Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

09 Caballo Indomable



"Un caballo demasiado alto

para que una chica ordinaria

pueda abalanzarse sobre él"



Quería ser maduro y sensato con la situación antes de actuar y abalanzarse a cometer algo que los opositores no soportarán.

JungKook fue criado con buenos modales y principios. Jin siempre se siente orgulloso de decir que su hijo es el hombre más caballeroso del mundo. El único en su tipo. Y cualquiera sería afortunado de tenerlo como yerno. Sabe que es el mejor hijo, el mejor hombre y el mejor ser humano. Y que su apariencia no define su personalidad tan cálida y respetable.

Pero Jackson no piensa igual y tal vez será muy difícil convencerlo de lo contrario. Aunque no imposible.

Ha pensado mucho en lo que JiMin le pidió la última vez que lo vio, aunque por mensajes y llamadas ha insistido con lo mismo. Una parte de él le dice que sería mil veces mejor llevárselo a vivir consigo, pero otra parte le dice que no sería prudente, ya que podía fracturar la relación familiar del chico. No le agrada para nada alejarlo de sus padres. Pero es cierto que éstos mismos lo alejan con sus acciones. Sobre todo Jackson.

Así que sigue con el propósito de luchar y de continuar intentando acercarse a él para convencerlo de que lo escuche. Incluso ha considerado cambiar su aspecto completamente, aunque los tatuajes no pueden borrarse, eso está claro, pero al menos las perforaciones puede quitarlas y también puede cambiar su estilo de ropa por algo más adecuado a los ojos de Jackson. Pero pensar en eso le provoca un nudo en el estómago. Sus padres nunca le limitaron cuando se trataba de expresar su verdadero yo, ¿por qué tendría que limitarse por alguien más sólo por ser aceptado?

JiMin lo quiere tal cual es y tal vez eso es lo único que debería importarle.

Pero no. Lastimosamente también le preocupa que Jackson no ha querido aceptarlo como su yerno. Y no quiere que el tiempo siga pasando de ese modo. Quiere hacer las cosas bien. Quiere que JiMin esté feliz y cómodo con ambos lados. El punto es resistir y luchar hasta que las posibilidades se hayan agotado por completo.

Se dio a la tarea de investigar un poco y encontró el lugar donde Jackson trabaja. Sabía que estaba en una empresa de alimentos y que se desempeña en el área de marketing, pero no sabía exactamente cuál.

De manera casual obtuvo esa información de su chico y ahora llegaba al lugar en espera de que Park Jackson salga de su jornada laboral.

Estacionó su auto frente al lugar y salió para recargarse sobre él mientras esperaba. Por un momento el tiempo se hizo eterno y un tanto insoportable. Parecía que contaba los segundos y trataba de hacerse ilusiones positivas del asunto.

La primera vez que lo enfrentó se vio lleno de tensión y fracasó rotundamente, pero hoy no quiere pensar que será igual. Piensa que quizá su insistencia puede llegar a convencerlo o mínimo pensar que realmente no está jugando con JiMin. Tiene la esperanza y no quiere tomar medidas drásticas, porque aunque piense que lo correcto es hacer las cosas de la manera tradicional, no puede dejar de lado que su chico vive en una casa donde se le somete constantemente y no se respeta su opinión.

Cuando pensó que quizá podía demorar más, Jackson apareció entre la puerta de cristal giratoria. Llevaba su maletín en la mano y con la otra se aflojaba la corbata con cierto afán.

JungKook lo observó detenidamente y en la misma posición. Esperó pacientemente a que bajara por las escaleras y, cuando estuvo a punto de moverse hacia él, éste se dio cuenta de su presencia parando en seco.

Abandonó su posición y se acercó a él sin dejar de sostenerle esa mirada tan amenazadora que le echaba. Estaba más que claro que repudiaba instantáneamente su presencia y que quizá no tendría el más mínimo tacto para hablar.

— ¿De nuevo tú? —lo miró de pies a cabeza—¿No fui claro aquella vez?

JungKook suspiró y meditó por unos segundos sus palabras, pero no había nada que pudiese agradarle a Jackson, así que simplemente empezó:

—Vengo con las mejores intenciones, señor Park—lo miró con un poco de súplica—Sé que mi presencia le incómoda demasiado. Pero me temo que debo insistir con el tema de su hijo. Él es importante para mí, más de lo que se puede imaginar.

Jackson vaciló y revisó su reloj sólo por inercia. Realmente no tenía intenciones de escuchar nada de lo que ese tipo tenga que decir, porque tiene razón con que su presencia le incómoda y le causa repulsión. No puede ver nada bueno por debajo de esos tatuajes, perforaciones y ropa oscura. Para él es un chico que seguramente se dedica a todo, menos a estudiar o trabajar. No le convence. Y nunca lo hará.

—Supongo que estás desesperado porque no has podido verlo—lo miró burlón—Y seguirás así porque ya no podrás verlo. Mi hijo se dará cuenta de que no eres bueno para él. Así que vete resignando y esfúmate de su vida. Sólo le haces daño.

—Yo no soy quien le hace daño—objetó y lo acusó con la mirada—No hay nada de malo en mí, señor Park. Es sólo que... soy diferente al resto. Pero en todo lo demás soy igual. Tengo un trabajo y estudio la universidad.

Jackson se rio y vaciló en su lugar, no perdiendo la oportunidad de mirarlo de arriba hacia abajo y de manera despectiva, como ya se estaba haciendo costumbre. No encontraba nada de convincente en sus palabras, pero aun así quería preguntar, porque eso implicaba que tendría más cosas para burlarse de él.

— ¿Estudias? —rio un poco—Eso sí que no me lo esperaba. ¿Y qué estudias?

—La carrera de medicina. Estoy en la Nacional de Seúl. Así como JiMin—respondió y sintió una chispa de esperanza.

Jackson se quedó por unos cuantos segundos pasmado y se sorprendió por la seriedad con la que JungKook estaba hablando, pero después se le salió una carcajada bastante sonora y llena de rechazo. No podía creer que tenía una osadía tremenda para asegurar semejante cosa.

— ¿Un médico? ¿Tú? —volvió a reír— ¿De verdad piensas que voy a creerte eso? No tienes el perfil de alguien que pueda ser aceptado en una universidad tan importante. Además de que dudo mucho que seas capaz de pagar una carrera tan cara como esa.

Ese tipo de comentarios eran algo que a JungKook nunca le afectaron, porque estaba más que claro que su posición económica era privilegiada y, su lugar en la facultad de medicina de la universidad más importante del país, era un logro que obtuvo a base de esfuerzo y constancia. Nunca se imaginó que tendría el reto de demostrarle a su suegro que eso era verdad.

Y se volvía un poco complicado, porque Jackson era esa clase de persona que tenía una coraza muy fuerte y gruesa. Era difícil domar a alguien como él. Era esa clase caballo tan alto que no cualquiera podría controlar. Y él se sentía tan ordinario frente a él que era difícil no vacilar.

Pero aun así se mantenía y persistía.

En su boca se instauraron ciertas palabras que quería gritarle, como el hecho de que tiene muchísimo más dinero que él, pero las contuvo y se obligó a tragarlas de nuevo. Sus padres no lo criaron de ese modo y no le gusta alardear de su posición ante quienes, evidentemente, carecen de eso. Pero Park Jackson no sólo no tiene mucho dinero, tampoco tiene modales. De una u otra forma es pobre y un simple humano más en esta vida.

Qué ganas de gritarle eso a la cara.

—Aunque no lo quiera creer, señor Park—lo miró con seriedad—Estoy a punto de graduarme...

—Pues no te creo nada—lo interrumpió—Eres capaz de decir cualquier cosa con tal de salirte con la tuya. Pero ya te había dicho desde antes que conmigo no puedes jugar. Supongo que mi hijo te creyó, sin embrago, no puede faltar mucho para que todas tus mentiras se descubran.

—No estoy mintiendo—alzó el tono de su voz—Usted me está juzgando mal sólo por mi apariencia, pero le aseguro que no es lo que piensa.

—No tengo tiempo para tus mentiras—lo miró de manera aburrida.

JungKook vaciló un poco sintiendo exasperación. Tenía bastantes argumentos y pruebas suficientes para poner en su lugar a Park Jackson, pero en su mente iba una y otra vez el hecho de que era el papá de JiMin. Sentía que si lo ofendía a él también lo hacía con su chico. Por eso evitaba a toda costa decir cosas que ya no pudiera remediar.

—Señor Park—dijo y suspiró cansino—Ha pasado poco más de medio año desde que formalicé mi relación JiMin. ¿De verdad piensa que me tomaría tanto tiempo para jugar con él?

—Cualquiera podría hacer eso—respondió sin interés.

—No, no cualquiera—negó— ¿Lo ha visto llorar alguna vez por culpa mía? ¿He causado reacciones negativas en él?

—Bien fácil puede esconderse en su habitación para que no lo vea llorar—respondió y se cruzó de brazos.

—Pues yo sí lo he visto llorar por culpa suya—respondió sin más. Sentía que ya no podía contenerlo todo—Lo he visto pasar malos momentos por los castigos que usted suele implementar—se acercó un poco más y lo amenazó con la mirada—¿Dejarlo sin comer? ¿De verdad? ¿Qué padre es capaz de hacerle algo así a su hijo?

El estupor invadió a Jackson y una corriente eléctrica también. De pronto sus acciones pasadas como castigos en contra de JiMin ya no le parecían del todo correctos, pero no reflexiona por mucho tiempo, porque cae en la cuenta de que JungKook sabe eso y no es algo que le agrade, porque el menos que nadie tiene derecho a opinar sobre cómo educa y corrige a su hijo.

—Escúchame bien, mocoso insolente—lo señaló con un dedo—Lo que haga con mi hijo es asunto mío. Y esos castigos son sólo el producto de tu presencia en su vida. JiMin no era rebelde hasta que te conoció, así que tú eres el maldito problema aquí—acusó—Y una cosa sí te digo; no voy a permitir que sigas acercándote a él, así que te exijo que lo dejes tranquilo.

—Señor Park, por favor—insistió y lo interceptó—Le ruego que me escuche. Deme la oportunidad de demostrarle que no soy lo que usted piensa.

—Eso jamás...

—Por favor...

— ¡No! ¡Ya basta! —espetó.

Se tomó un tiempo para respirar y miró por inercia hacia el bonito mercedes que estaba estacionado cerca de la acera. Era un auto hermoso que no cualquiera podría pagar.

—No pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo—escupió con frialdad—Será mejor que te alejes de mi hijo o vas a saber de lo que soy capaz. Así que fuera de mi camino, inútil.

JungKook lo miró por varios segundos tratando de pensar en qué más podía decir para convencerlo, pero debido a la tensión que había en el aire, decidió que lo mejor era parar las cosas aquí. Los insultos no eran demasiado, pero estaba seguro de que escalarían a más, así que lo mejor era ceder y replantear todo de nuevo. Aunque ya sabía cuál era la solución para todo.

Se hizo a un lado y caminó hacia su auto donde se recargó para observar cómo se marchaba Jackson. Éste lo miró con sorna y se devolvió a él sólo para decir una última cosa:

—No deberías tener la osadía de recargarte en un auto que no es tuyo—mostró una sonrisa petulante—Ni naciendo de nuevo podrías comprar un auto como este—rio un poco.

— ¿Y usted sí, señor Park?

Jackson dejó de reír en automático, porque era evidente que no podría. Su sueldo no era malo, pero tampoco lo suficiente como para comprar semejante lujo. Aun así se sentía superior a JungKook y no perdería la oportunidad de intentar demostrarlo.

—No realmente—respondió y volvió a mostrar una sonrisa burlona—Pero al menos no soy un bueno para nada que tiene pinta de haber estado en la cárcel. Yo sí tengo un trabajo honesto y una vida por delante, pero ¿tú? ¿Qué tienes?

— ¿Qué que tengo? —también le mostró una sonrisa burlona y con muchas ganas de escupir todo lo que tenía en la boca— Tengo el cariño de su hijo y para mí eso es la mayor riqueza del mundo. Soy un hombre afortunado.

Jackson rio sin gracia y apretó el mango de su maletín muy dispuesto a querer golpear al menor justo en la nariz, pero se creía un caballero y por eso no lo haría.

—No puedes tener nada bueno—respondió y lo miró amenazante—Y de mi cuenta corre que no tendrás a mi hijo.

"Ya veremos"

Se guardó eso último para sí mismo y observó desde donde estaba cómo Jackson iba hacia donde estaba su auto para marcharse de ese lugar. Rio internamente, porque había una gran diferencia entre su mercedes y ese auto que evidentemente no era de agencia. Pero JungKook nunca se ha fijado en ese tipo de cosas, hasta ahora.

Al final subió a su auto para seguir su camino rumbo a la casa de sus padres, porque tiene en mente muchas cosas y a la vez una sola solución. Pero antes de actuar necesita la opinión de ellos, aunque ya sabe que lo apoyan al cien por ciento.

Esto está a punto de terminar.

La idea para esto era una cita completamente a solas, pero YoonGi pensó que quizá TaeHyung se sentiría más cómodo si hubiese alguien conocido.

Y es por eso que le propuso la idea de una cita doble; aceptó de inmediato. Tener a JiMin ahí era como un apoyo, aunque él ha estado la mayor parte del tiempo con JungKook.

Tuvo que participar dentro de la mentira y se paró frente a los Park para decirles que irían a su casa a tener una noche de pijamas. Obviamente ellos no se negaron, porque confiaban ciegamente en TaeHyung y lo que Jackson quería era que se olvidara de JungKook de una vez por todas.

YoonGi coordinó la cita doble en un antro del centro de Seúl, uno al que no entraba cualquiera, pero TaeHyung no notaba esos detalles porque seguía ensimismado en sus prejuicios que ni siquiera han sido bien alimentados.

Le gusta el ambiente de fiesta y beber mucho, pero no ha encontrado ni un poco de comodidad, sobre todo porque JiMin se la ha pasado pegado a JungKook todo el tiempo. Comienza a sentirse empalagado de tanta miel que derraman.

— ¿Seguro que no quieres un trago o algo? —preguntó YoonGi por tercera vez en la noche.

—No—negó nuevamente.

TaeHyung pensaba que no debería aceptarle ningún tipo de bebida porque tenía miedo de que le pusiera algo. Imaginó muchos escenarios de ese tipo y ninguno terminaba en nada bueno. Era mejor así y mostrarse indiferente. Esperaba que terminara por aburrirse y lo dejara tranquilo de una vez por todas.

Pero YoonGi era persistente y no se iba a rendir justo en este momento. Ya lo tiene aquí, sólo hace falta disuadirlo para que se soltara un poco y comenzara a fluir. Así que se acercó y se sentó a su lado en el sillón que estaba ocupando para él mismo. Enseguida se ganó su atención y una mirada de rechazo. Ya estaba acostumbrado.

—Vamos, chico fresa—le animó con una sonrisa—Suéltate un poco y disfruta de esto.

—En realidad ya quiero irme—dijo y buscó con la mirada a JiMin.

—Están por allá—señaló YoonGi.

Los tortolos estaban demasiado ensimismados bailando en la pista de baile. Lo hacían de una manera muy sensual y pegados el uno al otro sin mucha intención de irrumpir el momento. A TaeHyung le pareció que eso era demasiado, aunque realmente puede ver que JiMin está muy contento. De pronto se preguntó cómo sería bailar así con alguien. E inconscientemente volteó para ver a YoonGi.

¿Sabrá bailar?

—Pide lo que quieras, chico fresa—le dijo con una media sonrisa—Yo pago todo.

— ¿Tú? —lo miró burlón.

—Sí—asintió y se acercó un poco a él—Yo. Tienes la barra libre. Todo lo que desees yo lo haré realidad.

TaeHyung quiso responder, pero la música lo aturdía un poco y no lo dejaba pensar correctamente. Había algo que no entendía dentro de esto y era el hecho de estar en la parte de arriba del antro, donde la música no era tan fuerte y donde todo parecía muy exclusivo. Comienza a creer que esto es parte de la mafia y que JungKook y YoonGi tienen amigos de ese tipo. Pero después desechó ese pensamiento porque quizá eso sería demasiado.

— ¿Todo lo que yo desee? —quiso confirmar.

—Todo—hizo énfasis.

Por un momento la música sonó menos entre ellos mientras se miraban directamente a los ojos. La mente de TaeHyung seguía sin poder pensar claramente, pero eso no fue impedimento para concluir que YoonGi tenía unos ojos oscuros muy bonitos. Tan profundos y misteriosos como la noche.

Hoy no venía con esa ropa estilo metalero que siempre usa. Aunque era el mismo color negro, optó por algo más sofisticado; pantalón de vestir ligeramente ajustado, camisa que tenía los primeros botones desabrochados y botines de tacón bajo. No lo había visto bien, ya que cuando lo encontró aquí llevaba una gabardina que lo cubría muy bien, pero ahora se da cuenta de que se ve bien... demasiado bien a decir verdad. Y ese cabello negro largo y suelto le daba el toque mágico a su apariencia.

Pero nuevamente se obligó a desechar ese pensamiento y devolvió su mirada a algún punto que no fuesen los ojos penetrantes de YoonGi.

—Siempre he querido probar el whisky escocés—dijo sin haber pensado demasiado.

Había escuchado que esa bebida era cara y dudaba de que YoonGi pudiera complacerle con eso. Sin en cambio, lo vio hacerle una seña al mesero que los atendía y con mucha seguridad lo escuchó decir:

—Una botella de whisky escocés, por favor—pidió con una elegancia que no le conocía.

El mesero se alejó rápidamente hacia la barra mientras que TaeHyung observaba confundido. El comportamiento de YoonGi era completamente diferente al que suele tener cuando están en la cafetería. Por alguna razón cree que luce más sofisticado y propio que esas ocasiones. Lo cual sería una locura... bueno, quizá no tanto. Lo más probable es que finge ser alguien que no es con tal de complacerlo y convencerlo.

Pero no va a lograrlo.

En poco tiempo apreció el mesero con una botella bastante cara de su mejor whisky escocés, una cubeta de hielo, agua mineral y un vaso de fino cristal que parecía muy caro. YoonGi se encargó del resto; preparó la bebida frente a los ojos curiosos de TaeHyung que estudiaron cada uno de sus movimientos y luego le entregó la bebida que, por más patético que se escuchara, la preparó con cariño y mucha dedicación.

—Toma, relájate un poco—le dijo y le sonrió con gracia.

TaeHyung, aunque dudoso, tomó el vaso y lo llevó a su nariz para comprobar que tan cargado estaba, pero descubrió cuando lo probó que para su paladar era muy agradable. Sabía bien. El tacto del alcohol se sintió suave y delicioso, además de bastante refrescante.

—Sabe bien—aceptó y sonrió medianamente—Definitivamente el whisky escocés es muy bueno.

—Lo es—asintió YoonGi—Aunque yo prefiero la cerveza o el soju.

—Sí, claro. Es evidente que eso es lo que prefieres—habló sarcástico y dio otro sorbo.

YoonGi no dijo nada y en lugar de eso se deleitó con la imagen de su chico fresa que bebía más de su vaso de whisky. Le encantaba la forma de sus labios y como se forman en cuadrado cuando sonríe. Es demasiado adorable, aunque también bastante sexy con ese color de cabello. Es muy lindo. Tiene todo lo que le gusta de un chico.

Además le encanta que sea una fiera difícil de domar.

— ¿Qué te parece si charlamos un poco? —preguntó YoonGi—Háblame de ti y de lo que te gusta.

— ¿Ahora? —lo miró con rechazo.

— ¿O prefieres que tengamos otra cita para poder hablar?

— ¿Qué? —abrió los ojos en grande—No, nada de eso. Nunca. Jamás.

—Entonces habla—lo incitó—Quiero saber todo sobre ti.

TaeHyung tuvo que tomarse algunos segundos para pensar qué decir. Realmente no esperaba que YoonGi quisiera platicar sobre eso en medio de un antro medio ruidoso. Pensaba que tal vez quería emborracharlo para después llevarlo a la cama o que terminaría por insinuárselo directamente.

Vaya sorpresa.

—Ya sabes que estudio letras, ¿no?

—Sí—asintió y luego agregó— ¿Qué haces en tus tiempos libres?

—Pues... leer—respondió y pensó un poco más—Aunque a veces salgo a caminar por ahí. Me gusta pensar un poco antes de intentar escribir algo nuevo.

— ¿Qué escribes? —lo miró con interés.

—Me gusta la poesía—confesó, ya menos tenso que al inicio.

—Oh, tengo un poeta frente a mí—sonrió coqueto—Es una verdadera exquisitez.

Por alguna razón que no sabría, las mejillas de TaeHyung se pintaron de color carmesí. Aunque rápidamente se lo atribuiría al poco alcohol que ha consumido. Y aquello lo llevó a aceptar otro vaso de whisky preparado por el mayor frente a él.

Se deleitó otra vez con el sabor del alcohol y de pronto un sentimiento agradable le invadió. Pasó de estar tenso a sentirse cómodo, a sentir la música entrando en su sistema.

YoonGi se dio cuenta de que miraba mucho hacia donde JiMin y JungKook bailaban sin parar. Ellos siempre eran así cuando hacían este tipo de cosas y a la hora de bailar congeniaban bastante bien.

— ¿Quieres bailar? —preguntó YoonGi.

— ¿Qué? —lo miró desorientado—No, para nada.

—Oh, vamos, chico fresa—le tendió una mano—Tienes que soltarte un poco y disfrutar.

TaeHyung miró su mano y luego sus ojos. Lo pensó por varios segundos y, no sabe si fue el alcohol, pero de pronto se vio a sí mismo yendo de la mano de Min YoonGi, el hombre al cual se empeñaba en rechazar, que lo llevaba hacia el centro de la pista.

En ese momento la música era intensa. Todos bailaban y saltaban para divertirse. A TaeHyung le tomó un par de minutos adaptarse un poco, pero YoonGi le ayudó haciendo pasos graciosos para animarlo. Fue entonces que le siguió el paso y adoptaron un ritmo en conjunto. Pero lo que no se esperaba era que la música cambiara a una más sensual y un poco lenta. Para cuando quiso reaccionar, tenía la mano de YoonGi en la parte de su cintura y se vio a si mismo bailando muy pegado al contrario.

Por alguna razón que todavía desconoce, sentía comodidad estando ahí bajo los reflectores y entre tanta gente que bailaba a su alrededor. Extrañamente se dejó llevar por el momento y le siguió el ritmo ya sin pensar demasiado.

Descubrió que YoonGi tenía un lado sensual a la hora de bailar y eso provocaba a sus sentidos de una forma muy extraña. Le gustaba estar así y poder observar un poco lo que tenía tan cerca.

El cabello del mayor brillaba en tonalidades azuladas gracias a los reflectores, pero también se dio cuenta de que su pálida piel tenía luz propia. Se notaba que cuidaba mucho su rostro y su cabello, algo que consideraba muy bueno.

De pronto sus ojos se encontraron por varios segundos y, lastimosamente, el cambió de música los sacó de la pequeña burbuja que habían creado, eso y alguien más interrumpiendo.

—TaeHyungie, necesito decirte algo—avisó JiMin quien lo tomó del brazo—Lo siento, YoonGi-hyung.

—Está bien, JiMin-ah—asintió con una media sonrisa.

JiMin lo llevó hacia un lado para poder decirle algo muy importante. Y TaeHyung ya se imaginaba qué sería.

—Necesito que me cubras por esta noche—pidió con ojos de cachorro—Quiero pasar la noche con JungKookie.

—JiMin—suspiró pesado—Si tu padre se entera nos mata a los dos. Ya es suficiente con que estemos aquí.

—Yo lo sé—le hizo un puchero—Pero es que de verdad quiero ir con él. No sé cuánto tiempo pase hasta que pueda verlo de nuevo.

Eso era verdad y TaeHyung lo sabía. No quisiera arruinar el momento de JiMin, pero a la vez le preocupa que todo pueda salir mal. Siente que no tienen tanta buena suerte. Pero sigue siendo su amigo y sabe que de todos modos lo hará.

—Bien—se rindió y puso mala cara—Pero por favor, ya no te fugues de la universidad ni cometas locuras. Un día de estos le vas a causar un infarto a tu padre—advirtió.

—Ay, no lo digas ni de broma—lo palmeó del hombro—Gracias—lo abrazó con fuerza—Te amo, mi alma gemela.

—Y yo a ti—sonrió no muy convencido.

Después de eso lo vio alejarse y yendo hacia donde JungKook ya lo esperaba con su abrigo. Éste le hizo una seña de agradecimiento que se vio obligado a corresponder. Después volvió con YoonGi para intentar volver a lo suyo.

—Tranquilo—le dijo el mayor cuando se acercó a él y volvió a tomarlo de la cintura—JungKook cuidará muy bien de JiMin. Con él estará seguro.

—Eso espero—musitó.

No estaba convencido del todo y se debatía en su interior sobre ciertas cosas. Sin embargo, más vasos de whisky fueron degustados por su paladar y eso terminó en su sistema que lo dobló durante un rato.

Por primera vez disfrutó de un momento con Min YoonGi; el hombre que jamás en su vida sería su tipo. 



Holiii de nuevo

Ayer quería subir otro capítulo, pero como mencioné; estuve trabajando turnos completos y pues el sueño me consumía, pero lo primetido es deuda, porque ayer fue el cumpleaños de una seguidora :)

Freliz cumpleaños, Kath (Otra Kath) jajaja

Espero que te la hayas pasado bien :)

El siguiente capítulo tiene detalles de lo que Jimin y Jungkook van a hacer toda la noche :) jsjs

Espero que les haya gustado. No se olviden de votar y comentar. 

Las tkm!!!!

PD; Seguimos con el stream a Suga debido a la situción. Recién vi su mensaje en weverse y me duele saber que realmente la está pasando mal. Así que continuemos de ese modo, es todo lo que podems hacer por él, por ahora. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro