ㄴEvaㄱ
|| Capítulo diez [10] ||
Después de tanto correr, y de ganarme varias miradas curiosas, finalmente había llegado al Complejo Departamental.
Estaba tan ansiosa y desesperada de abrir la puerta del departamento, que comencé a buscar con desesperación mis llaves en mis bolsillos.
«E-EunHa —habló lo más suave posible—. Tú no tienes llaves...»
Casi me pego contra la pared por ser tan estúpida, y por la razón de sus palabras. Introduzco la contraseña de la puerta y la abro, y enseguida pasamos ambas.
Al instante que cerré, SoWon se me adelantó en adentrarse al departamento, perdiéndose de mi vista al pasar por los pasillos.
Proferí un suspiro frustrado mientras me apoyaba en la puerta. Si las cosas ya eran difíciles antes, ahora se iba a intensificar la pesadez penuria en el ambiente.
Con resignación me dirijo a la Cocina para beber agua, pues me di cuenta que no he probado líquido desde la mañana.
Cuando me acerco al refrigerador, me percato que había un papelito rosa pegado en ella.
Fruncí el ceño y la tomo entre mis manos. Inmediatamente observo que es puño y letra de YeRin; su grafía es inconfundible.
Hola hermanita ♥
El trabajo me tiene muy ocupada. Ayer los superiores me pidieron hacer una prueba de rendimiento, para definir mi permanencia en tan importante lugar. Así que llegaré un poco tarde hoy, creo que quizás demasiado.
En el microondas está tu almuerzo. No tengo idea de para dónde fuiste tan desesperada hoy domingo, pero voy a fingir que no es extraño. Te dejé dinero para que pidieras una pizza.
No me esperes despierta, por favor.
——Rin.
Por un lado, me extrañó: ella nunca había tardado más de las seis en llegar, debe ser muy importante lo que debe hacer. Y por el otro lado del cuadrilátero: estaba aliviada. Así podía reflexionar sobre toda esta locura, sola.
Visualizo el microondas: en toda esta locura, se había apagado cualquier rastro de apetito en mí. Así que resuelvo por tomar finalmente vaso y medio de agua para dirigirme a la Sala. Porque en serio, mi cabeza era un bullicio e iba a explotar si no pensaba.
Me planteé que SoWon estuviera en mi habitación: creo que sería lo más lógico después de perderla de vista.
Grave equivocación.
Aquella rubia y alta... Ni ahora tengo el adjetivo adecuado para definirla. Antes pensaba que era una fantasma, un espíritu.
Ahora no estoy tan segura.
El punto era que ella estaba sentada en el sofá, meditabunda y con su mirada divagando en ningún punto en específico.
Intenté ser lo más cautelosa posible y marcharme sin que aún se percatara de la presencia ajena.
En vano: conectamos miradas.
Maldije en lo bajo. A este punto no podía marcharme, por alguna razón. Lentamente me senté con ella en el sofá, con una considerable distancia entre nosotras.
Instantáneamente despegamos miradas. Comenzamos a oscilar nuestra vista, evitando conectarla de nuevo.
No sé podía decir más el ambiente: tan depresivo y pesado que era difícil respirar.
A éste paso ya me estaba cansando. Sentía la innecesaria necesidad de remendar la situación. Aún me golpeaba con que la culpa era de ella, pero intrínsecamente sabía que yo fui la drástica y despistada, y que prácticamente le debía la vida a ella.
A hacer el intento, por lo menos.
Pero no contaba con lo estrámboticamente nerviosa que estaba. Mi pulso se disparaba y mis manos estaba transpiradas, mi pierna izquierda temblaba inquieta.
——SoWon... Y-yo... —y tampoco contaba con la tartamudez. Genial, ¿qué me estaba pasando?
Haber... Segundo intento.
——Y-yo quería... Yo—
«Desapareceré de tu vida —disparó de un one shot, así. Tan inesperado, tan espontáneo; con un tono circunspecto, sombrío.»
Está demás decir que me sorprendió, y notablemente.
Ni decir de su mirada: era algo que no podía descifrar.
——¿Enloqueciste? ¿Cómo se supone que harás eso, jirafa boba?
«Sólo dime —por primera vez sentí temor ante SoWon cuando ella volteó a verme—. Y en seguida me alejaré lo suficiente de ti... —bajó la mirada— Lo suficiente... para desaparecer de tu vida —apretó los puños.»
Aunque tenía su propia convicción y seguridad en sus palabras, podía sentir el pavor que radicaba ante su suicida idea.
Podía sentir el dolor de su cuerpo —o de su espíritu—. Podía sentir su temor amargo. Podía sentirlo...
