Un gran grupo de personas se encontraba frente a nosotros; mirándonos fijamente con seriedad e incluso con desprecio.

—¡Atención! A partir de ahora estos tres pelearán a vuestro lado —dijo firmemente una persona—. Ustedes tres... Preséntense a sus compañeros.

—Levi —respondí sin ganas.

—¡Mi nombre es Isabel Magnolia! ¡Encantada de conocerlos!

—Furlan Church, un placer.

Algunos de los presentes se molestaron, ya que podía verlo reflejado en sus rostros.

—Estarán en el escuadrón de Flagon —anunciaron rápidamente—. Flagon cuídalos.

—¡¿Ah?! ¡¿En mi escuadrón?! —exclamó Flagon con molestia.

—¿Tienes alguna objeción?

—No, solo pensé que se unirían al escuadrón de Erwin.

—El capitán Erwin está trabajando en una nueva formación para la próxima expedición. Él te encarga a los nuevos reclutas —le dijeron seriamente—. Ahora serás responsable de su entrenamiento, ¿entendido?

—¡Sí! ¡Entendido!

—Eso es todo. Cada escuadrón debería dar un reporte estándar.

El tal Flagon nos hizo seguirlo cuando la presentación terminó. Entonces nos guio hasta unos dormitorios bastante desordenados.

—Estas son vuestras camas.

—¡Genial! ¿Eso significa que vivimos juntos? —preguntó Isabel, emocionada.

—Las mujeres viven por separado —respondió Flagon.

—¡¿Eh?! ¡Pero estoy bien aquí!

—No discutas, Isabel —le dijo Furlan.

Caminé unos pasos hasta las camas y el ver tal suciedad que había en el lugar me quedé un tanto paralizado.

—Llevan tanto tiempo viviendo en las alcantarillas que ya se habrán acostumbrado a la suciedad —dijo Flagon, captando mi atención—. Pero aquí tienen que hacer la limpieza y mantener el orden.

—¿Qué dijiste? —pregunté, seriamente mientras me acercaba—. Maldito imbécil. ¿Qué dijiste?

—¿Qué con esa mirada? —preguntó, enfurecido—. Soy tu superior así que no debes hablarme ni mirarme de esa forma.

Quería golpearlo en este instante, pero Furlan se interpuso en mi camino antes de que pudiera hacer algo.

—¡No se preocupe, capitán! —dijo rápidamente, mientras me hacía retroceder—. Mantendremos el lugar limpio.

—Tch. Cuando terminen de desempacar, vayan al campo de entrenamiento —dijo con molestia mientras se dirigía a la salida—. Empezaremos por enseñarle a Church el saludo correcto.

Él se fue dejándonos a los tres a solas.

—¡Te dije que no pelearas, Levi!

—¿No oíste como nos llamó? —pregunté, mientras me acercaba a la cama y agarraba unas sabanas completamente con polvo—. ¿Llaman a esto limpio? Lo traté como él a mí, y si sigue actuando así no recibirá saludos de mí.

—¿Recuerdas por qué estamos aquí?

—Lo recuerdo.

—En ese caso no podemos llamar la atención —me reprendía Furlan—. Debemos obtener esos documentos.

Suspiré. Entonces me acerqué a las herramientas de limpieza que había en el lugar.

—Antes de empezar con nuestro trabajo... —mencionaba, mientras me acercaba a la ventana y la abría completamente—. Debemos ordenar las cosas. Limpiaremos hasta que no quede ni una partícula de polvo.

Ellos me miraron exhaustos, pero luego comenzaron a ayudarme con la limpieza de este asqueroso cuarto.

—¡Ah! ¡Levi y sus compañeros! —oí una voz femenina llamándonos y al mirar en su dirección me quedé completamente pasmado—. Los demás ya están entrenando por lo que deberían de apresurarse.

Smith estaba frente a nosotros y ella estaba completamente llena de barro, mientras en su mano traía una cubeta con agua.

—Suciedad... —susurré, atónito.

—Oh. Me he ensuciado cuando intenté ayudar a unos reclutas —dijo, sonriente. Su actitud despreocupada ante la suciedad me molestaba—. Pero no sucede nada. Es solo suciedad, así que...

No pude aguantarlo. No podía seguir viendo tal suciedad y que ella estuviera conforme con eso, por lo que tomé la cubeta con agua que ella traía consigo y la lancé sobre ella.

—¡Levi! —exclamó Furlan, paranoico por lo que acababa de hacer—. ¡Ah! ¡Lo sentimos mucho! Levi no quería...

Furlan no terminó de hablar debido a que la chica Smith se había largado a reír fuertemente.

—¡Vaya! Es la primera vez que alguien se ha atrevido a hacer algo en mi contra —decía entre carcajadas—. Sin duda alguna eres impresionante, Levi.

—Tch... —chasqué la lengua, mientras apartaba mi mirada de ella porque no soportaba seguir viendo la suciedad.

—Lo dejaré pasar esta vez —mencionó—, pero te recomendaría no volver a hacerlo.

—Son asquerosos...

—¿Perdona qué has dicho? —preguntó, tranquilamente—. ¿Podrías repetirlo para mí?

No respondí o siquiera la miré. Entonces sentí como mi rostro era sostenido por ella para así hacer que la mirara a la fuerza.

—Cuando alguien te habla debes de mirarlo —Su sonrisa se había esfumado y ahora me miraba con seriedad—. No te creas superior, enano.

Aquello había sido un gran golpe, ya que odiaba completamente que se burlaran de mi estatura. Quería deshacerme de ella como lo hacía con todos los que osaban burlarse de mí o de mis compañeros, pero como siempre Furlan estaba interfiriendo.

—Levi lo lamenta. Él no volverá hacerlo —dijo este, rápidamente mientras se colocaba frente a mí y evitaba que mirada a la chica Smith—. Si nos permite iremos a nuestro entrenamiento.

Smith comenzó a alejarse, pero no sin antes sonreírme y aquello me enfurecía demasiado.

—Acabaré contigo y tu hermano, Smith —susurré, furioso.