ㄴBelow The Targetㄱ
|| Capítulo dieciséis [16] | “Debajo del Objetivo“ ||
Una creciente ansiedad se subía a mi pecho mientras me debatía si tenía que entrar al Departamento, o no.
Mi mano estaba a medio camino de colocar la clave de seguridad. Sentía un leve hormigueo en las puntas de mis dedos, transcurriendo hasta mi mano, y contagiando a mi brazo completo. Mi respiración se estaba volviendo irregular, un ritmo que se podía traducir en otras circunstancias como asma. Pero no era mi caso.
¿Estaba nerviosa? Desgraciadamente, y aunque odiara con mi alma admitirlo... Sí.
Pero tenía y debía entrar a casa: si no fuera SoWon, entonces mi hambre me obligaría a entrar.
--Vamos EunBi, te ves patética.
Tomé un profundo suspiro de autodeterminación, y coloqué la clave en la cerradura con rapidez.
Entro al Departamento, pero una total calma y apacibilidad se sintió en el ambiente. No se escuchaba ningún ruido interno, ni el cantar del grillo. Un escalofríos escaló por piel, sintiendo la ansiedad que causaban las películas de suspenso.
Busqué en la Cocina a la persona que quería ver, y no se encontraba. Entré al Comedor: nada. Al igual que la Sala de Estar, mi cuarto, el suyo, el Estudio, incluso el baño: sin ningún rastro de la rubia alta.
Se asomaba la incertidumbre, acompañada del temor de que ella haya salido del Departamento y se haya perdido. Demonios, estoy preocupada por SoWon.
JiU, ¿qué me hiciste?
Me dirijo de nuevo a la Sala. Debía pensar un poco las cosas, además de disertar en mi actuar a la hora de confrontar a SoWon, y, además, investigar las maneras más fáciles y menos embarazosas de pedir disculpas, y no parecer egocéntrica en el proceso.
Dejo mi mochila en alguna parte de la Sala, y me acerco al sofá para realizar la tareas antes mencionadas.
--¿Pero qué?
Mi paso se detiene en súbito al ver el cuerpo relajado de SoWon tendido a lo largo del sofá, inhalando y exhalando con parsimonia fluida y mostrando en su visaje una quietud que sobrepasaba todo entendimiento. Su nariz se arrugaba un poco a ciertos intervalos de tiempo, y sus níveos dientes delanteros brillaban en su boca entreabierta. Usaba sus manos como una almohada, mientras sus rodillas estaban frexionadas. Daba una bonita, y en cierto modo relajante imagen al apreciarla.
Y... Comencé de nuevo a decir estupideces. En serio, matenme.
Por consiguiente, la pregunta que tuve que formularme desde el comienzo se presentó: ¿cómo rayos no sentí, y ni siquiera vi a SoWon al pasar por la Sala, si estaba casi segura que no había nadie en la infraestructura? Es increíble como alguien pueda pasar desapercibido de esa manera.
Pero un ambiguo y desconocido sentir retumbó en mi pecho al observarla. No sabía qué era, pero al observar cómo estaba rendida ante los brazos de Morfeo de forma tan tranquila, hizo que no existiera reluctancia de mi mirada y su cuerpo profundamente dormido. No podía dejar de observarla. Incluso podía estar ahí parada todo el día, observándola, por muy macabro que sonase.
Pero la burbuja de mi ensoñación se rompió al ella hacer un pequeño movimiento con el tronco, que me sobresaltó en demasía, tal fuera un niño que estuviera haciendo travesuras a las espaldas de sus padres.
Ahora que pensaba con más entereza, y la imagen presente de SoWon no me hacía oclusión para mi razón, razonaba: ¿ahora qué haré con respecto a las disculpas de SoWon? Lo mejor, o lo más lógico, sería esperar a que despierte, y proseguir con mi designio.
Pero una idea descabellada cruzó por mi mente. Me dije, «¿por qué no? Ya estamos aquí.»
Avancé hasta ella, y con movimientos controlados me siento en el breve intersticio que había a su lado en el sofá. Sabía que aveces tiene el sueño pesado, así que no me preocupaba los movimientos que podía ejercer.
Ahora con una vista área de su rostro, y su calor corporal familiarizado atacando mis nervios, además del cosquilleo que causaba en mi brazo derecho su cabellera dorada, hizo que me sintiera más estúpida de lo que me sentí hace un rato.
Desvío mi mirada al frente para empezar a usar a SoWon como monólogo práctico. Suspiro.
--Las cosas no han sido fáciles, ¿cierto? Bueno, en realidad lo comprendo, más de lo que quiero. Comprendo toda tu situación, comprendo tu postura y un trozo de tu perspectiva como dependiente de otra persona. Es complicado, lo supe desde entonces. Pero lo que aún me enoja; es que entiendo que no pude ser la mejor compañía para ti. He sido egocéntrica, arrogante, insoportable, huraña con respecto a ti. He pasado tantas cosas que vivía a diario como epicentro de todo lo que veo, que se pasó por alto el cómo tú te sentías al respecto. El cómo reaccionabas, el cómo sobrellevabas todo, aún con la obstinación de no querer saber de ti. Los malos ratos que te obligué pasar. Las peleas, las discusiones. Incluso el dolor físico que te causé al querer separarme deliberadamente de ti. Detesto saber que te causé daño en este tiempo de convivencia. Ahora siento el remordimiento, y créeme que estoy arrepentida de mi accionar.
Vuelvo a observar su rostro dormido, y siento nuevamente aquel sentimiento tan desconocido para mí, e igual de incomprensible.
Lentamente, con recelo y vacilación, acerco mi mano a su rostro, y de una forma grácil acaricié sus mejillas con mis nudillos. Una sensación electrizante me provocó el contacto con su tersa piel.
--Las cosas no salieron como se quería para ambas. Yo no pedí el ser elegida por quién sabe quién para ser tú Huésped, y tú tampoco pediste reencarnar en una Eva. Ninguna pidió la suerte que conllevamos, pero de alguna manera siento que el destino se encargó de unir nuestros caminos, incluso superando las fronteras de la muerte. Superando las barreras de todo lo conocido para ambas; abriéndose una realidad totalmente diferente a la que experimentamos, y un mundo fantástico que sólo se encontraría en los libros irreales de un asocial. Nos dieron la oportunidad de experimentar vivencias que ninguna otra persona pudiera tener. Podemos tener un lazo mucho más literal de lo que se estereotipa; podemos romper con los paradigmas de las relaciones entre dos personas, y llevarlo a un ámbito más personal, y que literalmente una dependa de la otra. Pero claro, yo no contribuí a lograr esas visiones. Sólo me encargué de mí misma.
No entendía porqué siempre SoWon hacía que pudiera ser tan trasparente con ella. De un momento a otro, algo en ella, análogo a un fuerte impulso, hacía que me abriera por completo, mostrando a la recóndita EunBi que poseía.
Y una prueba irrefutable de eso era esta conversación monóloga. Estaba dejando salir todo esta culpa acumulada en mi pecho.
«¿No saber si estar bien? Al parecer no ser tan inteligente como aparentar -rió.»
Comienzo a recordar varias escenas compartidas entre ambas, o al menos de las pocas amenas que compartíamos.
--Pasamos por varias cosas, ¿no lo crees? -Sonreí inconscientemente-. Aunque lo sé, quizás no todas hayan sido tan agradables, pero una que otras fueron incluso graciosas. ¿Recuerdas nuestro primer encuentro, cuando te enseñé a caminar? Fue algo gracioso, en cierto modo. Ese día supe que sería una gran madre, o quizás una gran profesora, porque la paciencia que tuve contigo fue algo que no había tenido con nadie más -reí-. También recuerdo cuando fuimos al Departamento, al Instituto, al Centro Comercial. En todos los casos, tenías una curiosidad y asombro dignos de una niña de cinco años. Y era algo que, sin saberlo, me causaba un pequeña emoción al ser tu pionera sensorial.
--A-así que quiero decirte... Este... Ya sabes. Lo siento y todo.
--También recuerdo ese día... Después de que me salvaste de la muerte, por culpa de nuestras desavenencias. Sé que había actuado con precipitación y sin pensar, y sé que mis acciones me conllevaron a amenazar la vida de ambas. Aún siento tantas ganas de golpearme por dejar de lado mi entereza, y dejar que actuara mis impulsos.
Apreté mis puños por la impotencia. Seguía en mi tarea de acariciar sus redondos pómulos, apartando cualquier mechón rebelde que pueda opacar la vista de su rostro.
A estas alturas, yo misma me daba miedo.
--A-así que... L-lo siento, SoWon -mis ojos se cristalizaron-. Sé que esto no repara todo lo que hice, pero sí puedo reparar el futuro que podamos tener. Sé que para mí no será nada fácil, pero voy a cambiar. Voy a cambiar para llevar la relación amena que necesitábamos tener. Voy a realizar un esfuerzo brutal por cambiar... Por ti, SoWon.
Después de sacar todo de mi sistema, me sentí más relajada. Sentía ahora una completa paz que convergía con las caricias que le propiciaba a SoWon, y su gran efecto que causaba en mí.
--Perdona también que sea tan cobarde. Estoy segura que no hubiera podido decirte todo esto si estuvieras despierta, y estuvieras escuchándome. Tendré que buscar las palabras para disculparme para cuando despiertes, porque desgraciadamente no me atrevo a decirte todo esto. Sé que soy tan cobarde. Pero también gracias, SoWon. Gracias por ser tan paciente conmigo todo este tiempo, y por no dejar de estar allí, aún con mi actitud evanescente de magnanimidad...
No sé porqué, desconozco tal razón... Pero mi vista terminó en parar en los labios de SoWon...
Se veían tan suaves, tan tersos, tan apetecibles...
Ay, no. Ahora sí me pasé. ¿Qué rayos estoy diciendo? Ahora sí no hay dudas alguna en que me convertí completamente en una demente. Ahora soy una loca de atar.
Pero lo que no conté, fue el hecho de que mi rostro se fue acercando, sin yo tener control o certidumbre de lo que estaba haciendo, al rostro de SoWon. Mi mirada estaba fija en mi objetiva, sentía mis mejillas arder mientras la separación de entre ambas se desvanecía. Tomé el horrible mechón blanco de mi flequillo y lo pasé por detrás de mi oreja, estando ya a unos escasos centímetros de distancia.
No lo hagas... ¡No lo hagas, maldición! ¿Por qué rayos lo estás haciendo?
Acerqué mis labios a ella, cerrando mis ojos por inercia y perdiéndome en el delirante aroma de ella.
Por fin tomé control de mis acciones, y desvié mis labios de su recorrido; depositando un beso en su mejilla.
Me separé un centímetro, para después musitar:
--Espérame, por favor. Sé que puedo ser testaruda, lo sé. Pero aguarda a que pueda ser yo misma, y pueda abrirme más a ti. Solo espérame, por favor.
Me separo de ella, tomando control finalmente de mis acciones. Inmediatamente me levanto, y corro en modo de huida de allí, con mi rostro completo ardiendo por la vergüenza.
¿¡QUÉ ES LO QUE ACABAS DE HACER, EUNBI!?
|| 제이비 [JB] ||
Seguía revisando el papeleo que tenía en mi escritorio. Fotos, artículos de Internet y declaraciones de los supuestos testigos de la escena. Todo referente al caso que tenía entre manos.
He tenido varios avances con respecto a este atípico caso. Tengo el vídeo de la escena puesto para los Técnicos Forenses, comprobando que no haya perturbaciones o fallos técnicos. En el vídeo no tengo la lucidez de la cara de la chica que aparece en el vídeo: lo mandé también con ellos para que hagan una ampliación de la fotografía.
Además de esto, me tenía algo ansioso lo dicho por Káiser.
--Kevin me comentó que sintió una presencia extra en una estudiante nueva de mi salón. Quizás su control de las vibraciones del aire no sea de élite, pero está lo suficientemente seguro para afirmar la presencia de un Eva. Investiga.
El toque de la puerta me sacó de mi divagación.
--Pasa -vuelvo la vista al papeleo.
Mi secretaria pasó a mi Oficina con un dossier en mano.
--Hola, YooHyeon. ¿Hay algún avance de lo que pedí? -Pregunté sin despegar la vista de los papeles.
--De hecho, sí, señor -carraspeó su garganta-. Acaba de llegar los resultados de los Técnicos -se acercó a mi escritorio, sacando la hoja del dossier y colocándolo en él-, y resultó un 1.9758% de fallo en las imágenes del vídeo -señaló a las cifras con sus largas uñas-. Son de fiar las imágenes, incluso los Técnicos se asustaron con el vídeo. Y personalmente, siento que es algo de locos este caso.
Asiento a lo dicho por ella.
--¿Qué hay de la ampliación de la imagen? ¿Ya lo hicieron? -Tomo la hoja antes mencionada.
--Dijeron que aún no estaba listo. Un día más sólo necesitan.
Asiento nuevamente. Asir mi mini-block de apuntes y un bolígrafo.
--Características generales de la investigada.
Revisó el dossier.
--Fémina de 14-16 años aproximados. Cabello negro, corto. De altura baja y contextura abrupta. Estudiante, al juzgar por su uniforme.
--Perfecto -termino de anotar y dejo el Block a un lado-. Ahora, YooHyeon. Ya que estás activamente involucrada en este caso, dime tú, ¿qué crees que deberíamos hacer ahora?
--¿Por qué me pregunta eso? Yo soy simplemente su secretaria.
--No creas que no sé que hiciste el examen de admisión para la Escuela de Criminología -me recargo en mi asiento-. Además, deduje de un principio que querías ser Detective. Por eso aceptaste de inmediato el cargo conmigo.
Se le vio avergonzada, rascando su sien mientras un muy difuso sonrojo se hacía presente.
Cute, pensé.
--Bueno, según pienso, lo mejor sería indagar en el lugar de los hechos. Ir al epicentro de toda la escena y obtener más datos que puedan aportar al descifro del caso.
Me impresionó el porte profesional que utilizó, con su gesticulación serena pero rígida, paradójicamente.
--Excelente aporte y buenas observaciones. Y ya que fuiste la de la gran idea, te quiero mañana a las 08:00 horas en el lugar de los hechos, para estudiar bien la escena. A partir de mañana me asistirás en este caso; eso te ayudará a conseguir experiencia.
--¿En serio? -Sonrió emocionada-. ¡Gracias por esta oportunidad, señor Im! No lo defraudaré.
--Sé que no lo harás -le dedico una sonrisa-. Ya te puedes retirar a tu hogar, YooHyeon. Gracias por tus servicios.
Ella asintió.
--Buenas noches, señor -reverenció.
¿Cuándo lograré que deje de ser tan formal?
--Buenas noches, YooHyeon -dio media vuelta dispuesta a irse, pero antes de que cruzara la puerta, mencioné-: Ah, una última cosa. Antes de irte llama a los Técnicos, y seles explícita en la prontitud de los resultados.
--En seguida se los comunicaré -y cerró la puerta tras sí.
Vaya secretaria que tengo. Vaya que es linda.
--Kevin me comentó que sintió una presencia extra en una estudiante nueva de mi salón...
Fruncí el ceño, reflexionando en lo último dicho por el Káiser. Tomo mi laptop, y me introduzco en la base de datos de la Institución donde se matricula el Káiser.
Revisé el número de matrículas nueva en el presente período, y 378 informes salieron de resultado. Lo pasé por los filtros de edad, sexo y posibles cursos que asistía Káiser, hasta darme con 7 resultados. Revisé cada informe, hasta que hubo uno que me llamó la atención.
Jung Eun Bi.
30 de mayo de 2002, Seúl.
Representante: Jung Ye Rin
Promedio académico: 84.6
Año: tercero. Curso: B
Matriculado: período 2019/2020
Me llamó bastante la atención su fotografía de matrícula. Revisé las características generales de la investigada, y concordaba con algunas de ellas. En seguida busqué la difusa fotografía de la chica del accidente, y la comparé con la que tenía al frente: y aunque la primera imagen no era muy lúcida, podía cerciorarme que sí, efectivamente tenían un parecido brutal. No había duda.
Era a quién buscaba, y a quién Kevin tuvo el sentir la presencia.
--Te encontré, Jung Eun Bi.
|| Narrador Omnisciente y Omnipresente ||
--Espérame, por favor. Sé que puedo ser testaruda, lo sé. Pero aguarda a que pueda ser yo misma, y pueda abrirme más a ti. Sólo espérame, por favor.
La pelicorta se separó de la rubia, devolviendo el control de sus acciones. Y su respuesta física fue, instintivamente, correr de allí, con su rostro tornado a un carmín intenso.
Pero el reconforte de la baja fue el hecho de que SoWon no había escuchado ni visto ninguna acción que la pelicorta había hecho en un momento de confort.
O eso pensaba
A la primera instancia en que EunHa había abandonado la habitación, una notoria sonrisa se hizo presente en el rostro de la rubia, causado por las empalagosas palabras y acciones de su contemporánea.
--Te esperaré el tiempo que quieras, EunHa.
ㄴ@CopyrightSunrise | ©07/02/19ㄱ
En definitiva, este va a pasar a uno de los mejores capítulos que he redactado :D quizás tardé un tiempo en hacerlo, pero realmente me encantó el resultado. En serio lo amé
Dato curioso: la escena del monólogo de EunHa no fue algo que estaba planeado, más bien las disculpas de ella iba a ser de otra forma. Pero quise hacerlo así porque ya decía... ¡Rayos! 16 capítulos y todavía no tenemos un WonHa bien shido :c, así lo hice más bien como un regalo para todos :D
Y ahora a la eunja le está pasando algo rarito cuando ve a la soguon. ¿Por qué será? 7w7
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro