ㄴ Wingsㄱ
|| Capítulo nueve [09] | “Alas” ||
--¿Qué pasó?
--¿Está bien?
--¡Pero mira eso!
--¿Es brujería?
--¡Que alguien la ayude!
--¡Esto es obra de Dios!
--El conductor está lastimado.
--¡Que alguien llame a una ambulancia!
Parecía que estuviera despertando, de un sueño, quizás, o tal vez de un letargo.
Estaba desorientada totalmente, no sabía si quiera dónde me encontraba parada. Sólo tenía mi vista opacada por un extenso y monocromo blanco que no parecía llegar a ningún lugar.
Mis sentidos estaban desconcertados, parecía que estaba totalmente desconectada de mi realidad.
Un sentimiento de inseguridad y recelo me acobijó. No tenía ni razón ni consecuencia de lo que estaba ocurriendo. Estaba totalmente ajena a la perspectiva que siempre había vivido. Eso hacía que el pavor también hiciera insidias contra mí, y era algo que empeoraba mi opaca situación.
Sentía que ese espacio en blanco se iba desvaneciendo, mientras que sonidos ajenos llegaban a mis receptores auditivos.
Voces distorsionadas, o más parecidos a murmullos, comenzaban a escucharse; que, lentamente, fueron convirtiéndose en algarabías amorfas.
Cosas que no tenían ningún sentido para mí, o que bien sea por la desorientación y la incertidumbre que asedia la comprensión de mis alrededores.
Fluidamente se fue aclarando mi vista, tal cual como si la escama de la ignorancia estuviera cayendo de mis ojos.
La desorientación se fue desintegrando, ya una imagen podía llegar a mi cerebro del escenario donde estaba.
Parecía pavimento; una calle. Débilmente me percaté que estaba de rodillas en tierra, al igual que mis manos.
Parecía que estaba débil, falta de fuerzas. No sabía la razón de la pesadez de mi cuerpo, tal cual tuviera piedras en mis bolsillos, o algo parecido.
Parecía que estaba sola. La lucidez total de mi perímetro aún no había regresado por completo, pero sentía la escalofriante sensación de la soledad desoladora.
Grave equivocación.
Observé a mis alrededores con movimientos parsimoniosos, intentando aclarar mi vista. Y ahí fue cuando me fui a dar de cuenta, que lo mucho menos que estaba, era sola.
Atisbé una considerable multitud a todos mis alrededores. Unos con semblante de incredulidad. Otros de temor. Pero la gran mayoría, asombrados.
Seguían murmurando cosas sin sentido, y que yo no procesaba por el bullicio de todas sus voces juntas. Algunos incluso tomaban fotos; los flash de sus cámaras comenzaban a molestarme, considerando que acabo de despertar de dónde sea que estaba.
Pero a todas estas, que culmino de despertar totalmente y de aclarar mi visión, ¿qué hacen reunida tanta gente? ¿Qué es tan increíble como para posar la atención de muchos desconocidos? Pero más importante, ¿qué acaba de pasarme? ¿Por qué siento ésta sensación de pesadez? ¿Qué fue lo que ocurrió? Lo último que recuerdo fue que cruzaba corriendo la calle, escapando de SoWon, y de repente algo me detuv-
Espera, ¡¿estaba a punto de arroyarme un camión?! ¡¿P-pero qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Por dónde?! Pero lo más importante... ¡¿CÓMO ES QUE SIGO CON VIDA?!
Mi batalla mental por la asimilación se detuvo en seco al visualizar como un niño se acercaba a mí. Su madre parecía regañarlo para no acercarse, pero se veía emocionado.
--¿Eres una superheroína?
¿Qué decirles? Creo que está demás decirles cómo fue la cara de retrasada que puse.
--¿E-eh? ¿Qué estás diciendo?
Señaló atrás mío.
Realmente sentí un efímero temor de voltear, pero debía saber la razón de tanto alboroto.
Volteo mi mirada lentamente, y mi semblante se quedó más allá de lo estupefacto, superando incluso los límites de lo insólito que tenía trazado después de convivir con SoWon: al ver dos gloriosas y grandes alas deslumbrantes, blancas como nieve en invierno, análogo de grandes refacciones de luz; cubriéndome totalmente.
Y la dueña de esas esplendorosas alas, era SoWon.
Ella estaba detrás mío, con su cuerpo inclinándose al mío y con ambos brazos extendidos a sus laterales. Tenía sus ojos rígidamente cerrados, al igual que sus labios; con una concentración totalmente atípica a todo lo que había visto.
Y fue ahí cuando volví a mí, aunque mi atónito asombro no iba desaparecer fácilmente.
--¿S-SoWon? -Dije torpemente en lo bajo.
Y al parecer, al escuchar mi voz, ella salió de su propio letargo. Sus ojos se abrieron inmediatamente. Irguió su espalda y comenzó a mirar con suma extrañeza sus manos. Su gesticulación expresaba su mucha desorientación e incertidumbre de lo que sucedía.
--S-SoWon... ¿P-pero qué...? -Señalo sus majestuosas alas, e instituivamente acerco mis dedos con un lento recelo, para poder palpar con las yemas de mis dedos aquellos fabulosos objetos.
Y como si se tratase de una frágil y vítrea burbuja, aquellas alas se fueron desvaneciendo con un ritmo morigerado, hasta desaparecer totalmente.
Ambas nos quedamos viendo a los ojos con estupor, sin saber que carajos pasaba.
Doy un pequeño vistazo detrás de SoWon, y puedo ver algo que realmente me alarmó más: el capó, y toda la parte delantera del camión que anteriormente me había escandilado; totalmente destruidos.
Mis ojos se dilataron más. Ya entendía el porqué de todo el asombro, y de tanta expectación ajena. Ellos no podían ver a SoWon, aún lo sabía. Pero presenciar que toda la parte delantera de un imponente camión, totalmente destruido, tal como si hubiera chocado contra una pared, y lo único que hay delante de él es una chica que salió incólume de tal infame acto, creo que es incluso más ilógico e insólito que decir que una fantasma con unas misteriosas alas se haya interpuesto en el camino.
Definitivamente, algo totalmente normal.
Observo que el conductor sale luchando contra su cuerpo de la cabina. Cuando lo hace, me observa con lo atónito de las demás personas; pero la diferencia de éste, era que observaba como tenía sangre en su rostro, había salido con daños del accidente.
Pero su propio cojeo en su pierna izquierda, y el dolor que de seguro estaba sintiendo, no le impidió acercarse con recelo a mí y preguntar:
--¿Q-Qué acaba de ocurrir?
Propiamente, no tenía réplica alguna para la pregunta. Estaba perdida en una situación que se me escapaba de las manos. Más al sentir la fulminante presión de todos los demás presentes.
--Y-yo...
No soporté más la presión, y por instinto de supervivencia, comencé a correr lo más que pude lejos de la escena. Y detrás mío, venía SoWon.
Sabía que el Departamento quedaba un poco lejos de la zona, pero ya no podía pensar con claridad.
Sólo quería escapar de todo eso.
|| 자유 [JiU] ||
La dilatación exagerada de mis ojos y mi mandíbula en el suelo, expresaba lo tan impresionada que estaba.
Pero es que... ¡Wow! ¡Eso fue increíble!
«¡EUNBI! ¡CUIDADO!»
Escuché aquel grito desgarrador de una chica alta y rubia que venía persiguiendo aquella peli-corta, que se había quedado inerte en medio de la calle.
Ahora me pregunto por qué nadie prestó atención a semejante grito de aflicción de aquella rubia. O simplemente no se percataron en lo mínimo de ella...
Escucho después muchas voces. Personas se estaban reuniendo. Dirijo mi mirada a la muchedumbre, y observo que un gran camión se dirige en dirección de la peli-corta, y cómo ésta ni siquiera se inmutaba en lo más mínimo.
Dios, no. Acabo de revivir, no quiero ver más muertes.
¡Vamos, muévete! -Hago el intento de vociferar, pero me ignoró. Pero por una extraña razón, siento que sí me escuchó.
El camión no se detenía, sino que seguía su camino sin mero control del conductor. Lo único que hacía, era tocar el claxon. Aunque no puede hacer mucho, pues a esa velocidad y poca distancia entre cuerpo y máquina, sólo se podía esperar lo peor.
Observo correr a la anterior rubia, con una determinación que incluso quemaba. Seguía corriendo hasta que... Espera, ¿esas son alas? ¿Pero qué? Estaban comenzando a formarse unas magníficas alas en la espalda de la rubia, tal como la figura del Cementerio había formado el Dossier.
Lo siguiente fue un poco borroso. Sólo recuerdo que aquella abrigó con sus alas el pequeño cuerpo de la peli-corta, y en seguida hubo un fornido resplandor de luz, que cegó instantáneamente a todos los presentes, incluyéndome. Después se escuchó un golpe en seco de un metálico, con el desprendimiento del pavimento.
Cuando todo pasó, eternos segundos después, toda la escena estaba completada.
Definitivamente -me digo a mí misma con una sonrisa de lado-. Ella es a la que estoy buscando.
Chequeo su foto del Dossier, y en definitiva sí es ella.
La encontré.
Comencé a correr en la dirección que ambas se fueron, antes de que pierda su rastro. Si descubro dónde viven, mi trabajo se podrá tomar como satisfactorio. E incluso, en mi primer día.
|| Narrador omnisciente y omnipresente ||
Aunque, no sólo las personas presentes de la escena habían presenciado algo extraño.
En varios puntos diferentes, diferentes personas sintieron una perturbación extraña en su sistema...
--Unnie, el balanceo no me sale -exclamó una castaña, sentada con otras cuatro en una mesa de la inmensa Biblioteca.
--¿Usaste el tanteo o algebraico? -Respondió con paciencia una peli-negra.
--Usé ambos, y ninguno me sale -responde con un puchero, dejando a un lado el lápiz con frustración.
--Es que copiaste mal la fórmula -dijo al chequear su cuaderno-. No es "Fe + O¹ -> FeO³". El oxígeno no tiene valencia 1, nada más tiene valencia -2.
Bufó.
--Ash, mi mente no sirve para Química.
Rió.
--Ay, ven. Te escribiré la fórmula bien.
Tomó su cuaderno y comenzó a escribir, con total calma y apacible. Pero mientras seguía su mano moviéndose, sintió una perturbación en el centro de su ser. Detuvo su escritura en seco, y afincó tanto el lápiz que incluso partió la punta.
Su contemporánea, al notar su radical cambio en su semblante, preguntó, en seguida, preocupada:
--¿Amor? ¿Qué pasa?
--Rossie~, ¿sentiste eso? -Preguntó totalmente seria.
--Igual lo sentí, Choo~ -respondió una pelo-rosa, dejando a un lado el bolígrafo que traía.
--¿Sentir? -Preguntó la menor del grupo, igual de confundida y preocupada que la castaña-. ¿De qué hablan, chicas?
--¿Qué fue eso?
--No tengo idea, pero fue sumamente poderoso...
--¡Orden especial de Sushi para la mesa cinco!
--¡Orden especial de Sushi enseguida!
Aquel guapo chico de cabellera negra, risueño y educado, se fue acercando con una bandeja con platos de comida a la mesa anteriormente mencionada, de aquel restaurante del centro de la ciudad.
--Su pedido aquí está, madame -mencionó a la linda clienta que estaba sentada en dicha mesa.
--¡Oh, que bien! -Sonrió al guapo mesero.
Éste tomó un plato de la bandeja, pero al instante sintió una perturbación en todo su cuerpo, sintiendo un repentino mareo que hizo que el plato de vidrio se le cayera de las manos.
Pero se recompuso rápido, y con mayor velocidad de lo que el ojo podía procesar, tomó el plato antes de caer, lo sirvió en la mesa y sirvió la copa de vino tinto que también pidió. Todo esto, dejando atónita a la mortal chica que no supo en qué momento había echo todas esas cosas.
--¿P-pero qué? -Sus ojos se dilataron-. ¿Cómo hiciste eso?
Sonrió nervioso.
--Jeje, que disfrute de la comida -y se fue nervioso de allí, no si antes hacer una breve reverencia.
Otro mesero, que lo conocía más de lo que quisiera, se acercó a él al percatarse de lo que había pasado.
--Jack~, ¿qué dijimos sobre usar tu velocidad en el restaurante? -Le musitó cerca de su rostro.
Pero éste no le respondió. Aún estaba procesando lo que había sentido hace rato.
--¿Qué fue eso...?
'Cause I'm your home. Home, home, home.
En un concierto con miles de fanáticos que gritaban eufóricos, el grupo de trece miembros hacía el performance de su más reciente comeback.
Todo iba bien, como los profesionales que eran: la sincronización perfecta de todos los miembros, las notas altas de los vocalistas interpretadas a la perfección, y los rap fluidos y rápidos de los raperos, hacía de ese performance, con los demás ajustes de la ambientación, uno verdaderamente digno de presenciar.
El vocalista principal tomó el centro para liderar los pasos de la Instrumental electrónica. En el pasado ya lo había hecho, así que no habría ningún problema.
Pero en el instante que dio el paso firme al frente para proseguir con la coreografía, sintió una especie de daga que vibró en todo su cuerpo, haciendo que se doblara el tobillo.
Hizo una breve mueca de dolor. Ya sabía que sus compañeros y mitad de los asistentes, sin contar las cámaras, habían notado ese doloroso paso en falso que dió.
Pero sabía que estaba en público, no podía revolcarse de dolor; su ética profesional se lo impedía.
Así que de un ágil movimiento, cambió rápidamente su pie izquierdo con su derecho, evitando que su tobillo siguiera sintiendo el impacto.
Así logró salvar el performance, y siguió la coreografía como ya estaba arduamente ensayada.
Y quizás nadie lo había visto, ya que estaba en la última fila y sus doce compañeros lo habían tapado, pero uno de los principales bailarines había sentido lo mismo, haciendo que se equivocara en los pasos.
Con suerte logró remendarlo, y seguir con el show. Aunque aún quedó la duda en el aire.
¿Qué fue lo que pasó con aquellos dos veteranos bailarines...?
En el desolado auditorio de la Institución, se encontraba sentado frente al piano aquel gruñón de cabellera nívea, tocando las más armoniosas notas que podía proporcionar con aquel preciado instrumento.
Estaba sumergido en las dulces partituras, interpretando a la perfección aquella canción de Bethoven. Tanto así, que no se percató que su rubio favorito estaba sentado detrás de él, deleitándose con aquella hermosa canción.
En seguida, el peli-blanco siente una fuerte presión en su pecho, haciendo que tocara por inercia una tecla incorrecta, desafiando la al instante.
El rubio a sus espaldas frunció el ceño. En todos sus años de tocar la misma canción, nunca se había equivocado.
--¿Hyung? ¿Se encuentra bien?
Éste no le respondió. Sólo tenía un brazo rodeando su torso, mientras cerraba con fervor sus ojos.
--Ese poder... -mencionó con pesadez-. ¿Qué significa todo esto?
Un peli-negro estaba apoyado de una pared, con sus grandes audífonos en sus oídos, escuchando música con los ojos cerrados mientras seguía esperando a sus amigos.
Asentía repetidas veces al compás de la electrónica de «The Spectre»(*¹), disfrutando en demasía aquella joya en digital.
En seguida sintió un pequeño cosquilleo en su pecho. Extrañado, quitó sus audífonos de sus oídos y puso atención a su alrededor.
Cuando supo de quién se trataba, o por lo menos tenía una breve idea de eso, simplemente se limitó a sonreír.
En aquella cafetería tan concurrida por ambas, ambas peli-negras; una con su característico flequillo y la otra con su frente despejada, estaban tomando sus cotidianas malteadas; ella de fresa, ella de chocolate.
Estaban en una distancia considerablemente cerca de sus rostros. Más allá de los sorbidos de las pajillas de sus batidos, se encontraban en un agradable mutismo. Simplemente, se observaban a los ojos, mientras se sonreían mutuamente.
De un momento a otro, quitaron sus bocas de la pajilla, y con sus labios entrecerrados, comenzaron a acercarse lentamente hasta conectar sus labios.
Pero la de flequillo se separó bruscamente. Un fuerte dolor de cabeza interrumpió el momento, haciendo que la menor se preocupara.
--¿Unnie, está bien?
Dejó de hacer muecas de dolor cuanto escuchó su dulce voz.
--S-sí, maknae -sonrió.
--¿Estás segura? -Alzó una ceja.
--Yeah, claro. Fue solamente un repentino dolor de cabeza. Quizás estoy entrando en mis días.
--Ah, bueno... -dijo un poco más tranquila.
Pero sabía que eso no era normal, menos esa poderosa sensación que sintió. Y su pensamiento, fue el mismo que todos.
Ese poder.
Y todos, llegaron a la misma conclusión.
--Está comenzando.
ㄴ@CopyrightSunrise | 29/07/19ㄱ
Quizás estén en una batalla mental por querer saber quienes son éstas enigmáticas figuras, o también quizás tengan una idea de quienes son.
Sólo les diré que para los próximos dos capítulos se vienen respuestas. Quizás no a todas las preguntas, pero responderé a lo que es fundamental en la historia...
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(*¹): The Spectre ➡ Canción de Alan Walker.
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