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extraño

Namjoon guardó su teléfono luego de escribir el último mensaje. Tras otorgarse un segundo para cerrar los ojos y juntar valor, tomó una profunda bocanada de aire a la vez que apoyaba las manos temblorosas contra la puerta y empujaba suavemente, entrando en la cafetería en lo que dejaba salir un suspiro un tanto exagerado.

—Tú puedes, Joon-ah —se animó a sí mismo, juntando los puños—. You've got this, man.

De ese modo, alentándose en susurros, empezó a caminar a través del establecimiento. Si bien las piernas le temblaban un poco por los nervios, iba a paso decidido, buscando a Taehyung con la mirada entre todos los estudiantes. A medida que escaneaba con la vista a cada persona que cruzaba se iba repitiendo en silencio el discurso que se había preparado para su primer encuentro con el chico, incluso si sabía que su mente quedaría completamente en blanco ni bien lo tuviera en frente por primera vez. ¿Y cómo no, si se trataba de él? Namjoon daba por sentado que las piernas iban a terminar por fallarle apenas lo viera cara a cara, las palabras no saldrían de su boca y en lugar de escuchar el bullicio típico del buffet escucharía alguna canción bonita de alguna banda sonora de alguna película romántica de todas las que habían visto juntos en esas últimas semanas.

No tardó mucho más en encontrarlo. Tal como se imaginaba, en cuanto logró divisar a Kim Taehyung entre la multitud, el chico parecía tener un brillo propio que lo hacía resaltar a comparación de todos los demás. En verdad estaba viendo a su uno en un millón; Taehyung parecía resplandecer bajo las luces sobrecargadas de la cafetería. No era como si estuviese haciendo algo extraño o llamativo, pues se encontraba de todos los lugares en el mundo, en la facultad de artes de la universidad, el lugar donde se concentraban todos los theatre kids de Seúl: alguna chica pintaba, un grupo ruidoso practicaba las líneas de un libreto en voz alta, algún muchacho afinaba una guitarra y, por supuesto, no faltaba la persona que cantaba a todo pulmón... entre todo ese caos, Kim Taehyung parecía querer camuflarse. Por supuesto, su aura era tan imponente que resultaba imposible que pasara desapercibido. Taehyung se encontraba solo en un punto un tanto apartado y aunque su mesa estaba llena de hojas y pinturas, mantenía la mirada fija en algún punto lejano, casi como si estuviese esperando que sucediese algo.

O quizás esperaba a alguien.

Con ese pensamiento, Namjoon despertó del embrujo al recordar el verdadero motivo por el que estaba allí. No había ido hasta allí para quedarse parado como un poste observando a Taehyung sin pestañear, sino que había ido para decirle lo que sentía por él y lo mucho que se alegraba por saber que él era la persona con la que había estado hablando todo ese tiempo, al fin. Resuelto, Namjoon se encaminó hasta la mesa de Taehyung, prácticamente en la otra punta de la cafetería, sintiendo los latidos acelerados de su corazón retumbando más fuerte en su pecho con cada paso que daba. Cuando ya estaba a unos pocos pasos de distancia, Taehyung dirigió la mirada hacia donde él se encontraba y, por supuesto, notó su presencia. Los ojos oscuros e intensos, hasta recién distraídos, que ahora lo miraban fijo, se abrieron en señal de sorpresa. Taehyung se puso de pie justo cuando Namjoon se paraba frente a él con una sonrisa tímida.

—Hey —logró decir con poca elocuencia, todo su discurso tirado a la basura.

—Namjoon hyung —pronunció Taehyung, evidentemente tan nervioso como Namjoon.

Por un instante, los dos se quedaron parados ahí sin decir nada. Namjoon se permitió mirar a Taehyung, regalándose esos segundos de más para observarlo a fondo, asimilar que lo estaba viendo, que estaba frente a él, que al fin lo tenía cerca después de haber esperado tanto por ese momento. Sabía muy bien que Kim Taehyung era un chico bonito, siempre lo había sido, pero en verdad no terminaba de creer lo bien que le habían sentado esos cuatro años sin verse. Las fotos que subía ocasionalmente no le hacían justicia; aquel muchacho alto y de ojos intensos que lo miraba fijamente era más que atractivo. Aunque casi no quedaba rastro de la belleza tierna e infantil que recordaba, Namjoon creía que no le costaría mucho acostumbrarse a esa nueva versión más madura y masculina de Taehyung.

—Te prometo que tenía todo un discurso preparado —dijo entonces, riéndose, tal vez por los nervios—. No vine aquí a mirarte como un idiota nada más.

—Está, uh... está bien —balbuceó Taehyung, asintiendo con la cabeza—. Pero yo no...

—¿Tú no...? —hizo eco él, notando que el menor no parecía encontrar las palabras indicadas.

—Nada, disculpa —se corrigió Taehyung mientras negaba con la cabeza—. Es sólo que... estoy sorprendido.

—¿Sorprendido?

—Bueno, sí, ¿no crees? —soltó el chico, llevándose una mano al cuello a la vez que soltaba una risa incómoda—. No te he visto en... ¿tres, cuatro años? Y de repente te apareces aquí, en mi cafetería... ¿no estarías sorprendido, también?

Huh. Un momento.

De repente aquella familiaridad, la comicidad, la complicidad... Namjoon sintió como todo se esfumaba. En su lugar, la mente se le había nublado por completo.

—¿No me estabas esperando a mí? —se atrevió a preguntar, la poca confianza que había ganado perdida por completo—. Te dije que... que vendría a... a verte.

—¿No? —preguntó también Taehyung, visiblemente confundido.

A Namjoon se le removió el estómago. Si antes su corazón latía acelerado por la emoción de encontrarse con Taehyung, ahora había dejado de latir, estrujándose con aquella simple negativa.

—¿Estás haciéndome una broma? —aventuró, queriendo creerlo con todas sus fuerzas, aunque sabía cuál sería la respuesta.

—Ah, Namjoon hyung... —murmuró Taehyung, poniendo una expresión que denotaba culpa—. Lo siento.

Antes de que Namjoon pudiera sentirse aliviado, Taehyung sacó el teléfono de su bolsillo y empezó a balbucear un montón de cosas que él no llegaba a comprender. Sin embargo, le alcanzó con escuchar las palabras "debí revisar sus mensajes antes" para terminar de entender lo que estaba sucediendo.

Había cometido un error.

—...y vi la notificación pero estaba en clase y pensé en leerlo y responderle más tarde pero me olvidé y luego tenía hambre y vine a almorzar y estaba escuchando esta canción y pensé en pintar algo y... —parloteaba Taehyung, soltando todas estas palabras y excusas sin siquiera respirar—. ¡Sabía que tendría que haber leído sus mensajes antes! Pero hace tanto que no hablamos y me pareció tan raro que me escribiera y-

—Taehyung, cálmate. Respira —se oyó decir él, sabiendo que uno de los dos debía mantener la calma—. No hiciste nada malo, no te preocupes. ¿Podrías decirme quién te escribió? ¿Quién te mandó esos mensajes que no leíste?

—Fui yo —pronunció una voz a espaldas de Namjoon, a la vez que Taehyung miraba detrás de él, por encima de su hombro, con la misma expresión culpable de antes.

Por un instante, Namjoon sintió su mirada quemándole la espalda. Aunque su cuerpo se negaba a siquiera moverse, luego de una fugaz eternidad finalmente fue capaz de voltearse con los ojos cerrados. Cuando por fin los abrió, lo supo de inmediato, no podía volver a equivocarse esta vez. La cámara profesional colgando del cuello, la mano (esa que se habría cortado con el vidrio la otra noche) vendada, las correas de la mochila llenas de parches y pines de películas...

Ese era, sin lugar a dudas, el verdadero Bangtanie.

—Jungkook —fue lo único que Namjoon pudo decir.

—Déjame explicart-

Pero Namjoon no lo oyó. No quería oírlo. Sin darle tiempo a decir nada más, luego de susurrar una disculpa acelerada para Taehyung, pasó por su lado para alejarse de ambos, de toda la escena, de aquel lugar y del edificio entero. El estómago le dolía, las mejillas y las orejas le ardían, se imaginaba que todo su rostro estaría rojo de la vergüenza porque el calor era casi insoportable. Podía jurar que una nube entera de humo lo estaba envolviendo al punto de impedirle respirar, como si estuviera encerrado en una habitación en llamas que, además, no paraba de dar vueltas. Claro que sabía que todo eso estaba sucediendo nada más en su imaginación, pero de igual manera se apresuró por salir de la cafetería lo más rápido que las piernas se lo permitieron, empujando la puerta y prácticamente corriendo hasta encontrarse afuera. Abrumado, se obligó a detenerse para respirar aire fresco en lo que trataba de calmarse.

—¡Kim Namjoon!

Pero por supuesto, Jungkook no podía dejarlo en paz; tal parecía ser que tenía que seguirlo para burlarse de él un poco más, esta vez en persona.

—¿Qué quieres?

—Hablar contigo —dijo Jungkook con urgencia, agitado—. Quiero explicarte...

—¿Explicarme qué, exactamente? —preguntó él—. ¿Por qué me mentiste anoche, tal vez? ¿O por qué esperaste a que me acercara a Taehyung y me humillara en frente suyo para intervenir?

—No era mi intención hacer-

—Ya sé, querías tener tu momento dramático de película, ¿verdad? —prosiguió Namjoon, interrumpiendo a Jungkook y dejando salir aquella ira repentina que se apoderaba de él—. Pensaste que ibas a hacer este big reveal en el que aparecías para decirme que en realidad eras tú, ¿cierto? Y por la magia del cine y del amor yo iba a olvidar que me mentiste y simplemente iba a aceptarte con los brazos abiertos, ¿no?

—Hyung...

—¡O tal vez no era eso! —continuó él, demasiado herido y molesto para pensar dos veces antes de hablar—. Tal vez lo que querías hacer era volver a hablarme, hacer que me encariñe contigo y luego burlarte de mí para vengarte porque yo te dejé de hablar hace cuatro años. ¿Era eso, Jungkook?

—¿Qué? ¡No, claro que no! —se defendió el menor, aunque parecía tener dificultades para hablar—. ¡Intenté llegar más temprano, en serio! ¡Quería llegar antes que tú a la cafetería, pero se me hizo tarde! —insistió, desesperándose más con cada palabra—. Tenía todo un plan... no quería que esto... no tenía que suceder así... ¡Tenía todo un plan!

—¿Cuál era tu plan?

—¡Decirte la verdad! —soltó Jungkook, visiblemente frustrado—. En serio, quería llegar y decirte que era yo. No quería que pasaras ese... ese mal momento con Taehyung.

—¿No podías decírmelo anoche? —reclamó él entonces—. ¿Tenías que dejarme creer que había descifrado todo como un idiota?

—Cuando dije que estaba nervioso lo decía en serio, Kim Namjoon —se justificó Jungkook, poco convencido. La voz le temblaba y sonaba inseguro—. Cuando me di cuenta de que... de que no pensabas que era yo y eso te alegraba... te alegraba que fuera Taehyung o Jimin y no yo... en ese momento no supe qué hacer. 

—Eso no es cierto, Jungkook —se apresuró a decir Namjoon.

—Vi cómo mirabas a Taehyung hyung en la cafetería —le recordó el menor, dolido—. Cuando te diste vuelta y me viste a mí... es obvio que te decepcionaste al saber que era yo.

—Me decepcioné porque me mentiste y me hiciste creer que eras otra persona —lo corrigió él, sin poder creer la acusación que acababa de hacerle—. Me alegraba saber quién eras, no porque fueras Taehyung o Jimin... era porque eras tú, eras mi Bangtanie.

A juzgar por la forma en la que los ojos grandes y brillantes de Jungkook lo miraban en ese momento, era obvio que oír aquel apodo le había dolido tanto como a Namjoon le había dolido decirlo en voz alta, frente a él y en esa situación. Por un breve instante, los dos permanecieron en silencio y mirándose fijamente hasta que Jungkook rompió el contacto visual al bajar la mirada. Namjoon apartó la mirada también porque sabía que si volvía a ver aquella expresión acongojada y llena de culpa en el rostro bonito del menor terminaría por ceder.

Namjoon no quería ceder.

—No quería que fuera así —dijo Jungkook en un susurro débil y patético que a él le oprimió el corazón—. Se suponía que este momento iba a ser especial.

—Tampoco era esto lo que yo tenía en mente —ironizó Namjoon, resoplando. Cuando Jungkook volvió a levantar la vista, trató a toda costa de evitar devolverle la mirada.

—¿Qué... qué pasa ahora? —preguntó entonces el menor—. ¿Qué vamos a hacer?

—No lo sé —admitió él con franqueza, entrelazando las manos en su propia nuca.

Jungkook lo miró con esos ojos grandes y suplicantes, como si esperara que Namjoon tuviera una solución.

—¿Qué esperas que pase, honestamente? No esperarás que finja que todo está de maravilla y, no lo sé, vayamos juntos a la estúpida fiesta, ¿verdad? —planteó él, pensando en voz alta mientras negaba con la cabeza—. Me engañaste, Jungkook. Me ilusionaste y luego... lo que pasó ahí adentro fue tan... tan humillante.

—Lo siento.

Jungkook estaba siendo sincero, Namjoon lo sabía. De la misma forma que sabía que no podía simplemente ignorar que le había mentido y seguir como si nada de eso hubiera pasado. Dolía, pero sabía lo que tenía que hacer.

—Necesito tiempo —estableció.

—¿Tiempo?

—Tiempo —confirmó—. No puedo... no puedo fingir que estoy bien con esto. No lo estoy. 

—Eso significa que...

—Sólo... no puedo hacer esto ahora mismo. No puedo estar aquí, contigo —intentó explicarle al menor, aunque tampoco él sabía muy bien qué significaba exactamente—. Necesito irme, ahora. No puedo pensar con claridad y... tengo mucho en lo que pensar. 

Antes de que Jungkook pudiera responder, antes de que aquellos grandes ojos terminaran por doblegarlo y lo hicieran cambiar de opinión, antes de tener tiempo de repensarlo y arrepentirse, Namjoon se dio la vuelta y empezó a caminar lejos de allí, lo más rápido que las piernas se lo permitían. Necesitaba salir de allí cuanto antes, irse de ese lugar, porque simplemente sabía que no podía resistir un minuto más parado frente a Jeon Jungkook: le molestaba verlo, le causaba rabia al pensar en todo lo que había pasado, en cómo le había mentido y se había burlado de él. Pero por encima de todo, verlo dolía demasiado. 

Cuanto más rápido se alejara de Jungkook, más rápido podría pensar en aquella situación tan complicada en la que acababa de meterse. Y aunque su corazón le pedía que se diera la vuelta para verlo una vez más, sabía que estaba tomando, ahora sí, la decisión correcta. Porque en el fondo sabía que si volvía a ver a su Bangtanie... Por eso, lo mejor era irse. Y eso fue lo que hizo: así, sin más, se fue de allí sin mirar atrás.



~

F Taehyungie im so sorry guys

*espacio para llorar y tirarme piedras ah*

Y sí, todes mis querides clowns que estuvieron deluleando con que era Kookoo desde el momento cero y se armaron la teoría de que iba a ser descartado y se iba a generar un mal entendido y todo eso, TENÍAN RAZÓN no eran clowns!!!! ahre tkm

Momento de honestidad: la idea nunca fue que este big reveal sucediera como un plot twist súper inesperado, al contrario me alegra un montón que varias personas hayan deducido que esto iba a suceder!!! Me sorprendieron son tan inteligentes les amo un montón jdskds. anyway, cuando dije "regalarme el fin de semana sin escribir" todes sabemos que estaba mintiendo así que tal vez si estoy muy mega inspirada pueda actualizar de nuevo el domingo?? maybe?? pero no les prometo nada. En todo caso, esperen la próxima actualización para principios de la semana que viene, ok? ok. 

Creo que no tengo mucho más que aclarar, estaremos viéndonos muy prontito, perdonen el dolor no se olviden de que es con amor (? jdskdkd ahora sí me despido, les dejo mucho amor y besitos y abrazos de consuelo porque estamos todes tristes con esto ah.

nos vemos bubusssss love you <3 <3 <3 escribo esto desde la compu no hay emojis sorry <3 <3 






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