¿Sabes cuando te despiertas sobresaltado en el medio de la noche, tal vez soñando que estabas cayendo de un lugar alto? Algo así le sucedió a Alice aquella madrugada.

Ella, acostumbrada a la soledad, aún le costaba procesar que tendría que fingir ser la pareja sentimental de uno de los idols solteros más cotizados, no solo en Corea sino que a nivel internacional, pero lo haría, se sentía en deuda con el rapero de ojos felinos, después de todo, sino fuera por la complicidad y la ayuda que éste le había brindado en su momento, todos en la empresa se hubieran enterado que ella, en realidad, había sido la novia de Kim Seokjin desde mucho tiempo antes de comenzar a trabajar para Hybe.

Y es que ellos se habían conocido cuando el mayor de la banda había vivido en Australia durante su adolescencia. Ella, hija de un hombre coreano y una mujer estadounidense, había sido la estudiante cuya familia había asumido la responsabilidad de albergar al muchacho durante el período de seis meses en los cuales sus padres le habían pagado el viaje para que éste fuera a estudiar el idioma inglés en aquel país.

Y es que, a pesar de que Seokjin había vuelto a Corea sin apenas haber aprendido un poco de aquel idioma, y sin tomar en cuenta su sin igual timidez, había logrado congeniar con Alice, al punto de haber sido el primer amor de ambos y tambien el primer beso.

Por eso, la sorpresa tanto de Alice como del propio Seokjin fue mayúscula cuando descubrieron que, no solo era que ella había logrado entrar a trabajar como traductora de aquel sello discográfico, sino que además tendría la responsabilidad de trabajar en forma casi exclusiva con los dos miembros mayores del grupo.

Por ese tiempo, Seokjin y Yoongi eran compañeros de cuarto, y fue allí cuando el rapero se enteró de la historia, puesto que no era normal ver a Seokjin actuar de forma arisca con nadie de su personal como si lo hacía con ella, así que el joven de Daegu confrontó a su hermano mayor y fue en ese momento que éste le confesó que su forma de actuar se debía a que se estaba sintiendo presionado a interactuar con alguien que en su pasado había sido tan importante para él y que, por motivos contractuales, no podía siquiera soñar con la posibilidad de retomar con aquella relación, sino querían ser despedidos ninguno de los dos.

Fue entonces que, gracias a la ayuda —impensada, por cierto, tomando en cuenta la personalidad del rapero— que los jovenes habían logrado sobreponerse a las dificultades y tener una relación sentimental durante varios años y que había terminado puesto que Seokjin no quería que la traductora esperara por él mientras que hacía su servicio militar, así que decidió que lo más sensato era dejarla en libertad para que ella pudiera tener una relación con alguien con la que no tuviera que andar ocultándose.

Fue así que Alice, un par de años después, se encontraba en esa situación, despertándose toda desorientada, sin saber donde estaba... 

Y eso no sería lo más irreal que le sucedería...

Pues ella, después de caminar hacia el baño y tras lavarse el rostro, miro su reflejo en el espejo y se encontró con una imagen irreconocible, que la hizo darse varios pellizcos para cerciorarse que era verdad: Alice Park estaba en el cuerpo de otra muchacha que no conocía de ninguna parte.

Su primera reacción natural ante semejante evento, además de los pellizcos y las cachetadas para cerciorarse que no estaba soñando fue proferir un grito que seguro se había escuchado hasta la frontera norte del país.

—¿Qué es esto? —musitó alterada para si misma— ¿Me drogaron? ¿Me volví loca? ¿Me hicieron una cirugía de cambio de rostro? ¡¿Que demonios está pasando?!

Salió de áquel baño y fue entonces que reparó en donde estaba: en un pequeño departamento de un ambiente, rodeada de afiches  y merch de los chicos, con especial enfasis en Yoongi.

—¿Qué es todo esto? —se dijo antes de comenzar a hurgar entre las cosas.

Una copa de vino a medio terminar, una identificación de una clínica, una laptop encendida con la cuenta de Weverse abierta y un teléfono celular bloqueado con la fecha de nacimiento de Yoongi fue suficiente para que Alice se diera cuenta de quién era la persona dueña del cuerpo donde ahora estaba: su alma había llegado a parar al cuerpo de Kim Jina, una chica de veinticinco años, psicologa infantil y que era la usuaria en Weverse conocida como Butterfly Effect y que era la persona por la que iba a hacerse pasar por la novia de Min Yoongi.

—¿Dios, pero que pasó aquí? —se decía la traductora mientras caminaba en círculos por el pequeño pasillo de áquel departamento— ¿será que ambas morimos e intercambiamos de cuerpos? y si es así...

Se apresuró a tomar el teléfono celular de la fanática de su amigo, probablemente Yoongi la iba a tomar por loca y le iba a colgar la llamada sin ninguna contemplación pero debía intentar ponerlo sobreaviso, con suerte el alma de aquella mujer se encontraba en su cuerpo.

Y en efecto, así era. 

Pero, como si el destino tenía que dar otro giro inesperado, o como si el cuerpo que estaba poseyendo tuviera vida propia y se estaba oponiendo a que se supiera la verdad, al momento  que comenzó a marcar el número de teléfono del rapero, y sin que ella pudiera hacer algo para  evitarlo, terminó arrojando el aparato lejos de ella, ante su mirada estupefacta y llena de terror, ¿se quedaría en esa situación para siempre?, ¿qué iba a pasar con Yoongi? y, lo más importante, ¿qué iba a pasar con el alma de aquella chica que había invadido su cuerpo sí, visto lo visto, no podían hacer algo para tratar de revertir aquella imposible situación?

¿Tendrían acaso que esperar a que el aleteo de una mariposa volviera a poner las cosas en su lugar?