Levi golpeó sin ningún tipo de delicadeza a un miembro de la policía militar que se negaba a darnos información.

—No importa cuanto me torturen. No importa cuanto luchen. Lo único que el cuerpo de exploración va a lograr es quedarse dentro de estas murallas como moscas decapitadas, infestadas de excremento, volando a escondidas, buscando sobrevivir un día más —dijo seriamente—. Si no se entregan, ejecutarán a todos los miembros del cuerpo de exploración. ¡Empezarán por el responsable, Erwin Smith!

Una sensación amarga y tenebrosa comenzaba a esparcirse por mi interior al oírle decir que mi hermano sería ejecutado.

—¿Crees que la monarquía perdería esta oportunidad de eliminarnos? —preguntó Levi al momento en que le rompía un brazo al policía—. Este brazo recibirá el castigo por esa plática de mierda. Ahora respóndeme; ¿Dónde están Eren e Historia?

—¡No lo sé! —chilló desesperado al instante en que me miraba—. ¡Dígale que se detenga, por favor! ¡He oído que él le hace caso en todo lo que dice como un fiel perro! ¡Por eso dígale que se detenga!

—Solo responde lo que queremos —dije seriamente.

—¡Les digo que no lo sé! ¡Kenny Ackerman mantuvo todo en secreto!

—¿Ackerman? ¿Ese es el apellido de Kenny? —preguntó Levi, a lo cual el hombre asintió con miedo—. Bueno... Supongo que él no te diría algo tan importante, pero al menos deberías de tener una vaga idea.

—¿Qué tal si nos das alguno que otro detalle de lo que sepas? —pregunté mientras formaba una sonrisa—. No querrás que otro de tus huesos se rompa, ¿verdad?

—Ustedes están locos...

Estábamos por decirle algo, pero en ese momento nos advirtieron de que alguien se acercaba. Inmediatamente, nos ocultamos para así defendernos por un posible enemigo.

Nuestra carismática amiga, Hange Zoe, nos ha encontrado para informar que la legión de reconocimiento había sido absuelta de los delitos y que nuestras acciones han sido consideradas como autodefensa, por lo que la capital y su administración estaban ahora mismo bajo el control del comandante en jefe Darius Zackly.

Pero no solamente eso nos había informado, sino que también nos ha dicho donde estaba el paradero de Eren e Historia.

—Si está Kenny el destripador, él será nuestro mayor obstáculo —dijo Levi mientras nos transportábamos hacia el lugar donde estaban Eren e Historia—. Es como si yo estuviera en el bando enemigo. No, con esas armas es aún más peligroso.

—Entonces, no podremos vencerlo —dijo Sasha.

—¿Deberíamos de esperar a la legión? —preguntó Conny.

—Es imposible —dije firmemente—. Eren será devorado si no actuamos con rapidez.

—¿Cómo es que sabes tan poco de Kenny el destripador? —preguntó Hange—. Se supone que viviste con él, ¿no?

—Lo siento. Ni siquiera sabía su apellido —respondió al momento en que miraba a Mikasa—. Por lo visto, se llama Kenny Ackerman. Así que, podría ser familiar tuyo.

—Según decían mis padres, en la ciudad perseguían a la familia de mi padre. Mi madre fue de una etnia oriental y debido a ello recibió mucha discriminación en la ciudad —respondió Mikasa—. No sé por qué perseguían a los Ackerman. No es como si mi padre tuviera alguna característica distinguible a diferencia de mi madre.

—¿Alguna vez sentiste cómo si un poder despertara de repente en ti?

—Sí.

—Kenny Ackerman también lo experimentó —dijo Levi—. Sin previo aviso sientes una fuerza descomunal por todo el cuerpo, pero tu mente todavía sabe lo que debe hacer exactamente después.

—¿Cómo es que sabes todo eso? —pregunté.

—Lo sé porque yo también lo experimenté.

La respuesta de Levi me hizo plantearme algunas preguntas, pero debido a que llegamos a nuestro destino, he tenido que guardármelas para otra ocasión.

—Lo encontré —informó Hange, mientras apartaba una polvorienta y desgastada alfombra del suelo—. Es una entrada oculta. Eren y el enemigo deben estar más allá.

—Espero que los regalos que nos tomamos las molestias de traer sirvan de algo.

—¿Están todos preparados? —pregunté con seriedad—. Recuerden que al cruzar esta línea no hay vuelta atrás.

Ninguno respondió, pero con tan solo ver sus expresiones se nos da una clara respuesta de que estaban preparados para lo que se avecinaba.