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Me dejé ir, dejé que todas mis penas se fueran aún sabiendo que Hwasa y Jungkook se encontraban en la planta de abajo hablando, mi corazón se rompía nuevamente en pedazos al igual que mi alma mientras me hacia la idea de Jungkook con mi mejor amigo mientras los imaginaba a ambos besándose y susurrandosen cosas bonitas como toda una pareja feliz y aquello dolía más.
Escuché unos pasos pesados acercarse y miré hacia arriba mientras las lágrimas brotaban de mis ojos, Jungkook se encontraba mirándome en silenció y su mirada sólo expresaba una enorme culpabilidad y tristeza, se agachó y me tomó entré sus brazos mientras acariciaba mi cabello. Me aferré a el y a la esperanza de que funcionara, de que otra vez me amará.
—Dejá de llorar, por favor.—pidio casi en un susurro.—No me hagas sentir más culpable...no llores.
—D-duele.—dije mientras hipaba, mordí mi labio con fuerza hasta el punto de totearlo, el sabor metálico se instaló en mi boca y las lágrimas seguían descendiendo por mi rostro como una cascada hasta llegar a mi cuello y perderse entre mi camisa.
Me quedé llorando entre sus brazos por una larga hora hasta que decidí parar, el me besó tiernamente la coronilla de la cabeza y susurró un lo siento mientras se alejaba, me recosté nuevamente contra la puerta y miré hacia el techo. Oí la puerta principal de la casa cerrarse con fuerza y después escuché el motor del auto de Jungkook alejarse.
Sabía que mi mejor amigo estaba con Jungkook, lo sabía pero no quería aceptarlo porque prefiero vivir en una mentira que aceptar la cruda realidad, que aceptar que el ya no ama, me levanté del suelo y caminé hasta mi habitación, me desvesti por completo y me quedé mirandome en el espejo.
Me sentía feo y gordo y a lo mejor es por eso que Jungkook no me ama, miré mi rostro pálido, demacrado y con ojeras casi moradas debajo de mis ojos, mi cabello rubio se encontraba asqueroso, con orquilla y la raíz oscura asomándose por el tinte.
Mi celular sonó y lo tomé.
—¿Jimin?
—Dime, Jin.
—¿Quieres que nos veamos?
—¿Para qué?
—Para charlar, necesitó a mi mejor amigo.
Mordí mi labio inferior.
—Está bien, nos vemos en el lugar de siempre, Jin.
—Te quiero.
Colgué la llamada y me metí a bañar, dejándo que las gotas de agua descendieron por todo mi cuerpo, heche mi cabeza hacía atrás y suspiré mientras tomaba el jabón y empezaba a enjabonar mi cuerpo.
Cerré mis ojos con fuerza e imaginé a Jungkook besando mi cuello, acariciando mi cuerpo mientras me susurraba sus "te amo" que probablemente no volvería a oír, sus manos acariciaban mis muslos y mis pezones, llevé dos de mis dedos a mi boca y empecé a chuparlos mientras sentía la emoción recorrer mi cuerpo.
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