chapter seventy-seven. chasing cars
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen siete
capítulo sesenta y siete
❝ chasing cars ❞
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—CREO QUE ES MUY obvio y que todo el mundo lo sabe— mencioné a Enid.
Ella frunció su ceño mientras colocaba el sombrero color rosa sobre su cabeza, haciéndome reír.
—¿Qué cosa?— inquirió.
Quitó el sombrero y lo dejo en el puesto de la feria —Bueno, que estoy embarazada.
—¡Pff eso es obvio! Quiero decir, ya lo sabía, Carl me lo dijo... de una forma muy rara— frunció su ceño —Literalmente me lo grito.
Reí ligeramente —Si, bueno, no es muy bueno disimulando.
—Ya, felicidades a ambos— sonrió, mientras pasaba un brazo sobre mis hombros.
Recargue mi mejilla sobre su hombro mientras sonreía también, separandome de ella cuando una mujer de cabello rubio se acercó a nosotras.
—Disculpa, ¿He escuchado que estas embarazada?— se preguntó mostrando sus dientes en una sonrisa.
Asentí mientras Enid reía —Así es.
—¡Qué maravilla! Felicidades a ti y...-
Fruncí mi ceño, —Mi esposo.
Asintió —¡Claro! Felicidades a ambos.
—Gracias...— miré a Enid y ella a mi cuando aquella mujer se aparto.
—¿La habías visto antes?— inquirió ella.
Encogí mis hombros —El reino ha aceptado mucha gente nueva últimamente.
Se cruzó de brazos —No deberían, hay mucha gente loca allá afuera.
Asentí —Bueno, Carol dice que Ezekiel no se puede resistir a ayudar a las personas así que supongo que no tiene del todo la culpa porque soy igual.
—Eso es bueno, pero hay que ayudar a las personas correctas.
Entrecerré mis ojos —Dime que Alden no te hace leer esos libros sospechosos de la biblioteca de Hilltop.
Ella se encogió de hombros —Claro que no...-
Sonreí —Ustedes son lo más tierno de todo el mundo.
Frunció su ceño —Iugh ¡No!
Rodé los ojos —Sigue negandolo, así estaba yo.
Volvimos a avanzar mientras ella reía junto a mi, —¡Vale! Lo hare hasta que nos casemos en secreto y tengamos dos hijos.
ACARICIÉ LA MEJILLA ROJIZA debido al frío del pecoso, sonriéndole levemente en un intento de darle paz, aunque no sabía si funcionaría después de que perdiera a su mejor amiga.
No sabía si podría hacerlo sentir mejor, pero si sabía que lo apoyaría en todo momento.
—Debes comer— murmuré, acercando aún más el plato.
Negó sorbiendo su nariz, haciéndome tragar en seco cuando vi una lagrima arrastrarse hasta su mejilla.
—Hey— llamé asustadiza —Estaré aquí contigo, donde sea.
No contesto, solamente se limitó a asentir levemente y seguir con la mirada fija al suelo, en un suspiro me levante y camine hasta Daryl.
—¿Todo bien?— preguntó él.
Asenti —Sí, le pedí a Becca que cuidara a los niños por mientras, en lo que acompañó a Carl.
—No hablaba de eso— admitió señalando al ojiazul.
Tomé aire acariciando mi enorme barriga —No, nada esta bien ahora.
—¿NO HAY NOTICIAS DE Maggie?— me preguntó Michonne al llegar hasta mi.
Le miré y negué —Le envié otra carta pero no hubo respuesta, no se nada sobre ella.
Giré la cabeza hacia la carroza, en la cual iba Sophia junto a otros niños, mientras se abrazaba a sí misma y sollozaba bajito, había lastimado a tantas personas que amaba, aquella mujer las había dañado de una forma terrible que me hacía sentir rabia al no poder hacer nada para curar su dolor.
Ron tomó mi brazo, haciéndome detener cuando vimos a algunos caminantes y al mismo tiempo tomando a Carl del brazo para que se detuviese al mismo tiempo.
—¿Son de los suyos?— le inquirí a Ron, él negó.
—No, no parecen.
Formé una línea en mis labios volviendo a caminar, escuchando el grito de Daryl detrás de nosotros, regañaba a Alden por molestar a Lydia así que me limite a tomarla de los hombros y hacerla caminar junto a mi.
Pude ver su mirada asombrada al inicio, pero luego de unos segundos pudo acoplarse a mi calor.
—No tienen que protegerme— admitió —Se lo que sienten por mi.
—No deben tratarte mal— negué.
—Yo no... no quiero causarles más problemas.
—Es su problema, no el tuyo, Lydia— suspiré hondo —No puedes caerle bien a todo el mundo.
LUEGO DE UNO LARGOS minutos y horas caminando, solo podía pensar, ya que debíamos estar en silencio, podíamos conversar pero solo en un tono bajito.
—Entonces, ¿Qué era lo que tanto esperaban decirme?— miré a Ron.
—Ah, yo no puedo.
—Por favor, he estado estos últimos meses y a Sophia se le nota cada vez más así que sólo dilo— sonreí levemente.
—¿Q-Qué tú ya lo sabes?— cuestionó rápidamente haciéndome asentir —¿Cómo?
—Porque yo también estoy embarazada— señalé frunciendo mi ceño con diversión al verlo alterado.
—Buen punto.
—¿Cuántos meses tiene?— inquirí mirando a Sophia de reojo —Apuesto a que tiene tres, quizá cuatro.
—El clima está empeorando— mencionó Jerry, dirigiéndose a nosotros —Aunque viajemos toda la noche no llegaremos
—Hay que salir del camino y buscar un refugio antes de la próxima estación— apoyó Ron.
Asentí levemente, llevándome una mirada de Lydia —¿Algún lugar en mente?
—Si.
EN CUANTO LAS PUERTAS fueron abiertas, todos se dividieron en diferentes partes del edificio, mientras revisaba con mi linterna y Ron me cubría con su arma.
—¿En serio vivía gente aquí?— se preguntó Magna.
Asentí tragando en seco —Bienvenida al Santuario.
Todo era un chiquero, había cosas tiradas por doquier, dirigí a Carl hasta la fogata, besando su frente para dejándolo tomar un poco de calor.
A como pude le sonreí, escuchándole suspirar mientras miraba la fogata.
—Ire a buscar a Sophia, ¿Si?— musité con delicadeza —Quédate aquí.
Me aleje a paso lento, buscando con la mirada a la rubia, la cual no logré encontrar.
Subí las escaleras con cuidado, pasando habitación por habitación hasta finalmente encontrarla sobre la cama de una de las habitaciones más grandes.
Ella estaba sentada con la mirada fija sobre el suelo mientras temblaba del frío y el vapor salía de su boca.
—Soph, hace frío aquí arriba— aclaré quitándome la bufanda para colocarsela —Vamos abajo a hablar, ¿Vale?
Negó —No.
—Vas a enfermarte— informé —Sé que... no estas pasándola bien pero aun tienes personas que te quieren.
Cubrió su rostro con una de sus manos temblorosas —No quiero verte, de verdad.
Fruncí mi ceño intentando tomar su mano pero se alejo de mi.
—Solo déjame sola, Alex— pidió mirándome —Eres la última persona a la que quiero ver ahora.
—¿Por qué?
—No quiero ser consolada por la gran heroína Alex, ¿Vale? No quiero tus disculpas, ni un sermón alentador sobre amar la vida porque que tu ames la vida a pesar de todo lo que te ha quitado no significa que todos debamos quererla.
No entendía este cambio repentino, no entendía el por qué decirme todo eso. Aunque supe que estaba enojada desde hace mucho debido a que no me había dirigido la palabra, pues estaba demasiado ocupada en Carl y en cuidar de nuestro bebé.
—Sophia, solo trato de ayudarte, ¿Si? Somos amigas, eso hacen las amigas.
—No tu, porque... ¿Dónde carajos estabas cuando se llevaron a todas esas personas?— se levantó —¿Dónde estabas cuando Henry...?
—¿En serio me estas culpando por esto?— le pregunté irónica —Yo no hice nada.
—¡Exacto! Dices que quieres protegernos pero no haces una mierda, Alex, perdiste todo lo que te rodeaba, a tus padres, tu hermano, tus amigos ¿Y sabes por qué? ¡Porque eres tan exasperante que incluso Glenn prefirió morir antes que estar un día más contigo!
Mi ceño se aligero —No te atrevas...-
—Que tengas un maldito temperamento de superheroina no significa que todos querramos ser salvados— se levantó —Aprende de una maldita vez.
Me dio un leve empujón mientras se marchaba lejos de mi, dejándome ahí, en la obscuridad y con el corazón roto.
No sabía por qué Sophia me culpaba de todas aquellas muertes, pero si sabía que la ira era una de las fases del duelo.
Yo llegué a culpar a diferentes personas después de lo de mi padre, Glenn e incluso lo de Hershel y todas aquellas personas de la lista.
Nadie era perfecto.
—¿ALEX?— la voz de Michonne me saco de mis pensamientos.
Le miré rápidamente —Ah, no hace falta un puente— señalé el mapa —El agua se ha congelada por el frío.
Carol asintió —Mientras no vayamos todos al mismo tiempo estaremos bien.
Señalé el mapa nuevamente —Por acá, por donde solíamos cazar, es directo.
