Año 852, ____ Smith.

Desde la lejanía podía ver como Eren traía sobre su espalda titánica otro barco proveniente de Marley por lo que tomé rápidamente el brazo de un soldado de Marley y lo arrastré hasta donde Hange se encontraba.

—¡Saludos, damas y caballeros de Marley! ¡Bienvenidos a la isla Paradis! —exclamó alegremente Hange cuando Eren trajo el barco hasta la costa—. ¡Mi nombre es Hange Zoe! He venido a darles la bienvenida a los pasajeros que vinieron desde muy lejos a través del mar para visitar nuestra isla.

—Deben de estar muy cansados con este viaje. ¿Por qué no bajan y beben un poco de té? —pregunté al momento en que presionaba mi cuchilla en el cuerpo del soldado—. Como verán ya tenemos un visitante de vuestras tierras.

—Nos hemos hecho muy amigos de él —dijo Hange—. ¿No es así, Nicolo?

—¡Capitán! No se contengan por mi bien, por favor disparen y envíen a estos demonios de vuelta al infierno —expresó angustiado el chico.

—Genial. No ha funcionado, Hange —suspiré.

—¡Escuchen bien demonios! —exclamó el capitán del barco mientras alzaba su arma—. ¡Marley no negociará con ustedes, criaturas de sangre inmunda! ¡Tampoco tomaremos esa orina de cerdo que ustedes llaman té!

—Oh... Si levi oye eso estaría muy enfadado —dije, tranquilamente—. Él odia que insulten su té.

—¡Cierra la boca, demonio!

El que me mandara a callar me hacía molestar debido a que odiaba completamente que me interrumpieran.

—¡Yo no la haría enfadar si fuera tú! ¡Da mucho miedo cuando se enoja! —exclamó Hange—. Además, ¿seguro de que quieres ponerte en nuestra contra? Digo, tienes un titán parado justo detrás de ti.

Las personas dentro del barco se asustaron, pero eso no impidió que su capitán se rindiera, por lo que él nos apuntó con su arma y por un momento pensamos que dispararía; sin embargo, otra persona dentro del barco lo terminó matando al dispararle en la cabeza.

—¡¿Qué has hecho Yelena?!

—Cierren la boca y tiren sus armas —exigió la mujer al momento en que dirigía su mirada hacia nosotras—. Gracias por la cortés invitación, Hange y...

—____ Smith —dije.

—Bonito nombre —mencionó con una sonrisa—. Si no le molesta, me gustaría tomar el té que anteriormente ofreció.

Hange y yo nos miramos entre sí para luego llevar con nosotros a Yelena y a otro de sus compañeros hacia el lugar donde reteníamos temporalmente a las personas provenientes de Marley para que nos entregaran información.

—Cuéntanos, Yelena —hablé una vez nos hemos sentado para charlar—. ¿Cuántas personas más o menos hay en el ejército de Marley?

—Cada división consiste en unos 20.000 soldados y dado que hay 50 divisiones en total, hace un total de un millón de soldados en el ejército de Marley.

—¿Un millón...? —preguntó sorprendida Hange.

—Además de la infantería, también está la marina con sus 21 buques de guerra divididos en tres flotas —continuó hablando Yelena—. Marley también se está centrando en desarrollar nuevas armas, y en fortalecer su fuerza aérea.

—¿Fuerza aérea?

Pude notar claramente como Hange comenzaba a emocionarse con cada palabra que decía Yelena.

—Para ponerlo simple, significa que pueden transportar sus fuerzas en una nave por el aire para cruzar el mar y el muro y así, aparecer en el cielo justo arriba de ustedes.

—¡¿Pueden volar por el cielo?! —exclamó Hange al momento en que comenzaba a sacudirme de la emoción—. ¡¿Lo oíste?! ¡Pueden volar por el cielo!

—Lo he oído, Hange —dije soltando una pequeña risa ante su emoción, pero inmediatamente adapté una expresión seria—. Parece ser que los de Marley son muy poderosos, pero ¿por qué no nos han atacado todavía?

—Hay dos razones principales —respondía Yelena—. Primero, incluso con el armamento avanzado de hoy en día, aún sería difícil aterrizar en la isla debido a los titanes sin raciocinio que han sido liberados aquí en el pasado. Al principio se liberaron aquí para confinar a los eldianos dentro de los muros, pero ahora se han vuelto un obstáculo y básicamente protegen a los eldianos de un posible ataque de Marley.

—Tal parece que Marley no pensó en esa posibilidad.

—No. No lo pensó —dijo mirándome fijamente—. Estoy un poco sorprendida. Pronto amanecerá y se supone que los titanes volverán a estar en estado activo, sin embargo, el hecho de que estemos más allá de los muros, sentados y bebiendo té tranquilamente, debe significar que han podido ocuparse por completo de los titanes. ¿Es eso correcto?

—¿Y si ese fuera el caso? —pregunté. Me crucé de piernas, colocó mis codos sobre la mesa y apoyé mi mentón en mis manos mientras la miraba seriamente—. ¿Intentarás transmitirles esta información a los de Marley?

—No, para nada. Es solo que me parece increíble.

—Has dicho que había dos razones por la cual Marley no nos ha atacado —habló esta vez Hange—. ¿Cuál es la otra razón?

—La segunda razón es que, mientras hablamos, Marley planea una guerra abierta y total contra varios países aliados. O sea, que ahora mismo no tienen tiempo para lidiar con el asunto de la isla Paradis, pero ¿no son ustedes los que tienen razones para empezar la guerra? —dijo tranquilamente—. Han vencido a los guerreros de Marley más célebres; el titán bestia y el titán acorazado. También han conseguido robar al titán hembra y al titán colosal, que eran dos de sus armas más poderosas. Marley tiene muchos enemigos, y podrían encontrar aliados dispuestos a ayudarlos en un abrir y cerrar de ojos.

—¿O sea, que son de un país que Marley hizo caer en la ruina y se infiltraron entre sus rangos como espías para vengarse? —preguntó Hange, ocasionando que ambas personas se quedaran mudas—. ¡¿Acerté?! Sabía que debían tener alguna razón para hacer algo así contra Marley.

—Yo no usaría la palabra "espías". Los de Marley nos han arrebatado nuestra patria y nos han obligado a luchar en sus guerras, así que nosotros estamos sometidos —respondió Yelena—. Habíamos perdido toda esperanza de rebelarnos, pero un día apareció "Él" y nos mostró otra opción. Aunque era un titán con fama de demonio a ojos de Marley y del resto del mundo... Yo lo veía como algo totalmente distinto. Para mí era como un Dios —expresó con gran emoción—. Aún estando indefensos nos dio esperanza. Disparamos a nuestros superiores por órdenes de Zeke Jaeger. Nosotros somos combatientes voluntarios de la facción Anti – Marley y nuestra meta es la libertad de los eldianos.

Tanto Hange como yo nos hemos sorprendido al oír el nombre de Zeke, ya que nunca esperamos que la persona que nos quitó a nuestros amigos estuviera planeando algo así.

—¿Qué es lo que haremos? —preguntó Hange una vez abandonamos la carpa.

—Primero volveremos a las murallas y les comentaremos a los de alto mando lo que sucede —dije para luego percatarme de que Levi se acercaba—. ¿Qué tal ha ido con Eren?

—Está descansando —informó para luego mirar momentáneamente la carpa donde estaba Yelena—. ¿Qué tal les fue?

—Conseguimos información —respondí al momento en que soltaba un suspiro—. No te imaginas quien es la persona que está ayudándolos.

La expresión de Levi cambió drásticamente al oírme.

—Tengo una ligera idea —dijo seriamente—. Quiero matarlo.

—Todos queremos eso —volví a suspirar para luego acercarme y acariciar suavemente su rostro—. Tengo que preparar unas cosas. ¿Quieres acompañarme?

—Está bien.

—¿Vienes con nosotros, Hange? —pregunté.

—Oh, no. No quisiera ser un mal tercio —dijo Hange con clara emoción—. Luego Levi se enfadará conmigo por estar interrumpiéndolos.

—Cierra la boca, cuatro ojos.

No pude evitar soltar una risa al verlos actuar de esa manera. Levi y yo nos despedimos momentáneamente de Hange para luego irnos a arreglar las cosas que necesitaremos para nuestro regreso a los muros.