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chapter forty-seven. service


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen cinco
capítulo cuarenta y siete
❝ service ❞

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EL DUELO ES ALGO QUE  nadie desea pasar pero todos lo hemos hecho en algún punto de nuestras vidas, nosotros nacemos para perder y ser imperfectos.

Una vez leí que la felicidad solo eran pequeñas pausas en nuestra vida y, la verdad es que tenía razón, porque la vida es miserable, por más feliz que puedas ser, siempre hay algo que tiene que arruinarlo, un pequeño detalle que te echa a perder esos planes que tenias a futuro y eso te hace sentir inútil y culpable de cualquier modo.

El suelo congelaba mi mejilla, me sentía débil, incapaz de si quiera moverme, me sentía tan triste que temía estar muerta y no darme cuenta, con la mirada hacia la puerta, cerré los ojos con cansancio cuando vi la sombra desde la otra habitación.

—Vete a casa Carl— grite arrastrando las palabras, sabiendo que llevaba ahí desde hace horas.

Claramente en la entrada decía no entrar, ¿Por qué no solamente podía todo el mundo irse?

Escuché como suspiro, deteniendo sus pasos —Déjame pasar, por favor, al menos quiero saber que estás bien.

—Estoy bien— asegure, con la esperanza de que se fuera pero no fue así.

—Por favor, quiero verte, llevas en tu habitación desde hace días.

No me había levantado del suelo para nada desde que sucedió, pero no tenía la fuerza suficiente para ponerme de pie.

Vi una segunda sombra terminar de subir las escaleras, más no le preste atención.

—¿Aún no sale?— escuche la voz de Ron al otro lado, sabiendo que Carl había negado cuando no lo escuché decir nada más.

—Saben que puedo escucharlos— susurre solo para mi.

—Lex, solo soy yo, ¿Me dejarías pasar? 

Parpadeé dejando escapar una lagrima, no quería ver a nadie, nadie que no fuera Glenn para consolarme.

—No puedo pararme— admití.

—Tengo la llave— fruncí mi ceño —Solo quiero tu permiso y pasaré, solo yo.

Solo guarde silencio, escuchando la cerradura abrirse y cerrarse.

Dándome a la vista los pies de Ron y cuando se recostó, colocándose en la misma posición que yo, tuve frente a mi su rostro.

—Nos tienes preocupados— mencionó —No tienes que hablar de eso, si quieres podemos quedarnos aquí toda la semana, todo el día y toda la noche, pero no tienes que estar sola.

Sorbí mi nariz —Mi abuelo murió en un hospital, antes de que todo esto pasara y, lo único que recuerdo de nuestra última conversación que tuvimos, antes de que le diera el paro cardiaco, él me dijo todos morirán, Alex, incluso tú lo harás y deberás estar lista para eso, no lo entendía, solo tenia once años pero esa noche lo hice, lo entendí.

—Lamento lo de tu abuelo.

—Estaba lista para morir, Ron, realmente lo estaba, me imaginé a mi tirada en el suelo sin vida y entonces... Glenn estaba cubierto de sangre y yo gritaba que parara, no puedo ponerme de pie, siento que voy a caer de nuevo y tengo miedo.

—¿Por eso te encerraste?

Negué lloriqueando —No puedo verlos, no puedo verlos porque lo recuerdo todo, a Rosita llorando, Carl gritando yo no... no puedo verlos otra vez.

Pude ver cómo dejaba escapar una lágrima, limpiándola rápidamente y limpiando las mías con su propia mano.

—No tienes que ver a nadie si no quieres, pero debes ponerte de pie otra vez— dijo —Por Carl, por Sophia y por mi, tienes una vida todavía y debes vivirla, por Glenn y por tu papá.

—Todavía me aferro a todo lo que está muerto y se ha ido y yo no... no quiero decir adiós porque eso significaría para siempre— negué

—No tienes que decir adiós si no quieres, pero por ahora pon tu trasero de pie o lo pateare hasta que lo hagas

Trague en seco ante su advertencia, viéndolo a los ojos, no encontraba nada humor en sus palabras, ni en nada más, solo me sentía... vacía.

—Vete— lloriquee —Solo déjame sola.

Suspiro, sabía que creía que podría ayudarme pero la verdad es que no, nadie podía ayudarme.

Resignado, le vi ponerse de pie y salir tras poner el seguro nuevamente, dándome la oportunidad de encogerme en el suelo y esconder mi rostro sobre mi brazo para soltar sollozos más altos.

No quería nada más, solo quería estar sola, no quería hablar de cuanto extrañaba a mi mejor amigo, de cuánto extrañaba a mi papá el cual había anhelado conocer toda mi vida.

Quería un maldito momento sola y nadie parecía entenderlo, no quería que nadie viniera a rescatar la causa perdida que ahora me estaba convirtiendo, solo quería estar inundada en la obscuridad.

Después de un largo tiempo creía que todo iba a estar bien, pero la verdad es que no, en realidad todo había empeorado poco a poco, solo que no lo había querido aceptar.

EUGENE— llame al hombre cuando vi un montón de camiones estacionándose frente a la entrada.

Sabiendo que eran ellos otra vez, venían a cobrar por su primer cuota solo que, era demasiado pronto aún.

—¡Cerditos, cerditos, déjenme entrar!— exclamó al otro lado.

Mire a Spencer abrirle, cruzándome de brazos cuando lo vi y al mismo tiempo tensando mi mandíbula en un intento de no recordar todo.

—¿Quién eres?— le inquirió Spencer con confusión.

—Espero que sea un chiste— sonrió.

—Es Negan— aclaré a Spencer, llevándome una mirada del hombre con el bate.

—Miren quien está acá— me señaló —Mi queridísima, Lexie, cuanto tiempo ha pasado, ¿Verdad?

Rick se colocó junto a mi, intentando ocultar su odio hacia él, mismo odio que le tenia yo.

—Y el salón se llena, no te conviene obligarme a pedírtelo— amenazo a Rick.

—Dijiste una semana, llegas antes— mencionó antes de abrir la reja.

Con su mirada en mi, le mire apunto de tomar un arma y dispararle en la cabeza.

—Te extrañe— dijo a Rick, cuando los gruñidos de un caminante lo detuvieron —Oh, Rick, ven acá y mira esto, ¡Es mío!

Golpeó la cabeza del caminante, trayéndome recuerdos con esa acción.

—¡Eso si fue pan comido! ¡Muy bien amigos, comencemos!

Más tarde, todos se habían adentrado a los muros mientras esperaban indicaciones de su líder, pose la mirada en Daryl y lo seguí con la misma en cuanto lo vi.

—Es un gran día— halagó él —Hey, Rick, ¿Viste eso? Lo que acabo de hacer, eso se llama servicio, estuvieron apunto de negarme la entrada, ¿Quién ese tipo? ¿Acaso me enoje, lance golpes, le aplaste los sesos a un pelirrojo?

Rodé los ojos cuando me miró con burla, bajando la mirada y suspirando, sintiendo la necesidad de tener a Carl tomando de mi mano.

—No, liquide a uno de esos pendejos y evite que liquidara a uno de ustedes— agregó haciendo una reverencia —Servicio.

Rió, entregándole el bate a Rick, mientras caminaba hasta Alexandria.

—¡Que cosa tan loca! Este lugar es magnífico— señaló Negan —Es un verdadero exceso de riqueza, si señor, creo que ustedes van a tener mucho para ofrecer.

—Daryl— llamó Rick, intentando acercarse.

Mientras le miraba con preocupación clara, esperando el momento perfecto para hablarle.

—¡No!— gritó Negan haciéndome sobresaltarme —No, él es mío, tú no lo miras y no le hablas y yo no te obligo a cortarle ningún miembro, lo mismo va para los demás

Me tensé cuando Negan se giró a mi, acercándose demasiado que incluso podía oler su aliento.

Forme una mueca de asco, alejándome de él y quitando la vista de Daryl para mirarlo a él con asco y claro odio.

Solo pude alejarme de todos ellos, caminando hasta la enfermería donde Carl estaba.

MI RESPIRACIÓN se agitaba mientras mis manos temblaban con cada movimiento que hacía, corría hasta la enfermería a este punto, logrando respirar a duras penas.

—Hey— llame cuando vi a un montón de Salvadores por toda la enfermería.

En cambio, mi expresión cambio cuando vi que se llevaban cada uno de los medicamentos, incluyendo mis antibióticos para mi herida.

—El trato es la mitad— recordé intentando tomar una de las cajas, pero sólo logrando que mi mano fuese lanzada muy lejos.

Solté un quejido mientras tomaba mi herida con delicadeza, debería dejar de doler, ¿Por qué seguía doliendo?

Solo pude escuchar a alguien bajar rápidamente la escaleras.

—Hey, ¿Estas bien? ¿Te lastimo?— se preguntó al acercarse a mi.

Asentí levemente —Bien, creo.

—No la vuelvas a tocar— advirtió Carl, dando un disparo cerca de su cabeza —Ahora deja eso, o la próxima ira para ti.

Trague en seco, tomando la katana que estaba sobre la mesa cuando el salvador se giró a nosotros.

Él rió —Niño, ¿Qué crees que pasará después?

—No me importa lo que me pase a mi, me importa lo que le pase a ella.

Escuché los pasos de Rick —Chicos, bajen eso.

—No, se lleva toda la medicina, dijeron que sólo la mitad— conteste.

—Por supuesto— Negan rió —¿En serio?

—Largo o veras lo peligrosos que podemos ser— advirtió Carl.

—Perdónenme jovencitos y disculpen también mis jodidos modales pero, ¿Acabas de amenazarme? Porque entiendo que lo amenaces a él pero, ¿A mi?

Rick miró confundido —Chicos, ya bajen las armas.

—¡No seas grosero, Rick! Estamos en medio de una conversación— se giró a Carl —Haber muchacho, ¿En que estábamos? Ah, si, en tus súper gigantescas bolas, no nos amenacen, ninguno de los dos, miren, me caen bien, así que no quiero aclarar esto por las malas y ustedes tampoco, dije que la mitad de sus cosas y la mitad será, hablo en serio, ¿Quieren que les demuestre cuan enserio, otra vez?

Lo miraba a él y luego a Rick, bajando el arma cuando Carl lo hizo y estuvo apunto de entregársela a Rick.

—Sabes, Rick, todo esto me recuerda que tienen muchas armas— señaló quitándole el arma —Están las que se llevaron de mi puesto cuando mataron a todos mis hombres con una tonelada de armas propias y apuesto a que incluso hay más, en resumen tienen un completo y tremendo arsenal y como este pequeño arrebato emocional acaba de dejármelo en claro, eso no es conveniente.

Rick nos miró a ambos, notando más su preocupación por ambos.

ME CRUCÉ DE brazos mientras me encontraba sentada en la iglesia en medio de Carl y Ron.

—Pensé en esconder algunas armas, lo hice una vez, se me ocurrió que podría enterrarlas afuera— mencionó Rick en la reunión —Tal vez pasar años sin usarlas.

—¿Años?— se preguntó Ron.

Rick asintió —Así es, pero, ¿Y si los salvadores las encuentran? ¿Y si nos ven cuando tenemos las armas encima? Uno de nosotros morirá o tal vez más, tal vez muchos más... no importa cuantas balas tengamos, no alcanzara, ganaron y no hay nada que hacer, esconder un par de armas no es la solución, ya no, no digo que nos guste... pero tenemos que entregarlas, una glock nueve y una veintidós, eso es lo que están buscando.

Relamí mis labios con cansancio, comenzaba a sentirme cansada todo el tiempo.

—¿Quien las tiene?— nos pregunto Grimes —Alguien sabe donde están, o quien lo sabe, si no las encontramos van a asesinar a Olivia, lo harán.

Un hombre de levantó —¿Qué les interesa? Dos armas no son una amenaza para ellos, pero a nosotros nos protegen de las otras cosas qué hay afuera.

Asentí de acuerdo.

—¿Tu las tienes?

Negó —Eso quisiera.

—La mayoría de ustedes no estuvo ahí...— baje la mirada —No tuvieron que verlo, pueden mirar a otro lado cuando muera alguien más o pueden ayudar a resolver esto, les damos lo que quieren y vivimos en paz.

Eric se levantó de su asiento, el cual estaba detrás de mi.

—Digamos que las encuentras, ¿Cómo saldremos de esto, Rick?

Ni si quiera yo lo sabía.

—No hay manera de salir de esto— aclaró él —Se los voy a decir de la manera más clara y directa, yo ya no estoy a cargo, Negan lo está.

Eso me hizo mirarle rápidamente, todo parecía tan irreal, una pesadilla de la cual quería despertar pero era imposible.

NADA— aclare llegando junto a Aarón.

—Revisamos la casa de Rosita pero no hay nada.

—Incluso mi habitación, ¿Qué hacemos ahora?— le pregunté a Rick, titubeando un poco.

—Si están en la comunidad deben estar aquí, Spencer es de hacer este tipo de cosas, sigan buscando, tal vez podamos resolverlo.

—Si, ire a la cochera— avisó Aarón antes de irse.

Suspire mirando a Rick —Las encontraremos, lo haremos— asegure sonriéndole levemente.

—Gracias, Lex.

Asentí yéndome.

FINALMENTE SE HABÍAN IDO, habían encontrado las armas y ahora todos estábamos a salvo, por ahora.

—Tienes suerte de estar aquí, de estar con nosotros— mire a Spencer —Iban a matar a Olivia por ti, Rick no solo encontró armas sino comida y alcohol, casi nos matas a todos y ¿Todo por cerveza y comida?

—Se metieron a mi casa— supuso, aunque sonó más como una pregunta.

—¿Eso es lo que te preocupa, en serio?— le cuestione incrédula —Idiota.

Murmuré antes de darme vuelta para regresar.

—¡Rick debió haber hecho un trato mientras pudimos! Ah, si, que suerte tenemos ¡Rick dijo que nos llevaría a la tierra prometida!— escuché que grito —Supongo que, Glenn también tuvo la misma suerte.

Me detuve de golpe, sintiendo la sangre hervirme ante la mención de aquel último, las lágrimas inundaron mis ojos y la ira me controló.

Me giré a Spencer con brusquedad, acercándome y hacerlo mirarme asustado ante mi acción repentina.

—¿Cómo te atreves a decir eso?— le cuestione en un hilo de voz, el cual intentaba ocultar.

Me observo con lastima —No era...-

—No te atrevas a hablar por Rick— interrumpí —O si quiera a mencionarlo, Glenn, no solo era un integrante mas del grupo o de la comunidad, no tienes ni la menor idea de lo que Glenn fue para este mundo, para mi, él fue más que tú, hizo mas cosas que tú en toda tu miserable vida.

—Lo lamentó— musitó.

—Vuelve a decirme ese tipo de cosas y te partiré la cara hasta que no quede ni uno de tus dientes, ¿Entendiste?

Se mantuvo en silencio, sin si quiera atreverse a mirarme a los ojos.

—Dime si entendiste, no te escucho— agregué entre dientes.

—Lo entendí.

Asentí, —Bien, porque no iba a repetirlo dos veces.

Retrocedí mis pasos, respirando con pesadez.

—Y para la próxima si vas a hablar de mi familia procura que no este cerca— advertí.

Cerré mis ojos, dejando las lágrimas escapar conforme me alejaba más y llegando a un punto hasta lograr liberar sollozos contenidos.

Abrí la puerta principal y corrí hasta las escaleras.

—¿Alex?— llamó Carl con preocupación —Alex, espérame.

—¡No puedo!— grite sin dejar de caminar.

—¿Por qué ya no hablas conmigo?— sentía los pasos de Carl siguiéndome.

No conteste, solo subí al piso de arriba directo a mi habitación a encerrarme, sentía todo mi cuerpo temblar sin control, tenía que respirar por la boca porque no podía hacerlo, sentía como si me estuvieran tomando y no me dejaran salir.

Ignore los gritos de Carl y lancé la puerta pero él ya la había detenido.

—Alex, háblame, siento que estás enojada conmigo y no entiendo por qué— le mire —Si quieres golpearme esta bien, lo soportare, si quieres gritarme también lo haré pero habla conmigo.

—¡Tu tenias razón!— solté —¡Todo el tiempo la tuviste, no debí haber ido esa noche, Glenn no hubiera muerto si le hubiera obedecido de ver el bate y así Daryl no hubiera tenido que golpearlo y estaría aquí con nosotros, siento que todo está mal, mi papá murió... y lo único que quiero es morir también pero no soy lo suficiente valiente para hacerlo.

Me observo con atención, procesando rápidamente cada palabra que salía de mi boca.

—¡Quiero llorar todo el maldito tiempo pero se que si lo hago voy a quebrarme y caer en un hoyo del cual jamás saldré, yo solo.... quiero que todo sea como antes, no quiero que más personas mueran, que tú mueras, no quiero perderte, Carl, porque si mueres me perderé y... no se que haría; quiero irme de aquí, siento que me asfixio estando aquí, necesito irme!

Respiraba pesado, con el corazón palpitándome en los oídos y un nudo en la garganta.

El solo asintió a lo que decía, me escuchaba y realmente me entendía, no faltaron las palabras para que pudiera tranquilizarme, solo me abrazo fuertemente.

—Le prometí a Glenn que lo protegería... pero no pude hacerlo— solloce en el abrazo.

No le importo que llenara su camiseta de lágrimas, solo me mantuvo abrazada, sentí un gran alivio en mi pecho y me sentía segura en sus brazos.

Carl es mi lugar seguro.

Donde puedo llorar y gritar por cualquier estupidez y él jamás me juzgaría.









































¿Qué opinan del nuevo cambio? :)

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