Michonne asintió —Es directo al territorio de Alpha— recordó Ezekiel
Mi piel se hirvió ante la mención de aquella mujer, haciendo mi expresión endurecerse con enojo.
—Esas no son nuestras fronteras, las puso ella no nosotros.
—Alex, no servirá de consuelo si empezamos una guerra— contradijo Ron, negué —Ni siquiera sabemos cómo combatirla.
—Solo son un par de estúpidos kilómetros, Ron, tu esposa embarazada no puede seguir con este frío o pondrá en peligro al bebé— regañe.
—Oigan— llamó Michonne a ambos —Cruzaremos de noche, no sabrán qué estamos ahí.
—¿Y si ya lo saben?— se preguntó Yumiko, haciendo asentir a Ezekiel.
Ella me miró asustada —Quizá ya nos vigilaron todo el camino.
—Con más razón deberíamos partir ahora— miré de reojo a Ron.
—Podemos hacerlo— apoyó Carl, hablando por primera vez en todo el rato.
—¿Con los ansianos? ¿Con los niños, con las carretas y con los caballos por el hielo?
—Tendremos que ir a pie— recordó Michonne —Si, es peligroso pero solo nos queda comida para un día o dos.
—Si esta tormenta sigue empeorando, se bloquearán los caminos durante semanas— agregó Carl —Es llegar a la estación de paso o morir.
Finalmente accedió, rendido y sin otra, tuvimos que partir de ahí más rápido de lo imaginado.
Después de un largo camino, seguía lo más difícil, el camino de hielo, donde me asegure de hacer pasar a cada niño que podía, ayudándolos a no caerse.
Cuando finalmente cada uno de ellos parecía seguro, miré a Sophia, la cual se miraba insegura de pasar, ella se sostenía la barriga en busca de ayuda de Ron, pero él, al igual que Carl estaban ocupados del lado en el que ella se encontraba.
Trague en seco y sin importarme lo sucedido anteriormente, tomé de su mano, ayudándola a pasar, mientras sus pies se resbalaban conforme daba un paso, intentaba sostenerla para que no cayese, sin importar mis sentimientos, sin importar que nuestra amistad estuviese cayéndose, solo me importaba ella.
Pero no había dicho ni una palabra y no es como si fuera a obligarla, simplemente quería asegurarme de dejarla en buen estado antes de alejarme.
ME QUEDÉ OBSERVANDO el cuadro, no sabiendo exactamente cuanto lo extrañaba.
El cuadro de Glenn estaba frente a mi, cara a cara, no sabía si el estuviese decepcionado u orgulloso de mi, no tenía la menor idea de si quiera estuviese en algún lugar.
Quería que así fuera.
Quería tenerlo a mi lado para que me dijera qué hacer en estas situaciones, para reírme un rato con él, para poder abrazarlo y llorar en su pecho.
—¿Era él?— la pregunta de Becca me sacó de aquel transe.
Asentí sin mirarla —Lo conocí en esto— sonreí levemente —Creo que lo extrañare para siempre.
Pasó su brazo por el mío, entrelazándolos mientras se recargaba sobre mi hombro.
—Estoy segura que es feliz de verte aquí, Alex— musitó —Aunque no lo conocí.
—Le hubieras caído bien— contesté —Siempre bromeaba conmigo, me hacía reír y... me abrazaba con cariño cuando la pasaba mal por más que yo quisiera estar sola.
—Estoy agradecida con él— admitió —Por cuidarte, cuando papá no pudo.
—Yo también.
Nos quedamos en silencio, haciéndome tragar en seco y procesar mis siguientes palabras.
—Voy a matarla— susurré bajito —A esa mujer.
Me miró rápidamente —¿Q-Qué?
—Necesitaba que alguien lo supiera— le miré —Alguien que no me detenga, porque lo haré de todas maneras, Becca, haré que le duela, me asegurare de que la pase tan mal como Carl lo está haciendo, como Sophia lo está haciendo.
Tardó unos segundos en procesarlo —Quiero ayudarte.
—No— sentencie —Lo hare a mi modo, no quiero que te haga daño, solo debo ser yo.
—¿Estas segura de eso?— se preguntó.
Asentí levemente —Si.
AL ADENTRARME A ALEXANDRIA, lo primero que me recibió fue el cabello castaño y rubio correr hasta mi, haciéndome sonreír y cargar a ambas en un abrazo muy fuerte.
Gracie corrió hasta Carl, dejando que la cargara y se saludaran entre sí.
—¿Estás bien?— inquirí a Jud, ella asintió, haciéndome preocuparme cuando vi sus mejillas muy rojas —¿Qué pasó?
—Hace frío— rió levemente, volviéndome a abrazar.
El pecoso se nos unió, con Gracie aún, nos abrazo a ambas muy fuerte, quedándonos así por mucho tiempo mientras disfrutábamos de aquel momento.
Una bola de nieve golpeó la espalda de Carl, haciéndonos despegarnos para mirar a Ron.
—¡Hey!— le grité haciéndolo reír.
—¿Van a jugar o van a quedarse ahí todo el día?— se preguntó.
Solté a Gracie, dejándola correr junto a Judith, —Si quieres terminar con un ojo morado, bien.
Bufó —No me das miedo, Alexandra.
Enarque una ceja, mientras Carl se agachaba para tomar una bola de nieve y lanzársela justo en el rostro.
—No la molestes— sacó la lengua como un niño pequeño.
—¡Auch! ¿Ahora tenemos diez?— se preguntó adolorido.
—Tu empezaste— lancé la nieve, haciéndolo encogerse —¡Pelea!
Soltó un gruñido y obedeció tomando toda la nieve que pudo para empaparnos a ambos de ella, haciéndome reír en el proceso.
Sin embargo, Carl se lanzó a mi en cuanto Ron tomó la bola de nieve más grande que pude haber imaginado. Mientras cubría mi enorme barriga en el proceso.
SONREÍ A SIDDIQ CUANDO llegue a la enfermería, haciendo que él y Negan me mirarán.
—Miren quien llegó— saludó el último mencionado, el cual estaba recostado en la camilla.
Me crucé de brazos asegurándome de que Siddiq se fuera completamente de la enfermería, girándome a Negan, tomé la silla y me senté sobre ella, me miró confuso.
—Gracias, por salvarla— sonreí levemente —Siempre tuviste un don para lo dramático.
Rió —La ultima vez que estuve aquí, Rick acababa de cortarme la garganta así que esto... esto no es nada— me miró —Judith es una niña especial, una pequeña fiera y tú... ya sufriste bastante, Lex.
Bajé la mirada —Que te mejores.
—El doctor futuro papá dijo que atravesaron la tormenta junto con la brigada real, ¿Están todos bien?
Asentí levemente —¿Realmente te interesa?
Rió —No conozco a esas personas ni de nombre pero, se lo que se siente perder un reino, ver que todo se viene abajo y eso es horrendo.
—El Santuario es un chiquero en ruinas— fruncí mi ceño.
—Eso te lo habría dicho yo, era cuestión de preguntar, así que fueron por su territorio... muy audaces.
—No sabíamos si estaban ahí, lo importante es que nos unimos y pudimos llegar.
—Objetivo común.
Asentí levemente —O... enemigo en común... ¿Quieres hacer un trato?
—Soy todo oídos.
NO HABIA ENFRENTADO un duelo más doloroso, todos habían tenido sus etapas, todos tenían su tiempo de duración.
Pero este parecía atacarme al mismo tiempo.
Sentía ira, tristeza, negación y dolor al mismo tiempo, todas atacandome como avispas. Supongo que eran las hormonas o quizá este era el último duelo que sentiría.
Nadie lo sabía, ni siquiera yo.
Enid había sido parte de mi adolescencia, ella me había hecho creer que valía la pena seguir viviendo.
Tara era el único recuerdo que tenía de Glenn, ella me había enseñado a que incluso en un apocalipsis es bueno tener sentido del humor.
Pero supongo que eso ya no tenía sentido ahora que se habían ido para siemore.
—¿Alex?— Carl se recargo sobre la pared de la sala.
Me miraba desconcertado, a decir verdad yo también lo haría luego de verme llorando como bebé.
—¿Si?— le miré, sosteniendo de mi barriga —¿Necesitas algo, amor?
Él negó, —No, no, estoy... bien, por ahora.
Asentí sorbiendo mi nariz, —Vale, yo... uh, ire a arropar a las niñas pero tu puedes descansar si quieres, ha sido un viaje largo.
Formó un puchero mientras se sentaba junto a mi y pasaba un brazo sobre mis hombros.
—Ya he llorado yo...— empezó y noté como su voz comenzaba a cortarse en señal de volver a llorar —Ahora es tu turno.
Negué —¿Llorar? Mejor vamos a leer.
Rió ligeramente —Lloremos juntos, si quieres.
—Llorar nunca es suficiente, Carl— admiti.
—Lo sé.
━━━━ AUTHOR'S NOTE:
Uuuuhhh final del acto 7, espero les gustará apesar del final jajs
Sé que odian que se los recuerde que solo quedan dos actos para el final :')
PD. Tengo un libro de one-shots de Harry Potter por si les interesa, además de un fic de Cedric yyy otro sobre Harry, me encantaría que les dieran apoyo
Chauu <3
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