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chapter hundred-two. skyfall

BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter hundred-two .˚ׅ🗡 ຊ ҂
skyfall

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Cuando era una niña pequeña y el mundo se había ido, lo único que pensé fue en ese suceso y en lo que pasaría conmigo después de eso.

Me había plantado la idea de morir pronto cuando mi madre se me escapo de las manos, ella se había ido, creí que la había perdido y entonces... cuando la encontré realmente se fue para siempre.

Rick Grimes fue quien me rescato y jamás podría agradecérselo de la forma que hubiera querido.

—¡Queremos justicia! Entreguen a Sebastian— los ciudadanos de Commonwealth gritaban a todo volumen.

—Esto es igual a como lo imagine— mencionó Ron.

Le miré colocando ambas manos sobre mi cintura —Lo sé, la gente debía saberlo.

—¿Has tenido noticias de Carl?— se preguntó.

Negué bajando la mirada —Sigue afuera con Aaron y Gabriel, ¿Qué hay de Sophia?

Negó al igual —Lo último que supe de ella es que iría con Maggie pero... no ha aparecido.

—Volverán— aseguré.

Pues Carl se había ido, tal y como lo dije, no sabía lo que pasaba allá afuera pero estaba segura de que seguía vivo. En cambio, Sophia había ido a Hilltop junto a Becca y no había tenido noticias de ninguna, me asusta pero intento mantenerme serena con toda la rebelión que se estaba formando ahora mismo.

Ron golpeó mi brazo con su codo cuando Mercer se alejaba luego de hablar con Rosita así que aproveché y le corté el paso, es como si me hubiera leído la mente o algo así ya que literalmente empezó justo con lo que le iba a preguntar.

—Aún no tengo ninguna noticia— dijo.

Asentí —Bueno, es que llevan días fuera.

—Horsby ha dicho que es una mision de suma importancia, volverán cuando se haya hecho el trabajo.

No podía reclamarle nada por más que quisiera, al final de cuentas era él mi única fuente de informacion sobre Carl y tenerlo en mi contra no serviría de nada.

LAS FOTOS DE EVIDENCIA hacia Sebastian yacían en mis manos, intentaba analizarlas a profundidad mientras formaba muecas con mis labios, muy concentrada en lo mío.

—Lexie— llamó Jud.

—¿Hmm?

—Se quema la comida.

Le miré rápidamente y luego al humo que se encontraba en la cocina. No era una sorpreaa que últimamente había estado muy torpe y distraída, mi mente se centraba en otras cosas sin ninguna explicación y eso me molesta demasiado.

—Mierda, mierda— murmuré entre dientes.

—¡Lexie, la boca!— regañó Judith.

—Cubranse los oídos— les pedí a los niños y ellos obedecieron, incluso Glenny, quien cada vez más hacia caso. Corrí a lo que quedaba de panqueques —¿Quién quiere comida quemada?

Judith se descubría los oídos mientras reía —No...-

—Se lo pierden— le sonreí.

Abrí el refrigerador para buscar otra cosa, aprovechando para sacar el puré de manzana.

—¿Las ha hecho Derek?— se preguntó refiriéndose a las fotos, la miré —¿Para qué?

—Para aprender de este lugar, cariño— coloqué los alimentos sobre la mesa —Mantenernos alerta, Carl y yo, así poder cuidarlos.

—¿Y el tio Daryl y mi hermano cuando vuelven?— se preguntó.

Reí —¿Por qué? ¿ellos cocinan mejor que yo?

—Claro que no, el tío Daryl a menos que haya una fogata no sabe qué hacer.

—Mi papá es buen cocinero— añadió Gracie.

—Volverán pronto— dije a ambas —De verdad.

Miré hacia la ventana cuando escuché los gritos aún más altos, las personas seguían marchando pero en especial aquellos dos, una mujer y un hombre que se dirigían justo a este departamento.

Titubee un poco al reconocerlos.

—¿Qué pasa?— Jud preguntó asustada.

—Tal vez nada— no quité la vista —Bien, todos arriba, tenemos que movernos.

Gracie tomó sus cosas, —¿Estas segura?

Le asentí —Rj, ve a ponerte los zapatos lo más rápido que puedas, ¿Vale?— el mencionado asintió —Gracie, no olvides tu silbato.

—¿Y el desayuno?— Jud preguntó.

—Compraré una pizza más tarde, ¿Si? Por ahora tomen sus cosas— tomé al pequeño bebé sobre la silla —Gracie, lleva la mochila de tu hermano.

Ella obedeció y tomé las fotografías rápidamente, escondiendolas entre mi ropa.

—Hey— llamé a los tres —Todo va a estar bien si no hacemos ruido, hay que jugar al escondite, ¿Si?

—Me estoy asustando— admitió Rj.

—Lo sé, cariño, pero está bien, los protegeré siempre.

Más tarde, cada uno se mantenía escondido en un lugar seguro, sin embargo, como para mi no era tan fácil, tuve que aferrarme al bebé amarrado hacia mi con el fular, mientras tomaba el cuchillo cerca de la ventana a esperar.

Esperé y esperé, escuche algunas cosas caerse y recé porque ninguno de los niños saliera corriendo ahora mismo. Sostuve a Glenny entre mis brazos, pegada a la pared fuera de la casa con el cuchillo de cocina pegado a mi cuerpo, hasta que luego de unos minutos el ruido se desvaneció, asomé mi cabeza una vez que la puerta se cerró.

Abrí la puerta de la terraza entonces y con rapidez entré, ayudando a Gracie a ponerse de pie junto a los demas, con Glenny pegado a mi pecho, deje que se recostara, listo para dormir en el viaje.

—¿Ya están listos?— pregunté a los niños, quienes caminaban de un lado a otro con mochilas y sus respectivos sueteres.

Acomodé la mochila de Rj —¿Ya paso lo peor?

Le asentí —Así es, ahora tenemos que irnos, hoy vamos a tener una pequeña aventura.

Los cuatro escuchamos unos pasos sobre el pasillo, haciéndome girar y detener mis movimientos, entonces tomé el cuchillo de nuevo mientras les siseaba a los pequeños para que guardaran silencio.

—Quiero que vayan al dormitorio y esperen ahí, ¿Si?— me dirigí a los tres, con rapidez Judith acepto a Glenn sobre sus brazos —No salgan hasta que los llame.

Ellos corrieron y no fue hasta que los perdí de vista que asomé mi oído.

—¡Alex, soy yo!— la voz de Jerry me hizo abrirle rápidamente.

—¿Qué es lo que...?— me interrumpí a mí misma cuando lo vi —Negan.

—Hola, niña— sonrió de lado a lado, mirando la casa detrás de mi —Es una bonita casa.

De nuevo, los recuerdos.

—Gracias— alcancé a murmurar.

Deje pasar a ambos, haciendome a un lado, atareada pero tratando de recuperarme de inmediato. Me encaminé a la habitación para informarle a los niños que estabamos fuera de peligro pero que aún así se quedarán dentro por si las dudas, no mencioné a Negan, solo que hablaría con Jerry sobre unas cosas y así fue, solo que con quien iba a hablar era en realidad Negan.

Me senté frente al adulto, note las canas, la expresión de cansancio y lo delgado que estaba, no sabía a dónde se había ido pero por alguna razon lo sentía más animado que antes, algo atareado por todas las cosas que lo rodeaban, tanto así que mientras hablamos no dejo de jugar con la servilleta limpia.

—Hornsby trato de asustar a Maggie al interrogar a Hershel— contó Negan —Así que creemos que va a intentar usar a los niños para llegar a nuestra gente.

—Maldito infeliz— murmuré entre dientes.

Negan me había contado todo lo que había sucedido, desde su intento fallido de amenazar a Sophia hasta tratar de matar a Maggie y al resto. El susto a Hershel y el como lo amenazo de forma no violenta, eso fue lo que me hizo llegar a mi límite por hoy.

—Por eso han venido por Carl— supuse y él asintió.

—Sí.

—Pero si Hornsby envío a esos dos, quiere mantenerlo en secreto lo que significa que quizá podamos adelantarnos a ellos... y a él— miré a Jerry, que se encontraba vigilando en la puerta —¿Aún tienen ese acceso de ese desván?

Él asintió —Sí, lo he llenado de suministros como pediste.

—Lleva a los niños y avisa a los demás, que estén listos para moverse en cualquier momento.

—Iniciare la cadena.

—¿Listos para qué?— Negan inquirió —Este no parece un lugar del que sales por la puerta como si nada.

Le miré —Por eso buscaremos un seguro de vida— me levanté —Y creo que ya tengo algo en mente.

Haré pagar a Hornsby buscandonos una salida, no importa el precio y no importa si Sebastian sale ileso.


LA MISIÓN CONSISTÍA en buscar el mapa que nos traería las pruebas, Jerry se tomó la tarea de llevar a los niños a un lugar seguro, todos los demas estaban empacando o esperando la señal que indicaria ataque de salida.

Tomé el broche sobre mi cabello, dejando caer el resto al modificarlo en forma de llave y abrir la puerta de la oficina. Negan miró cada uno de mis movimientos al abrir la puerta.

—Vale, ¿Qué buscamos exactamente?— me pregunto él, cuando abrí la puerta y avanzó detrás de mi.

—Planos, esquemas— dije —Los planos de la estación Unión tienen que estar por aquí.

—¿Y qué más?

Abrí el cajón —La persona que estamos buscando estaba en el edifico justo antes de que la gente empezará a pedir su cabeza así que quizá se quedó ahí.

—Entonces, si se ha quedado y todos lo están buscando tiene una maravilla de escondite.

Asentí, tomando la caja de lo más alto —Exacto.

—Lex, ¿Te conté que me case?

La caja cayó sobre mi cara con todo y papeles al resbalar, me agache para tomarlos y los revolvi para buscar.

—¿Y por qué me lo dices?— pregunté.

—Bueno, no sé, porque... ella está allá afuera y... embarazada de nuestro hijo.

Mis movimientos se paralizaron ante aquello último, solo podía mirar los papeles frente a mí, ni siquiera había seguido mi búsqueda y solo pude tragar en seco.

—Todo irá bien— murmure muy bajito.

—Gracias.

Le levanté con la caja —Ya.


ODIO DECIRLO, pero se nos acaban los lugares donde buscar— mencionó Negan mientras miraba el mapa que habíamos encontrado entre esos papeles.

Miré los pasillos frunciendo mis labios —Déjame echar un vistazo.

Pedí, tomando el papel, busqué nuestra ubicación hasta llegar a una pequeña esquina, algo no andaba bien en ese raro mapa que sostenía con mis manos ahora mismo.

—Uh...-

—¿Qué?

—Debería haber una puerta aquí— le entregué el mapa y quité la maseta de la esquina.

Entre la orilla había lo que parecía ser una puerta, con las yemas de mis dedos rebusque hasta lograr abrirla con ayuda del cuchillo de cocina.

—Bingo— susurré.

Dentro había otra puerta, la cual fue más fácil de abrir que la anterior, a excepción del mueble que literamente la cubría toda para que fuese imposible de abrirse. Al adentrarnos, miré a Sebastian dormido entre un montón de basura y comida, el mal olor inundó mis fosas nasales hasta hacerme formar una mueca de total asco.

Patee la colchoneta en la que se encontraba dormido el hijo de Pamela, para así hacerle saltar del susto.

—¿Pero qué...?— cuestionó levantado la vista —¿Cómo llegaron aquí?

Intentó tomar el arma a su lado cuando nos miro los rostros, sin embargo, Negan le aplastó la mano antes de que pudiese tomarla.

—Tranquilo, campeón.

—¡Ya sueltame!— exclamó y Negan hizo caso.

—¿Qué tenemos aquí?— Negan se agacho y levantó el arma, hablo con ese característico tono con el que me reencontre aquella noche.

—¿Sabes quién soy?— le cuestionó Sebastian.

Negan sonrió —¿Y tú sabes quién soy yo?

—¿Qué quieren, idiotas?

—Levanta, te llevaremos con tu madre— ordené, con un tono seco y serio, característico de cuando me molesto.

—No voy a salir hasta que se calme todo— se sentó —Además a mi mamá no le importo.

—Claro que sí, eres su hijo.

—La Commonwealth lo es, yo soy un problema.

Negan rió con ironía —Ah, no puedo creerlo, oye, niño, cuando meas en frascos y todos te quieren matar a mi entender es momento de replantear tus opciones— me señaló —Ella es capaz de hacer magia, la he visto sacarse de la manga unos trucos con mis propios ojos.

Arquee una ceja mirándole.

—Así que, si por alguna razón que sea te lanza un bote de salvavidas te recomiendo que le abalances contra el y evites una muerte segura— finalizó, dejando callado al chico frente a nostros unos segundos.

Sebastian despego la mirada de mi —¿De verdad me puedes ayudar?

Tarde unos segundos en contestar, quería decirle que no, un rotundo no y matarlo aquí mismo pero eso solo empezaría una guerra que quizá jamás termine y, si lo hace, seguro moriré. Así que finalmente le doy un movimiento con mi cabeza en señal de y le extiendo la mano de manera hipocrita para levantarlo del suelo.


MIRÉ A NUESTRO ALREDEDOR al abrir la puerta y dejar pasar primero a negan y Sebastian, el cual se encontraba cubierto con una chamarra obscura y una cachucha al igual. Por suerte habiamos salido del edificio y todas esas pasadas, me adelante mientras él nos seguía y escuchábamos los gritos de las personas aún protestando.

—¡Hey, hey!— un hombre que pasó a nuestro lado nos distrajo —¡Lo encontré! ¡lo he visto, Sebastian esta aquí!

—Negan— masculle tomando a Sebastian del brazo.

El mencionado se alejo de nosotros, entendiendo mi llamado a la perfección —Sigan, yo me encargo— informó y obedecimos.

Ambos corrimos hasta estar lo suficiente lejos. No vi mas a Negan, supongo que lo habían atrapado y regresarme arruinaría el plan, mi plan y el de Negan. Dios, jamás pensé que eso sucedería, trabajar juntos de nuevo, era tan fácil hacerlo ya que la comunicación era demasiado buena para negarla, un sólo llamado y la misión siguió el curso que esperabamos.

Sé que no lo matarán, no si es lo bastante inteligente para decir que me conoce o involucrarme cuando Mercer lo interrogue.

Al día siguiente, llegamos hasta la casa de Pamela, donde nos adentramos en cuanto el guardia nos dejó pasar. Yumiko estaba ahí con pamela, quien rápidamente se apresuró a abrazar a su hijo con fuerza pero, al separarse, ella abofeteo su cara con la misma fuerza, mascullandole algo que no pude reconocer.

—Te dije que era un error venir— me dijo en un murmuro de decepción, mientras evitaba la ira de su madre al mirarlo.

—¡Mírame!— le ordeno, tomándolo del menton y mejillas con tanta fuerza que pude ver como su piel se ponía colorada—¿Qué tienes que ver en todo eso?

—¡No hice nada, mamá! Mira, esa historia no es cierta, la gente quiere culpar a alguien y yo soy un blanco fácil.

—Tendrás que decirme algo más para que te salve de esto.

Di un paso al frente —Creo que podemos ayudarnos mutuamente.

Pamela me observó detrás de su hijo, aún llena de ira pudo articular: —Dime, Alex.

—Hornsby está cazando a mis amigos bajo tu bandera, quiero tu ayuda para detenerlo.

—No se nada respecto a eso— admitió —Y no veo en que pueda ayudarme.

Encogí mis hombros —Si tu hijo no hizo esas cosas de las que se le acusa, alguien fue.

Miró a su hijo y luego a mi—Está bien, ¿Cuál es tu plan?

—Culpa a Lance de esto y dí que tu hijo está absuelto de eso, que todo fue una confusión y el verdadero culpable ha estado en sus narices, mintiendoles todo este tiempo.

La mujer miro a Yumiko en busca de una opinión y yo, bueno, yo esperaba contar con el apoyo de Yumiko también así que no me sorprendió cuando lo obtuve.

—Tiene razón, puede funcionar y a mi parecer tiene sentido.

—¿La gente se lo creera?

Ella asintió, al final la decisión la tomaba Pamela así que sin mas acepto y pude sentí un leve alivio. Pamela se giró a mi, alterada por la situación pero también pude notar el olor a alcohol.

Con impaciencia la observé cuando finalmente volvió a hablar:

—¿Qué es lo que necesitas?

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