No, no puedo.
——¡Ni siquiera se te ocurra poner un paso lejos de mí, SoWon!
Okey, ¿por qué será que me oí tan patéticamente romántica? O más importante, ¡¿por qué me oí tan patéticamente romántica con una mujer?!
Se volteó a verme con el ceño fruncido y una mirada curiosa.
——Sé que esto es complicado, ¿sí? Quizás sólo quise verlo nada más desde mi perspectiva, pero comprendo finalmente que tu también estás vinculada a estas complicaciones. No quise ver lo muy difícil y borroso que puede ser un alma inexistente, y que no puedas separarte de una persona que te hace la vida imposible, con la impotencia que contrae todo aquello. Te lo digo ahora, ya después de un tiempo de compartir cuerpo...
Sentí su mirada como un scanner en mí. Desvié la mirada al frente, la crisis nerviosa ya estaba retornando.
——A-así que quiero decirte... Éste... Ya sabes. Lo siento y todo —volví con mi tono neutro, en un intento de ser desinteresada.
Seguía con esa mirada. ¿Qué es lo que busca?
«¿Por qué lo haces?»
——¿Hacer qué? —Volví a mirarla.
«Seguir con ese antifaz de indolencia y esa fachada de niña fría —¿Eh?—. ¿Por qué no aceptas que la dureza no te asienta? ¿Por qué no aceptas lo que eres?»
Sé que no sería lo adecuado el catalizar de nuevo mi pólvora, pero por favor, ¿qué insinúa esta teñida? ¿Acaso insinúa que no me amo, o algo parecido a ese ridículo tema de la autoestima?
Debo medir bien mis palabras, y no replicar algo tan esporádico.
——Porque no quiero caer de nuevo en el viejo cliché de los estereotipos —respondo firme—. Muchas personas creen que por tener una baja estatura y parecer "adorable", pueda ser débil e inocente. Y yo no quiero demostrar eso, no quiero hacer sentir lástima o hacer pedir ayuda por algo que no pueda hacer. No quiero... Parecer débil.
¿Acabo de mostrarle mi propia oculta inseguridad, algo que apenas lo sabe tía Jessica, a una jirafa teñida a la cual deteste por un largo tiempo? ¿Has enloquecido, EunBi?
En cambio, ella sonrió ampliamente con satisfacción.
«Creo que ahora sí nos podemos llevar bien, Jung Eun Bi.»
——Cállate, tonta... —desvío la mirada. Pero estrámboticamente, no puedo ocultar la pequeña sonrisa que se firmó en mis labios.
«Ay, vamos. Admite que te caigo bien.»
——No voy admitir nada hasta que me digas que juego mental usaste.
«¿Qué juego mental?»
——El que utilizaste para hacer que me abriera contigo.
«Siempre lo tuve. Creo que le llaman "carisma".»
——Si con «carisma» te refieres a ser odiosa... Entonces sí, radia más que el Sol.
«¡Vamos! Acepta que soy divertida.»
——Y tú acepta que usas juegos mentales.
«Creo que no sería tan impresionante como lo que hice en la calle.»
——Mucha razón. Y hablando de eso, ¿cómo lo hiciste? ¡Eso fue impresionante!
«¿Te soy sincera? No tengo idea. Eso sali—»
Se detuvo en seco de su explicación y volteó a una parte específica de la habitación, y entiendo porqué lo hizo: también sentí algo extraño en mi pecho.
Es análogo a lo que siento cuando estoy cerca de SoWon, pero esta vez es diferente.
Es ajeno.
——SoWon, ¿sentiste lo mismo que yo?
«Sí, lo sentí —replicó aún viendo aquel pequeño armario que estaba al fondo de la Sala—. Creo que no estamos solas...»
Tragué en seco. Ambas nos levantamos y con pasos sigilosos nos dirigimos al pequeño armario.
Coloco mi mano en el picaporte, y antes de abrir y sin despegar el contacto visual, busco con mi mano libre cualquier objeto que pueda servir como un arma: una cacerola.
Fruncí el ceño. ¿Qué rayos hacía una cacerola en una mesita de la Sala de Estar? YeRin puede ser la respuesta.
——¿Preparada? —Musito. Ella asiente—. Bien. En 3... 2... 1...
Abro la puerta y comienzo a lanzar golpes como lunática a quién sea que esté allí.
——THIS - IS - SPARTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA— cof cof cof.
Detuve mi súper y mortífero ataque porque mi grito de guerra había afectado mis cuerdas vocales, haciéndome toser.
Abro los ojos y analizo la situación.
Okey, tres cosas.
Primero: no había nadie ni nada en el armario, y me vi como una total pendeja que necesita ayuda psiquiátrica con urgencia.
Segundo: YeRin de seguro me va a matar cuando se de cuenta de que su preciado trofeo de natación tiene un montón de magulladuras.
Y tercero: creo que tendremos que cambiar de olla, porque ésta la volví mierda.
——¿Y entonces? ¿Qué fue es—
Escuché un pequeño quejido, proveniente desde mis pies. Bajé mi mirada con una cara de horror, esperando que el típico «screamer» apareciera.
Me di con una chica recostada en el suelo, acariciando su mejilla con una mueca de dolor. Tenía el cabello rojo, atinando a rosa; tez nívea como la leche, y portando unos lentes circulares.
Pero el detalle que más me perturbó, fue uno que en realidad resaltaba: su cuerpo traspasada mis piernas.
Mis ojos y mi boca se abrieron, mientras que ella ascendía su mirada a la mía con una sonrisa nerviosa.
«Ehhhmm... Hola.»
——¡AAAAAHHHHHHHHHH!
[나비]
——¡Oye, EunHa! ¿Estás bien? ¡Despierta!
Sentí el remover en mi hombro, algo insistente. Abro los ojos con pesadez, y me doy con la imagen preocupada de SoWon.
Atisbo mejor, y estoy recostada en el sofá, con la rubia parada al frente mío.
Espera, ¿cómo llegué al sofá?
——¿SoWon?
——¡Finalmente despertaste! ¡Te desmayaste y me preocupaste mucho, tonta!
——Qué extraño —me siento—. ¿Sabes? Tuve un extraño sueño: estábamos sentadas aquí hablando, y de repente algo nos llamó la atención en el armario del fondo. Y cuando abrimos, encontramos a una chica que podía traspasar mis piernas. ¿Qué loco, no?
«Creo que eso no fue un sueño.»
Volteo al instante a la voz ajena de nosotras, y observo de nuevo a la misma chica de mi no-sueño: recostada de la pared del frente de nosotras, con sus brazos cruzados y semblante circunspecto.
——¡La puta madre! ¿Es en serio? ¡Dios, no más chicas fantasmales! ¡Por favor, no!
Ella ni se inmutó. Sólo alzó una ceja.
«¿Eso debería tomarlo como un insulto?»
——Tómalo como quieras, lo importante aquí es... ¿¡Quién rayos eres tú?! ¿Ahora también tengo que cargar contigo?
——Oye, voy a fingir que eso no me dolió —mencionó la alta, aún viendo con recelo a la tercera presente.
«¿Siempre es así de insoportable tu huésped?»
——La gran mayoría del tiempo, sí.
——Ehhmm... ¿Me pierdo de algo? ¿Acaso es muy cotidiano que una fantasma se aparezca así de la nada? ¿Y qué rayos es eso de «huésped»? ¿¡Quién eres tú!?
Suspiró.
«Creo que es hora de las insatisfactorias respuestas —musitó, pero la escuchamos. Acomodó sus lentes y reanudó—. ¿Cómo les explico? Hasta hace unos días, yo estaba muerta, y fui revivida instantáneamente por el impacto contra mi lápida de una extraña mariposa de luz. »
Esa última frase...
——¿Mariposa de luz?
Asintió.
«Y como tengo entendido, tú también pasaste el mismo procedimiento —mencionó dirigiéndose a SoWon—. La diferencia es que tú aún no has recuperado tu memoria, pero veo que has recuperado tu elocuencia. Es un buen avance.»
——Eh... ¿Sí? ¿Cómo lo sabes? —Frunció el ceño.
«Te conozco más de lo que crees, SoWon.»
La mencionada se veía cada vez más confundida, incluso yo. Pero la diferencia, era que yo estaba atónita.
——¿Cómo es que conoces a SoWon, si ella apenas me conoce a mí? ¿Eres una fantasma como ella? ¡Y aún no me has dicho quién eres!
«Ash, bien. Me llamo Kim— digo, JiU. Me llamo JiU —sonrió nerviosa, y rápidamente volvió su visaje serio—. Fui encomendada por una especie de Organización secreta que puede revivir a los muertos, para buscar a una persona en especial, o creo que demasiado como para tomarse todas éstas molestias.»
——¿A quién?
«A ella —apuntó a SoWon.»
Se le vio más confundida, ya debe de estar en una batalla mental por querer entender todo.
——Wou, wou. Calma, para tu tren. ¿Me estás diciendo que una Organización secreta, que puede despertar a los muertos a voluntad, te mandó a buscar a SoWon para no sé qué tenga que ver con su memoria? ¿Estás consciente de todo lo inlógico y fantasioso que acaba de sonar todo eso?
«Sé que todo esto parece una locura, lo sé. Hasta yo aún no puedo comprenderlo bien. Pero para eso estoy aquí —se dirigió a SoWon. Deshizo el agarre en sus brazos y dio unos pasos hacia nosotras—. Por eso fui encomendada a buscarte: seré tu consejera, y te ayudaré en el sendero de la búsqueda de tus memorias.»
——¿Vas a ayudarme a recuperar la memoria?
«Es exacto lo que dije.»
——¿Y cómo se supone que vas hacer eso? —Comento—. ¿Y por qué son tan importantes las memorias de SoWon? ¿Qué tiene que ver esa extraña Organización en todo esto? ¿Y qué quieren ellos de ella?
Bufó.
«Ash, demasiadas preguntas. Y desgraciadamente, yo no tengo las respuestas para todas esas. ¿Te recuerdo que yo recientemente también fui revivida? Es por eso que nos conviene seguir con ésto; el que me despertó, me mencionó que respuestas vendrán conforme vayamos avanzando.»
Fue mi turno de bufar.
——¿No tenemos más opciones, cierto?
«Nop.»
——Ash, bien. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?
«Así es como funcionará ésto de ahora en adelante... —sacó una carpeta con documentos de quién sabe dónde y comenzó a hurgar en ella—. Cada tanto vendré y las visitaré a ambas, y cada tanto les entregaré una palabra que ayudará a SoWon a recuperar su memoria. Así en sucesión hasta que consigamos nuestro designio»
——¿Y eso es práctico?
«No tiene que serlo. Además de que eso no depende de mí. ¡Y por cierto! Se me olvidaba: si necesitan ayuda psicológica, espiritual o emocional, pueden llamarme y enseguida estaré con ustedes. En vida fui psicóloga, así que tengo la facultad de ayudarlas. Sólo basta con gritar mi nombre, y vendré lo más rápido posible.»
——Vaya, que gran consuelo.
«El gusto es mutuo, cariño —mencionó con sarcasmo—. Por cierto, comiencen con esto —nos extendió una hoja del Dossier—. Nosotras no somos simples fantasmas, como tú piensas; somos mucho más que eso.»
Recibo la hoja con un poco de recelo. SoWon se acerca a mí para leer, pero ella frunce el ceño a darle una ojeada. Entiendo porqué no entendió, en el papel lo único que hay son letras americanas. Obvio para mí no fue problema entenderlo, ventajas de tener una tía estadounidense.
Eva
——¿"Eva"? ¿Qué onda con est—
Levanto un segundo la vista del papel, y pegué literalmente un pequeño brinco al percatarme que ella ya no estaba al frente de nosotras.
Observé a todas las direcciones, y literalmente se había esfumado en el aire, sin dejar rastro alguno.
——¡Ostia! ¿A dónde se metió ésta vez?
——Creo que eso no sería lo más raro que has visto en el día —mencionó aún con su rostro en blanco. Parece que aún le cuesta asimilar todo.
——Ash, genial. ¿Ahora qué se supone que debemos hacer con esto? —Vuelvo la vista al papel.
Estaba pensando mucho en qué rayos hacer en esta situación, hasta que se vino una genial idea a la mente de un one shot.
Claro, ¿cómo no lo pensé desde el principio?
——Tengo una idea —sonrío de lado—. Sígueme.
Comencé a marchar sin esperar su respuesta, después escucho sus pisadas al seguirme. Me dirijo a mi cuarto y comienzo a hurgar entre todas mis cosas. Observo por el rabillo del ojo que SoWon entró por la puerta a la habitación. Me pareció extraño, porque usualmente ella traspasa la pared al entrar...
Después de dejar mi habitación patas arriba, finalmente encontré el objeto que buscaba entre mi ropa sucia. ¿Quién sabe cómo llegó eso allí?
Lo dejo en mi escritorio, imaginándome que lanza rayos de luz y escuchar el canto Celestial de los ángeles.
SoWon se me acercó y frunció el ceño.
——¿Qué se supone que es eso?
——Hoy vas a aprender algo fundamental, mi querida rubia oxigenada.
La abro y hago clip en la barra de búsqueda.
——Vamos a navegar un rato en Google.
ㄴ@CopyrightSunrise | ©08/08/19ㄱ
Oigan, hace unos días había tenido el capítulo listo y editado. Pero no sé qué se fumó el señor juapad que le dió por borrar TODO lo que había escrito :'v así que tuve que reescribir todo desde el principio.
Siento que me quedó un poco más denigrante que el original, pero realmente me dio una gran molestia hacer todo de nuevo >:v
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro