03 Atrapado En Una Jaula
"Acabo de aprender que esta gente
sólo te cría para enjaularte"
—Te amo, corazoncito. No olvides desayunar bien antes de ir a la universidad—decía JungKook con voz dulce, como siempre se dirigía a su novio.
—Yo también te amo, Kook—sonrió embobado y se colgó de su cuello—Conduce con cuidado y escríbeme cuando llegues a casa.
—Lo haré—asintió y lo abrazó.
Antes de que el sol saliera completamente por el horizonte, JungKook escapó de la casa de JiMin mientras éste observaba cómo se marchaba en su motocicleta. Se despidieron con un beso largo y apasionado y con la promesa de que se verán en la noche para tener una cita.
JungKook insistió con que debería decirles a sus padres lo que realmente va hacer, porque considera que es lo correcto y una buena forma de intentar ganárselos. Al menos que sepan que no quieren mentirles y que desean hacer las cosas bien.
Después JiMin volvió a la cama sigilosamente para dormir un poco más antes de tener que levantarse para ir a la universidad. Fue complicado tener que volver a salir de la cama debido a que no durmió lo suficiente, aunque tan sólo recordar el momento que terminó haciendo el amor con JungKook, le hacía sentir pleno y recargado de energías. Aun así tomó una siesta en el camión mientras iba en el trayecto hacia la universidad.
Cuando llegó estiró un poco el cuerpo y luego entró usando su credencial para identificarse. Lo primero que hace, como todas las mañanas, es buscar a TaeHyung en el área de jardines donde siempre está sentado debajo de un árbol tomándose un café caliente
Llegó y tomó un lugar a su lado mostrándole una sonrisa grande y que emanaba mucha emoción por soltar lo que llevaba dentro.
TaeHyung no tuvo que pensar demasiado para saber que venía a contarle algo sobre su novio y, siendo franco, no tenía ganas de escucharlo. Pero de todos modos lo no dirá.
—Ya. Suéltalo—le dijo con voz aburrida.
—Te juro que estoy viviendo un sueño... un cuento de hadas—expresó JiMin con la mirada perdida en el cielo—JungKook es... tan lindo que siento que no es real. Pero ahí está él existiendo y llevándome por las nubes.
—Aish, tampoco es para tanto—hizo una mueca de asco—Los príncipes no están llenos de tatuajes ni de perforaciones.
—Pues el mío sí—refutó y le mostró un puchero de molestia.
A veces no quería contarle todo lo que vivía con JungKook pues, la mayor parte del tiempo, recibe ese tipo de respuestas y unas opiniones que van cargadas de odio directamente a su novio. No le gusta en lo absoluto que TaeHyung se expresé de él así sabiendo que ni siquiera se han presentado formalmente. No lo conoce. Pero, ¿a quién más se lo contaría? Él es su mejor amigo. Su alma gemela y siempre se muere de ganas por contarle todo lo que le pasa, porque eso es lo que hacen desde que iniciaron su amistad.
Y duele el rechazo que a veces recibe de su parte.
—Ya tenemos medio año de relación—retomó JiMin—Y mira; seguimos aquí. No ha cambiado su forma de ser conmigo como tú tanto decías que haría. Al contrario. Cada día es mucho mejor de lo que imagino.
—Tal vez es porque le gusta el sexo que tienen—respondió despreocupado mientras revisaba su celular—Algunos se enganchan por eso, pero no significa que de verdad te quieran.
JiMin sintió eso en lo más profundo de su corazón. Que su mejor amigo prácticamente le desee que le vaya mal en su relación es algo que duele y que le hace sentir un poco inseguro. Aunque el sentimiento dura segundos, porque JungKook ha hecho tanto que es imposible sentirse inseguro de él o pensar en que no lo quiere realmente.
Alguien que esté jugando no haría ni la cuarta parte de cosas que él ha hecho para hacerlo feliz, así que TaeHyung no puede tener la razón en nada.
Está completamente equivocado.
—Tú siempre arruinas el momento—le dijo y se acostó en el pasto para mirar el cielo.
El peliazul suspiró desganado. No tenía ganas de escuchar las anécdotas de JiMin con el matón de su novio, pero también se siente culpable de no hacerlo, así que tiene que hacer un gran esfuerzo para girarse en torno a él y sonreírle medianamente.
—Ya, cuéntame—le dijo y luego agregó— ¿Qué sucedió con él?
JiMin lo miró con los ojos entrecerrados y lo pensó un poco. Pero es que tenía tantas ganas de contarle sobre su locura de anoche que no le importaba si lo escuchaba por mero compromiso y no porque de verdad quiera saber. Así que se incorporó y se sentó también frente a él con una sonrisa emocionada y llena de picardía.
—Es que tuvimos sexo—dijo y soltó una risita.
—Vaya novedad—expresó sarcástico.
—Pero eso no es todo—soltó otra risita y cubrió su rostro por unos segundos antes de continuar—Mis padres iban a estar en Busan con los abuelos y pensé que era buen momento para llevarlo a casa a pasar la noche.
— ¿Cómo? —lo interrumpió—¡¿Follaron en la casa de tus padres?!
— ¡Ay! ¡Cállate! —le gritó y le tapó la boca—Es un maldito secreto, así que más te vale que te quedes callado.
TaeHyung lo miró asombrado por unos cuantos segundos y permaneció en silencio en espera que de que terminara todo su relato, porque era más que obvio que eso no era lo único.
—Se suponía que mis padres no iban a volver hasta hoy en la tarde—decía con una expresión emocionada—Pero de la nada volvieron y estuvieron a punto de encontrarme con JungKook. Pero lo escondí en mi armario—hizo una pausa para suspirar—Pobrecito.
Eran ese tipo de cosas que JiMin antes no hacía. Era un chico obediente y bastante sensato. Solía divertirse un poco, pero todo tenía un límite. Y con JungKook había dejado esa palabra fuera de su vocabulario. No sabía si le molestaba, le preocupaba o le causaba decepción. Ver cómo estaba cambiando gracias a la mala influencia de ese tipo era algo que le causaba mucho conflicto.
— ¿No me digas que tuvieron sexo sabiendo que tus padres estaban ahí?
—Bueno... sí—JiMin se sonrojó y se tapó el rostro—Nos pusimos un poco calientes y pues...
— ¡¿Estás loco?! —alzó la voz— ¿Qué clase de hombre es JungKook? Se trata de la casa de tus padres, además ellos estaban ahí. ¿Qué no te enseñaron a respetar, JiMin?
—Ay, tampoco es para tanto—rodó los ojos y se cruzó de brazos muy dispuesto a ponerse a la defensiva—Ni siquiera se dieron cuenta y estas cosas no pasarían si ellos le dieran una oportunidad a JungKook. Yo no tendría que actuar a sus espaldas si confiaran un poco en nosotros.
—No—negó rápidamente y se puso de pie—Si ellos se enteran van a sentirse muy decepcionados— apuntó y lo señaló con un dedo.
—Pues no tienen por qué enterarse—también se puso de pie y lo miró con advertencia—Si te lo estoy contando es porque confío en ti.
—Hubiera preferido no saber—respondió y lo miró enfadado.
A veces ya no sabía por qué hacía estas cosas y tampoco entendía por qué TaeHyung se ponía tan a la defensiva. Lo único que quería de él es que lo escuchara y que compartiera la emoción de sus locuras de la misma forma, pero cada vez que se acercaba a hablar de JungKook, había cierta tensión entre ellos que no disminuía, al contrario, se estaba haciendo muy fuerte. Y eso le daba miedo, porque no se trataba de cualquier persona; era su mejor amigo, aquel que prometió ser leal ante todo y apoyarlo en lo que sea.
De pronto falta a su palabra y lo juzga de más.
Duele.
—Genial—JiMin sonrió sarcásticamente—Gracias por arruinar mi día.
—Tú solito te estás arruinando saliendo con ese vago—insultó con toda la intención de hacerlo.
— ¡No le llames de ese modo! —lo defendió y lo miró lleno de molestia—¡Ni siquiera lo conoces!
— ¡No me interesa conocerlo! —sentenció y agregó—Te está convirtiendo en algo que no eres. Tú no hacías esas cosas...
—No es así—negó rápidamente y suspiró un poco—Él me da valor a hacer cosas que antes no me hubiera imaginado. Él me entiende mejor de lo que tú lo haces o que mis padres.
—Sí, claro—rio sin gracia—Sólo finge quererte y cuando menos te lo esperes te va a clavar un puñal por la espalda.
— ¿Sabes algo? ¡No es mi culpa que tú no tengas a nadie! —le gritó y apretó los puños—Siempre es lo mismo. Dices cosas como si de verdad lo conocieras y lo único que haces es herirme. Se supone que eres mi amigo y no te comportas como tal.
—Porque soy tú amigo es que te digo estas cosas—lo miró con dureza y completamente firme—JungKook no te conviene, JiMinie. Parece que recién salió de la cárcel. Seguramente es uno de esos vagos y drogadictos que van por la vida aprovechándose de ingenuos como tú—escupió con un poco de resquemor y sin pensar muy bien en lo que decía.
Era increíble que ese tipo de palabras vinieran de su soulmate, de su mejor amigo al que ama con el alma, por quien daría la vida si fuese necesario. Ese para quien siempre ha estado para consolarlo o parar reír con él. Y le resultaba increíble que se comportara de ese modo y que de paso insulte a su novio sin siquiera conocerlo.
Y dolía... dolía mucho, porque quería compartir su felicidad con él, pero éste, simplemente, se negaba.
—Bien. Eso es lo que piensas—fingió desinterés y se encogió de hombros—No pienso rogarte para que cambies de opinión.
No le dio oportunidad a que respondiera y se marchó de ese lugar con un trago muy amargo en su garganta. Tenía ganas de llorar, pero no iba hacerlo, aunque la situación lo ameritaba. Todos estaban en su contra y parecía que unían fuerza para acabarlo.
Pero no va a darle gusto a nadie.
Ni siquiera a TaeHyung.
Ama a JungKook, y el mundo que se joda.
Lo único bueno de este día después de haber peleado con TaeHyung era que tendría una cita con JungKook.
Esta vez ambos hablaron de eso y creen que es necesario que, después de seis meses de relación, JiMin tiene que comenzar a sincerarse con sus padres. Éstos saben de la relación que tienen, pero nunca han estado de acuerdo. Si quizá algunas peleas se han omitido y algunos comentarios se han inmutado, ha sido porque JiMin miente piadosamente para tener citas con JungKook. Pero saben que eso se tiene que acabar, así que de ahora en adelante pedirá permiso como es debido.
Llegó temprano a casa, acomodó su habitación y le ayudó a su padre HoSeok con los deberes que había. Después volvió a su habitación para avanzar la tarea que tenía pendiente. Cuando terminó, bajó al comedor justo cuando su padre Jackson venía llegando. Se acercó a él y lo abrazó, acto que dejó a éste bastante sorprendido, pero también contento. Amaba a su hijo y que lo recibiera de ese modo le encantaba. Le hacía recordar a cuando era pequeño y corría a sus brazos para recibirlo. Luego comían juntos y hablaban sobre caricaturas y otras cosas. Eso es algo que, obviamente, ya no sucede.
La familia tomó asiento en la mesa y oraron por los alimentos que iban a degustar, posteriormente dieron paso a saciar su hambre y a pasar un rato agradable. La plática siempre iniciaba con lo que Jackson hacía en el trabajo, un lugar que era una empresa de alimentos. Trabajaba en el área de marketing donde daba las mejores ideas innovadoras para los productos. Su paga era buena, lo suficiente para darle una vida digna a su familia.
—Me alegra que te esté yendo bien en el trabajo, papi—expresó JiMin de manera genuina.
—Muchas gracias, JiMin-ah—sonrió y acarició su cabello—Pronto tendremos ese viaje a la playa que tanto les he prometido
—No hay prisa para eso, cielo—animó HoSeok—Todo sucede a su tiempo. Lo importante es que tenemos una casa donde vivir y comida rica para comer gracias a lo mucho que te esfuerzas.
—Por supuesto—se unió JiMin—Eso es lo más importante y que tengas mucha salud... todos.
Aunque ahora, quizá, la familia Park esté atravesando un bache en su vida debido a la relación sentimental que su único hijo sostiene con un tipo que no es de su agrado, se tienen el mismo amor de siempre. Para JiMin, sus padres son importantes y los ama. A Jackson, por darle una vida sin carencias y, a su padre HoSeok, por siempre cuidarlo. Ambos han dado mucho por él y es por eso que no quiere decepcionarlos, pero sabe que a veces no puede cumplir con todo lo que ellos quisieran.
Como su novio y la carrera que eligió.
—Así es, JiMin-ah—asintió Jackson muy complacido—Pero ahora cuéntanos sobre cómo te fue hoy en la universidad.
—Me fue bien—respondió contento—Las evaluaciones están próximas y abrirán un concurso para publicar obras que hayamos escrito.
—Eso suena interesante—habló HoSeok con emoción— ¿Tú vas a participar?
—Sí, papi—asintió con una sonrisa de ternura.
— ¿No has pensado en estudiar otra carrera después de acabar esta? —preguntó Jackson.
JiMin sabía por dónde iría su papá y eso era algo que no le agradaba. Aún no quería informarle que tiene planeado estudiar un posgrado en literatura inglesa, porque sabe que los reproches y las contradicciones no tardarán en arruinar el buen momento familiar que han creado. Además, planea pagarse esa carrera por su cuenta.
—Estoy en eso—le sonrió intentando parecer convincente—En cuanto lo sepa te aviso.
—Bien—asintió comprensivo—Espero que sea algo bueno... algo que te dé a ganar mucho dinero. A veces de gusto no se come.
JiMin tenía la respuesta para eso, pero decidió omitirla y sólo se limitó a asentir como si de verdad esté considerando las ideas que su padre tiene al respecto. Comió un poco más y les informó sobre más cosas de la universidad, hasta que se dio cuenta de la hora que era.
—Ya terminé—avisó y los miró— ¿Puede levantarme?
—Claro, cariño—asintió HoSeok.
—Bien, lavaré mi plato.
Usualmente es lo que todos ahí hacen, porque ninguno considera justo que HoSeok lleve toda la carga del hogar. Además, según Jackson, es una muestra de agradecimiento por la buena y rica comida que les prepara con tanto cariño. Es por esa educación que JiMin es muy responsable y amable con las personas. Y por eso mismo a veces se siente culpable de tener que mentirles con respecto a JungKook. Por eso hoy quiere romper esa barrera e intentar hacerles ver a sus padres que su novio es el mejor partido que todos quisieran como yerno.
—Hum... quiero decirles algo—habló JiMin en cuanto volvió al comedor.
—Claro, JiMin-ah. Te escuchamos.
—Bien—se tomó un poco de tiempo, pero sabe que al final no hay palabras suaves para una situación como esta, así que lo mejor es sólo decirlo—Hoy... tendré una cita con... mi novio—informó nervioso y enseguida se ganó toda la atención de sus padres—Quiero pedirles permiso para poder salir con él.
Se hizo un silencio sepulcral, uno donde Jackson analizaba las acciones de su hijo y supo entonces que quizá no es la primera cita a la cual asistirá con ese tipo, peor aún para él; que se portó muy amable y cariñoso con el fin de conseguir esto que quería. Y eso, en cierta parte, le dolía.
—No—sentenció Jackson con frialdad.
—Pero... estoy pidiendo permiso e hice todos mis deberes—dijo y se acercó a él— ¿No crees que merezco un permiso para salir con él?
—Esas son tus obligaciones con las cuales debes cumplir al pie de la letra—apuntó Jackson sin mirarlo.
—Yo lo sé, papá. Y no reniego de eso. Es sólo que quiero tu permiso para salir con mi novio.
—He dicho que no, JiMin—volvió a sentenciar, esta vez con un tono de advertencia.
—Voy a volver temprano y él me traerá de vuelta a casa...
— ¡Qué no! —gritó y se puso de pie—Cuando yo digo que no es no.
— ¿Por qué no le das una oportunidad? Te aseguro que es un gran hombre.
—No quiero conocerlo porque ya me puedo imaginar qué clase de hombre es—habló firme—Ni siquiera sé por qué aún te permito que estés de novio con él. Tan sólo míralo, JiMin. Y luego mírate tú. Eres un niño de casa, sin vicios y sin tatuajes que te hagan ver como un delincuente.
—Primero que nada; ya no soy un niño. Y segundo; los tatuajes no definen los valores de una persona.
—Y dices que no eres un niño—negó con la cabeza—No quiero continuar esta discusión y será mejor que dejes a ese tipo lo antes posible. Él no te conviene. Ahora sube a tu habitación.
JiMin suspiró pesadamente y se apretó el puente de la nariz. Era precisamente por estas cosas que prefería mentirles a sus padres antes que decirles a dónde iba y con quién. Pero no quería esto. Quería que fuesen la misma familia de siempre y que confiaran en su buen criterio.
—Pero, papá—insistió—Si tan sólo me dejaras presentarte con él...
—Tu padre Jackson dijo que no, JiMin—esta vez intervino HoSeok con un tono duro, uno que pocas veces usa con su hijo—Sé obediente y sube a tu habitación.
Contra él no podía pelear aunque quisiera intentarlo. Así que decidió no decir nada, ni siquiera despedirse. Sólo salió del comedor y subió pesadamente cada peldaño que lo conducía directo a su habitación. Soltó un portazo para que quedara claro que estaba molesto y luego abrió la ventana para respirar un poco y para analizar la situación. Sacó su móvil y marcó el número de su salvador.
—Hola, corazoncito—saludó la dulce voz de JungKook al otro— ¿Ya puedo ir por ti? —preguntó con esperanza.
—Hola, mi amor—saludó un poco desganado—Te dije que no iba a funcionar. Es mejor mentirles que ser sincero. Ellos se lo buscan.
—Teníamos que intentarlo de algún modo—también suspiró desganado—Si queremos hacer las cosas bien debemos decirles la verdad. Estoy seguro de que entenderán, algún día, que conmigo estás a salvo y que no voy a hacerte daño.
—No van a entenderlo—negó molesto—Sólo piensan en ellos y en lo que creen correcto para mí. Y eso no es justo.
—Hacen eso porque son tus padres y te quieren—intentó consolarlo.
—Sí, pero no les da derecho a querer controlar cada parte de mi vida—refunfuñó y se asomó por la ventana mirando hacia el suelo—Estoy harto de esto... por favor, ven salvarme.
—Siempre estaré ahí para salvarte, corazón mío—respondió con seguridad—Así tenga que pelear contra el dragón del castillo, yo acudiré a ti para ponerte a salvo.
JiMin se quedó quieto observando el cielo estrellado y tratando de procesar esas palabras que lo hacían sonreír como un tonto. Justo por eso se había enamorado de JungKook y le molestaba que sus padres no le dieran una sola oportunidad. Él lo hizo, aunque nunca lo juzgó por su apariencia, porque bastaba con su sola presencia para hacerlo sentir seguro. Desde el principio supo que no estaba jugando y que era un buen hombre.
Lo ama con locura.
— ¿Y por qué no vienes ahora a rescatarme? —preguntó coqueto—Estoy viendo que mi casa no es tan alta. Puedo saltar por la ventana y te vería en la estación de autobuses.
—Ni se te ocurra hacer eso—habló un poco más fuerte—Puede que te lastimes, corazoncito, y eso jamás me lo perdonaría.
—Ay, JungKookie. No está tan alto—hizo un puchero—Te prometo que no me pasará nada.
—De ninguna manera—se volvió a negar—No quiero que te hagas daño, además, es importante que obedezcas a tus padres.
—Pero, JungKook...
—Por favor, mi corazón—insistió—Si se dan cuenta de que te escapaste todo será mucho peor. No quiero que te castiguen ni tampoco que sean más duros contigo. Ya veremos otra forma para intentar disuadirlos. Por ahora me interesa que te mantengas a salvo y que descanses.
JiMin no podía negarse a la forma tan dulce con la que JungKook le hablaba, sobre todo si le decía ese tipo de cosas. Él parecía más comprometido con los señores Park, y JiMin odiaba que ellos no fuesen capaces de ver eso, de conocerlo para que sepan que es un hombre increíble.
Espera que un día puedan darle una oportunidad.
—Está bien, JungKookie—se rindió—Pero, ¿mañana vienes por mí? —usó un tono coqueto.
—Sabes que sí, corazoncito—sonrió bobo—Estaré temprano y te llevaré tu desayuno, ¿de acuerdo?
—Suena bien—asintió y cerró la ventana—Te amo, amor de mi vida.
—Yo también te amo, amor de todas mis vidas—respondió con un suspiro enamorado—Y te prometo que me esforzaré por agradarle a mis suegros.
—Yo sé que te van a amar cuando te conozcan—le alentó.
—Eso espero—habló con hilo de voz—Descansa y sueña lindo.
—Contigo.
—Y yo contigo.
JiMin se obligó a terminar la llamada y se tiró en su cama para pensar un poco.
A veces no entendía a sus padres, pero cuando todo lo pensaba con cabeza fría, podía darles un poco de razón. Está bien que quieran cuidarlo, pero siente que en ocasiones exageran. Sólo quisiera que en algún momento sean capaces de ver más allá y de entender que, todo lo que elige, es porque le hace feliz.
No le gusta que lo críen para tenerlo enjaulado.
Lo que quiere es que le den la libertad de elegir y que lo apoyen sin importar quien sea su novio y que carrera de vida elija.
Holi holiii
Dije que no iba a actualizar jsjsjs, pero ya me siento mejor. Además, hoy es el cumpleaños de una seguidora, así que esto va dedicado a ella.
Feliz cumpleaños, Roxi. Espero que te la pases bien :)
Mañana vuelvo a actualizar como regalo para ella jsjsjs.
Bueeeno, la historia como tal no tiene drama tan fuerte. Problemas entre el Kookmin no habrá. Pero Jackson va a ser como un grano en el culo y también Tae. Esta vez le toca ser el sangroncito a mi osito bebé.
Así que planeo traerles un maratón dentro de dos semanas jsjsjs.
Ya saben que aquí chambeamos casi del diario.
Espero que les haya gustado.
No se olviden de votar y comentar.
Las tkm!!!!!
Tuvumos vminkook en Are You Sure? Y vi que se creó una guerra bastante absurda. Quiero abrir este espacio para recordarles que lo que venimos a hacer en wattpad y en nuestros grupos sobre los ships es para imaginar. Debe quedar claro que hay una realidad ahí afuera, y que por más que nosotras pensemos que Jimin y JungKook o Tae y JungKook, están en uan relación sentimental, no es algo que exista en la realidad porque no está confirmado.
Lo digo porque vi varios comentarios bien idiotas sobre que si Tae está de metido. Que JiMin es un ofrecido y bla bla. La mayoría de los comentarios vienen de señoras. what???
Esto es un ship. Yo le rezo al Kookmin y tengo mis razones, pero no soy extremista con ajenos, sólo con ustedes porque estamos en el mismo barco.
Esto es 50 50 para no caer en la locura. 50 real, 50 fantasía.
Si no es mucho pedir, quisiera que dejaran comentarios lindos para los tres. No nos olvidemos que antes del ship son 7 y debemos respetarlos, porque ajeno a que haya una relación sentimental de por medio, ellos son hermanos y se ven como familia. Algo que nunca va a cambiar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro