Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

chapter forty. just us


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen cuatro
capítulo cuarenta
❝ just us ❞

━━━━━━━━━ ⋆ ˚。⋆ 🪐 ⋆ ˚。⋆ ━━━━━━━━━

BOSTECÉ INTENTANDO abrir mis ojos cuando por inercia me desperté, no sabiendo lo que sucedía, intente ubicarme.

Me giré para quedar frente a Carl, quien dormía mientras me tomaba de la cintura y susurraba cosas que no reconocía.

Sonreí levantándome y sentándome en la cama, estuve apunto de poner un pie fuera de la misma cuando Carl me tomó de la mano devolviéndome junto a él.

—Aquí quédate— pidió besando mi mejilla.

—Ya es tarde— recordé besando sus labios y luego, algo hizo click en mi cabeza —¿Por qué Rick no nos ha despertado? Siempre lo hace.

Él encogió los hombros sin despegar la pestaña de su mejilla rojiza —Yo que se.

Rodee los ojos soltando una risilla y sintiendo las manos del ojiazul pasarlas por mi cintura, hasta mi muslo, obligándolo a subir en su cintura para así quedar más cerca de mi.

Acurruqué mi rostro sobre su pecho mientras volvía a intentar dormir y disfrutaba de su calor y su tacto que me hacía sentir mariposas en mi estómago.

Me había quedado a dormir aquí y, como claramente no había traído una pijama, tomé la primera camisa que vi, utilizando también una vieja pantalonera debido a que Carl era más alto y todas las demás me quedaban arrastrando por los suelos.

Todo iba bien, hasta que escuchamos unos pasos por las escaleras, lo cual nos hizo subir la mirada a ambos.

—¿Qué fue eso?— le pregunté a Carl, con miedo.

—¿Un fantasma?

—Lo dudo, los fantasmas no caminan a zancadas.

—Iré a ver, quédate aquí— indicó, tomando su arma de la mesita de noche.

Desobedeciéndole, le seguí hacia el pasillo sin antes tomar la katana que colgaba a mi lado.

—Hay alguien en las escaleras— susurro muy bajito.

Le mire paranoica —¿Qué?

Contó hasta tres, para luego salir hasta el pasillo así que le seguí.

—¿Qué demonios haces en nuestra casa?— le cuestiono Carl, apuntándole con el arma al hombre sentado sobre las escaleras.

Este se giró a vernos, más no pudo hacerlo por completo cuando acerqué más la punta de la katana en la mejilla, haciéndolo sonreír de lado.

—Estaba aquí, admirando la pintura y esperando a que sus padres se vistieran.

Ambos fruncimos el ceño mirándonos —No somos hermanos— aclaramos en unisonido.

Asintió con obviedad, —Con razón, hola, soy Jesús.

Estaba apunto de hacerle otra pregunta, más la puerta de la habitación se abrió mostrando a Rick y Michonne recién vistiéndose y el rostro blanco de la vergüenza.

—Chicos... creí que estarían en tu casa— me señaló Rick.

Abrí mis ojos tanto como pude, evitando no soltar una carcajada en estos momentos.

Para terminar de pasar vergüenzas, Glenn, mi padre y los demás llegaron a las escaleras, apuntándole al igual con sus armas al hombre llamado Jesús.

Santa madre de las ardillas.

—¿Y CÓMO TE escapaste?— cuestionó Rick.

Mire al hombre frente a nosotros.

—Un guardia no puede cubrir dos salidas o ventanas del tercer piso.

Mire a Michonne con una sonrisa burlona, recordando la escena de ella y Rick hace unos minutos.

—Los nudos se desatan y las cerraduras se abren, la entropia viene del orden, ¿No?

¿La qué cosa?

—Claro— musitó Daryl.

—Yo... revise su arsenal, hacia tiempo que no veía algo así— mencionó Jesús —Están bien equipados, pero tienen pocas provisiones, muy pocas para todos ustedes, son cincuenta y cuatro.

—Somos más— aclaró Maggie, cruzándose de brazos junto a Glenn.

—Gracias por la galleta, feliciten al chef.

—No está aquí— aclare, encogiéndome de hombros.

—Miren, empezamos con el pie izquierdo, pero estamos del mismo lado— nos miró a todos —El de los vivos, Rick y tú tenían motivos para abandonarme pero no lo hicieron, vengo de un lugar muy parecido a este, mi trabajo es buscar otros lugares para intercambiar y tomé su camión porque mi comunidad necesita cosas y los dos parecen problemáticos, me equivoqué, son buenas personas y este es un buen lugar, creo que nuestras comunidades podrían ayudarse.

—¿Tienen comida?— pregunto Glenn.

—Empezamos a criar ganado, buscamos restos y cultivamos desde tomates a sorbo.

—¿Por qué deberíamos creerte?— mire a Rick, relamiendo mis labios.

Carl recargo su cabeza sobre mi hombro y yo mi cabeza sobre la suya.

—Les mostraré— soltó Jesús con simpleza —Si vamos en auto puedo llevarlos a casa en un día y ustedes podrán ver quienes somos y que les ofrecemos.

—Espera, ¿Estás buscando más lugares? ¿Ya intentaste negociar con otros grupos?— le preguntó Maggs.

Él sonrió, recargándose en la madera de la silla —Su mundo está apunto de agrandarse.

YO CREO que deberías ir— opine, guardando mis cosas en la mochila.

—No quiero asustar a nadie con este aspecto.

Le mire rápidamente —Eres perfecto.

Bese su mejilla, haciéndolo sonrojarse lo cual me hizo sonreír.

Carl miró a su padre —¿Estás seguro?

—No, pero si dice la verdad podría ser el comienzo de algo— contestó él, mirándonos a ambos.

Carl y yo miramos a Michonne cuando salió de la casa, para luego formar esa sonrisa pícara y mirar a Rick.

—Uh... yo... les iba a contar lo de Michonne y yo pero, no lo planeamos, solo paso, anoche.

—Si, creo que pasaron muchas cosas anoche— bromeé, haciendo que Rick se sonrojara.

—Esto es diferente— agregó.

Carl rió, —Está bien.

Rick asintió, —De acuerdo, Carl toma tus cosas, les daré esa platica otra vez en el camino.

Forme inmediatamente una mueca —Otra vez no.

—¿Por qué?— le inquirió Carl.

—Lo que vieron hoy, necesito explicarles otras cosas.

Negué —Soy amiga de Glenn, Rick, eso que vi no es nada.

—No, yo no iré— hablo Carl rápidamente.

—Si él no va, yo tampoco— agregue.

Carl rió —Alguien debe quedarse y cuidar el lugar, además, con esta cara arruinada no daría una buena impresión de todos modos.

Le mire mal, frunciendo mi ceño y esperando a que Rick se fuera para girarme a Carl.

—Me quedaré contigo entonces— le dije.

—No, Alex, está bien, ve— pidió con una sonrisa.

—Si tú te quedas, yo también, ademas no quiero que Rick me de esa plática otra vez con Glenn y mi papá en el mismo lugar.

BESE LA CABECITA de Judith antes de ponerla en la carriola, le mire asustada cuando balbuceó y formó una mueca apuntó de llorar.

—Ya te leí, cante y hice todo, ¿Qué mas quieres de mi?— lloriquee, paseándola por las calles de Alexandria.

Solté un suspiro aliviada cuando escuché que se acomodó para dormir en la carriola.

Mire nuevamente cuando reconocí a Carl en el techo de su casa, sin embargo, no estaba solo, Enid estaba junto a él, ambos con una sonrisa mientras ella le contaba algo muy emocionada y Carl solo la escuchaba.

—¡Bu!— musitó Sophia, haciéndome mirarle.

—Hola— salude, sin dejar de caminar.

—¿Qué tienes?— pregunto Ron, quien venía a su lado tomando de la mano de Sophia.

Encogí mis hombros —Nada, intento dormir a Judith.

—Algo te sucede y no es bueno— señaló Sophia y Ron asintió, dando la vuelta para dejarme en medio de ambos.

—¡Iugh! Hueles a Carl— añadió Ron.

Negué, sabiendo que llevaba su olor debido a que aún tenía puesta su camisa.

—Ya veo el problema— señaló Sophia —Tú y el Carlangas no van bien, ¿Verdad?

Suspire, —Esta con Enid.

—¿Qué?— exclamaron ambos en unisonido.

—No de esa forma— aclare —Carl dice que son mejores amigos pero... ya ni siquiera se trepa hasta mi ventana en las noches, aveces ni siquiera lo veo en un día entero.

Sophia formó una mueca —Me huele a caballo muerto.

Ron cubrió su nariz —Es el perfume de Carl.

Reí un poco —Dejen de burlarse de mi olor a Carl, cuanta falta de respeto abunda por aquí.

—Bien, olvidemos eso por un minuto y...— Ron volvió a colocar su brazo en mis hombros —Yo creo que solo son ideas tuyas.

—¿Y tú cómo sabes eso?— le inquirió Sophia a su novio.

Encogió los hombros —Aunque Carl no me hable por lo que me hice, Enid si, ella me dijo que Carl solo le cuenta sobre ti, habla de ti todo el tiempo y además, a Enid le gusta alguien más.

—¿Tu sabes quién?

—Lastima, no tengo ni la menor idea par de chismosas— nos saco la lengua y ambas le miramos indignadas.

—Ron, el único chismoso aquí eres tú— señalé.

Sophia asintió —Literalmente te enteras de todo.

—Si, como la vez que Sophia casi se intoxica con una sopa que prepare.

—O la vez que Alex intento depilarse una pierna y casi la pierde.

Sisee a Sophia cuando Ron comenzó a reírse.

—¿Lo dije o lo pensé?

Rodee los ojos avergonzada —Lo primero.

UNA VEZ QUE los demás volvieron al día siguiente, me encargué de pasar todo el día en la casa de Maggie y Glenn, no lo se, se sentía como en casa y reír con mi mejor amigo lo hacía mucho mejor.

Sonreí —Mi sobrinito esta creciendo.

Maggie asintió —Así es.

—Y se parece a mi, ¿No somos iguales?— le pregunté a Glenn.

Coloque la foto enseguida de mi rostro y fingiendo una gran sonrisa.

—Dios nos libre de que eso suceda— contestó.

Le mire mal y le saque la lengua, gesto del cual no dudo en corresponder. 

—Me hubiera gustado que estuvieras ahí para verlo en persona— admitió Maggie, bebiendo del jugo de naranja.

Asentí —A mi también, pero no pude.

Glenn frunció su ceño —¿Por qué, Pulga?

—Rick esta detrás de Carl y mío todo el tiempo, cree que haremos algo... algo...-

—¿Algo como tener relaciones?

—¡Maggie!— le regaño el coreano haciéndome reír.

—¿Qué? Es algo normal— justificó.

—Si, pero, estamos comiendo.

Reí aún más, sintiendo mis mejillas tornarse rojas —Sabes que a Glenn no le gusta hablar de eso.

Ella asintió —En algún punto tiene que hacerlo.

Mire al mencionado, quien solo negaba
—Apenas tienes casi quince, ni se te ocurra, Alexandra.

Le mire asustada por haber usado mi nombre completo —Escuchen, no tienen nada de que preocuparse, Carl y yo no hemos pensado en eso, ninguno de los dos está listo para llegar a tanto.

—Porque aún están pequeños— agregó Glenn y asentí —Esa etapa empieza hasta los diecisiete años.

Maggie entrecerró los ojos —¿Y tú cómo sabes eso?

Mire a mi mejor amigo, quien se tornó ahora de un color rojo, no pude evitar formar una sonrisa burlona al verlo titubear con nerviosismo.

—Uh, bueno, lo leí.

—¿Sabes leer?— cuestione con burla.

Asintió —Claro que se leer.

—Glenn y libro no riman.

Recibí un zape de su parte, haciéndome formar una mueca, se lo devolví con mucho gusto.

—Bien, dejen de pelear y coman— interrumpió Maggie antes de que comenzáramos una pelea de zapes.

Ambos obedecimos en silencio.

—¿Enserio lo leíste?— le inquirí a él.

Asintió —Claro, yo te crié la mitad de tu vida, ¿Cómo crees que lo hice?

Sonreí levemente —Aw que tierno.

—Olvida que dije eso.

Negué —Lo dijiste, se quedara en mi mente, pero no me voy a reír porque es muy tierno.

Me saco la lengua, haciéndome rodar los ojos y sonreír aún más.

LE SONREÍ A MI PADRE una vez que lo vi fuera de la iglesia.

—¿Cómo les fue ayer?— me crucé de brazos.

—Bien, casi muero.

Le mire con los ojos bien abiertos —¿Qué tu que?

—Dije casi, porque no lo hice— miró detrás de mi, haciéndome fruncir el ceño.

Me giré para darme cuenta que miraba a Sasha, quien conversaba con Rick a unos metros de nosotros.

Le mire devuelta —¿Y como van las cosas con Rosita?— llame su atención.

—Bien, bien, tú nos uniste más— sonrió.

Infle mis mejillas dándome cuenta que no le quitaba la mirada de encima —¿Y por qué está mirando a Sasha y no a mi?

—Te estoy prestando atención— aseguró y asentí.

—Claro, bueno, ire con Carl, adiós— hice una reverencia exagerada y corrí dentro de la iglesia.

Me deje caer a su lado, se supone que Rick nos había juntado a todos aquí para hablar de lo que sucedió tras la ida a la otra comunidad apodada como Hilltop.

—Mi papá está raro— fue lo primero que dije.

El pecoso me miró confundido —¿Por qué?

—No lo se, estaba mirando a Sasha en lugar de mi cuando hablábamos.

Rió levemente plantando un beso en mi mejilla.

—¿Por qué te ríes? Si él engaña a Rosita lo lanzo de las escaleras.

Me miró asustado —¿Qué tienes tú con las escaleras?

—Lo siento, Sophia suele decirme que te lanzará de las escaleras si me haces daño— le sonreí.

—Ah.



























Decidí cambiar la estética de los capítulos porque siento que así no se desperdicia tanto espacio.

Oficialmente inauguró lo feo de By My Side, partir de aquí las cosas se ponen feas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro