chapter forty-six. the day will come when you won be
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen cinco
capítulo cuarenta y seis
❝ the day will come when you won be ❞
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MI RESPIRACIÓN FALLABA, sin despegar la mirada de mi papá; él me observo dándome un asentimiento de despedida lo que derramó el vaso para comenzar a llorar.
—Si, todos van a llorar— indicó antes de lanzar un fuerte golpe con el bate.
Solté un grito ahogado, cerrando mis ojos en el proceso en el que él golpeó su cráneo.
—¡Wow miren eso!— exclamó Negan una vez que la sangre brotaba del cráneo de mi papá. —¡Aguanta como un campeón!
—Puedes... irte al carajo— musitó mi padre para recibir otro golpe.
Quería que terminara, que se detuviera.
Sentía una parte de mi alma ser arrebatada con cada golpe que daba, el aire faltaba en mis pulmones, el sudor bajaba por mi frente y por el esfuerzo de tomar aire mis labios temblaban en sollozos.
—¿Oyeron eso?— Negan rió —Dijo, puedes irte al carajo.
Me aferré al suelo clavando algunas piedras en las palmas de mis manos, solo sollozando en voz baja sin despegar la mirada de su cuerpo.
—¡Oh madre santa!— exclamó —¿Lo vieron? ¡Que traviesa es Lucille!
No había más razones, no había porque seguir aquí, sentía que moría por dentro, una parte de mi fue arrebatada en un segundo.
Al parecer, Negan notó cómo era la que más lloriqueaba una vez que guardo silencio pues se me acercó mostrándome al bate frente a mi.
—Dulzura, tienes que mirar esto...— no lo mire, solo miraba al suelo, cerrando los ojos y negando con la cabeza una y otra vez.
—Oh, diablos ¿Él era... tu papá? Que horror, pero debes saber algo, lo qué pasó, pasó por un motivo y es que ¡Él nunca en su vida fue tan pelirrojo! ¡Él puso el pecho o mejor dicho la cabeza por ustedes! Así que levanta la vista... dije ¡Levanta la maldita vista!
Cerré mis ojos dejando escapar una lagrima, asustándome cuando grito, sintiéndome tan indefensa frente a él en ese momento.
Y ni siquiera me di tiempo de procesarlo cuando el puño de Daryl ya estaba en su mejilla y dos salvadores lo lanzaron al piso, uno de ellos le apuntó con su propia ballesta.
—¡No! ¡Déjenlo, no es su culpa!— pedí a gritos.
—¡No!— exclamó Negan —Oh no, ¿Eso? ¡Hermano, eso fue un gran error! Ni una pizca de estas idioteces esta permitida aquí.
—¿Quieres que lo haga? Lo haré— escuche murmurar al del rostro quemado.
—No— contestó —Tu no harás nada, la dulzura tiene razón, no es su culpa y tu no harás nada hasta que te esfuerces.
Volviéndolo a su lugar, solté un gran suspiro mientras bajaba la mirada, dándome cuenta que Negan me miraba con lastima.
—Y además— suspiro levantándose —Así no es cómo funciona, ya se los había dicho claramente, la primera era gratis, ¿Luego qué dije? ¡Que iba a destrozar al que lo intentara! Sin excepciones.
se colocó frente a mi, dándome la espalda, pero solo pude mirar a Carl y él a mi.
—Yo no se con que clase de mentirosos estuvieron lidiando hasta ahora— pude ver cómo calculaba el espacio entre él y yo.
Forme una mueca al parpadear varias veces en un intento desesperado de creer que todo esto era una pesadilla.
A mi lado pude sentir la mano de Glenn colocarla sobre la mía, aferrándome tanto a él y esperando a que esto terminara.
—Pero soy un hombre de palabra, las primeras impresiones son importantes, necesito que me conozcan así que... ¡Ahí va otro!
Negan estuvo por clavar su bate sobre mi cráneo, en cambio, mis ojos se abrieron tanto como pudieron cuando el golpe en lugar de impactarse hacia mi, fue hacia mi derecha.
El grito de Maggie me volvió a la realidad una vez que vi a Glenn ensangrentado.
No, él no...
Me quede paralizada ante la imagen, él llevaba todo su rostro lleno de sangre que bajaba lentamente, su cráneo estaba roto por la mitad y su ojo estaba de fuera, tenía esa mirada suplicante de dolor que jamás olvidaría.
Quería gritar, pero no podía, sentía un nudo en mi garganta que solo me permitía soltar pequeños quejidos.
—Amigo, ¿Sigues ahí?— le cuestionó él —No estoy muy seguro pero parece que tratas de hablar, pero te acabo de dar un golpe infernal, ¡Te partí tan duro en cráneo que se te salió el ojo y es tan asqueroso como la mierda!
Mi respiración solo pudo irse por un segundo, inundándome en recuerdos, risas y chistes que pasaban por mi cabeza cada vez que él luchaba por mantenerse con vida, sabía que luchaba, que intentaba quedarse conmigo pero era demasiado tarde para eso.
—Maggie... A... Alex yo... las buscaré— tartamudeo a duras penas.
Le mire formando una mueca de horror, sintiendo el líquido de su sangre manchar mi mano junto a él, pero sin importarme, no me moví.
—Diablos— escuché que se quejó aquel hombre del bate —Puedo ver que esto es difícil para ustedes, lo siento, de verdad.
Fruncí levemente mi ceño mirándole, quitando por un segundo la mirada de mi mejor amigo que ahora agonizaba.
¿Lo sentía?
—Pero lo dije...— sonrió —¡Sin excepciones!
Solté un grito desesperado, las lágrimas derramarse por mis mejillas y más dolor, mi pecho me dolía de tanto llorar y mis pulmones dolían de tanto rogar por aire para seguir llorando.
—No, no— me queje bajando mi cabeza para dejar de mirar el cuerpo.
Debí haber sido yo, esta noche, yo debí haber muerto, no Glenn ni nadie más que yo.
Gritaba y pedí que se detuviera, que lo necesitaba conmigo pero simplemente lo ignoro, ignoro el hecho de que me quito a mi mejor amigo, que me hizo tanto daño con tan solo unos segundos.
Sentí una presión en el pecho, el aire me faltaba y mi labio temblaba sin detenerse, haciéndome la idea de que jamás volvería a verlo, jamás me volvería a decir Pulga, olvidaría su voz en algún punto y sus abrazos serían ahora una sensación de melancolía.
Mientras escuchaba la sangre, los golpes al suelo y la vida de mi hermano ser quitaba frente a mis ojos, junto a mi, baje la mirada sollozando en voz baja mientras sentía el alma salir de mi cuerpo.
—¿Qué? ¿Fue un chiste tan malo?— cuestionó luego de unos minutos.
—Voy a matarte— escuché susurrar a Rick.
Ignore su conversación, mirando el cuerpo a mi lado, tragando saliva y sintiendo el cansancio en mi cuerpo.
Asustándome cuando Negan se llevo a Rick arrastrándolo lejos de aquí.
—Enseguida vuelvo, quizá también con Rick y si no, convenceremos a su grupo a la fuerza— nos miró —O bueno, a los que quedan.
Lo subió a la caravana y los escuché irse lejos.
LA PUERTA FUE bruscamente abierta, la luz del sol iluminaba mi rostro lleno de lágrimas y sangre, había olvidado el dolor físico de mi herida por el dolor mental que sentía.
—Llegamos— anunció Negan —Te preguntaré algo Rick, ¿Sabes por qué dimos ese paseo?
No contesto, ni siquiera me moleste en subir la mirada.
—Responde cuando te hable— agregó.
—¿P... por qué?
—Hicimos ese paseo por la forma en la que me miraste, quería cambiar eso, quería que entendieras— sonrió —Pero todavía me miras de la misma maldita manera, como si hubiera escupido en tu comida y eso no va a funcionar, así que... ¿Te doy otra oportunidad?
—S... si, si.
Palmeó su hombro —Muy bien, excelente, ahora, el juego final del día, lo que hagas a continuación decidirá si este día de mierda se convierte en su último día de mierda o solo en un día de mierda más, apunten a las cabezas de todos.
Sentí la punta de un arma empujar levemente mi cabeza, parpadeando con debilidad, suspire.
—Bien, ahora, a la altura de las narices así si disparan ¡Puff! Hará un reguero bien feo.
Rick nos miró a todos, pero en especial a mi y a Carl.
—Chico— llamó —Ven aquí.
Carl le miró enojado, levantándose lentamente hasta acercarse a él, no sabiendo lo que haría o lo que sucedía.
No prestaba atención, pues el corazón me dolía al igual que todo mi cuerpo, sentía cosquilleo en mis piernas debido al poco movimiento y el llevar toda la noche sentada en el suelo.
—Por favor, no lo hagas— pidió Rick, haciéndome mirarle.
Dándome cuenta que Carl estaba en el suelo con su brazo atado con un cinturón y Negan le marcaba el mismo.
—¿Yo? Yo no voy a hacer nada— sonrió incrédulo.
Mire confundida al hombre con el bate.
—Rick quiero que tomes el hacha y le cortes el brazo a tu hijo justo por la línea— mi respiración se aceleró —Si, ya se, ya se, tienes que procesarlo unos momentos, es entendible pero aún así, voy a necesitar que lo hagas o todos tus amigos morirán, luego morirá Carl, luego la gente de tu comunidad y luego tu, más adelante, te mantendré vivo un par de años solo para estirar tu agonía.
—N... no tienes que hacer esto, Negan— hable en un hilo de voz —Ya lo hemos entendido, nos quedó claro, l... lo...-
—Ustedes entendieron— interrumpió —Si, el problema es que Rick no, quiero un corte limpio, justo donde esta la línea, se que suena retorcido pero quiero que lo cortes como si fuera una rebanada de salami, un solo golpe seco a cuarenta y cinco grados, algo que podamos remendar, tenemos un buen doctor, estará bien, probablemente.
Rick titubeó, mientras Negan le seguía insistiendo, cerré mis ojos cuando acercó el bate a Carl, queriendo que solo terminara y no tener que ver a Carl morir de esa manera.
Los gritos de ambos hacían mis oídos doler, sollozaba esperando aquel grito de dolor pero cuando se detuvo y mis ojos se abrieron lentamente.
—Rick— llamó —Responden a mi, se abastecen para mi, me pertenecen a mi, ¿Verdad?
Rick asintió incontables de veces mientras lloriqueaba.
—¡Habla cuando te pregunto algo!— grito —¡Responden a mi, se abastecen para mi!
—Nos abastecemos para ti— sollozo él.
—¡Me pertenecen a mi, ¿Verdad?!— Rick asintió —Bien, esa era la mirada que quería ver.
Suspire soltando una gran bocanada de aire, cerrando mis ojos y dejándolos lagrimear aún más, dejando de prestar atención a lo que sucedía a mi alrededor y concentrándome en todo lo que había sucedido.
Maggie, sus gritos, la mirada de mi padre, sangre, los comentarios sarcásticos de Negan, sus risas, las rocas en las palmas de mis manos, mis deseos de morir, Glenn, más sangre y más dolor.
—Lo llevaremos.
Mire a Daryl ser arrastrado hasta la camioneta, sollozando aún más mientras lo veía.
Él se removía para no ser subido a la camioneta, pero era muy tarde ya que le apuntaban con armas.
—... o aún mejor, llevaré a Daryl hasta ti y haré que tu lo despedaces por mi— escuché su risa —¡Sean todos bienvenidos a un nuevo comienzo, infelices! Les dejaré una camioneta, ténganla y úsenla para cargar las cosas que buscarán para mi, volveremos por la primera ofrenda en una semana y hasta entonces, chao, chao.
En lo que todos se iban, al estar todo en completo silencio aquí en medio de la nada, era momento de enfrentar todo.
Sentí los brazos de Carl tomarme de los hombros en un intento de levantarme pero simplemente no podía, el tan solo moverme me rompería como un cristal.
—Vamos, hay que irnos— susurro Carl en mi oído.
Negué, comenzando ahogarme con mis propios sollozos, sin poder respirar siquiera.
Había perdido a Glenn, no podía levantarme más.
Me lleve varias miradas de los del grupo, sabía que Aarón se había preocupado tanto que se puso de pie a ayudar a Carl pero solo no podía, no podía volver a levantarme, me sentía cansada y sentía que estaba cayéndome en pedazos.
—N... no puedo— lloriquee cerrando mis ojos.
—Hay que seguir— susurró Aarón.
Negué mirando a Sasha cuando se acercó a mi.
—Lex, tenemos que llevarlo— pidió con delicadeza —Eso es lo que haremos.
Le mire con mis ojos lagrimeando por si solos, mientras mi respiración se aceleraba cada vez más, no sabía cómo había logrado levantarme, mis piernas temblaban a lo que mi Carl tuvo que ayudarme a caminar.
Sentía como si estuviera muriendo, como si una parte de mi alma fuese arrancada bruscamente de mi, como si todo el mundo fuera gris y obscuro y la felicidad hubiera desaparecido del mundo.
Respire pesado sin importarme qué tan alto sollozaba, dejando que Carl tomará de mi para cargarme como si de una bebe se tratara, aferrándome tanto a su cuerpo, me escondí en él, dejándome llevar de vuelta a la caravana sin soltarlo un solo segundo.
Me sentía tan triste y mal que dudaba volver a ser yo, Glenn era todo para mi y ahora se había ido, me había dejado en este mundo podrido pero estaba segura de que volvería a verlo.
No me funen :)
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