las carcajadas que quieren escapar de su cuerpo, sabe que su abuelo está cansado y no quiere despertarlo.

Luego de varios ruegos de parte de Jimin, Jungkook finalmente se digna a detener su ataque de cosquillas, pero se niega a apartarse de la posición donde se encuentra.

Estar encima de Park Jimin es algo simplemente espectacular.

Ni siquiera lo piensa, deja un pequeño beso en esos labios, seguido de otro, y otro, y otro más, y finalmente se unen en un contacto intenso y necesitado, mientras sus cuerpos se presionan contra el del contrario, y sus manos acarician la piel ajena.

—Te amo.

Susurra Jungkook sobre la piel del cuello de Jimin que había empezado a besar sin siquiera ser consciente de ello.

—Yo también, te amo.

Es correspondido de inmediato, y aún tiene problemas para asimilar que esa sonrisa realmente le pertenece.

Seguiría besándolo, seguiría acariciándolo hasta hacerlo gemir su nombre nuevamente, pero se detiene, definitivamente no quiere arriesgarse a qué sean escuchados por el anciano, y sabe que si llega a probar esa piel una vez más...no va a ser capaz de detenerse.

Hace uso de todo su autocontrol para detenerse y besar la frente de Jimin que lo mira completamente embobado.

—Vas a tener que enseñarme a prender esto, no puedo creer que está noche voy a dormir sin sudar como perro.

Sabe que daría lo que fuera para escuchar la dulce risa que justo ahora se encuentra llegando a sus oidos.

—Cuando me abrazabas a la noche sentía que estabas todo pegajoso.

Se queja Jimin causando que la vergüenza invada a Jungkook y solo sea capaz de reírse.

—¿Sabes que hay otras formas de coquetear, verdad?

El pelinegro se para de la cama mientras dice esas palabras, observando la forma en la que Jimin hace lo mismo para caminar hacia el interruptor de luz. Ve como gira una pequeña perilla y como por arte de magia “la lampara” empieza a girar cada vez más fuerte, causando que Jungkook abra los brazos y se sienta en el paraíso.

—Asi es como te reciben en el cielo.

Asegura el chico causando que Jimin ría al ver la expresión de absoluto placer y alivio en su rostro.

Lo sabe perfectamente, o va a estar toda la vida a su lado, o va a pasar cada uno de sus días recordándolo.

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BUENOOOO hasta acá x hoy tkm 💛💛💛🫂💛💛💛

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