"Quiero recuperar mis recuerdos"

No sé cuánto tiempo estuvimos tiradas sobre el pavimento. Mis extremidades estaban adoloridas y llenas de moratones que tardarían mucho en irse, más de lo normal porque eran de un color poco inusual, algo verdoso.

Como pude me coloqué de espaldas al muro y eso es todo lo que recuerdo porque después empecé a desmayarme de nuevo unas cuantas veces más.

Entre cabezada y cabezada una luz apuntó directa hacía mis ojos. Luego sentí como me cargaban. Y finalmente me encontré en esta camilla de hospital con un cuentagotas, vendas, y sobre todo un dolor en el costado que no se puede describir, es como... Como si te apuñalaras tú mismo. Y Por mucho que intento mantener los ojos abiertos se sienten muy doloridos.

— Eh, eh, quietecita.

Marco me ayuda a volver a tumbarme y a pesar de que le pongo mala cara le agradezco en voz bajita.

— Menuda paliza te han dado.

Sonrio para suavizar el asunto.

— ¿Pero...? — Quise preguntar por Celia. Por lo que recordaba estaba recibiendo algunas patadas antes de que perdiera la conciencia, pero Marco se me abalanzó cuando quise mover mi extremidades algo cargadas.

— ¡NO! Que se te sale la vía mujer, estate quietecita un rato.

— Marco...

— Os lo dije, os lo dije...

— Bueno a ver ...

— ...Pero menos mal que estás bien. La próxima vez ...

— ¡Marco, déjame hablar! — Por fin deja de parlotear y de andar por la habitación, pero dura poco porque empiezo a toser por el esfuerzo y se vuelve a mi lado para intentar hacerme beber algo de agua.

Se siente bien notar los labios de nuevo hidratados.

— Está bien, gracias, Marco... Marco ya... Marco que no quiero más... ¡Qué estoy bien!

— Uy como ha despertado la bella durmiente...

— Ja.Ja.Ja.

— No, pero enserio ¡Me has dado un susto de muerte! De ahora en adelante seré el Señor Lennon, guardaespaldas oficial de la Señorita Brown.

Hizo que se me escapara una sonrisa y recordé lo afortunada que era por tener a alguien como Marco. Siempre se preocupaba por mí y me tenía paciencia, ojalá nunca me deje, pero claro, eso nunca lo admitiría en voz alta.

También me hizo recordar en Ash y cuando me estaba presionando con su fina y puntiaguda daga contra mi pálida piel haciendo hincapié que me alejara del señor Lennon y no puedo evitar pensar que todo esto podría haber sido hecho por él y que todas esas cosas que dijo Ash eran ciertas, que era peligroso.

¿Pero que se supone que sabe el padre de Marco de mi?

Supongo que lo sabría si fuera tan grave como para atacarme de esta manera a mi y a mis amigos. Sin embargo evito pensar mucho en ello, la cabeza me palpita y solo quiero dormir un rato más.

— ¿Y Celia? — Pregunto preocupada al fin.

Recuerdo a ella como está boca abajo intentando no llevarse ningún golpe mientras sollozaba y yo me llevaba gran parte de las patadas, codazos y puñetazos.

— Por ahí con Jared ¿Por? ¿Les llamo? ¿Quieres algo? — Pregunta preocupado.

Wait a minute... ¿Cómo que por ahí?

— Espera, has dicho.. ¿Por ahí? —Pero qué pasa ¿me he llevado toda la paliza yo? Mira que hay que tener puntería.

— ¿Qué...? ¡Mira! Hablando del rey de Roma.

Por la puerta se asoma...

Por la puerta de la habitación camina derecha, sin ningún raspón o morado a la vista una Celia junto con su hermano. Entre ambos hermanos se nota un claro ambiente tenso y prefiero no preguntar.

— ¡Vero! — Se me echa encima una sanísima Celia y siento que me molesta que ella esté así y yo postrada en una camilla.

— ¡LA VÍA! — Grita por detrás Marco que ha ido a saludar a Jared y en pocos segundo me aparta a Celia de encima. — Qué no es tan difícil... ¿¡PERO QUÉ HACES!? ¡Vuelve a ponerte eso!

Me arranco la vía de un tirón y solo escuece por unos segundos acompañado de unas gotitas de sangre que brillan. A Marco parecía que se le iban a salir los ojos de las órbitas y solo estaba ahí plantado visualizando cómo movía el brazo entumecido.

— Ahora no habrá problema con la vía. ¿Contento?

Ahora se cambian de roles y quién me abraza — con más cuidado — es Jared y yo le acepto el abrazo con mucho gusto. Por detrás Marco me guiña un ojo así que molesta me aparto del abrazo y escucho como se ríe por lo bajo.

— Menos mal que estás bien. — Dice Celia con soslayo.

— Lo mismo digo.

Buenoooo tal vez le respondiera con un poco más de amargura de la que se debía ¡Pero es que ella había corrido una suerte que nadie en su sano juicio tiene! Y buenoooo tal vez la repasara un par de veces con mala cara. ¿Debería sentirme mal por ello?

sí.

Totalmente de acuerdo... ¡Digo, no!

Tuvieron que golpearme bien en la cabeza, ya incluso hablo conmigo misma.

— Pude salir corriendo...

— ... Mientras a mi me abatían no sé... ¿cinco enmascarados que parecían armarios? — Completé por ella con resentimiento.

— A ver... Viéndolo así quedo como una persona horrible.

— Es que lo eres.

Todos nos giramos en redondo hacía donde Jared estaba apoyado. Una cosa es que yo lo pensara y por mucho que me hubiera costado, no verbalizarlo, y otra es que su propio hermano vaya en contra de ella. Pero bueno, si piensa así yo no me quejo.

— ¿De verdad qué es eso lo que crees? — El labio de abajo de Celia temblaba amenazando lo inevitable.

— Sí.

Después de la respuesta indiferente de su hermano sus ojos enrojecieron y con una bolsa de comida que supongo que era para mí se alejó por el pasillo.

A pesar de todo, Marco la siguió después de echarle una mirada de odio a Jared que podría haberle matado, pero pareció importarle poco.

— No me digas que me he pasado porque tú también lo pensabas. — Me avisa tomando asiento a mi lado. — ¿Qué tal estás?

— ¿Cómo se siente uno después de que le rompan dos costillas? — Ironizo.

— ¿Dos? Escuché cuatro.

— ¿¡QUÉ!? — Quedé blanca con la duda en su voz ante tal cifra. — ¡¿Pero cómo que cuatro?!

Empecé a tocar todo mi cuerpo en busca de alguna respuesta y su rostro cambió empezando a llenar esta triste sala de carcajadas.

— Solo fue lesión en una — dijo entonando bien la cifra — ,moratones varios, raspones y ojo izquierdo morado.

Vale, ya sé al menos por qué me costaba tanto abrirlo.

— Que enterado estás.

— No te creas tan especial. — Señala una libretilla donde estaban todos mis datos y solo ruedo mis ojos.

Una enfermera se cuela en la habitación haciendo que su golpecito contra la puerta nos llame la atención y desviando la mirada el uno del otro. Llevaba un gran cargamento de flores, ositos de peluches, cartitas y globos. La pobre casi no nos podía ver.

— ¿Verónica Brown?

Jared se acerca a recoger un souvenir. Supongo que me lo habrán regalado por la pena que doy.

— No hacía falta. — Le digo con una sonrisa de agradecimiento mientras extiendo mis brazos para tomarlo con mis manos. Por alguna razón me hacía ilusión.

Son solo unas flores, relájate.

— ¿Qué te hace pensar que es mío?

— ¿No?

Vale, eso tal vez me había dolido un poquito. Pero solo un poquito. Hay que mantener la postura.

— Bueno, digo — se justificó — ,no es de ninguno de nosotros.

¿Quién me regalaría flores?¿Tanta pena doy?

La cojo por el bonito macetero rojo menos emocionada de lo que debería.

— Que... bonitas. — Concluyo dejándome ver indeferente al ver que no hay mucho más allá de un tallo con hojas y un par de flores.

— Que afortunada... Si tienes un admirador secreto y todo. — Pero parece darse cuenta de algo y borra su sonrisa socarrona de inmediato para posteriormente arrebatarme la maceta.

— ¡Oye! Qué es mi maceta.

— ¿Y si la ha enviado Ash? — Mira a su alrededor para asegurarse de que no haya nadie y se acerca para susurrar — ¿O el Señor Lennon?

— Bueno, en ese caso ya no es mía. Borrale mi nombre en esa estupida etiqueta. — Tenía los pelos de punta.

Después de lo que pasó todo podría apuntar a Ash también solo para asustarme y conspirar contra el padre de Marco. No me extrañaba que todo esto hubiera sido obra de él, le encanta llamar la atención y hacerse notar... incluso en unas flores de hospital.

—¿Tiene dedicatoria? — Pregunta y la gira sin cuidado dejando caer algunos trocitos de tierra sobre las sábanas y empieza a leer. — ¿Y bien? — Me ponía nerviosa que no expresara nada y tampoco dijera nada, tan solo repiqueteaba sus dedos en la camilla.

Vale, empezaba a tener cara rara ahora, no pintaba muy bien.

— No sé si es una amenaza o algo raro. — Dice releyendo por enésima vez probablemente.

— A ver, trae... ¡Trae! — Le arrebato la maceta y esta a cada poco va perdiendo más tierra de tantos meneos que le estamos dando — No es solo eso detective Jay Jay — .Me miró con mala cara pero continué con mi papel de detective. — , también hay ... Un sobre — Semienterrado en la tierra se podía ver cómo sobresalía uno de sus picos. Lo saqué y limpié. — ,dentro hay cinco billetes de avión a Londres... a mi pueblo natal. — Ya no me hacía tanta gracia la situación.

— ¿Pueden haber sido tus padres? — .Pregunta el iluso.

— No tengo familia. — Digo tragando algo más grueso.

— Perdón... Marco no me dijo nada y ...

— No importa. — Le sonrio para hacerle ver que estoy bien a pesar de que es como si me clavaran un puñal cada vez que hablo lo mínimo de ellos. — Además, no creo que unos padres te pongan en una flor marchita: "Tengo tus recuerdos" y dan billetes enterrados.

— Vero... No deberíamos ir.

En vez de refutarle estamos en silencio unos minutos más asimilando todo esto y recuerdo lo poco que sabe de mi. Por una parte me gusta que desconozca esa parte de mi vengativa aunque por otra siento que debo contarle el por qué hago todo esto, por qué no quiero tener disputas con Ash, por qué estoy tan metido en el caso de Lilith o por qué de mis flashbacks repentinos.

Tal vez sea por mí.

— ¿Sabes por qué hago todo esto?

La pregunta parece extrañarle y niega en silencio.

— Ahora sabes que mis padres no están. — Asiente y escucha atentamente. — Hace tres años hubo un homicidio múltiple, de tres personas, en mi barrio, concretamente en el número 756. Fachada azul oscura, pared blanca y un gran césped donde corría con mi hermano y supongo que con Ash, no sé no recuerdo mucho.

" Después de que Ash me secuestrara para "hablar" esa noche, antes de que me encontrarais en la carretera, me confesó que fue él quien mató a mi familia. Puede que esté en lo cierto y que sí fuera él, que he estado hablando y frente a frente al asesino de mis padres y hermano. Tampoco había pruebas, sólo remordimiento y ganas de partirle esa nariz tan perfecta — suspiré — Me llevé de su despacho una hoja de una tal Lilith y sentí un estupido vínculo con ella y con Ash, y todo relacionado con lo de mis padres. Después de volver a ver a Ash tras todo lo que pasó y descubrir que habíamos tenido una historia no sentía ya esas ganas de vengarme.

"Era como si una vocecilla me dijera que él no hizo eso. Es un loco, psicópata y maníaco que me amenazó con una daga en mitad del bosque y me encerró en un baño, y se que encaja bien con ese papel, pero parecía preocuparse por mí ¿Sabes? ¿Por qué haría eso? Ha tenido tantas oportunidades de acabar con todo esto y creeme muchas, es como si siempre hubiera estado cerca mía, como una sombra que me acompaña. Una especie de ángel de la guardia, pero algo trastocado ¿Me entiendes?

"Por otra parte... No se si a ti te pasa lo mismo o es que yo soy así, pero no logro recordar casi nada de mi pasado, Jaden. Y es muy jodido no poder recordar a tú familia, solo sus rasgos y algún momento muy específico de mi vida, pero no poder recordar sus voces — la voz se me empieza a entrcortar y Jaden me toma la muñeca sonriendo para darme su apoyo — Ash me ayudó ¿Por qué el asesino de mi familia haría eso? Sabía qué decirme y qué hacer para que recordara y gracias a él recuerdo más cosas.

Cojo aire y parece que me siento un poco mejor al vocalizarlo en voz alta. Su expresión era una mezcla entre lástima y duda, aunque prefirió no decir nada, solo se quedó ahí y yo se lo agradecí en silencio.

— Creo que deberíamos ir, tal vez así tengo más información de lo que pasó aquella noche, porque ya no creo en lo que pensaba antes de conocerle.

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Hi again :)
Me dio buen bloqueo, pero bueno volví a molestar de nuevo, lo siento hehehee 🩷

Y bueno FELIZ NAVIDAD a los cuatro gatos q me leen kfkdkdks.

Besis y thanks 🧡

Tuve que partir este capítulo en dos porque volví fuerte PUAJAJAJ en fin, ahora sí adiosss <33