Incluso un tiempo después de nuestra victoria en Shiganshina, todavía había gente que cuestionaba mi decisión de salvar la vida de Armin Arlet antes que la de mi hermano Erwin Smith.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Levi.

—Lo estoy —dije mientras avanzábamos con nuestros caballos junto a un breve equipo de exploración.

Por primera vez en seis años, el cuerpo de exploración realizaría una expedición por fuera de los muros. Estuvimos avanzando por horas hasta que finalmente logramos llegar a la frontera, y a continuación al océano del que me habían hablado.

—¡Está helada! —exclamó Hange cuando sus pies descalzos tocaron el agua—. ¡Mira esto, ____!

—¿Encontraste algo? —pregunté curiosa, mientras me quitaba las botas.

—Esperen ustedes dos —dijo Levi desde la orilla—. No toquen nada. Puede que algo esté envenenado.

—¡Mira! ¡Brilla ante el sol!

—¡Es genial! —exclamé.

—¿Acaso están escuchándome?

—¿Dijiste algo, Levi? —pregunté fingiendo ignorancia—. Lo lamento, pero no pude oírte bien, ya sabes que ahora no tengo muy buena audición. Deberías acercarte y decirme exactamente lo que sucede.

—Tch... —chasqueó su lengua mientras comenzaba a acercarse—. He dicho que no deberían...

Levi se ha quedado callado debido a que tomé su brazo y lo jalé hacia mí para que así terminara mojándose.

—Está genial, ¿verdad?

—Tú...

Solté una risa al verlo un tanto molesto, así que sin dudarlo comencé a lanzarle agua y él ante ello no dudó en devolvérmela. Ambos continuamos jugando hasta que nos cansamos, entonces, nos alejamos un poco de los demás que seguían disfrutando del océano.

—¿Qué sucede? —preguntó Levi una vez nos alejamos.

—Viendo como todos se divierten me hizo preguntarme como hubiera reaccionado mi hermano —respondí sin dejar de mirar a los demás—. Quizá hubiera estado allí divirtiéndose como los demás o tal vez estaría atormentándose por la gran responsabilidad que hubiera llevado.

—¿Te arrepientes?

—No lo sé, pero espero saber la respuesta con el tiempo —dije mientras miraba a Armin por un momento para luego soltar un suspiro y mirar a mi compañero—. Como sea. Lo mejor será pensar en otras cosas.

—Deberíamos pensar acerca de lo que haremos a partir de ahora —dijo—. Ahora eres la comandante.

—Ah... —suspiré afligida—. Siempre supe que me volvería comandante una vez Erwin lo dejara, por lo que creí que estaría lista, pero la realidad es que me siento agobiada.

—Tranquilízate. Te ayudaré en lo que pueda.

—Gracias —agradecí.

Durante unos minutos nos mantuvimos en silencio mientras veíamos como los demás seguían divirtiéndose entre ellos. Entonces, cuando repentinamente un rayo de sol apuntó hacia nosotros me hizo recordar una conversación que me había dejado bastante intrigada.

—Dime, Levi —le hablé para captar su atención—. En nuestra batalla contra el titán bestia has dicho: "Abandonaremos nuestros sueños y moriremos". ¿A qué sueño pensabas renunciar?

Levi se mantuvo en silencio. Tal vez dudando si contarme o no.

—Un sueño que nunca esperé tener —respondió, ocasionado que mi curiosidad aumentara—. Desde que era un niño he pensado que el tener sueños era estúpido, pero luego de conocerlos a todos ustedes comencé a pensar diferente. Comencé a soñar en un tranquilo futuro en donde estuvieran todos ustedes, pero especialmente en un futuro en donde tú estuvieras a mi lado.

Mi corazón había empezado a latir tan rápidamente que sentía que en cualquier momento se me escaparía del pecho. Había tenido algunas pequeñas ideas del como Levi se sentía hacia mí, pero nunca esperé una confesión cómo esa, así que no supe qué decir. Sin embargo, no hubo falta que mencionara nada, ya que él comprendió mis sentimientos cuando repentinamente lo atraje hacia mí y terminé besándolo.

La sensación de sus labios sobre los míos me hacía sentir tan especial que no quería separarme nunca, pero el repentino chillido de Hange hizo que nos separáramos y que nos diéramos cuenta de que los demás nos miraban fijamente con un poco de vergüenza.

—¡Finalmente, ha sucedido! —exclamó Hange mientras corría hacia nosotros con las intenciones de abrazarnos.

—Felicidades, capitán Levi y comandante ____ —dijo Armin, quien todavía se encontraba avergonzado.

—Si ellos se casan, puede haber un gran banquete —dijo Sasha con los ojos bien brillantes por la emoción—. ¡¿Cuándo es la boda?!

—¡Idiota! —exclamó Connie al momento en que le daba un golpe—. Apenas han comenzado a salir.

—Pensé que ya llevaban tiempo juntos —dijo Jean.

Solté una pequeña risa al oírlos. Tal parece que nuestros sentimientos habían sido demasiado obvios ante los demás.