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Joaquín salió hacia la arena para toparse con todo tipo de gritos y elógios, hasta uno que otro pirópo de las chicas.
A pesar de ya haber recibido otras veces un cariño así se sentia tan bien ser tan amado.
Aún puede recordar que desde pequeño su padre tambien fue querudo de esa manera, el ser un héroe lo había convertido en alguien tan importante ¿Y cómo no? Alguien que había ayudado a la gente tanto como lo hizo él se lo merecía, así que Joaquín decidió que él tambien sería un héroe tan grande como su padre.
Y ahora todo su esfuerzo había sido recompensado, pues no solo era el hombre preferido de el pueblo sino tambien un héroe condecorado.
-¡Joaquín!- Gritaba la gente desde su acientos completamente emocionada, Joaquín les lanzó algunas sonrisas egocéntricas, que al parecer tenían un gran efecto sobre la gente.
-Dicen que Joaquín va de lugar en lugar, salvandonos de bandidos.- Dijo un hombre desde las gradas.
Después de eso, Joaquín chifló para llamar a Plata, su gran caballo blanco y empezó a hacer todo tipo de malabares en él.
Todo el mundo comenzaba a emocionarse, hasta Manolo lanzaba algunas sonrisas enamoradas desde su lugar, excepto Carlos, él ya estaba arto de Joaquín. Desde que "Los Mondragón" llegaron a su vida empezaron los problemas.
Todo comenzó con el capitán Mondragón, al conocerlo creyó que podían ser buenos amigos hasta que casi le arrebata a Carmen, ahora el hijo de aquel hombre llegó a arrebatarle a el suyo.
Ya había soportado demaciado, no lo permitiría. Ningún Mondragón arruinaría su vida.
Un simple payaso que se cree héroe no va a arruinar la vida de su hijo.
Pero mientras él mas lo odiaba, el pueblo lo quería mas y su hijo más lo amaba.
Finalmente, Joaquín dió una espectacular marometa para llegar a una zona de las gradas exclusiva donde se encontraba el general Posada, padre de María y encargado de entrenar a los "soldados" de el pueblo. De hecho, fue el que entreno a Joaquín.
-Buenas tardes mi general.- Dijo Joaquín quitandose el sombrero en señal de respeto.- Que impresionante bigote tiene.
Finalmente se sentó y todo quedó en silencio, pues los pasos de unos tacones se hicieron sonar. Toda la gente quedó sorprendida al ver en que se había convertido María.
Si, después de 10 años, María Posada había regresado y ya no era la misma niña de hace años, ahora era toda una mujer, y una muy bella.
Las personas de las gradas pudieron apreciar algo de la belleza de aquella mujer y los comentarios no se hicieron esperar.
-La joya de el pueblo a regresado.- Dijo un soldado.
-Y nos va a ayudar en el orfanato.- Comentó una monja.
-Y dicen que lee libros, solo por diversión.- Dijo una chica algo extrañada.
Finalmente llegó a parte donde Joaquín y el eneral Posada, Joaquín no pudo verla bien por el abanico que tenía pero si podía ver que se había vuelto muy hermosa.
-Señorita Posada...
Y finalmente mostró su rostro.
Joaquín había quedado algo en shock, sabía que María podía ser bella y eso, pero no creyó que tanto.
-Hola Joaquín.- Susurro María.- Me da mucho gusto verte.
Y el pueblo explotó en aplausos al ver toda la belleza de María completa, tanto era el cambio que hasta un Dios se sorprendería al verla.
-¡Y es tan natural!
Sip, demaciada belleza por ahora.
Ahora si, después de tantas sorpresas y de una gran espera, la corrida ya daría inicio.
Acompañado de los Rodríguez, salió Manolo a el centro de la arena, muy firme y seguro. Joaquín rió un poco desde su lugar, pues resulta que él fue quien lo ayudó con la entrada, se sentía como un maestro orgulloso de su aprendíz.
La gente nuevamente se emocionó al ver a Manolo. Algo curioso es que ninguna persona de el pueblo sabía de el hecho de que Manolo no quisiera torear, así que ellos se esperaban muchas cosas de ese joven.
-¡Y dicen que Manolo podría ser el Sánchez más grande de la historia!.- Grito sumamente emocionado un hombre.
Para ese momento, Manolo ya estaba en el centro de toda la plaza, listo para iniciar.
-Quisiera dedicarle esta corrida a los recien llegados...
Joaquín se sintió tan felíz por la dedicación de Manolo pero María no, no le gustaban las corridas de toros y que le dediquen una era realmente desagradable.
-E-Especialmente a Joaquín Mondra-
No pudo terminar porque el toro salió, un enorme toro, salvaje y muy enojado llamado Asesino quien podía facilmente ser lo que su nombre dice.
Algunos se espantaron al ver tal semejante bestia, especialmente los hermanos Rodríguez quienes aún estaban en la arena.
-¡Ah, ese toro si pega duro!.- Dijo Pepe asustado.
-¡¡¡Sobre todo en la cara!!!.- Dijo Poncho casi muriendose.
Corrieron tan rápido como sus pies pudieron hacía una valla de madera que se encontraba cerca y, aún así, no se sentían seguros.
-¡Venga toro, que venga!.- Le gritó Manolo a aquel toro y este lo miró con enojo. Se miraron a los ojos, decididos a que ninguno perdería este día.
-¡Venga!.- Gritó finalmente Manolo de nuevo y el toro se abalanzó ferozmente hacía él pero Manolo lo esquivó.
La gente comenzaba a emocionarse, se levantaban de sus acientos para saltar, aplaudir, lanzarle rosas o sinplemente gritarle a el joven torero. Uno de los más emocinados era Joaquín, su novio definitivamente tenía un gran talento con aquel toro.
Joaquín volteó a ver con disimulo a María, ella no estaba ni un poco emocionada aunque si se miraba algo sorprendida. Por alguna razón, esto calmaba un poco a Joaquín...hasta que María sonrió.
Manolo tomó una de las rosas que le lanzaron y la alzó en el aire para dedicarsela a Joaquín, claro que todos pensaron que era para María incluso el mismo Joaquín y, afortunada o desafortunadamente, Manolo se dió cuenta.
En ese momento, Joaquín experimentó un sentimiento que no creyó sentir alguna vez con Manolo...celos.
Mientras que Manolo seguía con la rosa levantada, el toro se recuperó y volvió para atacar a el torero.
-¡Manolo!.- Gritó María preocupada, este solo sonrió y antes de que aquel toro pudiera herirlo dió un gran salto hacía atras y lo esquivó, terminó de rodillas a el piso y con sus dientes tomó la rosa que anteriormente tenía.
A este punto todos estaban completamente facinados por aquella corrida, hasta el General Posada se movía emocionado desde su lugar.
El toro volvió a atacar y Manolo lo evitaba mientras lo movía de un lado a otro, el lugar se llenó de polvo pero con su muleta logró quitar la tierra que había.
Grande fue la sorpresa de todos cuando un nombre grabado en la tierra apareció.
El pueblo pensaba que solo era una muestra de amistad, pero Manolo y Joaquín sabían que no era así. A pesar de ser un momento algo breve tambien fue muy romántico, los pequeños celos de Joaquín habían desaparecido y se habían convertido en total confianza hacía Manolo. Ahora sabía que nunca volvería a sentirse celoso.
Por cierto, al parecer Joaquín olvidó que tenía a María de lado. La chica los analizó por un momento ¿De qué se habrá perdido en estos 10 años?
Después de aquel acto de Manolo, comenzaron los gritos y las ovaciones de la gente felicitando a Manolo, este saludaba y agradecía a todos mientras se acercaba a su padre quien lo esperaba con estoque en mano.
Manolo es detuvo frente su padre, preocupado y melancólico mientras este lo miraba inseguro.
-Por favor hijo.- Dijo Carlos suplicante.- Por mi, por nuestra familia. Se un Sánchez.
Manolo tomó el estoque y se puso en pose, apuntando a el toro, decidido a acabar con él.
Pero...
Al mirar el reflejo de aquella espada pudo mirar la mirada de María, aquella mirada de espanto y preocupación, eso lo hizo reflexionar ¿Qué estaba haciendo? ¡Casi daña a un pobre toro! Finalmente clavó el estoque en el suelo.
-¡Matar a el toro está mal!
El toro corrió hacía Manolo pero Manolo no lo detuvo causando que chocara contra la valla de madera que dividía la plaza haciendo que los acientos se tambalearan.
Carlos agachó la cabeza fastidiado mientras abuela Anita decía: Te dije que no lo haría.
Todos quedaron sorprendidos y decepcionados, tanto alboroto y emoción para nada. Empezaron a abuchear a Manolo y lanzar cosas hacía él.
Los únicos orgullosos por Manolo eran María y Joaquín, quienes aplaudían felices por él, hasta Joaquín le daba uno que otro chifido.
Pero Manolo no les prestaba atención, intentaba calmar a la multitud enfurecida que había creado.
-¡Oigan! ¡No tenemos que matar a el toro!.- A este punto Manolo estaba desesperado.
Volteó hacía donde estaban Joaquín y María, esta última siendo sacada a la fuerza por su padre mientras Joaquín seguía aplaudiendo. Había cumplido su promesa, apoyar a Manolo elija lo que elija.
Manolo rió bobamente mientras miraba a Joaquín, el rostro de su novio es lo último que recuerda antes de ser golpeado y finalmente noqueado.
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Hola gente ¿Me extrañaron? Yo se que no.
¿Adivinen quién tiene ansiedad, depresión y está en época de examenes? Esta nena.
La verdad no he estado muy bien pero ya estoy mejor mentalmente así que volví para actualizar esta linda historia.
Estos dos capítulos como notaran, son basados muchisimo en la película (siento que copié y pegué) pero la historia lo necesita. A partir de este punto la historia ya cambiará y las cosas serán diferentes en muchos aspectos así que vayan preparandose.
Les recuerdo que tanto como los gifs e imágenes no me pertenecen. Si quieren conocer el autor de alguna solo digame y les paso la cuenta de el creador :3
Sin más ¡Gracias por leer!
Nos vemos luego.
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