𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen uno
capítulo ocho
❝ last one ❞

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ABRÍ LA PUERTA DE LA PRISIÓN, hasta la cocina ya que era la hora del desayuno para Judith, todos los presentes me miraron estáticos aunque no era a mi, sino a la bebecita en mis brazos.

Me coloque frente a la mesa mientras Sophia le hacía caras raras a Judith para distraerla y hacerla sonreír un poco.

Beth preparaba el biberón.

—¿Qué edad tiene el bebé?— escuche preguntar a Sasha.

—Apenas una semana— le contestó Hershel.

Ella se acercó hasta nosotras con suavidad,
—Nunca pensé que volvería a ver un bebé.

Tomó el hombro de Beth con suavidad —Es hermosa.

—Gracias— musitó Beth.

—¿Cómo te sientes?

Le mire confundida, al igual que Beth a mi y luego entendió.

—No es mía— mencionó ella.

—¿Y la madre?— detuve mis movimientos como si me hubiera paralizado y ella nos miró a todos.

Nadie contestaba, ni siquiera hicieron algún sonido, solo bajaron las miradas.

—Lo siento...— agregó Sasha, entendiendo la situación.

—Dios, ustedes vivieron un infierno.

Me senté en una de las mesas y comencé a darle de comer a Judith, cuidando que no se ahogara con el biberón mientras más caras raras salían de el rostro de Sophia.

Reí por lo bajo viendo lo concentrada que estaba la bebe mirándola.

—Todos nosotros— le contestó Sophia como si fuera lo más común.

—Y no deja de empeorar— agregó Tyreese —Muertos por doquier y eso hace que los vivos sean menos como los vivos.

—Ustedes si que son personas decentes— halago Sasha, acariciando la cabecita de Judith.

—¿Han estado afuera todo este tiempo?— pregunté con curiosidad.

—Nuestro vecino Jerry, era de esos temerosos de las catástrofes todos en el vecindario lo creían loco, siempre listo para el fin del mundo.

—Quien lo hubiese pensado.

—Jerry, tenía un búnker bajo su cobertizo en el jardín, Sasha y yo nos quedamos ahí hasta que se acabaron las provisiones Allen y Ben fueron las primeras personas que vimos cuando salimos de ese agujero, en Jacksonville, antes éramos muchos más, veinticinco en un momento.

—El campamento fue destruido, hace ya un tiempo.

Baje la mirada cuando la bebe soltó un quejido y me di cuenta que Sophia había dejado de hacerle caras raras, golpeé levemente sus costillas y ella me miró confundida hasta que entendió y siguió.

—Nos aseguraremos de darle un entierro digno— escuche hablar a Hershel.

—Les agradezco que nos ayuden, por un momento no sabíamos con quienes tratábamos.

—Nosotros tampoco, tuvimos problemas con algunas personas.

—Debo ser el primer negro en irrumpir en una prisión— le sonreí.

—Y yo el primer blanco en no querer salir— Axel le ofreció un plato de comida que acepto con mucho gusto.

Arrulle un poco más a Judith.

—Tyreese— llamó Hershel, con ese tono característico de seriedad —Como dije, tenemos un grupo mucho más grande, somos muy unidos... no me pondría muy cómodo aquí.

Mi sonrisa se borró cuando él nos indicó que le siguiéramos, obedecí con Sophia siguiéndome.

Debo borrar la idea de encariñarme con otras personas, porque de todos modos todas se irán.

—HAY MUCHO SILENCIO aquí— me quejé golpeando levemente la reja.

Carl pareció no escucharme ya que solo se fue.

—¡Oye espérame!— corrí detrás de él.

Carol, él y yo hacíamos guardia mientras Beth cuidaba muy bien de Judith.

—¿Adonde vas?— pregunte.

—De regreso— balbuceó con nerviosismo.

—Pero falta Carol.

Se detuvo regresando —Cierto.

Últimamente había estado algo distraído

Mire al cielo, dejando que el aire me volara el largo cabello y dejándome llevar por la fría brisa.

Sin darme cuenta ya estaba sonriéndole al cielo, realmente amaba cuando eso pasaba, sin embargo, sentí una mirada penetrante en mi a lo que baje la cabeza y mire a Carl ahí, mirándome con sus ojos azules y una sonrisa de lado a lado.

—¿Qué?— pregunte, intentando ocultar el sonrojo en mis mejillas —¿Tengo un moco en la nariz?

El negó soltando una risilla —Luces... muy bonita.

—Ya lo se Carl, siempre lo hago— bromeé.

Un auto se acercó hasta la entrada, interrumpiendo así nuestro momento.

—Por favor que sean ellos— musitó Carl.

Corrí hasta la entrada abriéndole al auto con ayuda de Carol y Carl, sonreí cuando me di cuenta que si eran ellos.

—¿Donde está Hershel?— preguntó Rick, abrazándonos a ambos.

—Está adentró— le conteste —Con los demás.

—¿Y Daryl?— Carol pregunto.

—Él esta bien, está vivo, nos encontramos con su hermano, se fueron

—¿Daryl tiene un hermano?— pregunte confundida.

—¿Daryl se fue? ¿Nos dejo?— Rick se quedo callado —¿Va a volver?

Durante el camino ella solo iba preguntando por él, ella y Daryl habían formado una amistad así que entendía su preocupación.

Me abalancé al asiático cuando lo vi bajar de la camioneta, él me cargo dándome vueltas aceptando el abrazo.

Cuando me bajo comencé a golpear su brazo
—¡No vuelvas a irte sin despedirte!— reclame.

Glenn rió por lo bajo —Lo siento pulgarcita.

—¿Ahora es pulgarcita? ¿Qué hay de pulgosa?

—Te gusta más ese apodo, se honesta.

Le sonreí negando varias veces, cuando Maggie termino de abrazar a Sophia me lancé hacia ella para envolverla en mis bracitos, ella lo acepto con mucho gusto.

—Que bueno que ambos están bien— hable.

—Me alegra volver a verte, Alex— admitió Maggie, sonriente.

—Lleva a tu hermana adentro— le pidió Hershel a Beth, la cual asintió obedeciéndole, sin antes ir hasta Rick y besarle la mejilla como agradecimiento.

—Adelántense— indicó Rick a nosotros.

Asentí levemente siguiendo a Carl hasta de nuevo a la prisión.

Más tarde, dentro de la cocina donde estaban los nuevos quienes parecían realmente aburridos aquí dentro pero felices de estar "a salvo".

Carl mantenía su semblante de seriedad y maldad, con el arma en sus manos y sin siquiera parpadear, mirando a los nuevos. En cambio yo, ataba los cordones de mis zapatos, jugando con ellos al mismo tiempo.

La puerta se abrió dándole paso a Rick siendo seguido de Hershel, ambos los miramos y entramos hasta el otro pabellón.

Beth bajo las escaleras con Judith en brazos, Rick se acercó a tomarla.

—Tiene los ojos de Lori, ¿No crees?— mencione, llevándome una mirada estática de él, creo que ya la regué.

Sin embargo, cuando la tuvo en brazos comenzó a llorar, intentó acomodarla en sus brazos pero ella solo siguió llorando lo que me hizo fruncir levemente mi ceño cuando él se quedó petrificado mirando a la bebe.

Pareció cansarse o algo así por lo que me la entregó y en cuanto la tuve, dejo de llorar ahora soltando leves sollozos.

SUBÍ CON MUCHO CUIDADO las escaleras, procurando no chocar con ninguna y caerme con la destructora en brazos.

—Tienes don para eso— mencionó Carol, desde arriba.

Ella y Sophia doblaban la ropa limpia y la colgaban en los tubos de la prisión.

—Solo hago lo mejor que puedo— admití.

—Sophia solía despertar a los vecinos— miró a su hija.

—Mamá por favor no le cuentes eso— suplico ella con vergüenza.

—Me encantaría saber más de Sophia bebé para burlarme de ella después— bromeé sacándole una sonrisa a la adulta.

—A las tres de la madrugada, puntualmente— siguió contando —Ed... se quedaba donde un amigo la mayoría de las noches, hasta que se calmara.

Solo note como Sophia bajaba la cabeza al recordar a su padre, quien aveces golpeaba a su madre, no puedo imaginarme todo lo que ambas tuvieron que vivir en algún momento.

—Siempre quise tener hermanitos— cambie de tema —Ella no lo hubiera logrado si Daryl no estaba aquí, él no habría soportado perder a alguien más.

—Suena como su estilo— agregó Sophia.

—Aún no entiendo por qué tenía que irse— le mire confundida —A lo que dicen, Merle es un idiota.

—Los hombres como Merle se meten en tu cabeza, te hacen sentir como si merecieras el abuso.

—¿Incluso con Daryl?

Suspiro deteniéndose —Difícilmente soy la mujer que era hace un año pero si Ed entrara por esa puerta ahora vivo y diciendo que me vaya con él me gustaría pensar que le diría que se fuera al demonio.

—Estoy segura que lo harías.

—Como sea, lave tu chaqueta de mezclilla.

Abrí los ojos tanto como pude —¿Enserio?

Asintió —Yo le quería dar esa noticia— se quejó Sophia haciéndome reír.

—Muy tarde, cariño— fue hasta una de las celdas y me la mostró, sin sangre ni manchas de tierra.

—Muchas gracias Carol.

APARTE MI MANO de inmediato cuando la del ojiazul a mi lado rozó con la mía, después de reaccionar segundos después, él también precia nervioso cada vez que lo veía cerca de mi.

—Cada vez que Tomas se volvía loco Oscar me defendía, ¿saben? Era mi amigo— comenzó a contar Axel.

Habíamos perdido a Óscar, pero fue rescatando a los demás.

—Murió luchando— dijo Rick.

—Entonces, ¿ahora qué?— inquirió Beth, caminando hacia nosotros y cargando a Judith.

—¿Creen que el Gobernador tomará represalias?— cuestionó ahora Sophia.

El Gobernador era el tipo que había ayudado a secuestrar a Maggs y Glenn, lo cual me tenía algo molesta ya que Glenncito había regresado golpeado y Maggs con algunos moretones según divisé.

—Si— dijo Maggie.

—Pareciera que tiene a todo un pueblo, nos superan en número y en armamento— dijo Carol, con preocupación.

—Podríamos usar algunos refuerzos.

Rick miró a Hershel y luego a todos nosotros, finalmente aceptando hablar con los nuevos, todos fuimos tras de él a la cocina.

—Soy Tyreese— se presentó, ofreciendo su mano para estrecharla la cual fue negada por Rick.

—Sasha, Allen, Ben— dijo Hershel, presentando a todos.

—¿Cómo lograron entrar?— cuestionó el líder.

—El fuego daño a la parte administrativa de la prisión, el muro está derrumbado.

—Ese lado está plagado de caminantes, ¿cómo lograron llegar hasta acá?

—No lo logramos, perdimos a nuestra amiga Donna.

—Estaban perdidos en los gimnasios.

—¿Y los trajiste hasta aquí?— regaño a Carl.

—Fuimos los dos— señale —Ambos los trajimos hasta aquí, no teníamos opción.

Asintió dándonos esa mirada de que más tarde nos daría un gran sermón probablemente,
—Lamentó lo de su amiga, sabemos cómo es eso.

—Hershel dijo que podría servirles una ayuda extra, sabemos hacer el trabajo duro, saldremos y conseguiremos nuestra propia comida, no los estorbaremos, si tienen problemas con otro grupo los ayudaremos con eso también, lo se que sea para contribuir.

—No— dijo con firmeza, estuve apunto de hablar, decir algo para que ellos pudieran quedarse pero simplemente no sabía que decir.

—Por favor— pidió Sasha —Vamos muriendo de a uno allá afuera, ahora solo somos nosotros.

Pensó pero volvió a negarse.

—Hablémoslo— dijo Hershel —No podemos dejar...-

—Ya hemos pasado por esto— interrumpió —Con Tomas, Andrew y mira como resulto.

—Axel y Oscar no eran como ellos— agregó Carol.

—¿Y donde está Oscar ahora?

Todos nos quedamos callados, incluso Judith se había quedado en silencio, como si notara la situación.

—No puedo ser responsable.

—Si nos echas, eres responsable— señaló Tyreese.

Hershel le llamo y así ambos tuvieron una conversación solo entre ellos, y con eso me refiero a que murmullaron entre sí.

No entendía lo que pasaba, pero hubo un momento en el que Rick nos miró a todos como tomando su decisión, pensando no solo en el sino en todos nosotros.

O bueno, parecía verse convencido hasta que comenzó de nuevo con esa mirada perdida de hace rato.

—No, no— musitó —No, no, no, ¿por qué estas aquí? ¿Qué quieres de mi?— camino de un lado a otro llevándose miradas confundidas de todos, incluso de mi.

—¿Papá?— le llamó Carl, cuando pasó entre nosotros dos.

—¿Por qué estás...? No— miraba al segundo piso de la cocina, en el pasillo —No puedo ayudarte ¡Vete! ¡Vete!

—Tranquilo, todo esta bien— se interpuso Glenn.

Maggie les tomó de los hombros a Sophia y Carl, mientras yo estaba en medio nos sostuvo a los tres.

—Oye, tranquilo Rick, está bien— dijo ella.

—¡No perteneces aquí! ¡Vete, por favor!— gritaba él con desesperación, me asuste retrocediendo un poco.

Maggie apretó su agarre cuando él sacó el arma de su funda, Carl tomó de mi brazo, escondiéndose en el.

—Nos vamos, ¿esta bien? Nadie necesita salir herido— comenzó a decir Tyreese, mientras los otros salían de ahí.

—¿Qué estás haciendo aquí?— volvió a gritar el.

Glenn al igual les pidió que se fueran de una forma más amable, me quede completamente estática al verlo en ese comportamiento, al igual que todos los presentes ya que nadie hablaba en lo que Rick recuperaba la razón.