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chapter hundred-five. what has been lost

BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter hundred-five .˚ׅ🗡 ຊ ҂
what has been lost

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Hemos perdido demasiado, cada vez que queremos luchar, cada vez que hacemos algo para salvarlos.

La esperanza es lo último que se pierde y es lo único que nos queda, al menos eso decía mi papá.

Todo el lugar se zarandeaba de un lado a otro, apenas y abría los ojos cabizbaja, dándome cuenta que seguía obscuro, que el pecho me dolía y que me costaba respirar.

Un pequeño brinco del auto hizo que aquella bolsa sobre mi cabeza cayera; haciéndome mirar a mi alrededor aun somnolienta y adolorida. Maggie estaba a mi lado por alguna razón, ella me miraba muy atenta, intentando tocar mi mejilla, la cual dolía demasiado y no recordaba el por que.

—¿Q...?— tapó mi boca.

Ella hizo un ademán de siseo, señalando al guardia frente a nosotros. Me incline sobre mi lugar, sintiendo como Maggie me desataba. Tenía ganas de vomitar, quizá estoy apunto de vomitar un pulmon porque así se siente.

Mientras Maggie intentaba abrir para salir, miré a la otra persona frente a nosotros, entonces, con la esperanza de que fuera Carl, descubrí quitando la manta a Sophia.

Palmee sus mejillas hasta hacerla despertar, señalando el guardia que dormía junto a ella, hice lo mismo que Maggie conmigo y la ayude a ponerse de pie. Al inicio me miro atareada, pero despues capto lo que tendríamos que hacer.

Maggie salto de la camioneta andando, desapareciendo cuando luego de unos kilometros Sophia la imitó y cuando estuve por saltar, alguien tomó de mi camisa, haciéndome quejar y caer de espaldas. De nuevo, el dolor en el pecho.

El guardia intento disparar pero solo logro hacerlo a los lados y al guardia que manejaba, el cual para nuestra mala suerte chocó el auto, haciéndome caer sola ya que el guardia anterior había caído de la camioneta andante.

Salí tan rápido como pude con mi pierna doliendo y corrí hasta el bosque a escupir lo único que había comido las últimas horas. Después solo pude caer al suelo inconsciente, otra vez.


—¡ALEX! ¡ALEX, POR el amor de dios no te vayas!— Sophia me estrujo con fuerza.

Le miré entreabriendo los ojos —Déjame dormir.

—No puedes dormir— reviso mi cabeza —Dios, creo que tienes una contusión.

Me removi —Contusión tu abuela.

Ella se alejo cuando escuché los gruñidos de un caminante, hubo silencio y algo me jalaba de la pierna.

—Déjame dormir— la patee pero más gruñidos vinieron.

Algo tomaba de mi pierna, unas uñas grandes me hicieron saber que no era Sophia quien intentaba despertarme, pues al levantarme me di cuenta que ella se encargaba de los otros caminantes.

—¡Mierda!— grite haciéndome para atrás.

El caminante venía vestido de guarida de la Commonwealth y me seguía para comerme hasta que la rubia lo empujó y terminó con el gracias a una roca.

—Ya no voy a dormir— aclare limpiando el vomito de mi mejilla.

—Vamos, muévete— indicó pateando mi pierna.

Negué —Shh...-

—Mueve, floja— tomó mi pierna y empezó a tirar de ella —Tenemos que buscar a los otros.

—¿A quién? Se llevaron a todos y Carl murió.

Ella dejo caer mi pierna, haciéndome quejar y tomarla hasta hacerme bolita.

—¿Qué?— exclamó tan alto que mi cabeza dolió.

Estaba segura que si tenía una contusión, la cabeza me iba a matar antes que Sophia.

—Vi un charco de sangre antes de que esos locos se llevarán a mi bebé y a mi— aclaré sin abrir los ojos —¿Qué me asegura que no ha muerto ya desangrado?

—Yo.

—¿Quién eres tu?

—Vamos, Alex, no eres la unica en el universo a la que la tomaron de sorpresa— extendió su mano hacia mi pero fingi no verla al cubrir mi rostro con mi mano.

—No puedo hacerlo— le dije, sin siquiera intentar levantarme.

—¿Acaso te escuche decir "no puedo"? ¿Desde cuando no puedes?

—Hoy.

Escuché como suspiro cansada, solo que no sabía si era de mi berrinche o por todo el viaje que hemos hecho.

—Bueno— se encogió de hombros —Si tu no quieres seguir yo si, lo hago por Ron, mi mamá y mi familia, así que ve a ser una cobarde.

Escucho sus pasos alejándose poco a poco, cuando creo que esta aun cerca veo que ya me lleva bastante ventaja.

Quisiera quedarme en el suelo todo el resto de mi vida, un momento más para pensar pero se que no se podrá pues, como dijo Sophia, debo seguir por mi familia, así como ella.

Tomó una gran bocanada de aire y me armo de valor para levantarme del suelo y seguirla.

POR SUERTE TOMÉ la delantera y ahora nos dirigía a ambas por el bosque o lo que sea que nos esté rodeando ahora mismo.

Así, mire a mis dos lados —Toca izquierda— indique.

—Espera, Alex, espera— Sophia tomó de mi brazo y me giré —¿Cuál es nuestro plan?

Fruncí mi ceño —Creí que era obvio, vamos a seguir el convoy adonde quiera que vaya.

—¿Y después?

—Asesinar a todos y buscar a mis hijos.

Negó confundida —Eso no... eso no es un plan, Alex.

—Para mi sí— le mire de reojo —Romperé todos los cráneos que tenga que romper con tal de recuperar a mis hijos, Sophia.

—¿Y sabes cómo entraremos?

—¿Tienes un plan mejor?— interrumpí —No es retórica.

Asentí cuando se quedó callada frente a mi, entonces seguí mi camino.

—Separemonos para cubrir más terreno.

Negó —Ni hablar, no te dejare sola.

Me detuve —Puedo con esto.

—No, Alex, estás perdiendo la cabeza por tus hijos, escucha lo que acabas de decir... ¿Romper cráneos? ¿Acaso no te recuerda a alguien?

Entiendo la forma en la que me mira, asustada y como si viera a alguien más en mi.

Formé una línea con mis labios, negando con la cabeza. —Yo no soy Negan.

—No tienes que serlo, pero, hay que idear un plan que nos ayude a ambos y que no salga mal.

Suspiré arrastrando la manga de mi suéter por toda mi cara, finalmente asentí.

—Está bien, ¿Cuál es tu plan?

Estuvo apunto de hablar cuando un caminante le atacó y otro a mi, haciéndome caer cuando sentí muy cerca sus dientes sobre mi piel.

Entre en pánico arrastrándome lejos, tan lejos que el caminante de la fuerza que me tomaba logró hacer que tronara el hueso de mi brazo.

Solté un grito, pateando al caminante lejos.

Entonces tomé una roca con mi mano libre y le partí en cráneo por la mitad, dejándome caer sobre el suelo.

—¿Te mordió?— Sophia cuestionó rápidamente.

Negué tomando mi brazo —No estoy segura.

—Déjame ver.

Negué otra vez, mirándole con lágrimas en los ojos debido al dolor.

—Si me mordió... solo dime, ¿Vale? No te quedes callada— le pedí.

Sophia asintió y acerqué mi brazo hacia ella, lo tomo con cuidado mientras soltaba un quejido de dolor.

—No te mordio— informó —Tienes el brazo dislocado.

Asentí sonriendo —Gracias, gracias.

—¿Cómo lo regresamos a su lugar? Porque el brazo en tu espalda no se ve lindo.

Reí ligeramente sin saber si era por los nervios o por la alegría de saber que no ne había mordido aquel caníbal.

—Pon tu pierna aquí— señale mis costillas —Cuando te diga lo jalaras, ¿Si?

Asintió y tomé todo el aire que pude —¡Ahora!

Ella jalo, haciéndome gritar muy alto, lo sostenía con fuerza mientras sollozaba bajito, el dolor era muy fuerte y se esparcia por todo mi brazo hasta mi hombro.

—Alex, necesitamos descansar— opino y negué.

Le mire con mis ojos lagrimeando aun y avance —Nunca debí traerlos aquí...-

—Vamos, no hagas eso.

—¿Hacer que?

Me siguió —Torturarte, ¿Qué consigues haciéndolo? Vamos, ¿Qué es lo que decías cuando estabamos en Atlanta?

Titubee pensando —El dolor es temporal, solo sigue avanzando.

—El dolor es temporal, solo sigue avanzando— repitió —¿Vale? Date un respiro.

Tome aire, llenado todos mis pulmones y soltandolo con la mirada al cielo, el sol daba en mi rostro sudoroso y en mis heridas que intentan cicatrizar.

Frene en cuanto escuche un fuerte sonido, haciéndome mirar confundida.

—¿Eso es un tren?— me pregunte cuando el sonido volvió —¡Es un tren!

Corrí como desquiciada con ella siguiendome a duras penas.

Cuando seguimos las vías del tren me di cuenta no estaba imaginando nada, pues reconoci la cabellera castaña de Maggie a unos metros de mi.

—¡Maggie!— grite corriendo hasta la mencionada.

Tanto ella como Carol nos miraron, sonreí levemente abrazando a la ojiverde mientras Sophia llegaba recién.

—¿Cómo nos encontraron?— Carol pregunto cuando me separé de Maggie para abrazarla a ella.

—Oímos un tren.

—Si, ¿Ustedes también?— pregunto la rubia junto a mi.

—Si.

—¿Y Carl? ¿Está con ustedes?

Maggie negó con cuidado, mirándome cabizbaja, asentí dirigiendo la mirada a Carol.

—Daryl esta con nosotras, también Derek, está adentro.

Ante la mención del chico corrí dentro, Derek estaba tan peor como yo ya que, llevaba un moretón en la mitad de su rostro como si alguien hubiera golpeado su cabeza contra alguna pared para dormirlo, una gran venda sobre su brazo y cojeaba un poco al caminar.

—Me parece que he tenido buena suerte— llame su atención.

En cuanto me mira su rostro se ilumina, forma la sonrisa que le doy sobre su rostro y no duda en abrazarme.

—Creí que habías muerto— le escuché decir.

Negué en el abrazo —Creíste mal— nos separamos —¿Que te han hecho?

Tomó mi mano que analizaba su rostro —Al parecer Pamela se entero de que no estoy de su lado, no sólo me ha enviado con ustedes, ha ordenado que me golpeen hasta dejarme casi muerto.

Mi mandíbula se endurece al escuchar aquello y mi odio por Pamela crece aún más.

—Resolveremos esto— le aseguro, aunque ni siquiera se si pasara.

Cuando los demás nos llaman para reunirnos y hacer un plan, apenas puedo escuchar lo que dicen sobre el tren que escuchamos, pues el brazo aún me duele y el pecho también.

—Si ese tren llega, adiós Connie— Sophia se cruzó de brazos en esa ocasión.

—Si alguien llega a vernos alertara al resto y si queremos llegar a los niños es mejor que no sepan nada.

—No puedo abandonarla— Daryl aclaró.

—No lo haremos, creo que hay una manera de hacer ambas cosas.

EL PLAN ERA EMBOSCAR EL TREN, conseguir información, armas y rescatar a Connie, perfecto para la ocasión.

Mi compañero de crimen era Derek, como siempre. Quite el seguro del arma, dándole media vuelta a la mujer con el uniforme de la Commonwealth y sin dejar de apuntarle a la cabeza.

—No hagas ruido— ordene mientras Derek quitaba de su mano el radio y su arma.

Los disparos se esparcieron pero nosotros no nos movimos un centimetro del bosque, estábamos lo suficientemente lejos para que nadie nos diera con las armas.

Aquellos se esparcieron y una o varias motocicletas fue lo que escuchamos largo de que los disparos se detuvieron.

—¿Qué fue lo que paso?— murmuró Derek.

—Tal vez se ha terminado.

—¿Qué es lo que buscan?— la mujer interfirió —Sea lo que sea no lo encontrarán.

—Nuestros niños— interrumpí y su expresión se aligero —¿Tu tienes hijos?

Asintió levemente, bajando la mirada al mismo tiempo, subí el arma para que volviera la mirada a mi.

—¿Sabes donde los podrían tener?— ella negó —Si mientes y disparo, tu cabeza volará en mil pedazos así que si fuera tu diría la verdad.

—¡No lo se! ¿Vale? No tengo idea, jamás nos dan esa información.

—Entonces no nos sirves.

Golpee su cabeza con fuerza gracias al arma, dejándola caer sobre el suelo, me encamine de regreso.

—¿Qué hacemos con ella?— Derek inquirió.

—No tiene armas, no es una amenaza.

—¿Y qué hay si le avisa al resto?

Negué —No puede, Maggie corto la línea, nos llevaremos el resto de la radio, vamos.

Avance, escuchando sus pasos más tarde detrás de mi.

HABÍAMOS CONSEGUIDO UN REHÉN, el cual ahora se encontraba bastante asustado a mi parecer. Me crucé de brazos, colocandome junto a Sophia en el granero.

—Siéntate— Carol empujó al chico para que se sentará sobre el suelo.

—Mi familia vive en una base cercana— informó él —Si les ayudo y el jefe se entera, terminaré como sus amigos.

—Se llevaron a nuestros niños— hable —¿No tienes familia? Él también tenía una.

Señalé al guardia de la Commonwealth sobre el suelo, el cual ya se encontraba sin vida mucho antes de que Sophia y yo llegáramos.

Él lo miró, —Hay un mapa, en el tren, en la sala de maquinas.

Tanto Derek como Sophia salieron corriendo havia afuera donde Daryl llegaba en motocicleta.

Maggie llevo al chico afuera, sin embargo, me quede ahí de pie, observando al tipo, parecía estar tan en paz y tranquilidad con su ceño sin fruncir.

No podía imaginarme a los demás de esta manera, tan tranquilos, tan... muertos.

—¡Atrás!— grito el chico, desde las afueras del granero, por lo cual corrí para saber lo que ocurría.

—¡Suelta eso!— Carol pidió.

—¡Lo haré! Si los ayudo mi esposa y mis.dos hijos moriran— amenazo su vida con un pedazo de fierro.

—No, escucha— avance —Dinos donde llevaron a nuestra gente y te heriremos un poco, ¿Vale? Para que parezca que luchaste y que lograste escapar, él nunca lo sabrá.

—Sabra que miento y cuando se de cuenta me va a torturar y...— sollozo —Va a matar a mi familia.

—Por favor...— Carol susurro.

—¡Lo siento! No puedo...-

Clavo el fierro, haciéndome saltar —¡No, por favor!

Sangre brotaba de su garganta sin parar, entonces cayó al suelo sin vida, justo delante de mí.


NO LO SABEMOS— Daryl contestó a Connie.

Caminaba de un lado a otro mientras ellos conversaban, no sabía que hacer, los nervios y la ansiedad me inundaban cada vez más y más.

—Podemos volver al tren y conectar la radio de largo alcance— propuse.

Rosita asintió de acuerdo, más tarde, la noche cayó y la radio finalmente había sido conectada y para nuestra suerte, rodita sería quien hablaría, pues conocía más que nadie los códigos que había entre los soldados.

—Puesto veintidós, aquí trescientos uno, ¿Me copian?— Rosita dijo —Atacaron el tren, estoy en el bosque en el bosque, siguen buscándome pero necesito volver allá. Cambio.

No hubo respuesta.

—Puesto veintidós, por favor, necesito ayuda. Cambio.

Ella me miró con los ojos cristalizados, no sabía que hacer, la entendía, Coco seguía allá afuera.

Trescientos uno, ¿Cuál es su informe y su ubicacion anterior?— contestó la otra voz.

—Crucé siete, solo quedó yo.

Maldición, entiendo, tranquila, te lleváremos a casa, ¿Tienes la brujula?

Ella me miró y rebusque entre mis bolsillos para sacarla.

—Si, la tengo.

Bien, ve al norte por el bosque, luego llegaras a una brecha, después estarás en un camino accidentado, esa es la avenida Packard— indicó —Tómala en dirección sur, ¿Recibido hasta ahora?

—Sí, entendido.

Luego llegaras a la autopista treinta, vas hacia el este, toma la salida en Crooks, sigue la carretera hasta que veas una urbanización, hay un sector fortificado con muros, verás caras conocidas en la torre de vigilancia y cuando llegues ve a la puerta más cercana del oeste, la que está más cerca de las vías, habrá unos guaridas esperándote, no podemos enviar a nadie porque esta llegando un convoy de procesamiento colonial.

Mi ceño se frunció —¿reprocesamiento?— susurré.

Rosita se encogió de himnos, igual de confundida que yo.

Órdenes de la gobernadora.

—¿Dijiste que esta llegando un convoy para reprocesamiento?

Afirmativo, se dice que la mayoría de los procesados vivían aquí antes de que la Commonwealth reclamara el territorio en un puesto avanzado, cuando aún se llamaba...-

—Alexandria— complete en unisonido, negué tragandome el coraje —Hija de perra.

El encargado te informara cuando llegues a la base, mientras tanto vigila el camino, puede haber más enemigos, si tienes un enfrentamiento dispara a matar, ten cuidado y buena suerte, tres cero uno.

—Gracias, veintidós, te veo pronto— dejo caer el radio y se levantó.

—Milton nos ha subestimado desde el primer dia— Maggie dijo —Vamos a rescatar a nuestros hijos, recuperar nuestro hogar y enmendar las cosas.

Asentí —Y Pamela no se lo esperara.

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