𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen cuatro
capítulo treinta y siete
❝ jss ❞

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—¿TE SIENTES MEJOR?— asentí ante la pregunta de Sophia.

Colocándome entre ella y Carl para escuchar a Rick, le sonreí a Aarón cuando se colocó junto al ojiazul.

Miles de caminantes le habían seguido y ahora, estaban tras los muros esperando a su cena.

—¡Pueden oírlos!— mire a Rick —También verlos, han venido aquí, la mitad, suficientes para rodearnos completamente y se que están asustados, no habían visto nada como esto, no habían vivido nada como esto, están a salvo, por ahora.

Trague en seco, tal vez debería dejar de hacer bromas respecto a que los muros caerían o de verdad se cumpliría.

—El panel que chocó el camión parece intacto, lo reforzamos por si acaso, los muros van a resistir, ¿Y ustedes? Los otros van a volver.

Asentí —Volverán— apoye.

Teniendo una pizca de fe en que Glenn y mi padre volverán en cualquier momento.

Rick me miró —Daryl, Abraham, Sasha tienen vehículos y los alejarán igual que a los otros y Glenn y Nicholas van a volver por aquella puerta después, saben lo que hacen y nosotros sabemos lo qué hay que hacer, evitar hacer ruido, cerrar las persianas de noche o mejor, apagar las luces, haremos que este lugar sea tan silencioso como un cementerio y quizá se vayan.

—Ya es un cementerio— opinó Sophia.

Llevándose una mirada de Rick y mía, la rubia se cruzó de brazos.

—La cantera se derrumbó— habló Aarón —Y toda la horda estaba viniendo hacia acá, no la mitad, el plan que Rick puso en marcha evitó que eso pasara, desvío a la mayoría... cuando estuve reclutando con Daryl encontré una fábrica de comida enlatada y Daryl no quería entrar pero yo si, hicimos lo que quise pero era una trampa, apenas escapamos y perdí mi mochila, debieron seguirnos el rastro, esas personas que nos atacaron... supieron cómo llegar por mi culpa.

Mi boca se abrió en forma de o y mi expresión se aligeró al escuchar aquello, viendo a Deanna comenzando a caminar de regreso a su hogar.

Era entendible, la pobre mujer había perdido a su hijo y esposo en tan poco tiempo.

—Ya volveremos a hablar— indicó Rick, Aarón asintió.

—¿Deanna?— cuestionó uno de los residentes aquí, todos miramos a la mujer —¡Deanna!

Ella le ignoro, sin dejar de caminar, Rick al igual se fue terminando así su discurso.

Suspire cerrando mis ojos y cubriendo mi rostro con ambas manos cuando Carl tomó mis brazos para descubrir mi rostro.

—¿Estás bien?— me pregunto, mirándome a los ojos.

Sin saber que contestar aquello, solo encogí mis hombros —Tengo miedo de que ellos no vuelvan, Carl.

—Volverán— aseguró en un susurro —Y estaremos esperándolos aquí, ¿De acuerdo?

Le mire preocupada pero asentí, aceptando su abrazo con fuerzas y mirando a Sophia irse, luciendo enojada.

LITERALMENTE caminaba en círculos por toda la comunidad, en un intento desesperado por buscar alguna pista de Glenn, mi mirada vagaba por el cielo o lugares altos para intentar ver algo.

Me deje caer sobre la torre de vigilancia que había en la entrada de la comunidad, con todos los caminantes alrededor gruñendo y rasguñando para intentar subir a comerme, sin embargo, mi mirada se quedó en aquel muro con nombres.

—¿Pero que...?— susurre al ver el último nombre.

Glenn.

No, eso no podía, fruncí mi ceño y bajé demasiado rápido con la sangre hirviéndome y mis ojos amenazando con lagrimear.

Tome una cubeta y regrese de nuevo con agua y jabón en ella, para tomar la esponja y comenzar a quitar desesperadamente el nombre de Glenn en el muro de los fallecidos.

—¿Alex?— escuche la voz de Aarón, más le ignore sin dejar de hacer lo mío —Alex, detente.

Tomó mi brazo y lo lancé para quitarme de su agarre, llevándome una mirada confundida de él, suspire dejando que las lágrimas se dieran paso por mis mejillas.

—Cuando conocí a Glenn tenía once años— conté —Fue durante esto, cuando buscaba a mi mamá, él fue el único en parecer quererme de verdad... nuestra amistad no fue algo en tardarse años en crearse, simplemente nació, no necesitaban palabras para entendernos ni mucho menos un abrazo.

Mire de nuevo a Aarón, quien se veía más preocupado.

—Él está vivo, se que lo está, lo conozco bien y se que está afuera pero ver el nombre aquí y no poder salir me pone mal— agregue.

—Claro, lo entiendo— aseguró —Te ayudaré a quitarlo.

Negué, —No tienes que meterte en problemas por mi, Aarón, esta bien.

—Eso hacen los amigos— tomó una esponja y comenzó a limpiar el muro.

—Si hubiera una salida que nadie conozca... sería de mucha ayuda— me mire —Quiero salir a buscarlo.

Formó una línea con sus labios —Quisiera saber de alguna salida, pero solo queda esperar, Alex.

Suspire rendida, sabiendo que aquello era verdad.

—¿NO DEBERÍAS estar en clases?

Mire a Rick de reojo —Si— suspire —Me atrapaste saltándome clases, tengo que saber que ellos están bien, si alguno de los dos envía una señal la veré.

Asintió, —Si, tienes razón.

—O tal vez ya no haya ninguna señal, arriba las esperanzas— reí un poco.

—Alex... recuerda que estar afuera nunca es fácil, nunca es simple, siempre se pelea y hemos superado peores cosas, vinimos desde lejos— le mire con mis ojos cristalizados —Glenn, tu papá, lo harán también, tal vez no hay que esperar a que vuelvan, hay que pensar en cómo alejar a la horda.

—Tenemos bastante comida y agua, los muros todavía aguantan— agregué, intentando distraerme.

—Y por ahora hay tiempo, así cuando ya no estén, ellos podrán entrar.

Asentí, sonriéndole levemente —Le di de comer a Judith en la mañana— avise —Ella es... es demasiado idéntica a Lori, eso me puso feliz.

—También a mi— sonrió.

—Eso es bueno, es bueno tener a alguien que nos recuerde a los que se fueron— le dije.

—Exacto, ahora lo entendemos.

—Por cierto, Ron dijo que quería aprender a defenderse— informe y asintió —No se si ya te lo habrá dicho.

—Lo hizo, algo así.

—¿Lo vamos a ayudar? Sabe que tomará mucho tiempo pero aún así acepto— reí un poco.

—Lo haremos, ve por Carl, comenzaremos las lecciones, sirve que ustedes recuerdan todo.

Asentí, bajando entonces de la torre de vigilancia.

—LAS PISTOLAS son mejores para empezar— contaba Rick a Ron.

Mientras yo prestaba más atención en acomodar el sombrero de Carl en mi cabeza.

—Eso si que es fácil, ¿No?— le inquirió Carl a Ron y este le miró dudoso.

—Si, cargador vacío, cámara vacía, ¿Lo ves?— Ron respondió con un si —Si hay alguien frente a ti y está armado.

—Tendrás mucho miedo— asegure —Pero esta bien tener miedo.

Rick asintió —Tu cuerpo se tensara, no tendrás tiempo de pensar, solo querrás apretar el gatillo cuando esté frente a ti, pero fallarás, y morirás.

—A menos que levantes bien el arma— agregué, tomando el brazo de Carl para entrelazarlos con el mío.

—Debes ser fuerte y esperar a que llegue el momento— Ron miró a Carl cuando hablo.

—Quisiera...— señaló el arma y Rick acepto entregándosela.

Este la tomó, colocándola frente a él, en lo que Rick le daba indicaciones de cómo sostener el arma.

—El dedo no toca el gatillo hasta que estés listo— indicó.

Unos segundos y Ron ya había disparado aunque solo llevaba la carga vacía.

—Lleva esa contigo, acostúmbrate a llevar un arma encima.

—¿Puedo usarla?— se pregunto Ron y le mire asustada —Solo para matar caminantes.

—No, por el momento no, los muros son fuertes y los caminantes están esparcidos, no quiero concentrarlos en un mismo lugar.

—Pero, ¿Qué pasa si practico adentro en el centro?— fruncí mi ceño levemente —El sonido ira en todas direcciones o podría usar un silenciador.

—Puedo prestarle el mío, nunca lo uso— apoye, intentando convencer a Rick.

Lo pensó, manteniendo ese semblante de seriedad.

Ron suspiro —Aunque... no deberíamos desperdiciar balas ahora, ¿No? Solo quería aprender.

Rick comenzó a guardar todo, —Lo harás— aseguró el ojiazul.

—Si que lo harás— le sonreí a Ron, en lo que Carl nos miraba con recelo.

SUBÍ RÁPIDAMENTE la mirada cuando alguien tocó la puerta, me puse de pie del sillón y la abrí viendo a Jessie frente a mi.

Le mire preocupada —¿Qué pasa, Jessie? ¿Pasó algo con Judith?

Sabía que ella la estaba cuidando, lo que más me preocupó.

Ella negó —Solo quería venir a ver cómo estabas— se adentró —Se que el grupo que salió a desviar la horda es importante para ti, así como tú papá, Sasha y el chico.

Sonreí levemente —Glenn, pero si, intento estar mejor.

—Si tienes que distraerte, podemos cuidar a Judith juntas o asear la casa por completo, siempre me ayuda a distraerme cuando no puedo dejar de pensar— propuso.

—Gracias, pero tengo que hacer los trabajos que no hice por faltar a clases— señalé todo el desastre en los sillones —Y no le digas a Rosita que falte o me matara.

Rió —Tú secreto está a salvo conmigo.

—Aunque bueno, cuidar a Judith me parece bien por ahora.

Salí tras ella hasta su casa, cargando a Judith en cu to la vi mientras Jessie preparaba galletas.

—¿Me harías un favor?— pidió ella y asentí.

—¿Qué sucede?

Colocó sus manos sobre su cintura —Sam ha estado algo distante últimamente y, me contó que te hablo sobre lo que Pete hacía así que supongo que te tiene confianza.

—Lo entiendo— sonreí —Yo ire.

Bese la mejilla de Judith y se la entregue para después tomar el plato con galletas, subí un poco las escaleras, sentándome en el último escalón y tocando levemente la puerta.

—¿Alex?— se preguntó asomando su cabeza.

—Hey, Sam, ¿Puedes venir a sentarte aquí?— señale el espacio a mi lado.

Note cómo titubeó un poco, decidiéndose en si salir o no pero finalmente lo hizo así que me recargue en la madera al final del escalón para tenerlo frente a mi.

—¿Puedo?— preguntó refiriéndose a las galletas.

Asentí rápidamente —De hecho, quería compartirlas contigo.

Sonrió con delicadeza tomando una de las galletas y comenzando a comer.

—Mi mamá te dijo que vinieras, ¿No?— supuso.

—Ella se preocupa por ti, como cualquier madre lo haría— admití.

—¿Cuantos años tenias cuando comenzó esto?— pregunto con curiosidad.

Pensé, —Tenía once.

Me miró un poco asombrado —¿No te dieron miedo los monstruos?

Asentí —Estaba aterrada, pero se me pasó cuando mi propia abuela me atacó, tuve que terminar de matarla.

Bajo la mirada —Lo siento.

Encogí mis hombros —Esta bien, creo que en parte me ayudo a acostumbrarme a ellos, ella siempre decía que sobreviviera como sea y lo hice.

—No quiero tenerle miedo a los monstruos, pero es inevitable, aveces tengo pesadillas.

—Es normal, Sam, no tienes que sentirte mal.

—Quisiera ser tan valiente como tú o como mamá, ustedes nunca tienen miedo— admitió.

—¿Quien dice que no tenemos miedo?— inquirí —Siempre tengo miedo, solo lo manejamos diferente.

Frunció levemente su ceño —¿Cómo?

—Cuando tengas miedo piensa en todas esas personas que perdiste, en lo que pasaste y solo impúlsalo a la ira o como tú dices, a la valentía y créeme que funcionará muy bien.

—Aveces me imagino a uno de ellos comiéndome o... me imagino como si fuera uno mas— soltó, haciéndome mirarle con preocupación.

Sam solo era un pequeño niño asustado, del cual estaba segura que maduraría con el tiempo y aquel miedo de desvanecer poco a poco, solo era cuestión de tenerle paciencia.

—Serás muy valiente en el futuro, Sam, solo es cuestión de tiempo— intente sonreírle.

Todos en algún punto habíamos tenido tanto miedo que no podías moverte, como yo, tuve miedo cuando perdimos la prisión, cuando los caminantes intentaron entrar al granero donde dormíamos y ahora, teniendo miedo de que esos caminantes entraran, lo cual era seguro.

—Gracias, Alex, ya estoy lleno— se levantó rápidamente y se fue dejándome sola en mis pensamientos.

Le mire confundida cuando cerro la puerta y me dejó un par de galletas, sin más, teniendo que bajar las escaleras para ver a Jessie otra vez.

—¿Te molesta si regreso a hacer mi tarea?— le pregunté amablemente a la rubia.

Ella negó —Esta bien, ya he terminado y Judith no tarda en dormirse.

Le sonreí dándome una última mirada a Judith y salir.

—¿POR QUÉ tanto escándalo?— inquirí al escuchar los gritos, subiendo la torre de vigilancia.

Tara señaló, donde Spencer estaba colgado sobre una cuerda y los otros caminantes intentaban tomarle pero eso no era todo, la cuerda estaba a segundos de caerse y Spencer parecía arrepentido de su decisión.

—¡Spencer vuelve aquí ahora!— le ordeno Rick, sin embargo le ignoró.

—¡Spencer, muévete!— pidió Tara.

—¡Spencer, hazle caso a Rick!— le grité cuando la cuerda titubeó, iba a caerse en cualquier momento.

Como si lo adivinara o algo así, él cayó casi completo ya que, tuvo que sostenerse ahora solo por sus manos, mientras los caminantes gruñían cada vez más para tomar sus piernas.

—Eugene, que Maggie y Rosita disparen desde sus puestos— indiqué, notando que el mencionado no se movía.

—¿Por qué?— cuestiono atareado.

—¡Hazlo ya!— le gritó Tara, moviéndose hacia el muro.

—Pero... yo no... no considero.

Le mire —Eugene, solo hazlo— pedí nuevamente, haciendo que el mencionado corriera debajo de la torre.

Saque el arma de mi cinturón, disparando a un par de caminantes mientras Spencer corría para subirse de nuevo ya que había caído por completo.

Junto a Tara logramos deshacernos de un par de caminantes hasta que finalmente pudo subir.

—Vamos— le extendí mi mano a Tara cuando sus balas se terminaron.

Con ayuda de Michonne pude lograr subirla de nuevo.

—¡Tara!— llamó Rick con molestia, lo cual me hizo mirarle —¡Casi mueres de nuevo por salvarlos!

Le mire confundida.

—¿Qué?— exclamó indignada.

—¿Qué carajos estabas haciendo?

Ella le sacó el dedo del medio como respuesta, mientras Rick seguía regañando a Spencer.

—Pobrecito, los sermones de Rick son de lo peor— mencione a ambas.

—¡VAS A SALAR la canción!— exclame a Carl, cubriendo mis oídos mientras el ojiazul intentaba descubrirlos.

—¡You are mi sunshine, my only sunshine, you made me happy when skies are gray!— grito.

Había insistido en sentarnos en el pasto para pasar tiempo juntos, según él, intentaría distraerme para no pensar en que Glenn y mi padre y Sasha habían salido pero se había tomado muy enserio su trabajo.

Cubrí su boca, —Cantas como un gato sufriendo.

Rió pero no le impidió seguir cantando —¡You'll never know, dear, how much I love you!

—Carl, en serio, si no te callas te voy a meter pasto a la boca— señalé el suelo.

—Ya, ya, me callare solo porque no quiero saber a que sabe la tierra.

Suspire aliviada —Se te agradece mucho, mejor cuéntame otra cosa, como una historia o quizá un chiste pero no cantes más.

—No tengo chistes, son malísimos pero puedo contarte como se me cayó mi primer diente— sonrió.

—Uh, quiero saber como lloraste por tu diente, cuéntame eso— tomé sus manos para entrelazar nuestros dedos.

Abrió la boca para hablar cuando ambos escuchamos un crujido, fruncí mi ceño girándome hacia la torre de vigilancia, la cual había sido el causante.

Al igual que Carl, me levante del suelo sacudiendo mi ropa en el proceso.

—Carl— llame —¿Recuerdas cuando te dije que el muro no se caería por el aire?

Me miró asustado —Si, ¿Por qué?

—Olvida que dije eso.

Fue entonces cuando la torre se cayó, tirando consigo parte del muro y dejando a todos los caminantes adentrarse a la comunidad.

Me paralice por completo al ver a todos esos muertos adentrarse y apoderarse de todo esto, Carl me tomó del brazo dirigiéndome a la casa de Jessie cuando nos llamó.

Esto sería una completa masacre.

Perdón por tardar tanto en subirlo, estos días tuve mi dedo pulgar fracturado y no podía escribir mucho 😭

But, en el siguiente capítulo hay una sorpresa, intenten adivinarla