ᴄʜᴀᴘ. ᴇʟᴇᴠᴇɴ " ᴇsᴄᴀɴᴇᴏ́ sᴜ ᴘʟᴀᴄᴀ."

ℭ𝔞𝔰𝔰𝔦𝔞 𝔰𝔢 𝔥𝔞𝔟í𝔞 𝔠𝔢𝔯𝔯𝔞𝔡𝔬 𝔞𝔩 𝔯𝔢𝔰𝔱𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔬𝔰 𝔥é𝔯𝔬𝔢𝔰. Había comenzado a hundirse en el trabajo y comenzaba a mostrarse a todos los demás. Sabían que todo había sido difícil y que había cosas que les preocupaban. Todos sabían que tenía que tomar decisiones por sí misma y por los demás para que todo sucediera sin problemas, pero no sabía qué hacer. No sabía qué pasaba a su alrededor y sentía como si estuviera comenzando a derretirse. Sentía como si todo estuviera empeorando y sabía que tenía que hacer algo. Tenía que proteger a todos los que amaba y por quienes amaba, y no iba a ser fácil. Nada de eso iba a ser fácil.

La mujer dejó escapar un profundo suspiro mientras miraba alrededor de su apartamento y sacudía la cabeza. Sabía que había mucho trabajo por hacer, pero quería terminar lo que había comenzado. Quería terminar todo lo que había hecho con el artefacto alienígena, pero tenía que ser capaz de averiguar dónde estaba. Cassia sabía que iba a tener que ir en contra de lo que Nick Fury le había dicho, pero no le importaba. No le importaba lo que le iba a pasar, porque no podía haber sido peor que lo que le iba a pasar cuando el número en su brazo bajara.

Ella se estiró y envolvió su cabello en un moño desordenado mientras miraba todas las notas que tenía y apretó los labios. Había cosas que necesitaba averiguar sobre el artefacto alienígena, y no podía hacer eso cuando no tenía ni la más remota idea de lo que estaba pasando. Agarró su diario y comenzó a abrirse paso por el apartamento antes de abrirse paso por la puerta principal y comenzar a abrirse paso por los pasillos.

Era tarde esa noche y sabía que todos los demás iban a estar profundamente dormidos, ninguno de ellos despierto, ya que ella iba a seguir con su investigación. Pero sabía que no podía ser descuidada con lo que sucedía a su alrededor porque sabía que había cosas que tenía que hacer. Al principio, quería encontrar una manera de asegurarse de que todas sus vidas fueran diferentes de lo que habían sido antes de que la maldijeran, pero eso cambió. Ella quería asegurarse de que todos tuvieran una vida mejor, pero había cosas que tenía que hacer para asegurarse de que el artefacto no dañaría a ninguno de ellos como a ella.

Ella miró por encima del hombro mientras se dirigía al área cerrada donde S.H.I.E.L.D guardaba todas sus armas más peligrosas y posibles armas. Cassia sacó su placa y la escaneó, y cuando la puerta se abrió, se apresuró a entrar. Sus ojos recorrieron todas las cajas grandes en el área de almacenamiento y recorrió todas las cajas antes de encontrar lo que estaba buscando. Su mano pasó por encima de la caja con el artefacto alienígena y apretó la mandíbula durante unos segundos antes de agarrar la caja y cargarla en un carro, empujándola fuera de la sala de almacenamiento.

No le tomó mucho tiempo empujar el carrito a través de las instalaciones antes de llegar a su laboratorio. Abrió la puerta y empujó la caja en el laboratorio y una vez dentro, descargó la caja y la colocó sobre el mostrador. Se quedó mirando el artefacto alienígena que la había maldecido y deseó no tener que hacer lo que iba a hacer. No quería tener que lidiar con el artefacto y deseaba que hubiera habido una mejor manera de ayudarse a sí misma: ayudar a todos los que amaba y por quienes se preocupaba.

Pero sabía que iba a tener que hacer todo lo posible para asegurarse de que los demás estuvieran a salvo. Lo que estaba haciendo ya no se trataba de sí misma, se trataba de todos aquellos a quienes amaba y por quienes se preocupaban. Quería asegurarse de que iban a estar a salvo y quería asegurarse de que iban a tener la mejor vida posible. No importaba lo que le sucediera al final, solo importaba lo que hiciera antes de que su vida terminara. Quería que su legado con los Vengadores fuera bueno, quería que pudieran vivir.

Quería que supieran que lo que les había pasado era puro amor y nada más. Incluso si no podía evitar que fueran arrojados a una guerra en la que tendrían que luchar, una vez más, pero era suficiente para mantenerlos con vida. Era suficiente para evitar que tuvieran que luchar contra un artefacto que no entendían.

Cassia iba a ayudarlos, incluso si era lo último que iba a hacer.