15 Rezos Innecesarios
"No tienes que rezar por mí"
Ha tenido suficientes días para pensarlo mejor, aunque realmente no debería hacerlo.
Se trata de su único hijo, la luz de sus ojos. Aquel que sostuvo en brazos después de largas horas en labor de parto. Jamás va a olvidar la sensación de cargarlo consigo durante nueve meses en su vientre. La sensación de sentir sus pataditas y sus movimientos. El sentimiento que experimentó cuando escuchó sus primeros balbuceos y sus primeros llantos. Ser padre de JiMin ha sido una experiencia maravillosa, algo que no cambiaría por nada del mundo.
Tuvo que hacer sacrificios; como dejar su trabajo para dedicarse a él y sus cuidados. Afortunadamente con Jackson no les ha faltado nada en cuestiones económicas ni tampoco amor. A veces es demasiado estricto, pero otras veces es el padre más empalagoso del mundo, o al menos alguna vez lo fue, porque ahora las cosas son completamente diferentes. Ahora están muy distanciados y no sabe qué hacer para arreglar la situación.
La noche de ayer no la ocupó para dormir del todo. También estuvo pensando en cómo cambiar las cosas, en cómo unir a su familia de nuevo. Pero era complicado, sobre todo porque Jackson era demasiado terco y un obsesionado del control. Creía que estaba haciendo lo mejor para JiMin, pero quizá no. Por esa razón es que consideraba darle una oportunidad a ese hombre para conocerlo y saber cuáles son sus verdaderas intenciones con su hijo.
Planeó para el día de hoy recogerlo en la universidad y después pedirle que citara a su novio para poder reunirse a charlar. Aunque de momento todo esto sería a espaldas de Jackson para evitar más discusiones o incluso más cosas que puedan fracturar a su familia.
Llegó a la universidad y revisó su reloj; faltaba poco para que terminaran las clases, así que se recostó en el respaldo de su asiento para seguir pensando en sus siguientes movimientos. Sabe que Jackson no será fácil de convencer, pero al menos quiere tener la certeza de que ese hombre es bueno para su hijo. Su apariencia no es algo que le agrade mucho, pero no quisiera ser tan drástico con eso. Quizá podría sorprenderse.
Los alumnos comenzaron a salir y llevó su atención hacia la entrada para buscar a su hijo. Siempre era de los primeros, pero esta ocasión no fue el caso. Esperó y esperó hasta que el flujo de jóvenes comenzó a disminuir considerablemente y él no aparecía. Salió de su auto con una expresión preocupada. ¿Será que ocurrió algo? Se aproximó a la entrada sintiendo una extraña sensación en su pecho. Dirigió su vista a todos los lados que podía alcanzar, pero no lo veía. Caminó un poco más hasta que de pronto apareció TaeHyung ante sus ojos y no dudó en acercarse a él.
—TaeHyung-ah—lo llamó para atraer su atención— ¿Has visto a JiMin? ¿Sabes por qué no ha salido?
El aludido se detuvo frente a HoSeok mientras a su mente venía la imagen que tenía de JiMin saliendo de la universidad y yendo hacia JungKook. Sin querer lo vio y se sorprendió, pero rápidamente quiso entender lo que estaba haciendo. Después de eso sólo volvió a sus clases y rezó para que estuviera bien. Aunque realmente no necesita hacerlo, porque sabe que estará perfectamente.
Ahora lo entiende.
—Señor, HoSeok—le hizo una corta reverencia—Lo siento, pero no lo he visto—mintió.
Aunque ya no serviría de nada que lo cubriera, ahora siente la necesidad de hacerlo y de no hablar sobre lo que vio. Lo más probable es que más tarde volverá y que justo ahora está con JungKook disfrutando un rato.
— ¿Cómo dices? —lo miró perplejo— Pero... su padre Jackson lo trajo esta mañana y se aseguró de que entrara a la universidad—dijo y su corazón comenzó a acelerarse.
—Pues...—vaciló—No sé qué haya sucedido—se encogió de hombros.
— ¿No lo viste en clase? —preguntó con una evidente expresión preocupada.
—Hoy no compartimos horario—volvió a mentir.
— ¿En el almuerzo? —insistió.
—Últimamente lo toma en una sala de descanso porque está trabajando en algo—mintió otra vez.
—No puede ser—se pasó la mano por el rostro—Muchas gracias—le hizo una reverencia—En caso de que lo veas, ¿puedes avisarme?
—Sí, señor—asintió.
TaeHyung observó cómo HoSeok se marchaba con evidente preocupación. Dudó por un momento y pensó que esto era extraño. Creyó que quizá JiMin sólo se habría fugado para salir con JungKook, pero ahora pensaba que se trataba de algo más. Sintió la necesidad de llamarlo para asegurarse de que estuviese bien, pero después recordó que no tenía celular, así que decidió confiar en que era así.
Mientras tanto, HoSeok manejaba por las calles observando a su alrededor por si acaso encontraba a JiMin. Comenzaba a tener un mal presentimiento sobre esto, pero se obligó a sí mismo a mantener la calma. Todo estaría bien. Seguramente se escapó con su novio para pasar tiempo con él en vista de que no ha podido verlo. Creyó que estaría en casa para cuando volviera, pero se dio cuenta de que no era así.
Subió corriendo a su habitación y entró de golpe gritando su nombre, pero lo único que encontró fue una cama perfectamente tendida y todo lo demás en su lugar, aunque por un momento observó y notó un papel sobre la cama. Se acercó cautelosamente y al instante leyó que decía: "Para mis papás" con esa letra tan bonita que JiMin poseía.
Un dolor se instauró en su pecho cuando cogió el papel que estaba doblado en cuatro. Lo sostuvo por varios segundos ya temiendo lo peor y después tuvo que aventurarse a leer su contenido.
Hola... Papi HoSeok... Papá Jackson.
Lo siento... siento mucho esto que hice, pero lo considero realmente necesario.
Sé que esperaban muchas cosas de mí, pero lamento decirles que no puedo cumplir con esos planes.
En este tiempo he cambiado mi perspectiva de ver la vida y sé que no se acopla en lo absoluto a como la ven ustedes. Sobre todo tú, papá Jackson. No soy ese hijo perfecto que deseabas. Últimamente he cometido varios errores y sé que te he decepcionado con mis acciones, pero la única justificación es que estoy aprendiendo.
Con JungKook descubrí un nuevo mundo... uno donde soy libre. Uno donde no tengo miedo. Uno donde no existen las consecuencias, sólo amor verdadero y mucho más.
Me aflige bastante que no le den una oportunidad de conocerlo. Si tan sólo tuvieran una pequeña idea de quién es les aseguro que lo amarían. Con él me siento protegido y me siento amado. Con él me siento libre y feliz. Sé que es salvaje, pero él es a quien quiero. Y enserio me duele que no sean capaces de aceptarlo.
Tomé una decisión difícil y no sólo es por el capricho de aferrarme a mi novio, también es porque siento que, aun estando con ustedes, continuaré estancándome en mi camino. Si no hago esto no podré crecer, no podré conocer, no podré aprender. Y yo necesito descubrir el mundo que me rodea. Necesito cometer errores para saber, para ganar experiencia.
Sé que ustedes querían protegerme, pero les aseguro que no lo estaban haciendo de la forma correcta.
He cumplido veintiuno. ¿No creen que ya ha sido suficiente? Ya no puedo continuar de esta forma, sobre todo ahora que sé cómo es que mi padre me golpee.
Me siento sofocado... atrapado en una jaula. Necesito volar... necesito defender lo que siento por JungKook.
Y es por eso que decidí irme de la casa. Decidí que es mejor estar alejados antes de que nos provoquemos más heridas o de que haya más golpes de por medio. No quiero eso.
No se preocupen por mí... No tienen que rezar por mí... Voy a estar bien. No sé si un día pueda volver para que seamos los de siempre... realmente espero que sea así. De momento no quiero que me busquen. Necesito tiempo para olvidar el golpe y todos los gritos.
Pero los amo con todo mi corazón y siempre estaré agradecido de todo lo que han hecho por mí. Algún día les compensaré eso y este mal trago por mi despedida repentina e incorrecta... si es que ustedes me lo permiten.
Hasta pronto.
Los ama:
JiMin.
La carta cayó al suelo mientras que HoSeok lloraba en silencio. Trataba de procesar lo que había leído y de entender qué demonios estaba sucediendo. De pronto el golpe de la realidad llegó y fue bastante brutal. Se sentó en la cama porque sintió que el mundo se le estaba moviendo. Esto no era lo que esperaba ni mucho menos lo que había planeado para este día. Que su hijo se haya ido de la casa así sin más y que le diga esas palabras como justificación le dolía en el alma.
Eso le hacía sentir culpable de no haberle dado lo suficiente o al menos lo que realmente necesitaba.
Rezaba por que estuviera bien.
Le tomó varios minutos entender cuál era la situación. Incluso recogió la carta y volvió a leerla, como si no hubiese quedado claro. Cuando consiguió reponerse caminó hacia el guarda ropa de su hijo y se sorprendió al ver que toda su ropa estaba, o al menos eso aparentaba. Revisó cada detalle, esperando encontrar algún indicio de que volvería por la noche y que esto sólo fuese una broma de mal gusto, sin embargo, cuando se acercó a su escritorio se dio cuenta de que faltaban unas cuantas cosas, entre ellas; una foto familiar, sus libros favoritos y todo lo que ocupaba para la universidad. Todo lo demás estaba ahí y eso le hizo sentir aún peor; su hijo, prácticamente, se fue sin nada. ¿Cómo piensa sobrevivir? ¿Cómo piensa mantenerse si ni siquiera tiene trabajo?
Ahora estaba el doble de preocupado y ya no se contuvo de llamar a Jackson para decirle que JiMin se había ido y que, posiblemente, no volvería.
— ¡¿Cómo dices?! —gritó Jackson al otro lado de la línea— No sería capaz de hacer eso... no... no puede.
—Pues se fue—decía HoSeok con voz apagada mientras sostenía la carta—No creo que esto sea una broma.
—Maldita sea—masculló—Voy para allá... llámalo o algo...
— ¿Se te olvida que le rompiste el celular y que lo privaste de todo lo demás? Yo te dije que eso era innecesario.
—No voy a discutir ahora por teléfono—sentenció—No demoraré.
Y colgó, mientras que HoSeok pensaba y pensaba.
Le preocupaba que JiMin pudiese estar vagando por ahí, con miedo y sin dinero, pero de pronto pensó que, posiblemente, estaba con su novio. Espera que sí, aunque no lo conozca, quiere confiar en que lo tiene a salvo y que le dará un techo donde vivir.
Ahora se arrepiente de muchas cosas, empezando por que no le ayudó cuando más lo necesitó. Se arrepiente de no haber intervenido, de no haber evitado ese golpe. Nunca se imaginó que haría algo como esto. Nunca se imaginó que realmente estuviese sufriendo en su propia casa y que se sintiera prisionero.
Hay muchas cosas con las que no ha estado de acuerdo con Jackson y ahora se arrepiente de no haberlo expresado en voz alta.
Ahora ya no había mucho por hacer, sólo esperar a que JiMin decida volver o mínimo comunicarse para informar cómo está. Pero algo le dice que eso no va a suceder.
No puede evitar llorar mientras observa una de las muchas fotos que tiene de él en la estancia. Todo su crecimiento está grabado en esas paredes. Y los recuerdos lo azotan con brío... con mucho dolor. Es doloroso recordar sus primeros pasos, sus primeras palabras y que alguna vez le prometió protegerlo de todo.
Le falló.
Y no lo culpa por haberse marchado así sin más.
Estaba a punto de caer en la impaciencia cuando de pronto escuchó los fuertes pasos de Jackson. Lo vio aparecer en la estancia con una cara iracunda y a la vez de preocupación. HoSeok se lanzó a él para llorar en sus brazos y para rogarle que encontrara a JiMin... que lo trajera de vuelta.
Jackson sintió un dolor fuerte en el pecho después de leer la carta que su hijo le dejó, sin embargo, ese sentimiento no duró demasiado, porque nuevamente se sentía iracundo... decepcionado. Veía esto como un simple berrinche y está seguro de que, antes de que se ponga el sol, JiMin volverá con su cara de arrepentimiento.
—Vamos a buscarlo—dijo HoSeok—No puedo quedarme aquí, siento que estamos perdiendo demasiado tiempo.
No hay nada que Jackson no haría por su hermoso esposo. Sabe que él es quien más sufre con todo esto y, aunque ahora esté enojado, también le preocupa la integridad de JiMin. Sólo espera que no esté con ese tipo, porque entonces se sentirá demasiado decepcionado.
Habían pasado horas yendo de un lado a otro, esta vez sin preocupaciones y sin tener el tiempo contado.
Primeramente, JungKook llevó a su chico a un restaurante para que tuviera un desayuno decente. Posteriormente fueron a un centro comercial y es ahí donde han pasado la mayor parte del tiempo.
JiMin había perdido la cuenta de cuántas veces se ha probado ropa y la ha modelado para JungKook. Éste está demasiado risueño y saca su tarjeta de crédito sin problema alguno. Su objetivo era comprarle todo un guarda ropa nuevo para que no le faltara absolutamente nada. Pero quizá se estaba excediendo un poco.
— ¿No crees que ya es demasiado? —preguntó JiMin mientras caminaba a lado de su novio—Al auto ya no le van a caber más bolsas—le hizo un puchero.
El rubio no se sentía demasiado cómodo recibiendo esos regalos extravagantes, porque realmente lo eran. No era ropa cualquiera, era de marcas reconocidas y bastante caras. Claro que para JungKook no era un problema pagar, pero JiMin no estaba acostumbrado a ese nivel de vida. Cada vez que veía los precios cerraba los ojos y no se sentía merecedor de todo aquello.
La ropa podría aceptarla, incluso el calzado, pero de pronto llenaron bolsas con accesorios, ropa de invierno como si fuese a necesitarla justo ahora. Joyas y otras cosas más para la universidad. En este punto ya era demasiado para él.
—Claro que sí—asintió JungKook y lo miró—Yo me encargo de que todo entre en el auto. Tú no te preocupes por eso.
—Pero, Kook—se acercó a él y le mostró un puchero manipulador—Ya gastaste mucho dinero en mí. Yo te lo agradezco mucho, pero considero que ya tengo ropa para los próximos tres años de mi vida.
—Pero yo quiero consentirte—dijo y dejó las bolsas en el suelo para poder abrazar a su chico—Quiero que tengas lo mejor de lo mejor y que no te preocupes de nada más que no sea estudiar. Además...—le sonrió con picardía—Es la tarjeta de crédito de mi papá Jin. Fue él quien me pidió que te comprara todo esto, así que no puedes negarte.
A veces parecía irreal todo lo que le sucedía. ¿Quién diría que el gran Jeon Jin le compraría ropa cara y en cantidades grandes? Y eso le hizo sentir especial. Hasta hacía unas horas dejó su casa y tuvo miedo de lo que ese gran cambio podría acarrear, pero ahora estaba aquí, en un centro comercial y a lado del hombre que ama con locura, mismo que insiste con comprarle más ropa de la que ya le compró sólo porque su padre se lo ordenó.
Supo entonces que, aunque sería difícil afrontar la ausencia de sus padres, no estaría del todo mal. Que ellos estarán para acompañarlo y cuidarlo si es necesario.
—Está bien, pero sólo una tienda más—sonrió con timidez.
—En realidad serán dos—lo miró con un deje de coqueteo y lo abrazó colocando peligrosamente las manos en su espalda baja—Tenemos que entrar en una tienda de lencería sexy para comprarte muchos conjuntos... y eso corre por mi cuenta.
JiMin se sonrojó un poco porque ya se imagina modelando esa lencería sólo para los ojos de su hombre y también sonrió coqueto. No pudo evitar besarlo con deseo y con profundidad, siendo eso suficiente respuesta para él y como luz verde para continuar con lo que estaban haciendo.
Primero fueron a otra tienda de ropa donde JiMin decidió dejarse llevar y eligió todo lo que le llegaba a gustar. Decidió no prestar atención a los precios y se dejó consentir por su novio y por su suegro que muy humildemente cedió su preciada tarjeta de crédito para darle felicidad.
Salió contento de ahí, pero JungKook estaba más contento en la tienda de lencería escogiendo los conjuntos que más le gustaban. Éste también hacía sus aportaciones, pero no más que el contrario, y dejaba que escogiera, porque no sólo era para su uso, también era para darle placer cuando tenga que modelar.
Salieron con un par de bolsas más mientras JungKook sonreía completamente satisfecho. Se acercó a su novio y lo besó en los labios un poco apasionado. Era como un aviso de todo lo que posiblemente le haría cuando estuviesen a solas, porque era seguro que no llegarían a descansar ni mucho menos a desempacar.
Caminaron juntos hacia donde se encontraba el auto, ambos con los brazos cargados de bolsas. JungKook se encargó de acomodar todo para que cupiera y para que la ropa no se maltratara.
Había querido hacer esto desde hacía mucho tiempo, aunque le hubiese gustado que fuese en otras circunstancias, pero se sentía feliz de tener a JiMin a su lado y de poder comprarle muchas cosas. Imaginó esto como parte de su luna de miel o cuando estuviesen mudándose a su casa siendo un matrimonio que fuese completamente aprobado por ambas familias, pero de momento las cosas tenían que ser así.
Pese a eso podía sentir la magia y la emoción de observarlo. La emoción de haber visto cómo escogía su ropa y cómo se la probaba. Le gustó ver cómo sus ojos brillaron cuando le mostró lindas joyas, de ese tipo sutil y de colores claros que tanto ama. Le encantó consentirlo, pero más le va a encantar ir con él directo a su casa... la que por ahora sería de los dos.
—Sigo pensando que son demasiadas cosas—decía JiMin mientras miraba todo lo que había en la parte trasera del auto— ¿A dónde vamos a meter tanto? —lo miró confundido.
—Te hice un espacio en mi guarda ropa—dijo y lo abrazó por la espalda—Es bastante amplio e incluso yo no lo había llenado por completo. También encargué un pequeño tocador para que acomodes todas tus cosas personales.
—Sabes que no es necesario—giró el rostro y le hizo un puchero—No quiero invadir tu departamento de esa manera.
—Que quede claro que no estás invadiendo nada, corazoncito—aseguró y besó fugazmente el puchero que le hacía—A partir de ahora todo lo mío es tuyo. Eso incluye mi departamento. Mi auto y hasta mi caballo... —hizo una pausa y sonrió malicioso—Aunque... esto siempre ha sido tuyo.
Un suspiró travieso se escapó de los labios de JiMin cuando sintió cómo JungKook frotaba su pene con su trasero. Estaba un poco duro y eso le hizo sentir una oleada de calor que se instauró en sus mejillas. También estaba ansioso de poder llegar a su departamento para tener un momento muy largo y a solas con él.
No importaba si afuera el mundo se estaba derrumbando, lo único que quería era sentir el calor de su novio. Abrazarlo completamente desnudo y sentir besos sobre su piel. Besos que marquen territorio y que le haga sentir amado, seguro y especial.
Siempre lo hace, pero hoy más que nunca lo necesita.
—Y esto siempre ha sido tuyo—dijo el rubio con voz melosa y empujó su trasero hacia atrás.
—Mierda—masculló con voz ronca—Ya se me paró.
Una dulce risita salió de los belfos de JiMin, mismos que se formaron en un piquito para recibir un beso cariñoso y lento, uno que de pronto tuvo lengua... mucha lengua y deseo.
—Vamos a nuestra casa, corazoncito—le dijo y sonrió—Vamos a ser felices.
—Ya soy feliz, Kook—sonrió igual.
Pese a la tormenta, pese a que en la mañana derramó lágrimas de tristeza, de verdad se sentía feliz, porque estaba seguro de que se encontraba en el lugar correcto y con el hombre correcto.
Así que nadie tiene que rezar por él.
Porque está con su chico salvaje y toda esta alegría salvaje.
Hello!!!!
Otro capítulo más.
El JiMin feliz y sus papás cagándose jaja
Era justo y necesario.
Ahora la lección empezará para todos.
El siguiente capítulo es de detalles... de esos que les gustan mucho jsjsjs
Espero que les haya gustado. No se olviden de votar y comentar.
Las tkm!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro