Moonlight
Sabía que no era la indicada para tomar posición de líder... Me lo mencionaban cada minuto en el recinto donde vivía, desde mi nacimiento estaba condenada. Mi padre siendo el líder de aquel tan prestigioso clan que eran los Hyuga veía en mí una deshonra total. Yo siempre fui débil, blanda y demasiado sentimental, no era una verdadera Hyuga de hecho no lo parecía a pesar de poseer aquel rasgo tan característico de ellos, esos ojos que lo pueden ver todo pero con la diferencia que los míos no veían más allá de lo que deberían.
Siempre había pensado que mi padre habría querido un hijo varón, la prueba estaba en que siempre me comparaba con Neji-niisan, la cual llegue a la conclusión al tratar de que mi cabello luciera corto, que mi ropa pareciera lo más holgada y apagada posible, puede ser que posiblemente esa era mi forma en que él me viera y estuviera un poco... orgulloso de mi. Pero aun así fracase, él no me miraba ni un momento, me trataba como si no valiera nada, era indiferente. Al crecer un poco más el comenzó a entrenar a Hanabi mi hermana pequeña, él estaba orgulloso de ella, a su corta edad era lo doble o triple de buena que yo, podía hacer cualquier técnica fácilmente y estaba en el rango alto de su visión ocular, sus ojos eran perfectos... En cambio a mí me dejo sola y me mandó a la academia como cualquier otro niño que comenzaba su preparación ninja, no le importaba si yo tuviera que entrenar para poder repasar lo que había aprendido, eso se lo dejaba a los de la rama secundaria, sin embargo yo no aceptaba esa ayuda, era demasiado para ellos y por mi actitud amable no quería que ellos se preocuparan por mí.
Dentro de la academia era similar, no hablaba con absolutamente nadie, salvo por aquellos que preguntaban por cosas básicas, la mayor parte del tiempo era así, parecía un fantasma en aquel lugar, no tenía amistades, ni siquiera dentro del recinto. Mi mayor problema radicaba que era muy tímida, sabía que mi autoestima no me ayuda para ser más sociable, pero realmente tenía miedo de decepcionar a alguien más por mi manera de ser.
- Oye, ¿sabes si Sasuke- Kun ya llego?...- me había hablado una pelirosa, Sakura supongo yo. - Hoo ya lo vi, esta vez Ino no me ganara- esa chica sí que había salió furica pensé en ese mismo momento. Enérgica, hermosa y despampanante a pesar de ser todavía una pequeña como yo, ella iluminaba con solo su presencia.
Miraba por una de las ventanas de la academia y vi mí reflejo -no creo superarla nunca- pensaba por dentro, vaya que ni femenina parecía.
-¡Tú!, ¡Sasukeeeeee!- se había escuchado un grito por todo el lugar, era Naruto el hijo del cuarto Hokage y el segundo niño más popular de la clase. Él era como el sol, alumbraba cualquier persona con la que se dirigía. Él tenía esa chispa que nunca dejaba de brillar en ningún instante. -Naruto-kun- suspiré al recordar su nombre, veía como corría en dirección a un chico azabache que entraba al salón de clases ignorando cuanta niña se le acercaba, él era el niño más popular y bueno el más egocéntrico que había conocido... él... era como la luna, digna en un lugar oscuro, lo veía fijamente y lo compare con Neji-niisan... frío, calculador y un prodigio. Sasuke Uchiha tenía las cualidades que deseaba tener. Claro solo lo pensaba porque realmente no me atrevía a llegar a ser de esa forma -soy patética - mi mente me trajo hacia la realidad en el momento que vi como esos dos chicos estaban iniciando una pelea, yo miraba desde lejos, veía cada técnica que hacían y como cada uno sobresalía de distinta manera. Las chicas apoyaban a su favorito... Yo simplemente estaba extasiada por lo que veía, realmente eran impresionantes. Los shuriken volaban, el kunai que portaban daban golpes entre sí y de un momento a otro los dos estaban ya exhaustos, pero había determinación en sus miradas ninguno se dejaría vencer, en ellos fluían la voluntad de fuego.
Un gran estruendo se escuchó y los dos se separaron al instante, jadeando y respirando profundamente, ahí es cuando todo paro y volvió a la normalidad -basta ya, ¡Naruto, Sasuke!- había hablado Iruka-sensei -demostraran esa adrenalina cuando realmente sean ninjas, ahora todos tomen asiento- todos obedecieron y yo igualmente me fui a mi lugar. -como ya saben hoy es el día en el cual formarán equipos y se les informará quién será ahora su sensei, no quiero quejas cuando los esté formando... y esto va para ti especialmente Naruto- el sensei lo miro fijo y Naruto solo bufo.
-si entendido-dattebayo- con su cara zorruna volvió a su sitio.
Era cierto de alguna forma me había convertido en ninja, había pasado el examen y ahora estaba esperando, quería saber quiénes serían mis compañeros, yo solo deseaba estar junto a esos dos que de algún modo admiraba.
-Ya cálmate Dobe, nomás de verte me exasperas- se escuchaba la voz en el aula que se había vaciado hace dos horas.
-¡Que me tranquilice!, ya llevamos más de dos horas esperando- replicaba aquel rubio de ojos azules a tal reproche.
-Sabes muy bien como es Kakashi-sensei-
-Pfff, por lo menos pensé que siendo sensei cambiaria un poco su forma de ser...-
-Etto- había hablado Hinata después de mucho, en realidad estaba nerviosa nunca se imagino que su suerte estaba cambiando, pero no penso que esta situación la dejaría completamente muda - ¿u...ustedes conocen a Kakashi-sensei?- con su tartamudez involuntaria formulo la pregunta que tanto estaba dando vueltas en la cabeza. Los dos voltearon a verla al instante y vaya que lucían sorprendidos.
-Hooo entonces en verdad si hablas, pensé que eras una rarita- exclamo Naruto como si nada, eso ella no lo vio venir, de la persona que penso era como el mismo sol, realmente ese comentario le había calado y mucho. Ella simplemente callo y no dijo nada más, sin embargo sus ojos estaban a punto de aguadarse, era verdad que estaba acostumbrada a los malos tratos y a que pensaran que era rara, pero nunca pensó que una de las personas que más admiraba pensará lo mismo... Qué ingenua.
De un momento a otro hubo un silencio incomodo, tanto que Naruto solo bufo, sin embargo Sasuke comenzó a hablar, el había visto la situacion, esa chiquilla había sido lastimada y a decir verdad ella no tenía la culpa de la gran bocota que de cargaba el rubio, así que trato de desviar un poco ese momento -ha Kakashi-sensei lo conocemos desde pequeños, es uno de los ninjas que entreno el cuarto Hokage he aquí el padre de este DOBE- respondió como si nada, Hinata había quedado sorprendida ya que sería pupila de uno de los mejores jounin.
-Si... Además es muy irresponsable siempre llega tarde a donde sea... y se escusa con cosas tan estúpidas- prosiguió Naruto.
-hoo ya veo- por fin respondió ella, con esa información había bastado por el momento.
-YA QUIERO IRME!, capas Sakura-chan está ya en su casa y yo que quería invitarla a salir- exclamaba Naruto... Él hablaba de Sakura... La chica que Hinata obviamente veía como alguien incansable
-Obviamente ella seria más de su agrado que yo... hasta Sasuke-kun estaría interesada en ella probablemente- se dijo a sí misma en el momento que supo que la ojijade era mucho mejor a la vista del rubio.
-Ya cállate DOBE, además Sakura te ha rechazado tantas veces que no aprendes- Sasuke se movió de su lugar y camino hacia Naruto.
-El que se debe callar eres tú, que no vez que tenía tantas ganas de quedar con ella en su equipo... pero no!, tenía que tocarme con la niña más...- y he ahí otra vez esas palabras, -yo le paresco rara- quien lo diría, estaba tan acostumbrada a cualquier palabra hiriente que igual soportaba cualquier tipo de adjetivo contra su persona, por culpa de su timidez simplemente se quedo callada. -Rara de la clase- Naruto completo su frase pero simplemente se detuvo, nunca la miro y ni se preocupó por lo dicho.
-Cállate Dobe, no digas estupideces, además prefiero mil veces a Hinata que a esa niña tan ruidosa e insoportable, no sé qué le vez si es un fastidio- hablo Sasuke, de alguna manera Hinata se había sentido bien por lo dicho.
-Ella no es fastidiosa y ya no hables mal de ella ¿te quedo claro Teme?- fue directamente hacia Sasuke y lo tomo por el cuello, por lo que Hinata se había asustado, no sabía si detenerlos o quedarse ahí sin hacer nada.
-Me callaré hasta que te disculpes con Hinata, que no vez que la ofendiste Dobe- Naruto había abierto los ojos tan grandes por esas palabras, por lo dicho por el azabache mientras tanto Hinata solo divisaba al moreno.
-Sasuke Uchiha me esta defendiendo- en su corazón una luz se había iluminado, era la primera vez que alguien hacia algo por ella, era extraño pero realmente confortable.
Por otra parte Naruto había bajado la guardia, era verdad, había lastimado a Hinata, él no la conocía pero eso no quería decir que estuviera hablando mal de ella, además no tenía la culpa de que no quedará con su amada pelirosa. -lo siento- dijo en un susurro a lo que Hinata solo se asombro - hmmm lo siento dattebayo, perdón Hinata no era mi intención ofenderte- lo dijo mucho más fuerte para que esa niña lo escuchará, si bien hiban a ser compañeros tenía que solucionar las cosas de alguna manera.
Sasuke estaba satisfecho, Naruto lo solto y se fue a sentar en las bancas, ese rubio era un problema, hablaba mucho y no pensaba realmente que decía.
Hinata solo lo observó, tenía mucho que conocer, tanto como Sasuke y Naruto eran dos libros totalmente distintos a lo que su portada proyectaba.
continuará...
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