26 Empáticos Complacedores
"No complazco a estas víboras
vestidas con ropa de empáticos"
Una segunda oportunidad. Eso era lo único que quería. Y tal parecía que lo había obtenido.
JiMin no dejó de mensajearlo desde aquel día y demostraba que estaba tan entusiasmado como él. Platicaron sobre muchas cosas, pero no de las importantes, eso lo dejarían para el día que salieran en persona.
Y ese día llegó después de unos cuantos.
Le dijo que iría por él a su casa, pero TaeHyung no había regresado a vivir con sus padres de nuevo. Después de su estadía en Estados Unidos descubrió que le gustaba la independencia. Disfrutó mucho de poder hacer lo que quisiera en el momento que se le antojara. Y ahora tenía las mismas ganas de hacerlo. No quería continuar viviendo bajo las reglas de sus padres, aunque no fuesen estrictas. Por eso trabajó un tiempo en Estados Unidos y ahora había conseguido un empleo en una editorial como lector y quien daría el visto bueno a los trabajos que quisieran publicar.
El trabajo de sus sueños sin duda, aunque el siguiente paso era escribir su tan ansiada recopilación de la poesía que ha estado creando durante varios años. Mucha de esa inspiración llegó después de admitir para sí mismo que YoonGi le gustaba y ahora tenía ganas de contarle al mundo su sentir. No importaba mucho que su musa no leyera lo que hizo.
Por ahora le daría prioridad a JiMin y hará las cosas bien.
Después de las tres, él lo recogió en el edifico donde estaba su cómodo y acogedor departamento. Le sorprendió ver el coche en el que venía. No era para nada decente y era un tanto llamativo pese a que era de color dorado.
— ¿Es un BMW? —preguntó TaeHyung mirando el acogedor interior del auto.
—Sí—confesó con timidez—Fue un regalo... muy extravagante de mi suegro.
—Esto es más que extravagante—se rio un poco— ¿Pues qué clase de suegro tienes? —lo miró sorprendido.
—Uno que es único en su clase—sonrió con misterio y arrancó.
TaeHyung comenzaba crearse ideas en su cabeza que eran demasiado obvias. Evidentemente los padres de JungKook tenían dinero, la cuestión era ¿cuánto? Hasta este momento no sabía muchos detalles de su vida, sólo que estudió medicina y que ahora trabaja como médico cirujano especializado en cardiología. Eso no lo hubiese imaginado, pero realmente no le sorprendía. Tuvo que aprender que no debe juzgar a las personas sólo por su apariencia.
Pensó que irían a otro lugar, pero primeramente se estacionaron frente a otro edificio pequeño que estaba en una zona estudiantil. De ahí salió una joven hermosa de cabello largo y negro, que mostraba una sonrisa emocionada y que agitaba su mano en el aire.
TaeHyung se sintió confundido, sobre todo cuando vio cómo JiMin salía para abrazarla y luego y para abrirle la puerta del asiento trasero.
—Hola. Tú debes ser TaeHyung—habló efusivamente—Soy Sofía Carson, es un gusto conocerte.
—El gusto es mío—respondió con una pequeña sonrisa.
—Llegó de intercambio el mismo año que tú te fuiste—informó JiMin—Desde entonces somos amigos.
Sofía sonrió y se pasó al asiento detrás del piloto para abrazar a JiMin con mucho cariño.
—Así es—respondió ella—Somos almas gemelas.
Aquello causó una expresión entre asombro y desilusión en TaeHyung que se obligó a disimular rápidamente. Ese término de "soulmates" era algo muy de él y de JiMin. Enterarse que lo usaba con alguien más no era algo que fuese fácil de manejar. Aunque entendía el hecho de que en su momento lo traicionó y que no está en la posición de reclamarle absolutamente nada.
— ¿Y a dónde iremos? —preguntó TaeHyung para desviar el tema.
— ¡JiMin va a probarse su traje de novio! —expresó Sofía muy emocionada.
—Oh, ¿de verdad? —preguntó con una sonrisa.
—Sí—asintió y miró a JiMin en complicidad—También me probarán mi vestido.
— ¿Tu vestido? —preguntó y la miró por encima del hombro.
—¡Sí! —chilló emocionada—Mi vestido de dama de honor.
—Oh, ya veo—asintió.
Después de eso llevó toda su atención a la ventana y de vez en cuando participaba en la conversación que JiMin tenía con Sofía. De pronto sintió que no encajaba y que ella sabía mucho más de su amigo que él. Se siente como un cero a la izquierda y no le gusta para nada la sensación.
Le afectaba el hecho de que Sofía fuese su dama de honor y que a él no le ha pedido ser su padrino. No estaría en la posición de exigir, además puede que todo sea muy repentino, pero aun así no puede evitar sentirse de ese modo.
Cuando llegaron al lugar se bajó en completo silencio y sólo observó. Aunque de pronto la emoción volvió a invadirle cuando JiMin salió para modelar su traje de novio. Se veía hermoso y lo entallaba perfectamente; era un conjunto blanco con toques dorados. El saco sólo le llegaba a la cintura y debajo lucía una camisa blanca que se pegaba perfectamente a su cuerpo escultural. El pantalón también le quedaba muy bien, aunque largo de abajo. Cualquiera que lo viera podría quedar completamente enamorado de él.
TaeHyung se sintió orgulloso de verlo así; tan feliz y hermoso. Había un brillo muy particular que resaltaba que no sabría explicar de dónde venía, pero sin duda lucía radiante.
—Será el novio más hermoso—expresó Sofía con un suspiro.
—Lo sé—asintió TaeHyung mientras veía a JiMin marcharse hacia el cambiador.
—Vendrás a la boda, ¿cierto? —preguntó y lo miró.
—Oh, pues...él no me ha invitado—respondió con timidez y cierta desilusión.
—Pero no hace falta que lo haga—rio un poco—Eres su mejor amigo... oh, es mi turno de probarme el vestido. Ya vuelvo—le sonrió y después se alejó.
Pero si antes TaeHyung se sentía fuera de lugar ahora estaba peor. Pensó que quizá, al llegar aquí, JiMin le pediría que fuese su padrino para su boda, pero ahora tal parecía que eso no sucedería. Tal vez sólo era su mente jugándole en contra, pero no pudo luchar contra eso. Además todavía traía encima el rechazo rotundo de YoonGi en su interior, así que ha estado muy vulnerable estos días.
Ya se inventará algo después, simplemente salió del lugar y caminó en dirección contraria a la que llegó. Pensó que sería bueno tomar un café con leche o sólo ir a un lugar solitario para pasar el rato. Sí, parecía un buen plan, pero jamás se imaginó que una mano lo detendría del brazo y que aquella perteneciera a JiMin.
— ¿Por qué te fuiste? —le preguntó con una expresión preocupada—Te grité, pero no me escuchaste. ¿Qué pasa?
Ahora se sentía patético. El rubio estaba ahí tratando de detenerlo en medio de su drama mental. Pensó que quizá podría inventarse una excusa e irse, o que podía inventarse otra para justificar por qué salió tan repentinamente. Pero por alguna razón sentía la necesidad de decirlo todo.
Y que no quedara nada.
—Vas a casarte... estoy muy feliz por ti—sonrió débilmente—Pero siento que... —no terminó la frase y bajó la vista.
Si había alguien que lo conocía perfectamente, ese era JiMin. Y porque lo conocía fue que lo abrazó con fuerza y acarició su espalda. Pese a todo era su mejor amigo porque aún lo veía como tal y sabía que eso nunca cambiaría. Sofía era una gran amiga y se había ganado su lugar. Ambos eran importantes para él... ambos debían estar con él en su boda.
—Eres un poco un tonto—se burló y lo tomó de las mejillas—Tienes que volver, porque vas a probarte tu traje de padrino.
— ¿Qué? —abrió los ojos en grande.
—Lo que escuchaste—sonrió emocionado—Yo mismo lo escogí para ti y sé que te va a encantar.
—Pero... yo creí que...
— ¿Qué? —lo interrumpió—¿Qué no te lo iba a pedir? Definitivamente eres un tonto.
—Lo soy—sonrió con timidez.
— ¡Vamos! —lo tomó de la mano—El traje es precioso y te va a encantar.
Y no mentía.
El traje era hermoso, pero TaeHyung lo hacía lucir espectacular; usaba un pantalón de pinza de color amarillo que iba acompañado de un saco del mismo color y que le llegaba casi a los muslos. Iba completamente abotonado y tenía un adorno en el torso del lado derecho. Sin duda él estaba hecho para lucirlo.
TaeHyung se miró al espejo y se sintió muy bien con lo que veía, sobre todo porque JiMin estaba a un costado dando el visto bueno. De pronto ambos recordaron que esto era justo como lo habían soñado en el algún momento. Tenían ese plan de casarse y de asistir a la boda del otro para acompañarse y tomarse muchas fotos. Para dentro de poco estarán cumpliendo esa meta tan preciada.
Esperaron un poco más a que Sofía saliera. Cuando apareció ambos la miraron asombrados y aplaudieron el buen resultado. JiMin también había escogido su vestido y no se equivocó cuando lo hizo. Era perfecto para ella, sobre todo porque el amarillo le iba muy bien.
Su vestido era del mismo color que el traje de TaeHyung. Igual con destellos dorados que incluso la hacían resaltar mucho más. El escote era discreto, sólo dejaba al descubierto sus hombros y parte de sus clavículas. El largo caía desde su cintura hacia el suelo y tenía un poco de vuelo al girar.
JiMin juntó a sus amigos y les tomó una foto que guardaría para la posterioridad. Después los observó y asintió completamente satisfecho del resultado. Se veían increíblemente bien y lo mejor es que estarían ambos a un costado de él cuando diga que "sí" a vivir toda su vida a lado de Jeon JungKook, el gran amor de su vida.
— ¿Te gustó tu traje, Tae? —preguntó JiMin al tiempo que se colgaba del brazo del aludido.
—Me encantó—sonrió y se puso un poco tímido—Gracias por esto... lo digo enserio. Para mí es un honor estar en tu boda y ser tu padrino... yo creí que quizá no querrías que fuera.
—No vuelvas a tener ese tipo de pensamientos, ¿de acuerdo? —lo señaló con un dedo y luego agregó—Olvidemos todo lo que pasó y continuemos como si no hubiese sucedido.
—Gracias—sonrió—Al menos tú sí me perdonaste.
JiMin lo miró con un poco de confusión, porque no pasó desapercibido su gesto melancólico y mucho menos que algo había detrás de todo eso. Había muchas cosas que debían contarse y necesitaban tiempo para hacerlo. Hoy era ese día, pero era algo sólo de ellos dos, así que tuvo que decirle a Sofía que la llevaría a casa y que saldría con TaeHyung para poder conversar. Ella lo entendió, de hecho, también estaba ansiosa de que ellos hablaran y terminaran por arreglar los asuntos del pasado. Después quería saber todo con lujo de detalles.
La dejaron en su edificio y después ellos fueron al único lugar que siempre les hizo bien y que, prácticamente, definió su futuro, no sólo como amigos, también en ámbitos románticos, aunque sólo a uno de ellos dos le había ido bien en eso.
Se sentaron en la misma mesa y pidieron lo mismo de siempre. Aquella chica que siempre los atendía cada vez que iban ya no estaba, pero ahora había alguien más que les mostró una sonrisa amable.
—Ahora sí—habló JiMin y bebió un poco de su café con leche—Quiero que me cuentes todo. ¿Qué hiciste en Yale? ¿Saliste con alguien o saliste con muchos? ¿Te alcoholizaste? ¿Te drogaste? Espero que esto último no, Kim TaeHyung, porque te voy a...
—Sólo me alcoholicé, tranquilo—rio un poco—Y la verdad...—sonrió pícaro—Sí follé con varios. Había una fraternidad que tenía unos gringos tan guapos que estaba de no creerse.
— ¿Y qué tal? —sonrió igual con picardía.
—Uff, saben cómo hacerlo. No puedo quejarme...
Pero... sí había un pero, y no pudo evitar que su rostro lo reflejara; sus ojos se apagaron de pronto y desvió la vista hacia su vaso de café con leche. De pronto llegaron los recuerdos; esa primera vez que vio a YoonGi y que se sintió intimidado por su mirada felina. O las varias veces que vinieron aquí para charlar y para pasar el rato. O cuando descubrió que era él quien pagaba sus cuentas. Cada detalle estaba grabado en su mente y jamás podrá olvidar absolutamente nada.
Su aura melancólica no pasó desapercibida para JiMin quien por un momento pensó que sería correcto dejarlo hablar por su cuenta, pero después se dio cuenta de que no lo haría.
— ¿Qué pasa? —preguntó y puso su mano sobre la contraria.
—Pasan muchas cosas—respondió aún con la mirada hacia abajo.
—¿Qué clase de cosas? —insistió—¿Acaso alguien te rompió el corazón en Yale? —inquirió.
Era curioso que tenía el corazón roto, pero no se sentía con el derecho de sentirse así. Fuese culpa, fuese arrepentimiento, no podía evitarlo y su mente sólo pensaba y pensaba en lo que pudo haber sido si no hubiese hecho las cosas mal.
—Yo rompí un corazón—confesó—A YoonGi... yo... yo lo traté muy mal y... ahora estoy seguro de que no quiere saber nada de mí.
JiMin supo un poco de lo que sucedió entre YoonGi y TaeHyung gracias a que JungKook era un poco indiscreto. Pero no sabía de la boca de su mejor amigo sobre lo que había sucedido exactamente. Que confiese haber sido el culpable de aquello era un gran paso y debía reconocer que estaba bastante sorprendido. También se alegraba, porque entonces podía validar su cambio radical.
Antes se hubiera puesto a la defensiva y jamás se hubiese atrevido a aceptar sus errores, mucho menos hubiese pedido perdón, pero ahora rogaba por una segunda oportunidad, no sólo a él, también a YoonGi.
—No digas eso—le animó—Ni siquiera lo has visto...
—Me encontré con él hace poco—lo interrumpió y lo miró—Dijo que tenía mucho trabajo y luego se fue. Era evidente que no quería hablar conmigo.
—Bueno, la vida de un médico no es nada fácil. Seguramente era verdad que tenía mucho trabajo—respondió y le dedicó una sonrisa consoladora.
— ¿Cómo? —lo miró sorprendido—¿YoonGi es médico?
— ¿No lo sabías? —también se sorprendió y lo vio asentir con la misma expresión de estupor—Bueno... pues se graduó de la misma universidad que JungKook. Es médico cirujano especializado en cancerología. Y... actualmente dirige una de las clínicas de su padre, así como mi prometido.
Obviamente no hubo tiempo hace tres años de que TaeHyung pudiese saber todo eso, porque evidentemente no le dio la oportunidad a YoonGi de que le contara sobre su vida. Y lo más seguro es que no confió en él como para hacerlo. Sólo dio por hecho lo que su mente inmadura pensaba y siempre intentó humillarlo de todas las formas posibles, sin saber que era hijo de un reconocido cirujano que poseía mucho dinero gracias a su trabajo, pero mejor que eso, que era un hombre íntegro y bueno que lo quiso sinceramente.
Si antes se sentía miserable, ahora mismo se sentía como una mierda total.
—Espera, espera—habló TaeHyung por fin—¿Enserio es médico así como JungKook?
—Sí—asintió JiMin de lo más natural—Sus padres son amigos y colegas, por eso se conocen. Y ahora cada uno dirige una de las clínicas. El padre de YoonGi tiene cuatro y el padre JungKook tiene tres—hizo una pausa y sonrió divertido—Hablaba enserio cuando te dije que te estabas equivocando.
—Vaya, no sé qué decir—parpadeó varias veces y se despeinó el cabello—Entonces, ¿él es el suegro que te regaló el BMW?
—No...—hizo un pequeño mohín—Fue mi otro suegro, quien por cierto es un amor.
—Oh, ya veo—asintió aún con un poco de estupor— ¿Él también es médico?
—No, nada de eso—negó y rio un poco—Él se dedica a... digamos que a entretener.
— ¿Entretener? —ladeó la cabeza confundido.
—Sí—asintió y luego agregó—Es mejor mostrártelo que contártelo.
—Sigo sin entender.
—Pronto lo vas a entender—dijo y se escudó con su café con leche.
TaeHyung se quedó pensativo, pero no con eso último, sino con el tema de YoonGi. Cuando se fue de Corea del Sur lo hizo sin ningún tipo de información sobre él, aunque ya no creó falsas ideas. Es una verdadera sorpresa saber que es médico y que prácticamente es rico. Es sorprendente porque no lo parece y porque ni siquiera alardea de eso, aunque, ahora que lo recuerda, lo llevó en algunas ocasiones a restaurantes bastante costosos, además de que siempre le compraba lo que pedía. Esa debió ser una señal, pero simplemente decidió ignorarla.
—Entonces ambos son médicos—habló TaeHyung después de pensar un poco—¿Conoces bien a YoonGi? ¿Se llevaban bien? —lo miró con interés.
—Sí—asintió—Es como un hermano mayor para mí... ¿Por qué? ¿Todavía estás interesado en él? —lo miró con picardía.
—Bueno... yo...—se puso tímido y sus mejillas se encendieron. Ni siquiera sabía qué decir.
—Debo decir que me sorprendí cuando supe que estuviste saliendo con él durante un tiempo—confesó con una enorme sonrisa.
—Yo también me sorprendí cuando me di cuenta de que me gustaba... que me gusta—se atrevió a mirarlo a los ojos—Aunque yo lo arruiné todo. Supo lo que te hice y yo, en lugar de decirle lo que sentía, seguía optando por tratarlo mal y humillarlo cada vez que podía.
— ¿Quieres arreglar las cosas con él? —inquirió con seriedad.
—Sí—sus ojos se iluminaron—Yo... no sé cómo, pero no pude olvidarlo. Nunca lo besé. Nunca hubo nada más que sólo salidas y te juro que se clavó en lo más profundo de mi corazón—se atrevió a confesar y por primera vez sintió que se quitó un peso de encima.
—No lo puedo creer—negó y lo miró con una sonrisa de sorna—Te enamoraste de él—suspiró y se llevó una mano al pecho para verse dramático—Creí que no era tu tipo.
— ¿Para qué negarlo? —se encogió de hombros—No lo era, pero se convirtió en el único para mí.
JiMin negó con la cabeza mientras sonreía y bebió más de su café con leche. Nunca se hubiese imagino que su mejor amigo terminaría enamorado del mejor amigo de su prometido y que ahora ellos compartían una historia, una que estaba sin terminar, de eso estaba seguro.
—Te voy a ayudar un poco—le dijo JiMin—Pronto será mi graduación y él estará ahí. Además de que será el padrino de JungKook, así que vas a frecuentarlo más de lo que piensas. Podemos arreglar unos cuantos encuentros casuales, pero básicamente todo dependerá de ti. ¿Qué tanto estás dispuesto a hacer por él?
—Todo—respondió sin pensar—Voy a hacer todo para que me perdone—se atrevió a asegurar.
—Perfecto—sonrió en complicidad.
TaeHyung se sintió bien de pronto. El vacío que había dejado el arruinar su amistad con JiMin por fin se estaba llenando. Sentía calidez estando en su compañía y en la misma cafetería de siempre, platicando y tramando travesuras que seguramente no saldrán nada bien, pero que al menos enmendarán gran parte del daño causado, pero sobre todo, que recuperarán el tiempo perdido.
—Pero ya no hablemos sobre mí—habló TaeHyung—Ahora quiero escucharte. Necesito que me cuentes toda tu historia con JungKook, desde que se conocieron hasta ahora que te entregó ese bello y súper caro anillo de compromiso.
JiMin sonrió y le hizo una seña a la mesera.
— ¿Nos trae más café con leche, por favor? —pidió.
—Esto va a estar interesante—sonrió TaeHyung.
Era una buena forma de recuperar el tiempo perdido y de borrar los errores cometidos.
En aquel tiempo TaeHyung no fue una buena persona. JiMin llegó a catalogarlo como "una víbora vestida de empática". Alguien que no se preocupaba en lo más mínimo por su bienestar y que era egoísta. Pero el cariño que le tenía siempre prevaleció y fue mucho más fuerte que todo eso. Lo perdonó de corazón y ahora está feliz de tenerlo a su lado para acompañarlo en dos de los momentos más importantes de su vida; su graduación y su boda.
TaeHyung estaba agradecido y disfrutaba mucho de escuchar la historia que JiMin compartía con JungKook. Le dolió saber todo lo que tuvo que enfrentar con su padre y cómo, por azares del destino, ambos tuvieron un encuentro que marcaría un antes y un después.
Escuchó todo y vio cómo los ojos de su mejor amigo brillaban con intensidad. Se sintió feliz por él y se prometió a sí mismo que lo complacería en todo lo que pidiera y necesitara.
Después de que lo perdonó, era lo menos que podía hacer por él.
Sólo espera que YoonGi pueda ser empático y comprensivo. Espera que, lo que alguna vez sintió, no se haya extinguido.
Hello!!!!
Disculpen la demora, pero es que hoy trabajo todo el día y tuve que hacer el capítulo por pausas :(
Pero ya está.
Tenía que agregar la interacción entre JiMin y Tae después de que no se vieron durante mucho tiempo. Además de que Tae tenía que conocer a Sofía jssjsjs
Sí habrá más Yoontae y todavía faltan algunas cosillas. Los consuegros deben conocerse jsjsjs
La semana que viene actualizo diario porque ya se viene el final :(
Pero heyyyyyyy... Padrecito Jeon Is Coming!!!!
Espero que les haya gustado. No se olviden de votar y comentar.
Las tkm!!!!
¡¡¡¡COMING SOON!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro