ㄴJung Shin Leeㄱ
|| Capítulo dieciocho [18] ||
|| Narrador omnisciente y omnipresente ||
Una figura rubia estaba divagando por las instalaciones de la Hanlim Multi Art School. Maldecía internamente el hecho de que siempre estuvo rondando por ese Instituto y aún no se aprendía con lucidez en dónde quedaba el salón 3-B.
¿Razón de su búsqueda? Nueva alumna de ese curso. Y el hecho de perderse en su primer día de clases era exasperante.
Maldita memoria, ¿por qué no me ayudas cuando te necesito?
Seguía buscando por los pasillos, leyendo cada letrero con el que se cruzaba y observando rostros familiares en su anterior estadía.
El estar de nuevo allí presente evocaba varios sentires en su pecho. Incertidumbre, nostalgia, curiosidad. Sentía que su altura solo era otro diámetro de la Tierra, ídem a lo pequeña que se sentía en tan colosales instalaciones.
Bien, si sigo así de seguro encontraré ese salón cuando toque el timbre de salida.
Suspiró exasperada. Comenzó a cavilar una solución.
A los segundos, una figura masculina hizo intromisión en su campo de visión. Peliazul, alto, imagen de una cara perfecta y magnéticamente atractivo. No sabía qué le atraía en él, aparte de su físico, pero era perentorio.
Con una sonrisa coqueta se acercó a él, llamando la atención del masculino a los breves intervalos.
——Ehm... Disculpa, una pregunta. ¿Sabes dónde puedo encontrar el salón 3-B? Es que soy nueva por aquí, y como que me perdí — utilizó el aegyo que aprendió de su amiga.
Éste correspondió la sonrisa, viéndose incluso más guapo.
——Oh, yo también me dirijo a ese salón. Y curiosamente también soy nuevo.
Se sintió aliviada en demasía.
——Que afortunada casualidad. En serio ya me estaba cansando de tanto caminar de aquí para allá —rió jovial.
——Entonces que bueno que nos encontramos, porque andabas un poco... O muy desorientada. El salón queda al otro lado del Instituto.
——Oh, ehm... Jeje, te dije que estaba un poquis perdida —rió mientras rascaba su nuca.
Asintió.
——Comprendo. Entonces es mejor que ya vayamos a nuestro nuevo salón, pues vamos retrasados a la clase —apuntó con su pulgar a la dirección que se supone era la correcta.
——Ah sí. Mejor démonos prisa.
Su contemporáneo asintió en repuesta. Ambos marchan por el trayecto indicado, uno al lado del otro.
——Por cierto, me llamó TaeHyung, pero dime Tae. Es un gusto —sonrió ameno.
La rubia devolvió la gesticulación.
——Me llamó ShinLee, pero dime Shin. Es un gusto.
|| 은하 [EunHa] ||
—Dile que es muy talentosa para el canto.
——¿Qué fue lo que dijo? —Me preguntó YuNa.
——Qué eres talentosa para el canto —repliqué.
——¿Y cómo él sabe eso si es sordo? —Rió divertida.
Me encogí de hombros.
——Creo yo que ellos pueden sentir las vibraciones del sonido en la región del cerebro que los oyentes normales usamos para oír, e interpretarlos como melodías. Por eso es que Beethoven pudo componer música. O algo así era.
La pelinegra alzó las cejas de admiración.
——Vaya, eso es impresionante.
—¿Está impresionada por mis habilidades deductivas? —Preguntó Kevin en lengua de señas.
—¿Y tú cómo sabes eso? ¿Acaso nos estás escuchando? —Respondí con ironía, usando el mismo mecanismo de comunicación.
El pelinegro rió en acto reflejo.
—No, simplemente aprendí a leer los labios. No soy muy bueno en ello, pero al menos me da una idea.
——¡No manches, no entiendo lo que dicen! ¡EunHa, traduce! —Protestó Choi.
Reí al ver el puchero consiguiente que hizo. Kevin pareció entender y me siguió, su risa era graciosa. Y con los dos burlándose de la pelinegra, igual nos siguió.
Hace un rato que había comenzado la clase, pero el profesor no había llegado. Por ello aproveché para presentar a YuNa con Kevin. La fémina lo conocía desde primer año, pero nunca llegaron a interactuar debido a los problemas de comunicación. Ahora que estaba yo como intérprete de señas, las cosas se hacían más fáciles para ellos dos.
——¿Y cómo es que aprendiste lenguaje de señas? ¿Te cruzabas con mudos a menudo?
Reí.
——Mira que no. Eso lo aprendí muy pequeña junto a mi hermana, ya que nuestros padres querían que fuéramos muy polifacéticas. Al inicio sólo lo usamos para comunicarnos furtivamente cuando hacíamos alguna travesura. Pero con el tiempo llegué a usarlo bien.
——Vaya, ya veo. Es bastante genial, si me lo preguntas —apoyó su rostro en sus manos.
——Hasta ahora me ha servido de algo —mencioné restándole importancia para no parecer narcisista.
—Estamos en otro nivel, amiga. Pobre de los mortales que se tienen que comunicar con palabras, pues son más vulnerables.
Reí por su comentario. Quizás subió un poco mi ego.
——¿Y ahora qué dijo?
Desvié mi mirada al pelinegro, para volver a clavarla en YuNa.
——No es necesario que lo sepas —sonreí indulgente.
Infló sus mejillas en respuesta, frunciendo el ceño. Era divertido usar mis habilidades para el mal, ja ja.
Una persona hizo intromisión al salón de clases: mi profesor de Arte. Pensé que venía la clase de Geografía... ¿O era la de Inglés, o de Electricidad? Ah no, esa siquiera es una materia aquí, equisde.
——Buenos días alumnos, les tengo un anuncio. Hay dos nuevos estudiantes de intercambio, que les acompañará en lo que queda de año: Kim Tae Hyung y Jung Shin Lee.
Había escuchado vagamente al profesor, pues estaba más entretenida comunicando furtivamente con Kevin. YuNa, al no poder seguirnos el paso, optó por mirar al frente y prestar atención al profesor. Una mirada rápida me dio a entender que todos estaban al pendiente de lo que decía el docente.
—¿No deberías prestar atención tú también? —Preguntó.
—Soy bien rebelde, man. Nadie puede conmigo.
—Creo que una suspensión sí.
—Venga, no seas aguafiestas.
Oí cómo la puerta se abría. Sinceramente no llamaba mi atención la llegada de nuevos. Sólo YuNa me dio una grata bienvenida cuando yo llegué, así que no esperen mucho de mí.
Por ello, siquiera di el interés de voltear a verlos.
—Vaya, son bastante guapos los dos. La chica parece sacada de un Dorama. Y no es Dora montando un Drama, por si al caso.
Reí en lo bajo, intentando que mis carcajadas no sean tan notorias.
—Te pasaste man. Me quito el sombrero ante...
——Hola a todos, me llamo Jung Shin Lee. Espero llevarnos bien.
Me paralizó por completo aquella voz... Tan estridente ante mis oídos que me daba náuseas. Un seco choque eléctrico recorrió mi espina dorsal, paralizando mis movimientos a los instantes de haberla escuchado.
Maldición, ¿qué hice en mi vida pasada para merecer esto?
Lentamente volteo mi rostro hacia la emisora de aquella voz. Estaba allí al frente, con su faz despreocupada y risueña, y su uniforme que desgraciadamente se moldeaba a la perfección con sus curvas.
——No. Puede. Ser —musito aún sin creérmelo.
La rubia advirtió mi mirada, por la cual desvía la suya hacia mí, conectando nuestros ojos. Una sonrisa fue lo único que me transmitió.
Y yo aquí pensando si existirá un libro de "Cómo cocinar a una jirafa: recetas prácticas de la abuela".
Los nuevos se sentaron, a saber la clase había comenzado. La rubia se sentó adelante, buscando sus útiles en su mochila.
Aunque aún no podía acercarme, vaya que me las iba a pagar cuando tuviera la oportunidad.
[니비]
Tocó receso, y ya los nuevos habían obtenido una incipiente popularidad.
El peliazul, llamado creo TaeHyung, ya se había ganado a más chicas babeando por él que lo que el Guinness World Records(*1) podía apreciar. Además, ya se había ganado la envidia de más de la mitad de los chicos del salón.
En cambio, la rubia "ShinLee", había ganado varios suspiros de hombres, ¡incluso de chicas! Los piropos que se se escuchó en murmullo no fueron muy agradables.
Me levanto de mi asiento y me dirijo al asiento de "ShinLee", que estaba rodeado de algunas chicas que la estaban adulando.
——¿Y de escuela vienes? Debes de ser super inteligente.
——Me encanta tu cabello, es super bonito.
——Toma mi número de teléfono, ojalá pudiéramos chatear.
——Disculpen chicas —intervengo—. ¿Creen que pueda hablar un momento con la nueva? A solas —mascullé la última oración.
——Oh, claro. Cómo no —sonrió de forma descarada.
Cuando se hubo levantando, la asié con vehemencia del brazo y prácticamente la arrastré fuera del salón. Estando a solas, la aventé en contra de los casilleros.
——¡Auch! Ten más cuidado niña. ¿Así tratas a tu nueva compañera? —Acarició su brazo que quizás tenga marcas de mis dedos.
——¡Deja ese numerito de circo! —Calma EunBi, calma. No pierdas la entereza—. ¡¿Qué demonios haces aquí, SoWon?!
——Aish, ¿por qué eres así? —Hizo puchero—. ¿No te alegra que tu sexy amiga ahora sea tu compañera de clases?
——¡Qué compañera y qué ocho cuarto! ¿Cómo rayos entraste aquí? ¿Cómo es que te pudiste inscribir en un Instituto si siquiera sabemos tu nombre, YeRin te ayudó? ¿Y qué onda con ese "Jing Shin Lii"?
——Okey, número uno —alzó un dedo—. Entré por la puerta, duh. Número dos —alzó otro dedo—. Esa es una muy interesante historia, quizás después te la cuente. Y no, YeRin no me ayudó, aunque ya sabía. Número tres —alzó un tercer dedo—. Leí el nombre de 'Shin Lee' en alguna parte. Creo que es la autora de uno de los fanfic homosexuales que lee YeRin, no recuerdo. El punto es que necesitaba un nombre para registrarme, y ya que no podía usar "SoWon", ya que ni siquiera sabemos si es mi nombre real, tomé prestado ese en ayuda humanitaria. No creo que a la autora le moleste.
Aún estaba estupefacta, ¿estaba hablando en serio, o era una muy pesada broma?
Comencé a observar en varias direcciones, buscando una posible cámara oculta.
——No es broma, EunBi. De ahora en adelante seré tu compañera.
Me leyó la mente.
——¡Pero esto es imposible! —Protesté—. ¡¿Cómo se supone sigues aquí siquiera?! ¡¿Es que no puedes dejarme en paz?! Primero te enlazaste a mi cuerpo, luego a mi casa, ¡y ahora también a mi maldita vida personal! —Calma EunBi, no entres en pánico. Respira.
3...
2...
1...
...
No, aún sigue allí. Malditas películas, cerrar los ojos y contar hasta tres no sirve para salirte de la realidad.
——Aish, EunBi. Hakuna Matata —sacó su teléfono del bolsillo y lo comenzó a teclear con indiferencia... Espera, ¿de dónde salió eso?
——¿Y tú a quién le robaste eso? —Indago—. ¿Y qué con eso de "Hikini Mititi"?
——Se lo robé a Donald Trump mientras bailaba la Macarena en panties junto a Bob Esponja —respondió sin despegar la vista del aparato—. Obviamente no lo robé, niña. Eso va parte de la curiosa historia. Y además, ¿no sabes lo que significa 'Hakuna Matata'? Me sorprendes.
——Vaya, vaya. ¿Con que tu humorcito también vino contigo? —Mencioné mascullando—. ¡Y obviamente sé lo que significa!
——Ósea, claro, primor. Vine recargada con todo el paquete —mencionó con aires divas.
Pensé que mis palmas sangrarían por el brío en que mis uñas presionaban contra ellas. Porque en serio, las ganas de golpearla se hicieron apremiantes en cuestión de milésimas.
——Tú... Eres una—
——Venga, EunBi. No vuelvas con lo mismo —interrumpió finalmente apartando la mirada de la pantalla en sus manos. Parecía exhausta—. ¿Tú no que decías que ibas a cambiar? ¿Que te esperara mientras estabas en ese proceso? ¿Por qué sigues volviendo atrás?
Pecaría de mentira si dijera que entendí lo que dijo, pues es la realidad. Me dejó estupefacta su proclamación, sólo por el hecho de que estaba intentando interpretar, darle un significado, a sus palabras.
——¿Y tú ahora de qué estás ha—
——A-así que... L-lo siento, SoWon —mis ojos se cristalizaron—. Sé que esto no repara todo lo que hice, pero sí puedo reparar el futuro que podamos tener. Sé que para mí no será nada fácil, pero voy a cambiar. Voy a cambiar para llevar la relación amena que necesitábamos tener. Voy a realizar un esfuerzo brutal por cambiar... Por ti, SoWon.
——Perdona también que sea tan cobarde. Estoy segura que no hubiera podido decirte todo esto si estuvieras despierta, y estuvieras escuchándome. Tendré que buscar las palabras para disculparme para cuando despiertes, porque desgraciadamente no me atrevo a decirte todo esto. Sé que soy tan cobarde. Pero también gracias, SoWon. Gracias por ser tan paciente conmigo todo este tiempo, y por no dejar de estar allí, aún con mi actitud evanescente de magnanimidad...
Acerqué mis labios a ella, cerrando mis ojos por inercia y perdiéndome en el delirante aroma de ella.
——Espérame, por favor. Sé que puedo ser testaruda, lo sé. Pero aguarda a que pueda ser yo misma, y pueda abrirme más a ti. Solo espérame, por favor.
Si antes estaba estupefacta, ahora estaba petrificada, si ese adjetivo designaba un mayor grado de pasmo. Porque literalmente por unos segundos se esfumó de mi mente lo que era respirar. Mis mejillas comenzaron a arder cual fuera magma. Todo mi cuerpo, mi sistema circulatorio, mis neuronas, todo se detuvo ante el recuerdo de esa estupidez que hice hace unos días.
No... Esto no puede estar pasando...
——T-tu... T-tu e-escuchaste... M-me e-escuchaste...
Este balbuceo en mí no tiene precedentes. Pero era un esfuerzo cabal para todo el shock que aún se apodera de mí.
Ella sólo hizo un gesto en respuesta: una sonrisa.
Allí vi toda mi vida irse pa' el carajo. ¡Incluso no estoy narrando bien! ¡Maldición!
Unas personas, o más preciso, cuatro masculinos me salvaron de tal situación, al acercarse a nosotras.
SeokJin, el Presidente escolar, junto a Daniel, el Vicepresidente, se acercaron con JungKook y el chico nuevo de color de cabello teñido de azul. Ahora que recuerdo, JungKook estaba también metido en todo eso del Comité Escolar. Evoco en mi memoria ser el Asistente de Jin.
——¿Qué onda, EunBi? —Saludó con esos aires joviales Jin—. Ya veo que conoces a la nueva alumna de intercambio.
——Oh, hola Jin, todo bien. Observa que sí —doy una mirada simulada a la rubia a mi lado—. La conozco de hace un tiempo...
SoWon sonrió de manera agradable a Jin, quien se presentó a él y después el Presidente la presentó a los otros dos que desconocía. Había una extraña electricidad entre ellos dos. Parecían cuando dos YeRin's se encuentran: el mundo explota.
——Me alegra que conozcas ya a los nuevos —prosiguió Jin—. Porque necesito un pequeño favor —Dios, ¿cómo alguien podía sonreír tanto?—. Les había prometido a ambos que les haría un tour por la Institución, pero salió algo importante y Daniel y yo tenemos que escapar lo antes posible para resolverlos. Así que pensé si podías hacer tú el tour para TaeHyung y ShinLee. JungKook te va a compañar.
——Oh claro, Jin. No hay problema —sonrío.
Que quede claro que acepté solamente porque Jin parece irresistible cuando pide favores, su aegyo es corrosivo; además, ganarse la voluntad y el favor del Comité Escolar nunca está demás. Porque sinceramente los únicos argumentos disuasorios que daba mi mente era "¡Sal corriendo de esta porquería! ¡Aléjate lo más rápido de SoWon, si no quieres que tu sonrojo se aprecie más!"
Él me agradeció repetidas veces antes de marcharse junto a Daniel, éste viéndome como era de costumbre con esa faz de pocos amigos. ¿Qué le he hecho a estas personas para que me odien?
Además de esa actitud hacia mí, también había un actitud extraña en el tal TaeHyung. Vaya que era guapo, lo admitía. Pero JungKook parecía incómodo con su presencia, e intentaba evadir las miradas que el alto hacía en él.
Con SoWon era otra historia. Parecía que se conocían de siempre.
Dios, EunBi, ¿qué más esperas para escapar de aquí?
ㄴ@CopyrightSunrise | ©05/08/20ㄱ
Oigan, cambié la descripción de la historia. La antigua terminó por no gustarme, así que la modifiqué. Échenle un vistazo :D
También intentaré hacer capítulos más cortos para actualizar más seguido. Lo intentaré :/
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(*1) Guinness World Records (libro Guinness de records mundiales) ➡ Es una obra de referencia que contiene una colección de récords mundiales que se publica cada año.
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