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Caminan de la mano porque a pesar de todo se negaban a soltarse.

Jimin porque sentía que de esa forma iba a conseguir algo, lo que sea.

Jungkook por otra parte, porque sabía que esa era la única forma de no perderlo todo.

Esta vez entran en los consultorios sin detener sus pasos para respirar, Jimin simplemente no se da tiempo de pensarlo, porque sabe que sí lo hace...saldría corriendo despavorido de ese maldito lugar.

Ahí esta de nuevo, en la zona de recepción, esa chica amigable que los recibe con una enorme sonrisa en los labios, casí como sí hubiese estado esperando por ellos emocionada.

—Buenas tardes, vengo a ver a la doctora Lee, mi nombre es Park Jimin.

La mujer asiente ante esas palabras, observa a ambos chicos con atención y finalmente habla.

—Buenas tardes, chicos, la doctora Lee te esta esperando, Jimin.

Afirma sin borrar la sonrisa de su rostro, así es como Jungkook le sonríe a Jimin en señal de apoyo, besa sus labios, le susurra un "Te voy a estar esperando" para que el pelinegro finalmente asienta inseguro, y desaparezca por ese maldito pasillo.

Sin decir una sola palabra, Jungkook toma asiento en la sala de espera, dispuesto a no decir absolutamente nada hasta que vuelva su novio, tal y como hizo el miércoles pasado.

—¿Café?

Pregunta la joven que los había recibido, Jungkook entiende de inmediato que se esta dirigiendo a él, después de todo, aparte de ella, es la única persona en el lugar.

—Porfavor.

Suplica Jungkook logrando que la chica suelte una pequeña risita, y finalmente se acerque a él con un pequeño vaso de café entre sus manos.

—Un placer, por cierto. Soy Kim Yerim.

Se presenta, sorprendiendo a Jungkook en cuanto toma asiento a su lado con toda la confianza del mundo.

—Jeon Jungkook, el placer es mío.

Se limita a responder con cortesía, sabe por vasta experiencia cuando alguíen intenta coquetear con él, y sabe cual es la forma en la que usualmente el responde, coqueteando el doble.

Son hábitos que vienen de hace años, palabras que salían de sus labios de forma automática, movimientos que hacía casí por inercia. Años creyendo que esa era su maldita naturaleza, para ahora encontrarse a sí mismo rechazando por completo cualquier tipo de acercamiento por parte de la atractiva mujer frente a él.

—¿Hace cuánto estas saliendo con Jimin?

Pregunta Yerim con genuina curiosidad, le fascinaba la hermosa pareja que hacían los chicos.

—Hace algunas semanas.

Responde Jungkook por simple educación, porque no le da la cara para ignorar a la chica junto a él.

—Hacen una pareja espectacular.

Afirma Yerim sin ningún tipo de segundas intenciones, no lo va a negar, Jeon Jungkook es su tipo ideal, pero podía ver perfectamente que sólo tiene ojos para el chico que acaba de desaparecer por el pasillo.

—Gracias, lo se.

Responde Jungkook tratando de sonar sarcástico, pero esas palabras sólo logran atravesarlo como un maldito puñal, porque sabe muy bien que están a millones de años luz de distancia de ser la pareja perfecta.

Porque sabe que se trata de una relación que, para empezar, no tendría que haber existido, porque de alguna forma elegieron hacer absolutamente todo mal.

—¿A qué escuela van? Tal vez parezco mayor pero estoy en último año de prepa.

Pregunta Yerim con tránquilidad, tratando de aligerar el ambiente tenso que, de pronto, parecía envolver a Jungkook.

—Preparatoria NOVa.

La chica se limita a sonreír ante esa respuesta tan cortante.

—Se apróxima el festival de tu prepa ¿No? Tenía pensado ir con amigos, mi novio me invito.

En cuanto escucha esas palabras, Jungkook se relaja casi de forma automática, se da cuenta de que la chica no esta coqueteando con él, y que tan sólo estaba siendo amigable.

—¿Cómo se llama? Tal vez lo conozco.

Pregunta con curiosidad, girando su cuerpo en dirección a Yerim, logrando que la chica se sorprenda por su repentino cambio de actitud.

—Cha Eunwoo.

Ahí esta de nuevo, sentado en ese sofá color mostaza, encerrado una vez más en esas cuatro paredes color blanco, sabe que puede levantarse e irse cuando él quiera ¿Pero cuál es el sentido de ir, sí simplemente se va al llegar? Quiere poner de su parte pero cada paso que da se siente como uno completamente erroneo.

—¿Cómo estuvo esta semana, Jiminnie? ¿Hiciste lo que te pedí?

Pregunta la doctora tomando asiento en el único sofá individual de la habitación.

Jimin no responde con palabras, simplemente saca una hoja del bolsillo de su pantalón, doblada prolijamente, y se la da a la doctora que la recibe con una sonrisa satisfecha en los labios.

En cuanto la profesional empieza a leer, se da cuenta de inmediato de que esta leyendo cada vez que Park Jimin tuvo un ataque de pánico durante esa semana.

Lee con atención cada letra que conforma cada palabra, cada punto y aparte, cada coma, puede notar con claridad que el pulso del joven parecía temblar cada vez que escribía esas palabras.

Los disparadores eran demasiados, desde las miradas y sonrisas de sus compañeros dirigidas a él, palabras de su abuelo, palabras de sus amigos, palabras de su novio, todo tipo de situaciones que parecían arrastrarlo con fuerza sin darle ningún tipo de tregua.

Podía sentir la desesperación en cada palabra escrita, porque saber que es lo que te hace mal, pero no tener idea de como hacerle frente...es genuinamente desesperante.

Hay pensamientos y recuerdos que simplemente somos incapaces de extinguir, están ahí desde el momento en el que nacen, hasta que morimos, acechándonos, acompañándonos con crueldad en cada paso que damos.

Lo más cruel que puede llegar a existir en el mundo, es muestra propia conciencia.

—Veo que fue una semana complicada ¿Son todas así?

Pregunta la profesional guardando la hoja en su cuaderno.

—Lo son desde que le prometí a Jungkook que no iba a esquivarlo más.

Responde con honestidad causando que la doctora asienta con una sonrisa extraña en los labios.

—¿Por qué decidiste venir a terapia, Jimin?

El mencionado observa a la profesional, preguntándole con la mirada sí el mótivo no era acaso muy obvio, pero de todas formas decide responder.

—Porque necesito sanar.

—Lo se, no quiero imaginarme lo que sentís al haber perdido a tu madre, Jimin, pero...¿Realmente estas acá por eso? Lo estabas manejando a tu manera, nadie puede decirte sí estaba mal o bien, todos lidiamos con lo que nos pasa como podemos, improvisamos sobre la marcha. Nadie puede decirte que tu improvisación estaba mal, porque nadie sabe lo que habrían hecho en tu lugar. Mi pregunta es por qué ahora, por qué no antes o por qué no dentro de más tiempo ¿Por qué elegiste empezar con terapia ahora, Jiminnie?

Y él, que quería convencerse de que esa había sido su decisión, es derrotado por completo ante esas palabras. Porque sí su improvisación no había estado errada, significa que esta haciendo todo esto por alguíen más que no es él.

Lo sabe, entiende que la forma en la que lidio con todo no fue la mejor, que odiarse y denigrarse a sí mismo no era la forma de evitar los ataques de pánico y todo lo que conllevan, pero le servía, era el modo en el cual podía resguardarse a sí mismo, y había perdido eso, ese el mótivo por el cual, justo ahora, esta peor que nunca.

—Porque Jungkook se dío cuenta, porque la forma en la que yo lidiaba con todo lo lástimaba a él, porque lo quiero, y quiero ser capaz de darle algo, lo que sea, a él que me lo esta ofreciendo todo.

Jimin responde de la forma más sincera posible, la doctora no se sorprende al escuchar esa respuesta, después de la primera sesión, se había dado cuenta de que el chico estaba ahí por alguíen más y no por sí mismo.

—Jimin, ese es el mótivo por el cual Jungkook quería que vinieras acá, quiero que me digas, cuál es tu mótivo.

—¿Por qué?

Pregunta el mencionado sintiendo su garganta cerrándose ante la insistencia de la doctora.

—Porque para ayudar a alguien a que este bien, primero esa persona tiene que querer estarlo, yo no puedo ayudarte sí no queres que te ayuden, Jimin.

En cuanto la mujer dice esas palabras, Jimin sabe que la subestimo por completo.

Creía pateticamente que con ir a ese lugar y hablar las cosas por primera vez, ponerle palabras a lo que paso y a sus sentimiento, bastaría, pero eso siempre fue sólo una pequeña, casi diminuta parte del problema.

Jimin no quiere ser ayudado, no quiere ser feliz porque esta convencido de que no lo merece, porque mientras su madre moria frente a él, no fue capaz de hacer o decir nada, simplemente se quedo ahí, sentado en ese maldito asiento trasero, observando en un silencío sepulcral la forma en la que su madre moría lentamente.

Se convencío de que sí el hacía algo podría haberla salvado.

Se dijo a sí mismo que él había matado a su madre.

Se convirtío a sí mismo en el villano de su propia historia, y el villano nunca merece un final feliz.

—¿Realmente queres estar acá, Jimin?

Pregunta Jieun observando atentamente la reacción de Jimin, ese chico que había entrado con un poco más de confianza que la primera vez, ahora se encontraba frente a ella, completamente encorbado, con su rostro escondido entre sus manos, como sí estuviese deseando con todas sus fuerzas desaparecer y dejar todo atrás.

Olvidar todo, liberarse de la caraga culposa que siente desde que permitío que Jeon Jungkook se adentrara demasiado en su vida.

Jeon Jungkook fue lo que él llama un error de cálculo.

Cuando lo conocío podía jurar que era solo uno más de montón y se equivoco enormemente, se confío, porque jamás creyo que esos ojos que al principio le resultaron tan normales, acabarían resultándole fascinantes, brillantes, tan hermosos y llenos de paz.

Eso es Jeon Jungkook, un error de cálculo, el objetivo de su envidia, quiere ser como él, tan feliz, lleno de paz, con el mundo y con sí mismo. Luz.

Sólo eso, se suponía que solo debía ser eso, un simple e insignificante error de cálculo.

¿Cómo acabo adorando la forma en la que esos dos hermosos ojos lo miran?

¿Cuándo fue que empezo a disfrutar ser abrazado por el?

¿Por qué empezo a sentirse reconfortado por sus palabras?

—¿Podemos terminar por hoy?

Pregunta Jimin sin levantar el rostro, casí en un tono de suplica.

—Podes irte cuando quieras, Jiminnie. Sí necesitas pensar para responderme, podes irte y volvemos a hablar la próxima semana.

El chico se limita a sentir, y sale corriendo por la puerta, sin siquiera tomarse el tiempo de saludar.

Llega a la recepción, es incapaz de notar la mirada llena de confusión en los ojos de Jungkook al verlo salir corriendo, simplemente sigue su camino, corre de todo, no mira atrás ni se detiene.

Porque sí su alma no puede huir que por lo menos lo haga su cuerpo, aunque sea por unas horas.

Ese es el mótivo por el cual sin siquiera pensarlo sale corriendo de la cliníca sin detener sus pasos.

—¡JIMIN!

Corre a pesar de que lo escucha a él, gritando su nombre mientras, seguramente, corre detrás suyo.

Jungkook entiende que Jimin no quiere ser perseguido, le prometió que lo iba a entender y no quiete romper esa promesa, por ese motivo detiene sus pasos en seco y lo deja correr en paz.

Le permitr alejarse de él sí eso es lo que quiere, porque desde un principio le prometío que sin importar lo que haga el lo iba a entender y no lo iba a culpar de nada.

Ahí están, uno huyendo y el otro dejándolo huír.

Ahí están, un error de cálculo, y quíen lo cometío, quíen no sabe como hacer para solucionarlo.

Al fin y al cabo, los errores, tarde o temprano deben ser solucionados.

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HOLA VOLVÍ SE TERMINARON LOS PARCIALES DE LA PRIMERA PARTE DIOS, fue horrible les juro q fue horrible, voy a tratar de actualizar una vez por semana de acá hasta que empiece la segunda tanda de parciales.

Perdón por tardar tanto tkm 💛💛💛💛💛

(es solo este por hoy pq mañana curso tempranito)

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